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Mensaje del 02 de Diciembre de 2002

Así pasa Mis queridos con la redención de los hombres, tantísimas veces es un parto doloroso, pero que importa el dolor que produce si uno sabe que ese hombre está sonriendo porque encontró su camino.

Mensaje del 02 de Diciembre de 2002

Habla Artemio:

02 de Diciembre de 2002.

“El Señor es mi pastor nada me puede faltar”; Él colorea las flores que encuentro en mi camino; Él llena de dulzor los frutos con los que me alimento; Él es mi sostén y mi guía cuando mi cuerpo está cansado, extenuado y uno no da más. Él, vos Señor, vos, en las horas más terribles y temibles, en las horas de oscuridad y desamparo, cuando todos creen que ya no hay nada para hacer, allí apareces vos Señor y haces que se coseche donde nadie sembró, porque solo vos Señor recoges donde nadie ha puesto una semilla.

Es una pena Señor, es una pena que nuestro amor sea escaso Señor, que nuestras palabras sean pobres, que nuestro amor sea chiquito, es una pena Señor, es una pena. A veces la amargura taladra nuestros huesos y taladra nuestra existencia y no nos acordamos Señor, a veces, a veces no nos acordamos que vos dijiste: “el que está cargado y con penas que venga a Mi”, es una pena Señor, es una pena. Cuantas veces nuestros ojos se llenan de lágrimas por temor o por todo lo que nos agobia y no tenemos en cuenta que estás vos allí presente para darnos el Agua Viva que sale de tu Corazón, no lo entendemos Señor, por eso es una pena Señor, es una pena. Los días pasan rápido y uno está preocupado y ocupado con todas las cosas que nos sustentan pero en muchos hombres Señor, la pena no tiene límites y el dolor es todo lo profundo que puede ser, por eso Señor es una pena Señor, es una pena. Vos eres..., vos sos el Río de Agua Viva que puede quitarnos nuestra sed para siempre y nosotros casi no la tenemos en cuenta, es una pena Señor, es una pena. Levantamos nuestros gritos al Cielo clamando Misericordia y vos Señor, a cada instante derramás raudales de tu Misericordia sobre todo y sobre todos y uno no la ve, por eso es una pena Señor, es una pena.

En la noche oscura, a lo lejos se ve una lámpara que no se apaga nunca y está siempre dispuesta a señalarnos el camino para no perdernos y tantas veces no queremos ver la Luz Señor, por eso mi corazón acongojado dice: es una pena Señor, es una pena. Cuánto dolor a veces invade nuestra alma y la oscuridad nos rodea y clama en nuestra carne sus cuchillos, sin embargo no nos damos cuenta que ahí cerca estás vos para darnos todo lo que necesitemos, por eso Señor es una pena, Señor es una pena.

Haznos ver Señor, que vos estás siempre dispuesto a venir a reclinar tu…, tu cabeza en nuestro corazón, todas las noches y todos los días, pero hay tantos hombres que no lo saben y otros que no quieren saberlo y otros sabiéndolo no quieren abrir su puerta, por eso Señor te digo: es una pena Señor, es una pena.

Dice Jesús:

“Yo soy la Luz del mundo, quién me sigue a Mi no anda en tinieblas”.

Quién tiene en cuenta Mi Misericordia, todos sus problemas se solucionan, por una razón muy simple Mis queridos, porque son creaturas, son todos hechos a imagen y semejanza del Señor y entonces ¿podría uno no amarlos?, siempre uno está disponible para darle a cada hombre lo que ese hombre necesita, pero por orgullo, por soberbia, por ignorancia, por cincuenta motivos el Señor…, los hombres son reacios en pedirle al Señor, en pedirme a Mi lo que necesitan. Si al menos se dieran cuenta que está Mi Mamá siempre disponible a convertirlos en niños pequeños y acunarlos en el regazo, si se dieran cuenta de lo que representa Mi Mamá, Mi Madre, la Virgen, en la vida de los hombres todo sería un gozo continuo. Qué mujer puede decir, lo que leíste al comienzo: “Mi alma engrandece el Señor y se alegra Mi espíritu en Dios Mi salvador porque fijó los ojos en la pequeñez de su esclava”, sí, Mi Mamá dijo con claridad: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra”.

Era casi una niña pero confió, confió plenamente, así como confiaron otros Profetas que aparecen en el Antiguo Testamento y que muchas veces de ellos se dice mucho menos de lo que en realidad fueron, pero ¿podrían ustedes ponerse a hablar de la fe de nuestro padre Abraham?; ustedes tienen montones de cosas de donde tomarse para creer, pero Abraham no; ustedes tienen toda una formación ya para dar asiento a la palabra del Señor, Abraham no; ustedes tienen toda una cultura que los formó de una manera, Abraham no; ustedes tienen la asistencia del Espíritu Santo prometido por el Señor y que les envió en Pentecostés y el Espíritu llenó los corazones, Abraham no, pero lo mismo él estaba lleno de la palabra del Señor, que vida maravillosa la de nuestro Padre Abraham.

Y digo esto porque sé que a vos te gusta tanto y que estás enamorado de la fe sin límites del Padre de nuestro pueblo; a veces quisieras estar en la piel de Abraham porque hay algo que él fue, es cierto, fue justo, fue Santo, pero fue fiel sobre todo al tener en cuenta Mi palabra: “Abraham tendrás un hijo con Sara y de la descendencia de ustedes habrá tantos… como estrellas en el Cielo”, no digamos nada de Sara, en el sentido de por qué ella no creía, tal vez les pase lo mismo a cada uno de ustedes en tantos momentos de la vida. Sara razonaba como un ser humano: si soy vieja y estéril, vieja y estéril ¿qué puede dar mi cuerpo?, sin embargo le dice Abraham: “el Señor dice que tendrás un niño”; Sara ríe como ríe cualquier ser humano que en circunstancias similares haría lo mismo. Abraham esperaba, Sara no consentía; Abraham creía en la palabra del Señor, Sara no podía; a Abraham le dolía la posición que tenía su esposa, pero Sara siendo una buena mujer no podía aceptar que se rompieran las reglas naturales de la vida: si soy vieja y estéril ¿cómo voy a tener un niño?.

¿Por qué digo todo esto?, algo que ustedes ya saben tan bien, pero no se olviden nunca de una cosa, todos los temas religiosos cada vez que uno los piensa de nuevo descubre cosas distintas. Por eso, hoy les presento esto para pensar, para pensar con el corazón, ¿es tan difícil ponerse en la piel de Abraham?, ¿es tan fácil ponerse en la piel de Sara?, nadie obliga al hombre a una posición o a la otra, ¡nooo!, ¡noo!, pero Abraham era de esos seres que sabían que los problemas vistos a nivel del Señor tienen una dimensión distinta de todos los problemas vistos en la dimensión netamente humana.

Por eso Mis queridos Yo los invito, hasta las cosas más simples, hasta las pequeñeces más grandes, hasta las cosas terribles traten de mirarlas como las miró Abraham, es decir que es la mirada del hombre que confía en el Señor; cuando algo no sucede siendo legítimo que suceda es porque no se le pidió al Señor con toda la fuerza que era necesario o tal vez se dio por sentado que: esto no lo arregla el Señor, en esto no se mete el Señor, de esto no se preocupa el Señor. Mis queridos, no hay un movimiento de vuestras células, en todo vuestro organismo que son millones, que no son tenidas en cuenta por el Señor, todas son miradas por Él, todas, absolutamente todas.

Y volviendo a Abraham, él escuchó en su interior la voz del Señor que le decía, mientras que Abraham no veía al Señor, entonces hasta podría resultar algo engañoso pero ustedes me tienen a Mí, vivo entre ustedes, tengo la forma de un hombre porque mitad de Mi naturaleza es humana, entonces a Mí pueden verme, tocarme, oler lo que emana Mi cuerpo, pueden ver la intensidad de Mis ojos azules, pueden ver Mi barba no tan tupida, Mi cabello un poco enrulado, pueden ver Mis manos y Mis pies taladradas, pueden acercarse y levantar de Mi hombro derecho el paño que lo cubre para aliviarme el dolor de la herida del hombro, pueden apoyar vuestra frente en Mi costado donde siempre está manando sangre ¿mmm?. Entonces, qué fácil les debe resultar a ustedes creer, porque miran Mis manos y Mis pies a través de los agujeros de Mí, del paño que me cubre ven Mi cuerpo, hasta pueden detenerse en el detalle de los bellos que tengo en Mi pecho y a lo largo de Mi vientre, pueden observar Mi ombligo, pueden mirar Mis órganos genitales. A través de Mis agujeros pueden ver todo Mi cuerpo lleno de moretones, de golpes ¿mmm? y todo eso Mis queridos, todo sufrido para pagar las deudas de todos los hombres, de todos los tiempos y para todos los tiempos.

Entonces, si Abraham creyó sin haber visto nada y ustedes me tienen delante de ustedes, pueden seguir Mi forma de parpadear, o de entre abrir los labios, o levantar la tela que cubre Mi hombro derecho o la tela cuando se pega en Mis rodillas, cuántas cosas no pueden hacer conmigo. Pregúntenle a Artemio cuando él me pasa aceite en las heridas, él toca Mis pies calientes con rajaduras, donde el dolor es muy grande porque de las rajaduras sale sangre; pero ¿cómo? dirán ustedes: el Hijo de Dios y Dios mismo ¿se lastima?, sí, pero tal vez no entiendan ustedes muy bien quién produce Mis lastimaduras. Son tan largos los caminos del mundo y son tantas las necesidades de los hombres y es tanto el amor que Yo siento por todos, así como lo siente Mi Mamá.

¿Había más mérito en Abraham al creer que el que hay en ustedes?, dejen a Abraham en su lugar y ubíquense ustedes en el vuestro, tienen tantas cosas al alcance de sus manos y no las tocan, podrían ver tanto vuestros ojos y no ven, podrían acompañarme por tantos caminos desolados y tristes pero tengo que ir solo. Por lo que estoy diciendo parecería que la redención del hombre es algo triste, nooo, la redención del hombre es alegre y da un profundo gozo pero ese gozo viene después del dolor, así como una madre cuando da a luz a un niño, siente desesperación porque su niño no puede salir, porque debe pasar en un lugar muy angosto entonces la madre sufre dolores indecibles, pero todo ese dolor se esfuma, se vuelan como plumas al viento y ya no se acuerda más cuando tiene a su niño en sus brazos y lo ve sonreír.

Así pasa Mis queridos con la redención de los hombres, tantísimas veces es un parto doloroso, pero que importa el dolor que produce si uno sabe que ese hombre está sonriendo porque encontró su camino, sabe que hay una Luz que lo está guiando, sabe que encontró la verdad y aunque tenga que sufrir aún los vaivenes de la vida en el mundo, pero siempre está atento a la Luz que brilla, esa Luz..., esa Luz que brilla soy Yo que estoy siempre.

Mis queridos… el día ya está terminando, la Tierra en su girar dejó atrás los rayos del sol que dieron vida a las cosas, ahora todos se aprestan a pasar la noche, no teman porque todos temen a la noche, más que todo temen porque tienen que dormir y piensan que a lo mejor ya no abren más sus ojos, pero es cierto, la muerte puede llegar como un ladrón en la noche, totalmente cierto, pero si Yo estoy antes, estoy durante y estoy después ¿qué se puede temer?, si Yo que los amo con toda la intensidad de un padre, de un hermano, de un amigo, de un compañero y de todos ellos juntos, todos saben que si cierran los ojos en esta noche lo abrirán delante de Mí, porque Yo cumplo con lo prometido, porque soy fiel y eso significa constante en los afectos.

El amor que les tuve ya en el seno de Mi Padre desde el comienzo de los tiempos, siguió cuando ustedes aún no eran, pero ya en Mi mente y en Mi corazón estaban, hasta que un buen día con el correr de los Siglos y de los milenios aparecieron en la panza de vuestra madre y seguí amándolos, los miré a los ojos, los llamé por vuestro nombre y los seguí amando y amando, me alegré con vuestro primer llanto o sonrisa y los seguí a cada uno en su trayectoria por el mundo. Todo esto Mis queridos es para darle un idea de cuánta es Mi Misericordia, cuánto es Mi amor por el hombre, que no se redujo solamente a dar la vida en la cruz sino que continuó a través de los tiempos y seguirá por toda una eternidad, ¿no les parece hermoso todo esto?.

Decía antes, Abraham creyó, por eso se lo consideró justo y Santo, porque vio que todo venía de un Dios de amor, que no se cansa nunca de amar pero también les pide a ustedes que en vuestra vida no se cansen de amar, porque el amor es lo único que mantiene en pie a los hombres, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra.
Mis queridos, déjenme entrar en vuestro corazón, quiero reclinar Mi cabeza en él y al mismo tiempo, tengan la intención de que pueda reclinar Mi cabeza en la mayoría de los corazones de todos los hombres del mundo, ¿por qué?, porque es una tarea del amor, seguir siempre, siempre, siempre.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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