Mensaje del 15 de Junio de 2002

Habla Artemio:

Todo lo demás también como siempre, están todos ¿eh?, todos y les voy a decir en este día 15 de Junio, que el Señor por su naturaleza humana también tiene frío y en consecuencia, tiene sobre la túnica tiene un poncho blanco, es decir de color crudo ¿no?, puesto por el agujero del medio y el poncho blanco tiene flecos negros de quince o veinte centímetros y es bastante largo. En otras oportunidades Jesús vino con este poncho y cuando yo estuve en el Norte no hace mucho, mire por todos lados a ver si había algo así pero no lo encontré y tiene la parte de, es todo blanco ¿verdad? pero tiene dos franjas, no de otro color sino con un poquito de relieve ¿me explico?, un poquito de relieve como si estuviera trabajado.

Señor Jesús..., nosotros hemos sido hechos para ti Señor y nuestra alma no estará en paz hasta que no descanse en ti plenamente, por eso que una felicidad completa en esta vida no existe porque, parecería que siempre estamos añorando la casa del Padre y nosotros somos chiquitos y simples Señor y entonces nos imaginamos algo nada más de la casa del Padre, solamente algo y a veces queremos pensar con el corazón como es todo eso pero no nos alcanza, no nos alcanza.

Dice Jesús:

Es cierto…, “ámense unos a otros como Yo los he amado”, es cierto y es necesario.

Ustedes dirán: ¿por qué el Señor dice esas cosas tan categóricamente?, y las digo así porque el hombre es una creatura del Señor entonces hay derechos para decirlo.

Ahora, no es tan fácil pensar en los hombres que pueden vivir en distintos puntos del planeta y pensar también que son hijos de Dios y herederos de su Gloria en base a como hayan vivido, pero siempre está latente el pensamiento de que todas las personas tienen que enterarse, tienen que descubrir el amor y para eso hay miles de formas diferentes y una de esas, la más rápida y la que está más a mano, es la oración. Es decir cuando uno reza por un budista, o un mahometano o un judío, sin conocerlo y sin saber nada de él, esta de alguna forma acumulando gracias sobre ese hombre.

Esto siempre fue muy discutido y hay opiniones muy diversas respecto a aquellos que no están dentro del rebaño, pero debe quedar claro, que si alguien está fuera del rebaño pero su vida ha sido en base a su conciencia buena, gozará también de la Bienaventuranza Eterna, pero en esto viene a cuento lo que decías antes: no es lo mismo estar en la presencia del Señor cuando se deseó fervientemente estar en su presencia, que directamente llevar una vida correcta sin ninguna mancha de ninguna clase, o bien, en una palabra vivir de acuerdo a una recta conciencia, pero no puede ser lo mismo alguien que deseó con toda su alma estar en presencia del Señor, a alguien que directamente le fue indiferente o por diversos motivos no llegó hasta ese ser la palabra.

No nos llamemos a engaño, en todas las cosas hay una compensación natural, pero no hilen tan fino sino simplemente incluyan en vuestros diálogos conmigo, con Mi Padre, o con el Espíritu Santo o con Mi Mamá, a todas las personas que quieran incluir, es decir la gran familia humana, eso hay que tenerlo en cuenta, muy en cuenta, la gran familia humana.

¿Es una obligación esto?, y si me amás tenés que amar a mi hermano y mi hermano o tu hermano, es cualquier ser que pise sobre la Tierra, haga lo que haga, viva donde viva, piense como piense, crea en quien crea o en nadie y es importante para los hombres de todo el mundo partir de una base, en que la gran familia humana de ella uno participa y si yo reconozco que tengo hermanos en el África o en la Indochina, pues bien son mis hermanos y necesito acordarme de ellos. Ya sé que no los conozco, ya sé todas esas cosas y que no es lo mismo ese hombre que está en el extremo de la Tierra al que tengo cerca de mi, ya lo sé, pero mi actitud debe ser universal en cuanto al amor hacia todos los hombres y a veces conviene hacerse el planteo bien claro: si de repente me encontrara yo con equis persona ¿cual sería mi reacción?, a lo mejor de ella no entiendo su idioma, ni ella entiende el mío, pero hay otras formas de expresión, la expresión de los ojos, del rostro en general, la sonrisa, las manos con gestos. Es decir, siempre uno sabe si el que tiene delante tiene una actitud amistosa o de agresión, eso es obvio, uno ve en el rostro de los demás que pasa en su interior, eso no podemos dejar de reconocerlo y si hablamos de aquellos que usan el mismo idioma con más razón.

A veces puede ocurrir que la gente se confunda en cuanto a que alguien puede decir: ¿cómo, en un instante alguien puede amarme?, claro, claro que sí, depende de la actitud que se tenga; ahora ¿y eso puede dar origen a malas interpretaciones?, por supuesto, pero el cristiano debe estar más allá de todo eso, totalmente más allá ¿eh?, totalmente más allá.

Habla Artemio:

Por ejemplo, esta mañana esa señora, dijo: esta alergia que me dura desde hace tantos años, esa alergia a no se que, dijo, entonces yo extendí la mano, le hice la señal de la cruz en la frente y dije: en nombre del Señor desde hoy nunca más alergia y si llega a aparecerte avisame. Yo no conocía a esa señora, ella tampoco a mí pero mi cara amistosa le dijo a ella claramente que mis intenciones eran buenas, que no había ninguna doble interpretación posible en la actitud que tuve con ella ¿mmm?.

Dice Jesús:

Yo sé que me argumentarán: que no todos reaccionan de la misma forma, ya lo sé, ya lo sé, pero el que dice: yo soy de Jesús, tiene que estar preparado para cualquier tipo de reacción y si en esa actitud de ayuda al semejante hay un equívoco, pues bien se afronta el equívoco, sin problemas y sin magnificarlo y por supuesto sin decir: quise ayudarle y no me lo permitió, nada de eso, el querer ayudar simplemente ya es una forma de ayudar, aunque la otra persona rechace de plano todo lo que nosotros estamos haciendo.

Una vez más, con esto comprobamos que el cristiano es alguien diferente y tiene que notarse que es diferente, todas las actitudes tienen que ser diferentes, ahora ¿esto se puede hacer de un día para el otro?, no es tan fácil, no es tan fácil, pero cuando en el interior de nuestro corazón está bien, bien claro, cuáles deben ser nuestros roles con nuestros hermanos, entonces la actitud que tengamos se verá enseguida y será espontánea y será creíble por la otra parte. Por supuesto que no hay que hacer ostentaciones, ni nada que sea excesivo, eso hay que tenerlo en cuenta, pero para eso cada uno tiene su discernimiento personal para saber hasta dónde puede llegar en el trato con otra persona. Todos saben de alguna manera las reacciones que puede tener la otra parte y si uno ve que las reacciones pueden ser negativas totalmente, entonces tienen montones de medios para extender la palabra.

Es tan simple y fácil cubrir con Mi sangre a ese ser, es tan simple, mirarle para sanarle de lo que tenga encomendándomelo y así todas las cosas. Uno pretende que en todos lados se vea que ustedes son de Jesús; Yo les prometo con esto ¿todo un montón de cosas fáciles?, no, no, no, para nada, lo de los hombres es de lo más desconcertante pero siempre va a ver una gran parte que entiende, el resto déjenmelo a Mi, déjenmelo a Mi.

Mañana seguiremos hablando, seguiremos con todos estos Mensajes que han tenido un principio pero no sabemos cuando tendrán un fin y cuando el Padre lo disponga.

Amén.