Mensaje del 06 de Agosto de 2002.

Dice Jesús:

"Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas".

Ayer hablé largamente sobre todas las realidades que puede haber, y que como se sale de los moldes comunes a los que los hombres están acostumbrados, entonces les cuesta aceptarlos pero vuelvo a repetir el consejo hablado ayer, si no quieren creer una cosa porque es inédita, anótenla, bien clarita y déjenla ahí como quien dice para que madure, porque la Divina Providencia puede lograr realidades que nunca antes se lograron.

Yo ayer cite el ejemplo de algunos Santos, pero no agoté el tema ¿ehh? no, no, no, no lo agoté al tema; por ejemplo, el primero se festejó San Alfonso María de Ligorio, bueno San Alfonso tenía un montón de carismas más de los que anotaron en su causa de Beatificación ¿por qué?, porque como no entraban dentro de los moldes corrientes o de las cosas que sabían, entonces dejaron de lado por no entender, es una pena, es una pena. Los siete dones del Espíritu Santo pueden multiplicarse en montones de cosas diferentes, situaciones, acciones, actitudes y, querer tapar eso, está mal. Es decir, si aquellos por ejemplo, que entienden en la causa de los Santos se encuentran con realidades que no hay precedentes anótenlas igual, que quede todo documentado, porque cuando pase el tiempo van a corroborar eso que en un primer momento les parece que no es, ¿mmm?, para citar un solo caso nada más el de San Alfonso María de Ligorio pero tendría montones.

Ahora, y, partir siempre en una base, no detenerse en nivel de la razón ni de las cosas simbólicas sino entrar dentro del plano espiritual y dentro de ese plano en la vida contemplativa o mística, ¿mmm?, solamente puede analizar esas manifestaciones alguien que lo haga con toda la caridad y con toda la humildad; pero incluso así como cada ser es único, inédito e irrepetible, la mayoría de las veces no entenderán, o hay una aproximación a lo que es.

Todas estas cosas se van a ver claro cuando estén en esta dimensión, montones de cosas que ni por casualidad los seres humanos los habían tenido en cuenta, es decir o parecieron incluso hasta… fruto de una mente, tal vez enferma, ¡cuidado con eso!, porque muchos cuando no entienden algo creen que son manifestaciones de una mente solamente enferma, es decir alguna forma de neurosis, no. En la vida contemplativa o mística hay un sin fin de cosas que para experimentarlas hay que estar así, y vivirlo, y saborearlo, entonces, ayer también algo dije, son equívocos las opiniones, son equívocos las opiniones que se emiten, ¿entonces quiere decir que solamente un místico puede hablar de él, otro místico?, y eso sería lo ideal; pero, mientras no se pueda, al menos quien lo analiza que tenga como dije antes una tremenda caridad, una tremenda humildad, un gran poder de discernimiento, ¿mmm?. Incluso así, hay montones de posibilidades, que se equivoquen y mucho.

A quien se le ocurre, que podría interpretar un rapto místico de San Francisco de Asís, no se hagan ilusiones; en esto hay que seguir los consejos de Santa Teresa de Ávila cuando ella se elevaba y quedaba en éxtasis, las hermanitas le decían: “cuente hermana, cuente todo lo que vio”... ¿que les decía Teresa?: “no, no me pregunten, porque, por más que les diga no me entenderían, no me entenderían; puedo darles una aproximación a eso, pero no me entenderían, no se molesten conmigo por que no les cuento, es que no puedo...” . Estas palabras de Teresa de Ávila son muy, muy sabias, muy, muy sabias y nunca tengamos pretensiones de medir las cosas de otros, porque seguramente nos vamos a equivocar, porque nosotros nos estamos en el otro; y entonces, ¿qué opinión podemos sacar, o qué juicio podemos hacer?, no, no se confundan con todas estas cosas, ustedes tienen que partir siempre de una base, Mi Padre, Yo y el Espíritu Santo no tiene límites, no, ningún límite; entonces concluir que si la mente humana lo tiene, cómo puede entender, además montones de veces Yo le dije a Artemio que no analice demasiado las cosas que le digo porque se expondría a un esfuerzo muy grande sin necesidad, que tome naturalmente todo, que quede grabado y escrito.

Además siempre para ver más, para entender más, para comprender más, en el Evangelio está claro cuando dice ante algo que no se entiende tan fácil o no se entiende: ”por las obras los conoceréis, por las obras los conoceréis”, es decir cuando Yo voy a percibir una caridad muy grande, cuando veo que en las obras que se manifiesta, sino, es prácticamente imposible y para mirar las obras hay que partir siempre de que la base de todo para entender es el amor, una humildad sin límites, un discernimiento fogueado con los años. Y sobre todo la entrega total y definitiva a las cosas del Señor.

Los amo tiernamente a todos, los amo tiernamente, y derramo sobre ustedes todas las bendiciones, todas las bendiciones.

Amén.