Mensaje del 14 de Agosto de 2002

Dice Jesús:

Como ven Mis queridos en la vida todo les va de una manera, tengan en cuenta que tienen que amarse mucho todos para que cuando ocurran cosas como esta, los que están cerca puedan aliviar el sufrimiento de los que perdieron sus seres queridos, ya sé Mi querida que no es fácil decirte: algún día estarás con él nuevamente, pero tenés con tu vida como dijo él recién, debes continuar en todo, recuperar la alegría y volver a ser la que eras.

Nunca piensen en estos momentos así que Yo he provocado algo, en todo caso piensen que Yo estoy sufriendo y llorando junto a ustedes, pero, cuando uno sabe que aquellos que ama están muy bien, uno se siente de otra manera. No pensar que un simple nicho está guardando los restos, pensar en aquellos que nos dejaron antes, pensarlos como si estuvieran vivos, porque están vivos, solamente que partieron antes.

Y a no desesperar porque la vida es tan corta en comparación con la eternidad. Por eso vivan siempre como si cada día fuera el último día, pero no para amargarse sino para sacarle los frutos que cada día tiene, para sacar los frutos que cada día tiene. De esta forma se hace menos pesada la espera de estar juntos con aquellos que uno amó.

Mis queridos todo aquello que han conversado en este día o me han pedido en silencio, todo lo que hoy pasó por vuestras mentes Yo lo he estado viendo y analizando, y les digo que todas las cosas que ustedes me piden se las consideré, siempre que sean para bien de ustedes porque a veces me piden algo que a lo mejor no les hace bien. Cada día que pasa al levantarse denme la mano lo mismo que a Mi Madre para asegurarse de que ese día nada les pasará. Y al día siguiente vuelvan a hacer lo mismo, y al otro lo mismo. Es la única forma de vivir Mis queridos en esta tierra donde parecería que el sufrimiento es lo que más abunda.
Quiero que reciban toda Mí paz, toda Mí gracia, toda Mí Misericordia, que todos los corazones que de una u otra forma están heridos, todos aquellos que están padeciendo algún dolor sientan que Yo pongo Mí mano sobre todos para que ustedes puedan vivir de la mejor forma posible. Nunca se dejen vencer por las cosas, piensen que siempre Yo los estoy apuntalando.

Ahora derramo sobre ustedes todas las gracias y bendiciones, lo hago en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

Habla Artemio:

Continúa 14 de Agosto del 2002. Esperamos tu palabra Señor...

Dice Jesús:

Es cierto, el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza. Hace dos mil años que dije tantas cosas y di Mi vida por todo, pero…, por supuesto que en dos mil años pasaran muchas cosas buenas, nadie lo duda, pero yo me pregunto, y también lo conversamos con Mi Papá, nadie ignora que Mi Papá decide un día mandarme a la tierra, nazco de una Virgen, crezco, me cuelgan en una cruz para sellar la alianza con los hombres y así Mi Sangre serviría para pagar todas las deudas; muy bien, pero, todo esto parece que de mucho no sirve porque Yo sigo recorriendo y sigo pensando que en general no tengo donde reclinar mi cabeza. ¿Estoy reprochando?, no, estoy diciendo que parece que mi ejemplo no les sirvió lo suficiente.

Sí por ahí, en el mundo aparecieron Santos maravillosos que pobrecitos tuvieron que sufrir de todo para poder hacer algo, y la Santa Madre Iglesia tantas veces no fue generosa con ellos; ¿fue generosa con San Francisco de Asís?, ¿fue generosa con Santa Faustina?, ¿fue generosa con Bernardita Subirú, Santa Bernardita?. Sí llegaron a altares, pero ¡cuánto tuvieron que padecer!, no les aceptaban, el que Yo me... (finaliza el lado A del cassette)... , e investigaban, investigaban sino miren lo del Padre Pío, ¿eh?. En vez de imitar; investigación y castigo. Como ven no tengo muchos lugares donde reclinar Mi cabeza, no. ¿Qué es lo que está pasando en el corazón de los hombres?, ¿eh?. ¿Qué es lo que está pasando?, ¿No he derramado suficiente sangre Yo en la cruz para alentarlos?. Un mandamiento nuevo les di, que se amaran unos al otro como Yo los había amado, pero, muchas veces me parece que en el seno de la Santa Madre Iglesia hubiera una especial mala voluntad para con todos aquellos que quieren seguirme de veras. Quien realmente está dispuesto a seguirme no le va bien, no le va nada bien. ¿Por qué?, ¿por qué ese empecinamiento en encontrar tantos peros en la vida de los Santos?, porque miren que le buscan peros ¿eh?. No quiero pensar que es una forma para desanimar a los que quieren seguir ejemplos tan grandes, no quiero pensar eso.

Ahora, ¿no creen que vale para todo los tiempos un San Francisco de Asís, una Madre Teresa de Calcuta, una Teresita del Niño Jesús?, no, no quiero hacer muchos nombres porque, hay muchos para hacer por supuesto, pero hay una tendencia bien marcada a querer despreciar las virtudes de mucha gente y de eso ni se salvan los que llevan sotanas, ¿no?; si lo hicieran con los seglares solamente pero, también con los que llevan sotana. Se ha perdido el sentido de lo que debe ser la verdadera autoridad.

Yo diría que es cierto que me sacaron de la cruz, resucité, ascendí a los cielos, pero parecería que todavía estoy clavado en la cruz, como si sintieran muchos cierta complacencia con tenerme allí clavado, me parece que van a tener que descolgarme y dejarme vivir entre ustedes. Digo, no sé, “tendrán que descolgarme y dejarme vivir entre ustedes”. Y empezar a mirar dentro de la sociedad y a tener en cuenta a todos aquellos que les gustaría volverse locos como Yo, pero ¡como cuidan para que ese virus de la locura del amor, no se propague!. ¿No alcanzan tantos siglos ya para aleccionarse sobre la necesidad de descolgarme de la cruz y dejarme vivir entre ustedes?; ya sé que he resucitado, pero proceden de una forma que les gustaría todavía verme clavado en la cruz ahí muerto, como queriendo decir que siga muerto el amor porque no sirve para nada.

No quiero Mis queridos seguir hablando más por esta noche. Solamente les propongo que piensen un poco en todos los sufrimiento de Santa Teresa de Ávila, de San Juan de la Cruz, de San Martín de Porres, de San Francisco de Asís, de Santa Faustina; ¿había necesidad de demorar tanto, y seguir demorándolo, el mensaje de Mi Misericordia?. Y uno observa así en general y parece que tantos, tantos, tienen vocación de Santos pero una santidad hecho a la medida de que ellos quieren, que de santidad tiene poco y nada. Insisto, “tendrán que descolgarme y dejarme vivir entre ustedes”.

Amén.