Mensaje del 08 de Junio de 2002

Dice Jesús:

Además de regalarle todas las gracias, milagros, también les regalo la fe para creer en todo ello, que nadie mire cuanta fe tiene porque a algunos les parece que es poquitita su fe, no piensen así, no piensen así, el que mide la cantidad de fe soy Yo, ustedes no piensen si es poca o si es mucha, si me conforma o si no me conforma, eso lo tengo que decir Yo.

Les digo sí que he purificado vuestros corazones, he purificado todos los corazones de las personas por las cuales ustedes pidieron, es decir todas las deudas impagas que había en alguien Yo lo he pagado con Mi Sangre, ya nadie se preocupe sobre lo que tal vez tenía en su conciencia que le dolía, ya no, ya no se preocupe, Yo he saldado todas las cuentas; además como les dije les regalo la fe suficiente como para creer que esto que les estoy diciendo es verdad.

Algunos me ven, otros no, Bienaventurados los que no me ven y creen, otros sienten Mi presencia, otros han sentido el hervor de su sangre cuando Yo penetré en vuestro ser, en vuestros corazones, permítanme decirles: no teman, no teman nada, no teman nada de malo cuando están tomados de Mí mano y de la mano de Mí Mamá, no teman, Yo he vencido las tinieblas, Yo he vencido el mal y ustedes son Mis hijos queridos que han venido a verme en este día y Yo viendo vuestros corazones, viendo todo lo bueno que hay en ustedes, tanto bueno, he derramado, lo mismo que Mí Mamá, todas las gracias que pueden imaginarse que cuando pasen los días irán descubriendo, no se olvidarán fácilmente de este día, es decir uno nunca se olvida de los días en que está hablando con el Hijo de dios y Dios mismo.

Dice Nuestra Madre:

Es cierto Mi alma alaba al Señor y se alegra Mi Espíritu en Dios Mi Salvador, porque h afijado sus ojos en la pequeñez de su esclava, es cierto desde hoy todas las generaciones me llamarán Bienaventurada.

He extendido Mi manto sobre todos, he extendido Mi Manto sobre todos esos significa cuanto los quiero, cuanto los amo.

Y ahora quiero que esta noche cuando se acuesten, quiero que oigan este pequeño canto que les regalo siempre, si aguzan vuestros oídos lo van a oír les aseguro, es una forma de decirles cuanto los amo:

Arrorró mi niño, arrorró mi sol
Arrorró pedazo de mi corazón
Arrorró mi niño, arrorró mi sol
Arrorró pedazo de mi corazón

Los amo tiernamente. Los amo no se olviden nunca de eso. Los amo.

Amén.