Mensaje del 20 de Noviembre de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 20 de Noviembre de 2002.

Dice Jesús:

A Mi me da mucha pena también ver esas cosas que nombrabas recién, es cierto eso de que hay en montones de lugares devociones a Mi Madre, Santuarios y todo un circo montado cerca de ello para sacar dinero y construir grandes cosas, ¿no se dan cuenta que a Mi Madre la ofenden?. Cuando en esas torres tan altas, pero no torres comunes como las que va a ver aquí sino torres muy lujosas y desde esas torres Mi Mamá mira a la gente que no tiene qué comer, no sé, a ustedes tampoco les gusta eso. Mi Mamá tiene sus grandes amores que son aquellos que no tienen, que no pueden, que no creen, que no saben, es decir todos los que Yo también amo y entonces… ¿no se darán cuenta que todo eso no está bien?, porque los grandes Santuarios son grandes pero no tienen sentido porque no pueden albergar a todos, si hicieran a lo mejor un salón que albergara a todos entonces las cosas cambian pero no, no tienen espacio para albergar, solamente hay mucha ostentación ¿mmm?, un montón de ostentación, Mi Mamá no quiere eso, quiere las cosas más humildes, más sencillas.

¿Quieren hacer una casa para el Señor?, pues háganla pero que no sea tan lujosa, Yo nací entre animales con olor a bosta y he muerto como un malhechor en medio de dos condenados como Yo, que Yo sepa nunca pedí todas esas cosas ¿mmm?, se hacen para alegrarme a Mí y a Mi Mamá, ¿lo hacen realmente para eso ó habrá otros objetivos detrás de todo eso? ¿mmm?, por eso sean más prudentes, más humildes, más simples.

Siempre a esta hora Artemio dice lo mismo: “las aves del Cielo tienen donde refugiarse, en sus nidos, las fieras sus madrigueras y el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza”, seguramente no la va a recostar en esos edificios tan lujosos. Porque no, no me gusta que la gente me vea ahí adentro, porque es una forma de identificarme con ese lujo, en todo caso búsquenme en algún lugar medio pobre porque allí estoy más cómodo, más tranquilo; algunos dicen: es que no ven nuestra buena voluntad para hacer un hermoso Templo, el Señor…, si también lo decían en la Edad Media y se querían ir muy alto con las grandes catedrales que hicieron, en hora buena porque son lindas obras de arte, pero mientras hacían una obra de arte para llegar al Cielo de tan altas, por el otro lado había tribunales de la inquisición que quemaba vivos a los que no creían en Mi ni en Mi Mamá, no sé si ustedes lo entienden eso, Yo no lo puedo entender, a Mi no me pasa, no lo puedo digerir. Ahora lo vemos como obras de arte, valiosísimas, pero esas obras de arte valiosísimas vieron que mientras se las construía a ellas los hombres no vivían como cristianos, bueno pero eso fue en tiempos pasados, ¿por qué siguen haciendo lo mismo ahora?, ¿por qué?, ¿por qué hacen lo mismo ahora? ¿mmm?.

Hoy les regalé las Bienaventuranzas, puede ser que muchos las lean, las entiendan y las lleven a la práctica, entonces todo va a se diferente.

Los amo, vendré después en la otra oración y seguiré con Mi Mensaje, los amo tiernamente.

Todo esto termina en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Es decir no termina sino que continúa.