Mensaje del 17 de Agosto de 2002

Habla Artemio:

Señor como hace ya casi ocho años, esperamos tu palabra Señor, para nosotros pero sobre todo para todos los hombres del mundo.

Dice Jesús:

Y en el principio era el verbo y el verbo era Dios y el verbo estaba en Dios y el verbo vino a los hombres pero los hombres no lo conocieron y lo colgaron en una cruz, pero después resucité de entre los muertos para nunca más morir y estar siempre con ustedes, siempre, siempre que me quieran recibir.

Lo que se hizo en este día tiene una tremenda importancia porque no es cuestión de que Yo quiera algo, sino de que parta de ustedes el que Yo quiera algo. Y es esto o me refiero a esto de la liberación de todas las cosas malas. Todo eso puede reemplazarse diciendo:”libérame Señor de todas las cosas malas provenientes del maligno”, pero como se hizo hoy se hizo en forma completa aunque siempre puede hacerse mucho más.

Algunos viendo las cosas que pasan creen que todo está en decadencia pero no, lo quieran o no lo quieran la humanidad sigue creciendo para bien, aunque no haga mucho ruido, “pero si hay cien hombres que destruyen, hay mil que construyen. Pero hace más ruido uno solo que destruye que mil que construyen”.

Aquello del huerto de los Olivos cuando yo dejé a los discípulos rezando, para no entrar en tentación, vuelvo a repetirlo hoy y les digo: “oren”, porque todo lo humano es débil y ustedes necesitan estar aferrados al Señor para que no caigan en cosas malas, cosas que estropean vuestra salud, o que, hace daño a quienes tienen cerca; por eso antes de hacer cualquier cosa piensen: ¿esto que hago daña a alguien?, ¿es dañino para alguien?, porque una simple palabra puede edificar un mundo como puede destruirlo, depende con la intención que se haga.

Hoy es un día de mucha gracia sobre el mundo, se ha derramado mucha Misericordia sobre los hombres, sobre todo aquellos que tienen en sus manos la posibilidad de tomar decisiones. Ustedes no escuchen a nadie que les hable de las cosas malas que podrían pasar, ustedes confíen en Mi palabra, estando conmigo no tienen porque tener miedo de nada. Es cierto que se ven cosas bastante difíciles en el mundo, ¿quién no se preocupa de las inundaciones en tantos países?, pero, pasan las inundaciones y todo vuelve a construirse, es decir una inundación puede traer perjuicios, pero no está detrás de la inundación la maldad de nadie, entonces piensen que el Señor saca provecho hasta de estas cosas que parecen que son dañinas. En un primer momento da la impresión de que se pierde tanto, pero a medida que pasan los días y los meses todo se va recuperando de nuevo, a lo largo de toda la historia hubo inundaciones, a lo largo de toda la historia hubo guerras y desastres, nada más que ahora se conocen con muchísima rapidez, en un instante conocen lo que ocurre en el Asia o en Europa; antes, para saberlo tenían que esperar una noticia que traía un barco que a lo mejor le ponía un mes en llegar. Entonces en motones de ocasiones hubo cosas pero, mil veces peores que las que a veces pasan ahora, pero como la gente demoraba en enterarse o directamente no se enteraba, ”ojos que no ven, corazón que no siente”.

Por eso, avancen en la vida, firmes, tranquilos, confiados, confíen en que el Señor siempre les va a proveer lo necesario para vivir. Miren los lirios del campo que ni el Rey Salomón en sus momentos de esplendor se vistió de tal forma, y miren también las aves que no siembran ni ciegan, sin embargo el Señor las alimenta. Yo les pido una cosa muy simple y muy grande y tremenda esa Fe ciega de que toda se soluciona si uno está tomado de la mano el Señor. A veces pasa tiempo, pero ese tiempo a veces es necesario para que ocurran otras cosas. Ya lo dije una vez, si Santa Mónica se hubiera puesto mal porque tuvo que rezar diecisiete años para la conversión de Agustín, si ella se hubiera cansado seguramente tendríamos un Santo menos en la Iglesia. Pero su constancia hizo la conversión de San Agustín y ahora es un Santo y Doctor de la Iglesia. Por eso no siempre las cosas se dan de un día para el otro.

Por un lado hay ciertas compensaciones naturales pero por otro está en que el tiempo Mío no es el tiempo de ustedes y que si algo no se cumple en forma inmediata Yo sabré sacar beneficios de eso a pesar de todo. Solamente les pido que tengan confianza en Mi, que tengan confianza que el Padre los ama, que tengan confianza que el Espíritu Santo, si ustedes quieren, les va a indicar a cada momento lo que tienen que hacer, y además tienen la maravilla de Mi Madre que está siempre disponible como si tuviera millones de brazos y de manos para darles lo que ustedes piden. Ahora siempre decimos eso pero, también agregamos la relación que Yo quiero tener con ustedes no es de un trueque sino una relación de amor.

¿Te cuesta tanto por la noche cuando te vas a quedar dormido recostarte sobre algunas de mis heridas?, si vos sabes que a Mí me maravilla y a vos te hace un gran bien. Es decir, déjenme entrar en vuestras vidas, quiero participar de vuestros proyectos, para que vuestro proyecto pase a ser también Mi proyecto sobre ustedes.

Piensen que todo esto no es porque a Mí se me antoje, no, ustedes son Mis hijos, Mis creaturas, en consecuencia, Yo los amo, los amo con toda la intensidad que conviene y que corresponde, y estoy gustoso de tenerlos como hijos, y aunque ustedes ni se acordaran de Mi, Yo lo mismo los amo profundamente, tan profundamente, que como dice el Evangelio: “ni un pelo de tu cabeza caerá sin Mi permiso”, es decir, ante un mundo difícil y terrible ustedes digan simplemente: “yo soy de Jesús” y detrás de esa expresión que haya un amor muy grande hacia Mi, hacia el Padre, hacia el Espíritu Santo y saben que estando conmigo no tienen nada que temer, nada que temer, y si aparecen problemas estando conmigo no tienen nada que temer. ¿Saben cuando no se solucionan los problemas?, cuando se filtra la desconfianza. Si yo quiero, si yo quiero realmente al Señor el me va ayudar ¿para que?, para todo, pero todo realmente, como siempre lo digo, cuando Yo digo todo, es todo. Entonces no entren dentro de la comidilla diaria de que me dijo y que le dije y que me pareció y que esto fue..., no, no, no, piensen bien de todo el mundo, si Yo no pienso mal ¿por qué van a pensar ustedes?, Estén siempre inspirándose en como haría Yo una cosa, ¿y todo esto es muy difícil?, en absoluto. Yo solamente quiero que me den un lugarcito de vuestro corazón y desde allí Yo puedo dirigir todo, todo. Vuestra vida física, vuestra vida psíquica y vuestra vida espiritual.

Pueden pensar ustedes que si amo a todos los hombres y los ayudo, como no los voy a amar a ustedes que hoy viniendo de muy lejos o de cerca han contribuido a que el mundo marche mejor. Todos aquellos que hacen sacrificios para llegar a este lugar, para oír Mi palabra, sépanlo y díganselo también a los demás...”yo tengo el privilegio especial, díganle, de haber respirado el mismo aire que respira el Señor, el Hijo de Dios y Dios mismo”, entonces como no voy a tener confianza para esperar mañana, pasado, y pasado, y pasado, si yo sé que alguien me ama y que nunca me va a abandonar. ¿Qué es lo que más le preocupa al hombre?, que alguien lo abandone...y conmigo eso no ocurrirá jamás, porque desde el principio de todos los tiempos Yo los amé y los sigo amando siempre, por todos los tiempos, piensen en eso, piensen. Piensen también, en la cantidad de gracias que descienden sobre ustedes, sobre todos, pero sobre todos aquellos que se privan de algo para venir a verme y hacen un enorme sacrificio para llegar hasta acá, entonces, ¿qué puedo hacer Yo por todos ellos?, pero darle todas Mis bendiciones y hacer que todo en su vida se encamine muy bien, y no sobre todo en su vida sino también en la vida de vuestra familia, de vuestros parientes, de todos los que ustedes aman. Que maravilloso es ser grato a los ojos del Señor y ustedes me son muy gratos. Y Yo los amo mucho y los protejo siempre contra todo mal.

Y ahora voy a pasar por cada uno de ustedes (dice Jesús) y les voy a dar la bendición, tengan en cuenta que cuando estoy cerca de ustedes sentirán Mi calor, sentirán Mi aliento en vuestro rostro y respirarán el mismo aire que Yo respiro, entonces considérense, mírense vuestras manos, mírense vuestro cuerpo y digan todo está santificado por el Señor, todo.

Finaliza la grabación...