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Mensaje del 28 de Noviembre de 2002

Ahí lo tienen, pídanlo, úsenlo, déjense llenar de Él, entonces vuestra boca rebozará de todo lo que le sale de vuestro corazón ¿mmm?.

Mensaje del 28 de Noviembre de 2002

Habla Artemio:

Señor Jesús no creas que porque te estamos esperando, que estamos como calculando para hacerte algún pedido o pedirte alguna gracia o un milagro, no, hay una realidad Señor, vos tenés que convencerte de ello aunque estás convencido pero a vos te gusta que te digan las cosas. A vos te gusta que te digan Señor y en vos nos movemos, somos, estamos, vivimos, sentimos por una razón simple Señor, sos el principio y el fin de todo, el alfa y el omega ¿mmm?, además Señor nuestros diálogos a veces pueden ser un poco bruscos Señor, yo hablo por mí, no sé de los demás, pueden ser un poco bruscos, un poco hasta irreverentes Señor, hasta irreverentes, pero vos que tuviste y tenés naturaleza humana sabés que en nosotros siempre sale a relucir la naturaleza humana, nuestras características personales que tenemos en la Tierra, a vos también te aparecieron ¿no es cierto? y si miramos los Profetas del Antiguo Testamento o los portavoces, en cualquier momento de la Sagrada Escritura hay palabras medias fuertes para con vos ¿no?, así como vos también tenés alguna palabra fuerte para con tu Papá.

Es decir, nosotros hemos sido formados en moldes tan, tan precarios en cuanto al trato con el Señor, que creemos que todo tiene que ser de una suavidad total, de un misticismo elaborado, no, no, no, eso es acartonamiento Señor, lo fundamental es que te digamos cara a cara todo lo que sentimos, todo lo que realmente nos pasa y no te podemos decir: hay que hermoso, me duele esto tremendamente y yo gozo como un desgraciado porque me duele, noo Señor, yo tengo que decir: me duele mucho Señor y me duele. Es decir, vos preferís que uno sea sincero, directo Señor, coherente y no acartonado, esas formas que a veces podríamos asumir o que asumimos cuando tenemos una idea de que vos sos blandengue, que todo en vos es suavecito, mientras que a medida que fueron pasando los años me fui formando la idea de vos, así lo machazo que sos, no arrogante pero si varonil, es decir con fuerzas, puede también una mujer tener fuerzas por supuesto ¿no?, acaso ese monje brasileño no habla del rostro materno de Dios, por eso, no solamente que habla sino que escribió un libro también. Esto lo digo yo Señor, no quiero embanderarte con ese nombre ¿verdad?.

Señor, antes de que comiences a hablar nosotros necesitamos decirte una vez más que te amamos Señor, te amamos tiernamente; sabemos que sos nuestro padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero; sabemos que sin vos nada, con vos todo y esto no lo hacemos porque somos temerosos de tu fuerza y de tu poder, no, lo hacemos Señor porque te amamos Señor ¿mmm?, y a pesar de nuestras broncas a veces ¿no es cierto?, que vos también las tuviste ¿no?, vos sabes cómo es nuestro afecto por vos, pero así como tu amor para con nosotros es exigente, nuestro amor para con vos también es exigente, no porque se nos ocurra sino porque vos dijiste que querías ser eficaz en nuestras vidas, no algo así nomás, no así una limonada desabrida sino algo eficaz. Es decir, cuando uno dice: Señor, uno lo que menos espera es que vos escuches, aunque por supuesto mi situación personal con vos es diferente ¿no es cierto?, porque yo como el Profeta Jacob te digo: “te llamo y no me respondés, me presento y no me hacés caso, golpeo a tu puerta y no me abrís”, pero esas son relaciones nuestras personales y dejemos para los demás es otra la cuestión. Nuestra relación ya está dada de una forma y a veces dolorosísima ¿no? pero está dada de una forma, yo no me quejo, o salvo cuando ando debilucho me quejo pero sino no me quejo en absoluto, por una razón muy sencilla Señor… sos mi ejemplo entonces lo que menos puedo yo reprocharte es que vos no sufriste ¿no?.

Bien, Señor todo esto como introducción para decirte así simplemente que te amamos Señor, que nuestra vida no tiene sentido sin vos, que sabemos que nos amaste siempre, que nos amás y nos amarás por toda una eternidad y que tu gran deseo es que ya aquí, no solamente cuando cerremos los ojos, veamos o tengamos la Bienaventuranza Eterna, porque el Cielo no empieza después sino ya aquí abajo ¿mmm? y aquel famoso y bendito juicio del Apocalipsis ya empezó allá con vos y continua todos los días. Es decir vos nos cercioraste y aseguraste que tal juicio, sí, vendrá pero el verdadero juicio está dado aquí, todos los días en la Tierra y es nuestra lucha diaria por prevalecer, es nuestra lucha diaria por salir de la mediocridad en que nos movemos, es nuestra lucha diaria por no ser tan carentes de todo.

Pero Señor voy a callar porque quiero que vos hables.

Dice Jesús:

Bienaventurados todos, porque siento latir vuestros corazones al unísono con el Mío y eso me llena de una profunda alegría; que nadie quiera medir su cantidad de fe, ni las obras que hizo o dejó de hacer.

Ahora Yo les digo, vuestro corazón está vibrando al epazón del Mío, por eso bienaventurados, es decir felices y cuando dentro de un rato, esta noche, mañana, pasado, el mes que viene y así piensen en Mí, piensen que Yo les dije: vuestro corazón está latiendo al unísono con el Mío. ¿Y esto qué significa?, el Hijo de Dios y Dios mismo, segunda persona de la Trinidad les está diciendo a todos los presentes: vuestro corazón está latiendo al unísono con el Mío, eso significa Mis queridos que son hijos de la Luz, que están disponibles en un momento, en el otro, en el otro, o en el otro o en el otro, para ofrecerse por Mi en lo que haya necesidad.

Las palabras que uno usa diariamente por ver que no las usan tan bien pierden el contenido, hay montones de conceptos que ya no tienen el contenido, son palabras vacías, pero… Yo lleno por ejemplo las palabras: darse, donarse, estar disponible, amarme, las lleno de contenido, del verdadero contenido que tienen esos conceptos y entonces Yo no exagero ni un poquito cuando les digo: “bienaventurados”, porque ¿qué otra cosa pueden ser aquellos que se donan, se dan, se ofrecen, están disponibles y continuamente con una devoción hasta terrible están esperando así diariamente Mi palabra, no solamente para ustedes sino para mejorar, hacer habitable este mundo tan terrible en el cuál todos viven?, cómo no les voy a decir: bienaventurados si están participando de Mis ideas, de Mis obras, de Mis proyectos, de todo lo que es Mío, de Mi Padre y del Espíritu Santo, es decir de la Trinidad, cómo no les voy a decir: “bienaventurados”, a quién se los voy a decir entonces.

No quiero despreciar a nadie pero no es problema Mío, otros me desprecian, me insultan, blasfeman pero, es decir no hace falta que digan una blasfemia, a veces con los actos y simples están blasfemando ¿mmm?, es decir Yo no lo tengo en cuenta para castigar, nooo, pero es evidente para una ley de la compensación que Mis palabras no pueden llegar a ellos, cuando llegan es por méritos de ustedes que las hacen llegar ¿mmm?. Por eso cuando uno piensa en la Santidad de San Agustín, piensa en la Santidad de Santa Mónica, que durante muchos años, diecisiete, veinte, más, vive gastando sus rodillas para que su hijo después terminara como doctor de la Iglesia entonces, esto lo digo con un ejemplo, todo el amor de una madre por un hijo hace posible los milagros más grandes. Ahora, él no era malo con ella ¿eh?, no, no, para nada, solamente que era un espíritu tan inquieto que buscó en tantos lugares respuestas hasta que tropezó conmigo y cayó en Mis brazos y ya no me dejó, pero no hubo agujero donde no se haya metido y a todo esto Mónica, su mamá, dale que dale gastando sus rodillas.

Por eso, la acción de aquellos a los cuales amamos es tan grande, tan grande, tan pero tan grande que todo aquel que ama a otro lo está rodeando de una aureola de protección constante, el pensar en otro con cariño, con amor le está haciendo todo un caparazón de protección permanente. Ese es el poder del amor, en cualquiera de los niveles, hasta del simple amor y primario que puede sentir cualquier animalito por sus hijos, hasta los amores más grandes que salen de un corazón que reboza de gozo al amar.

Ustedes dirán: el Señor está usando demasiadas palabras hermosas para nosotros, sí, no puedo menos, vinieron de lugares lejanos para estar un ratito en Mi presencia, aunque están todo el día en Mi presencia pero parecería mucho más, porque les gusta aspirar Mi aire, el aire que Yo respiro, que respira Mi Mamá, que respiran los Santos, entonces esa fidelidad que quiere decir constancia en los afectos y que se mantiene a través del tiempo, mueve a Mi corazón y mueve al corazón de Mi Madre a derramar todas sus gracias en todas las cosas y si a veces les parecería que no, acuérdense de aquello del juego de las libertades de las personas, que Yo los amo a todos pero no me es fácil llegar al corazón de los que no me aman a Mi y no solo que no me aman sino que me cierran todas las puertas, pero Yo que no tengo pasado ni futuro sino que todo es un continuo presente, Yo sí veo la evolución o la conversión de cada uno.

Por eso, que nunca se cansen y nunca bajen la guardia en cuanto a que sea quien sea, como sea y además haya la enfermedad que haya, estén como estén, piensen siempre: el Señor todo lo puede y además por una consecuencia lógica, quien ordenó los astros en sus orbitas y las galaxias y separó las aguas de las tierras, hizo brillar el sol sobre justos e injustos, sobre santos y pecadores, cómo puede negarse a pedir, a dar algo que le piden con toda la fuerza del corazón. Porque Mis queridos a Mi no me razonen, ámenme, ámenme tiernamente y todo lo que quieran decirme que salga de vuestro corazón, no de un silogismo o un razonamiento, que es necesario tal vez para muchas cosas pero no justamente para conmover Mi amor. Yo a todas las palabras les busco el sentido completo, conmover, mover juntos, es decir cuando Mi corazón se mueve, se está moviendo junto al de ustedes por la oración, por un pedido, por un pensamiento o por lo que sea y ante cada cosa que pase por vuestra mente allí estoy Yo previendo en qué voy a usar aquello que me están ofreciendo de una forma, o de la otra, o de la otra, o de la otra para usarlo en beneficio de alguien.

Esta es la tremenda carrera de salvar el mundo, los hombres y las cosas, sin vulnerar la libertad de nadie; porque ustedes dirán: pero y ¿por qué ese empecinamiento Señor?, ¿por qué ese empecinamiento de querer mejorar, de querer arreglar, de querer pacificar, de querer en todos los ordenes poner, valga la redundancia orden?, por una razón muy simple Mis queridos, Mi amor no es amor si no es creativo y la tercer persona de la Santísima Trinidad y Dios mismo, es amor y es el Gran Comunicador, es decir sobre cada pasto por ínfimo que sea, sobre cada pequeña bestia con su aliento tan cortito y su corazón tan pequeño hasta los hombres que tienen tanto poder sobre los otros, sobre todos la acción de Mi amor a través del Gran Comunicador, que es el Espíritu Santo.

Ahí lo tienen, pídanlo, úsenlo, déjense llenar de Él, entonces vuestra boca rebozará de todo lo que le sale de vuestro corazón ¿mmm?. Es fácil ¿no?, es todo fácil, hay necesidad de un acto de humildad muy tremendo, muy concreto, muy evidente, muy visible y todo es posible, como dice la Sagrada Escritura: “todo es posible para aquel que abrió camino en el mar y trazó vereda en aguas impetuosas”.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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