Mensaje del 25 de Julio de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 25 de Julio de 2002.

Habla Señor que te escuchamos.

Dice Jesús:

“Yo soy la Luz del mundo, quién me sigue a Mí no anda en tinieblas”.

Se hace una pausa…

Habla Artemio:

Cuando el Señor está así en silencio es porque me está hablando algo en privado.

Dice Jesús:

Los amo tiernamente a todos, estos rostros no los había visto por acá, la mayoría y han venido a este Santuario, que es el más grande de América, porque no solo aparece Mi Mamá sino también aparezco Yo.

Nunca piensen, cuando hay problemas de ninguna naturaleza…, de cualquier naturaleza piensen que Yo los estoy provocando, no, Yo estoy sufriendo al lado de ustedes y Yo guío las manos de aquellos que atienden a los enfermos, nunca piensen que Yo les provoco algún mal por nada del mundo, Yo no pongo pruebas porque como dije tantas veces: ningún padre le da piedras a un hijo que pide pan.

Por eso, siempre tengan toda la fe de que son capaces y nunca pierdan las esperanzas en nada, Yo estoy a vuestro lado luchando también contra todas las enfermedades; contra todo lo que no sea bueno; estoy luchando por los que no tienen trabajo; los que esta noche se van a ir a acostar con hambre, por todos, porque si Yo los he creado a Mi imagen y semejanza cómo puedo después darle dolores, los dolores o las enfermedades vienen por sí mismas en los cuerpos y si a veces se apoderan del cuerpo, pero ustedes rueguen con fe, rueguen con fe, mucha fe.

Además, quiero decirles a todas estas personas que me escuchan por primera vez aquí, que los amo tiernamente y les regalo la sanación de siete generaciones en adelante, siete significa siempre, tendrán a lo mejor aquellas pequeñas enfermedades pero siempre solucionables, ese es el regalo que les hago en este día.

No olviden nunca esto que les dije en este día de Mi Mamá, 25 de Julio, todas las cosas que quieren pedirme, acuérdense que Mi Mamá siempre es la intercesora y la Mediadora de todas las Gracias, quieran mucho a Mi Madre, así como la quiero Yo, no se olviden todas las mañanas de saludarla, piensen todas las mañanas en que el sol otra vez está saliendo, la vida continua y en consecuencia, un día más para hacer todo lo que uno desea hacer.

No se olviden de Mi Mamá, al levantarse denle una mano a ella y otra mano a Mi y después enfrenten el día con todas las fuerzas que hay que enfrentar, nunca se desanimen por las pequeñas cosas ni por las grandes, todo está regido por las leyes de la vida y miren siempre de que en esas leyes de la vida, pueda injertarse siempre Mi proyecto, para que de esa forma nunca los sorprenda ninguna enfermedad y puedan durar muchos años y morirse de viejitos.

Solamente quiero decirles esto, que los amo tiernamente, les suplico que quieran a Mi Madre y atiendan todas las cosas que ella les dice, además sean muy devotos de las almas que aún están en la oscuridad, en el Purgatorio ¿mmm?, encomiéndense también a la intercesión de los Ángeles y de los Santos y elijan algún Santo para que los proteja e interceda siempre delante de Mí por todas vuestras necesidades.

Los amo mucho, lo mismo que Mi Mamá, Mi corazón está fervorosamente ardiendo de amor por ustedes y como dijeron al comienzo: Yo quiero recostar Mi cabeza en vuestro corazón esta noche ¿mmm?.

Además no se olviden nunca, jamás, que Mi Mamá cada día, cuando ustedes se acuestan, los toma en sus brazos como si fueran niñitos y les canta canciones de cuna, ahora también les va cantar algo Mi Mamá y acuérdense, todas las noches en sus brazos ella hace lo mismo, ella con toda la dulzura del mundo les dice…

Dice la Virgen María:

Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón, te amo mucho Mi bebé, para Mí siempre sigues siendo un niño, por eso escuchá Mi canción: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón.

Los amo tiernamente y los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.