Mensaje del 16 de Julio de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 16 de Julio, día de Nuestra Señora del Carmen.

Dice Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mi no anda en tinieblas”.
Cualquiera puede entender que desde la primer palabra hasta la última que se dicen en las reuniones, son dictadas por el Espíritu Santo y además estas Locuciones Íntimas, usando tu voz, hay tantísimas personas que oyen después en la grabación o durante la conversación, las dos voces, es decir la Mía que te está dictando lo que tenes que decir.

Y para seguir con el tema, que tenían, sobre todo el tema del amor, nunca lo vamos a agotar ese tema, nunca, porque Mi Misericordia es el amor que está obrando en el mundo, dichoso aquél que puede entender todas estas cosas porque su vida pasa a ser totalmente distinta.

Una cosa es andar a tientas por el mundo y otra es ir con la compañía Mía y de Mi Mamá, por supuesto que en el mundo hay que seguir luchando y mucho, no lo discuto, pero se lucha de otra forma cuando el hombre me tiene a Mí apoyándolo en todo.

Esto es posible que en estos ocho años de apariciones lo haya dicho muchas veces, pero es necesario que lo siga diciendo y repitiendo, porque el hombre las olvida con facilidad y como hablábamos ayer, el hombre es autosuficiente, muchos se creen centro del universo y con todas las fuerzas para todo, el hombre tiene fuerzas pero ante cualquier situación de la vida difícil, directamente queda a la deriva cuando está solo; ¿y hay muchos hombres solos?, Yo diría que hay más solos que acompañados porque hay gente que está en medio de muchos y están terriblemente solos.

Compañía, compañero, el que come el mismo pan según la palabra, es decir el que comparte los problemas, la comida y todas las cosas, ahora ¿cuántos son los que comparten todo?, claro es fácil sentarse a una mesa y comer juntos, pero una cosa es comer juntos y otra cosa es compartir el pan y no solo el pan de trigo por supuesto, sino el pan de amor; cuando vean que hay un problema en el mundo esté donde este, pase lo que pase, es siempre un problema por falta de amor, no hay vueltas, no hay vueltas.

Se acuerdan que ayer les hablaba Yo sobre, cuando le pregunto a Pedro: “Pedro ¿me amás?, cómo no te voy amar Señor, cuida Mis ovejas”, pero le pregunto tres veces a Pedro: “¿me amás Pedro?, Señor vos lo sabes todo, ¿cómo?, también sabes que te amo”; sin embargo ese mismo Pedro, pocas horas después en el huerto de Getsemaní, no puede resistir ni una hora sin dormirse, si yo quiero a alguien estoy pendiente de quién quiero, pero los discípulos dormían y después me niega tres veces y hasta por ahí no quería que me crucificaran, por eso el amor del hombre es muy relativo.

Es necesario acercarse al amor del Señor porque es el único que permanece para siempre, desde comienzos de los milenios se los he dicho tantas veces: “Yo los he amado y los sigo amando y lo haré por toda una eternidad”, pero también necesito que me abran vuestro corazón para estar dentro de ustedes, porque siempre estoy pero no dentro de vuestro corazón, por eso es necesario que abran vuestro corazón y me reciban y como dice el Evangelio: “Yo entraré y cenaremos juntos”, es decir compartiremos todo.

Grandes y chicos, jóvenes o adultos, digan a todo el mundo, digan: el único amor que permanece para siempre es el de Jesús, el otro amor siempre es relativo, a veces se esfuma, a veces ni se lo tiene en cuenta, Mi amor es el amor para siempre, por eso que todas las acciones de vuestra vida, todas, que estén inspiradas y sostenidas por Mi amor.

Piensen por ejemplo, cada uno de los que están aquí dentro y de los que escucharán estos Mensajes en toda la Tierra, tienen que tener en cuenta que solamente hay un amor que dura para siempre y es el Mío, vine al mundo para eso.

Cada uno de los presentes, presénteme sus problemas, sus dudas, sus preocupaciones, presénteme todo lo que quiere, lo que necesita, lo que le hace falta y Yo se lo concederé. Nunca tengan miedo cuando están seguros de descansar en Mi amor, nunca tengan miedo, de nada ni de nadie, confíen plenamente en que todo lo que les digo es tremendamente verdadero.

Sepan que los amo, los amo tiernamente, los amo con vuestros defectos y vuestras virtudes, los amo como un padre, como un compañero, un hermano, un amigo y ténganme así siempre, echen manos de Mi ante cualquier necesidad.

Amén.