Mensaje del 07 de Junio de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 07 de Junio del 2002, estás vestido Señor como el Sagrado Corazón dejando ver tú corazón que como siempre dije es más rosado que el de tú mamá, el corazón tuyo es, no digo blanco pero muy pálido mientras que el de tú mamá es oscuro.

Dice Jesús:

Yo estoy aquí y estoy en todos los lugares del mundo y así como vuestro corazón esta apesadumbrado por todo el Mío también.

Pero hay que pensar que al hombre Yo lo cree libre y el hombre tiene libertad para hacer las cosas bien o para hacerlas mal, para darle importancia a esto o a lo otro, en consecuencia ante el dolor, ante las situaciones terribles Yo observo igual que ustedes y una vez que eso pasa trato de aprovechar para sacar beneficios de las cosas malas incluso.

Ya lo dije otra vez pero no quiero dejar de decir, porque a veces mirando un poquito hacia atrás uno termina por consolarse un poco, el siglo que acaba de terminar padeció grandes guerras donde millones de personas murieron como las moscas donde en ciudades destruidas, desvastadas los niños lloraban porque habían perdido a sus padres, donde tuvo que pasar una generación o dos para que el ser humano pudiese secar sus lágrimas y seguir viviendo, la libertad del hombre ha convertido el mundo en todo esto que se ve y Yo todos los días le presento la contrapartida, es decir que deberían hacer para no vivir de este modo; pero el hombre sigue empecinado en hacer lo que le satisface y seguir sus propios intereses, es una pena.

Yo quisiera que también ustedes sepan que así como les impresiona tanto dolor como hay en el mundo también sepan que está lleno también de ejemplos maravillosos, realmente maravillosos, de cosas buenas y edificantes y esperanzadoras pero el mal tiene más raiting que el bien, se lo mira con más gusto, de alguna forma parecería que el hombre disfruta viendo en los medios masivos de comunicación las cosas horribles que pasan.

En lo más oscuro de la noche y en lo más claro del amanecer está surgiendo un mundo nuevo, ustedes dirán : ¿lo veremos a ese mundo nosotros?, por supuesto que sí, por supuesto que sí y no dentro de tanto tiempo como ustedes pueden pensar, porque en el Tercer Milenio el Padre, Yo y el Espíritu Santo nos hemos comprometido en llenar la tierra del amor del Espíritu Santo para que montones de personas puedan reconocer sus errores y retomar el camino del bien, si las grandes fortunas están en manos de pocos… bueno, entonces no son tantos los corazones que habrá que conmover para que esos pocos empiecen a organizar un mundo diferente, Yo les doy la seguridad Mis queridos que si bien es cierto que estamos en medio de la tormenta, sepan también que las tormentas no duran mucho tiempo, que amanece, que el sol vuelve a salir y si bien algunas cosas han sido castigadas por el viento y la lluvia y los huracanes y lo que sea, también es cierto que el sol llama otra vez a la vida para seguir con la esperanza de un mundo mejor, no se desalienten, se los digo Yo que soy Jesús, el Hijo de Dios y Dios mismo, no se desalienten, no se desalienten, si esperáramos todo del hombre no pasaría pero como la Trinidad se ha empeñado en derramar sobre el mundo enormidades de Espíritu Santo para reparar, de alguna forma, tantas cosas injustas como hay.

Tengan esperanza, la esperanza es esperar lo que aún no es pero va a ser, entonces los invito a que den diariamente un salto al vacío abandonándose en la seguridad del amor porque aunque se arrojaran de un quinto piso o de un décimo piso tienen la seguridad que allá abajo está la red de Mi amor que los sostiene para que no se hagan daño, pero para largarse de un quinto piso y creer que a uno no le va a suceder nada hay que confiar que eso es posible, es decir Mí Mamá ya en el año noventa y cinco, noventa y seis les dijo: deben tener la fe de los mártires, deben tener la fe de los mártires y entonces aunque les parezca que se necesitan muchos años para cambiar las cosas Yo les digo que no, no hace falta mucho tiempo; cuando los hombres por un lado ponen su buena voluntad y por el otro el Espíritu Santo invade la tierra para ablandar los corazones duros de todos aquellos que tienen poder, el poder que les da el dinero, la política o las armas. Todo mejorará, todo mejorará, por supuesto que habrá que seguir luchando para mantener el bien, pero no desfallezcan, no desfallezcan, el sol vuelve a salir todos los días y todos los días le dice a las cosas: háganse de nuevo, ¿mmm?, y todos los días el Señor les está alcanzando su mano para que todo se vaya solucionando, tomando su lugar, ocupando su espacio y dándole a cada uno lo que le corresponde, que es la definición de justicia.

Estén confiados y felices, estén pensando en que si ustedes no pueden arreglar una cosa, no carguen sobre vuestras espaldas la amargura como diariamente estás haciendo vos y muchos más por supuesto, pero en tu caso cargar sobre tus espaldas toda la amargura te quita fuerzas y Yo te quiero fuerte; los hombres no pueden hacer más que algunas cosas, el resto dejen que el Señor las haga, el Señor las haga, ustedes no pueden poner sobre sus hombros la mochila llena de las barbaridades que se ven diariamente, no, no, por empezar porque no pueden solucionar y segundo porque les quita fuerzas para…, cuando llegue el momento de actuar, actuarán y para ese momento hay que prepararse, ¿de qué forma?, bueno hay que estar muy bien enterado de todas aquellas cosas que pueden mejorar la vida del hombre entonces cada uno en su ambiente, en su pequeño gran mundo podrá ir poniendo cada cosa en su lugar; serán todos ellos los Hijos de la Luz que armarán toda una estructura, pero no como las estructuras que existen actualmente, sino totalmente distinto, ¿mmm?, estructuras que no opriman al hombre sino que lo beneficien y le den todo lo que necesita para ser feliz; y después de lo que les estoy diciendo todavía ustedes quieren seguir pensando mal son dueños, pero no ignoren la palabra del Señor: todo va a arreglarse, todo va a arreglarse para seguir luchando nuevamente, el Tercer Milenio no ha empezado, así como se lo ve, tan difícil, no, el Tercer Milenio como las Tres Personas de la Santísima Trinidad tiene asegurado para cada uno de los hombres todo el bienestar posible.

Si Señor nosotros confiamos en vos Señor, creemos firmemente que tus palabras son verdaderas, creemos firmemente. Que como dije tantas veces el yermo echará flor y el guijarro esplendores.

Pero no vivan con la amargura, no vivan de esa forma porque se desgastan inútilmente, las bolsas llenas de amarguras arrójenmelas a Mi que Yo estoy tan dispuesto a terminar con ellas, tengan esperanza, tengan esperanza, tengan esperanza, no falta mucho ya para que el amor se manifieste en una forma clara, bien clara, sobre la faz de la tierra.

Amén.