Mensaje del 27 de Septiembre de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 27 de Septiembre.

Esta Nuestra Señora sentada en la mecedora, hasta este momento esta sola, acompañada solamente por Santa Teresita y la Madre Teresa y por supuesto hay muchos ángeles.

Dice Nuestra Madre :

No me gusta verte abatido sobre todo cuando ves tantas injusticias sobre la Tierra y muy cerca de vos. La palabra leída hoy del Eclesiástico es muy sabia en eso y hay que practicar aquellos que vos decís: mirarlo todo, decir algo y corregir un poquito. Es preferible la compasión con los seres humanos incluso con aquellos que menos compasión se merecen; es decir, hay que armar la vida en base a lo que uno cree que es lo correcto de acuerdo a los dictados de su conciencia, el resto debe ser mirado con mucha compasión, es decir tratar de sentir junto.

Mi Hijo Jesús sentía compasión por las multitudes porque en esas multitudes había montones de personas, había montones de personas que no eran ni auténticas, tenían dobleces, eran falsas, y Jesús viendo todo eso sentía un profundo dolor y pensaba: debe pasar mucho tiempo para que estos hombres sean diferentes; Yo debo cumplir con Mi misión decía, sin preocuparme demasiado de todos esos problemas que para que se solucionen hay que darle la mano al tiempo. Ya sé que la intolerancia, la injusticia; ya sé que las segregaciones raciales, religiosas, sexuales, crispan los nervios, pero vivimos en un mundo donde la mayoría de las cosas que uno ve son injustas y eso es doloroso porque en cada época y en cada tiempo las hubo esas cosas dolorosas y no pudieron ser corregidas y los que tuvieron que morir murieron, los que tuvieron que pasar desapercibido pasaron, es decir mirar así en general la marcha del mundo es angustiante; pero no existe ninguna alternativa violenta para cambiar las cosas solamente usar los métodos contrarios al que usan aquellos métodos que no son del gusto de uno y seguir adelante haciendo todo lo que a uno le parezca muy bien y también lo que a uno le permitan hacer porque montones de cosas que se quieren hacer, no se pueden.

Este es el momento que te toca a vos vivir, hubieras vivido en el 1800, en el 1500, en el 1200 o en el 900 bueno cualquier época, claro es posible que hubieras visto cosas más terribles que las que se ven ahora, pero está el razonamiento: si la humanidad crece se supone que debe obrar mejor, sin embargo no. Es decir se cambiaron los métodos, se usan otras formas pero las injusticias prevalecen, están a la orden del día y con la, al menos momentánea, situación de que parecería que los malos triunfan; es decir, todos saben en el fondo que el que siembra papas va a cosechar papas, pero ocurre que de acuerdo como se manejan las libertades algunos compensan antes las cosas mal hechas y otros después; pero es más que evidente que en la vida todo se paga. Por supuesto no hace falta decir que no es el Señor el que hace pagar, el problema es más simple, el hombre contrae deudas y en consecuencia tiene que pagarlas; a veces con intereses muy altos, muy altos. Ahora si uno quiere opinar sobre el mundo, nada menos propicio que una observación poco detallada de todo lo que ocurre.

Si Yo me pongo a enumerar la cantidad de miserias humanas que hay entre los que están en la cuneta de la vida y me paso al otro extremo y las miserias humanas que están…, que se ven en aquellos que parecería que tuvieron oportunidades para ser diferentes, sin embargo, siempre se mira al hombre, al hermano como un candidato a sacarle beneficios de una forma, de la otra, de la otra o de la otra; incluso hasta en personas que uno supone bien pensadas, y diariamente vemos al menos objetivamente, que las cosas no mejoran sino que empeoran. Pero no es así, no es así; sí algunos hacen las cosas mal pero también es cierto que hay montones que hacen penitencia para remediar sus propias faltas o las faltas de los otros. Pero ¿qué ocurre?, el maligno esta siempre a la expectativa de alojarse en el interior del hombre y allí, con consentimiento del hombre por supuesto, parecería que el hombre corre bien a un costado a la Trinidad para que pueda instalarse todo ese conjunto de situaciones que hacen a los hombres incapaces de salir de un circulo vicioso que en general sería la aplicación lisa y llana de la Ley del Talión, pero con muchos agravantes porque la Ley del Talión aparece en una época y se supone que a esta altura de los tiempos el hombre evolucionó mucho, creció muchos, se convirtieron muchos. Si, es cierto pero hay que tomar conciencia de que puede haber miles de ejemplos para citar, preciosos ¿no?, pero en el fondo esta como prevaleciendo ante los ojos muy sensibles el triunfo del mal, si.

En todo esto hay que ubicarse porque no sea cosa que uno intente hacer más de lo que esta a su alcance y se da cuenta que lo que esta a su alcance es muy poco, entonces viene como una frustración de no poder hacer aquello que uno quiere; pero no hay que desmayar ni perder las esperanzas, les ha tocado vivir en este momento, en un lugar determinado y en un tiempo también determinado. Ustedes podrían hacerse una idea de aquellos muy sensibles que vivieron esas épocas en que parecía que todo estaba permitido; por ejemplo, lo que hoy veías eso de ese rey que por su obsesión en la línea sucesoria termina por hacer los desastres más grandes acarreando tantos problemas y tantas barbaridades. Por eso vivan simplemente, que vuestro día empiece con un desayuno frugal, mantengan vuestro estómago con algo para digerir y vivan simplemente, vivan.

Cuando perciben cosas muy feas hasta horribles digan simplemente: "Señor ocupate de eso porque yo no puedo hacer nada aunque lo quisiera". Los francotiradores, está demostrado, siempre terminan mal porque están solos y a veces solos contra el mundo. ¿No es más adecuado vivir entre todos para que cuando aparezcan palabras, gestos, acciones determinadas uno pueda aportar algo para ir corrigiendo, corrigiendo, corrigiendo?.

Si, todo lo que se va a hacer aquí es maravilloso pero muy duro todo. Se va a regar con mucha sangre, dicho simbólicamente, por el esfuerzo de tantos y a veces no con tanto resultado como uno quisiera. Paciencia, corrección, tolerancia, respeto y una relación con el Señor y Conmigo, adulta, conciente, esa relación que lleva al convencimiento de que tarde o temprano el amor prevalecerá.

En cuanto a todo esto que esta pasando aquí de los Mensajes, de Mi Hijo, Míos y de otros, algunos Santos, sepan tener una actitud prudente y nunca agresiva, porque bien lo dicen los hombres: "el que se enoja pierde", siempre; eso no quita que a veces se justifique el enojo. Ahora, no pueden esperar tanto de seres humanos que entienden las cosas relativamente, eso es obvio, entonces conformarse con esas pequeñas miguitas, porque los hombres pasan y son remplazados por otros hombres, hasta que llega el hombre justo y propicio para dar cabida a todas las ideas hermosas. Tené en cuenta lo que dijo el Padre Pío: "y pensar que este es el Santuario más grande de América y es el menos visitado, pero será el más visitado con seguridad total". No se pongan en una situación de querer apurar las cosas más que lo que quiere hacer el Señor, entonces vivan en la paz cotidiana, mirando el cielo y mirando la tierra para ver dónde se camina para no tropezar. Cuídense de tropezar, porque los tropiezos son siempre usados por los demás como medios.

A Mí me gusta que me rindan culto y a Mí me gusta otorgar gracias, pero lo hago en el lugar que esté y lo hago con mucho gusto y espero, hay toda una eternidad por delante.

Antes de irme quiero darles la seguridad que estoy trabajando activamente al lado de aquellos que tienen la responsabilidad de revisar todas las Revelaciones y con tantas observaciones y con tantas señalaciones; pero no importa, el tiempo las va a ir borrando, pero lo fundamental es que esto tome forma, ya la tiene pero tome forma objetiva para que la vean todos los hombres y no tengan la menor duda de que todo lo que prometí lo cumpliré, porque es para mayor Gloria de Dios y mayor felicidad de todos aquellos que vendrán desde los cuatro puntos cardinales. Entonces será el tiempo de que muchos se pondrán de rodillas y tal vez se lamenten del tiempo perdido. Y Mi Hijo y Yo miraremos con compasión, pensando siempre que no podemos esperar tanto de los hombres, porque sabemos que en él hay mala levadura. No en todos por suerte.

Para todo, para mayor Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esperen confiados, actúen valientemente, si los azuzan hablen todo lo que tienen que hablar, pero que se vea que ustedes toman todo esto como algo muy significativo, el resto, el resto se dará por añadidura. No teman, que yo no temo, Mi Hijo tampoco.

Los amo mucho. Voy a preocuparme de que ustedes no estén tristes, ni frustrados, ni nada por el estilo; en primera y última instancia la Providencia dará todo lo que es necesario para remediar las injusticias que diariamente se cometen, y cuando el hombre se deja alcanzar, aunque sea de pasada, por la Misericordia del Señor entonces todo tendrá sabor a Divino.

Amén.