Mensaje del 20 de Junio de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 20 de Junio del 2002.

Y aquello de que hablabas Señor, está aquí entre nosotros; en este momento mi Señor veo que todas las estrellas del firmamento enfocan este lugar, todos los planetas están atentos a tu presencia, desde las flores del campo hasta la de los jardines lujosos, todos están expectantes para escucharte Señor y hasta los corazones más duros y encallecidos por el tiempo, tienden a hacerse gelatina y hasta los corazones más enfermos o los más sanos, todos latiendo al unísono ante la presencia del Señor de los Señores.

Y pensar Señor que, así tan simple Señor, estamos respirando el aire que vos respiras Señor, estamos sintiendo el calor de tu cuerpo Señor que nos está quemando, sentimos de alguna forma como Nuestra Madre nos cubre a todos con su manto, que es decir nos llena de su gracia…, (se escuchan ruidos, ladridos de perros) …, no importa Señor que los ruidos quieran distraernos, nadie puede distraer nuestra mente Señor, cuando estamos en tu presencia.

No tendremos un rapto místico, ni algo tan especial, simplemente Señor somos hombres y mujeres que te amamos y que a través del tiempo…, y que a través del tiempo, te seguimos Señor, seguimos tu camino peregrinando por el mundo, el mundo chiquito o pequeño, o el mundo grande.

Señor, nos subimos a los aviones más veloces, para peregrinar por los espacios, entramos en todos los vehículos donde la mayoría ni pensará en vos Señor, pero en este instante Señor, tu Misericordia hace posible que todo lo que haya en el mundo en este momento y que está girando, por cada vuelta que de Señor, cada objeto que gira sea una alabanza a vos Señor y que esas alabanzas que no tienen números de tantas, que te entronicen en medio del mundo, para que el mundo pueda sentir tu calor, escuchar tu voz y percibir cuando tu mano se levanta para bendecirles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Señor, no exagero en lo más mínimo si te digo, que el meridiano de la historia en este momento está pasando por este lugar, nadie lo ve Señor, solamente vos, pero sabes muy bien como cada estrella en las infinitas galaxias que hay, están enfocando su luz hacia tu rostro Señor, porque nada puede haber sobre la Tierra y en los espacios infinitos que el amor.

Dinos tus palabras Señor, dinos.

Dice Jesús:

“Ámense unos a otros como Yo los he amado”, el resto se dará por añadidura.

No es tan simple entender la profundidad y la grandeza del amor del Señor, ya que el amor es Dios también en el Espíritu Santo y en consecuencia, la mente humana apenas si puede vislumbrar algo, pero lo que importa Mis queridos es aspirar a ese amor que no tiene límites; ustedes dirán: que todas son palabras hermosas las que se han dicho hoy pero nuestra vida continua, nuestros dolores siguen existiendo, nuestros problemas no desaparecieron, nuestras angustias están latiendo en nuestro corazón, entonces ¿cómo conciliar tanta grandeza con tanta pequeñez?, ¿cómo conciliar tanta grandeza con tanta pequeñez?, Mis queridos, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, en consecuencia por pequeño que sea está participando de la Divinidad.

No nos pongamos a medir cuánto en cada uno, porque sería una tarea desaconsejable, solamente piensen que ese poquito o mucho de amor que tienen en vuestras manos y en vuestro corazón, ofrézcanlo, ofrézcanlo, no se reserven nada para ustedes, porque en ese instante en que creen que lo han dado todo es cuando con más intensidad el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo vuelven a llenar todo para que ustedes puedan seguir dando.

En estas cosas se rompen totalmente las leyes físicas, si se gasta de algo se termina, si se usa el amor de Dios se agranda, ¿y cómo puede ocurrir esto?, bueno Mis queridos, pero no les hablaron alguna vez que Dios es amor, pero el amor total y definitivo, completo y duradero, que permanece a través del tiempo y el espacio y va a durar por toda una eternidad; no me digan: ya lo sé que la mente del hombre no puede abarcar tanto, es cierto, pero si hay en alguien en quien pueden confiar, en plenitud, es en Mí, que les aseguro esto que estamos diciendo.

Mis queridos, hoy pueden considerar que la generosidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ha sido inmensa con todos ustedes y por los…, todos los que pidieron, no importa cuánto pueden medir, ese es Mi problema, no el de ustedes.
Les amo tiernamente.

Dice Nuestra Madre, la Virgen:

Todo el amor que expresó Mi Hijo recién saben cuando Yo lo recibí, todo así el día en que me visita el Arcángel Gabriel y Yo le digo: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra”, en ese momento todo el contenido del amor entra en Mí.

Por eso, a ustedes les propongo en este día hacer lo mismo, puede ser al acostarse o al levantarse, o en cualquier momento, que importa, pero díganle al Señor: “he aquí la esclava, hágase en mi según tu palabra”, en ese instante Mis queridos se darán cuenta que todo cambia, que todo se vuelve distinto, que toda la Luz tiene asiento en ustedes…

Se corta la grabación................