Mensaje del 02 de Junio de 2002

Comienza hablando Artemio:

Hoy es el día de Corpus Christi y estoy hablando yo Artemio, el Señor me pidió que lo grabara, yo nunca grabo lo que digo, algunas veces nada más.

Desde este lugar Señor, desde este rinconcito del Departamento Unión, Provincia de Córdoba, República Argentina, América, desde este rinconcito de la pampa gringa dónde vos decidiste hacer tus apariciones junto a tu Mamá y a los Santos, en este día Señor en que se festeja o conmemora tu Cuerpo y tu Sangre Señor, quiero que mi corazón, tomando la voz de todos los corazones de las personas del grupo de oración de aquí, de otros lados y de las personas que se relacionan con este lugar, mi corazón te dice Señor, no te voy a pedir explicaciones por qué vos elegiste este lugar Señor porque ya me lo dijiste y además me parece que te fastidia un poco Señor cuando tenés que repetir muchas veces una cosa, no cosas de enseñanza que es distinto, pero cosas en que tenés que convencerme a mí de algo, yo digo fastidio pero no; yo te agradezco Señor todo esto, no sé cuantos serán mis días de vida, años, muchos o pocos, no sé, no tengo idea, pero tené en cuenta esto siempre Señor, que sea como una especie de…, de parte mía de testamento espiritual podríamos decir y una forma de alabanza de todos los demás miembros.

Señor reconocemos, voy a hablar en primera persona, Señor reconozco y creo firmemente en que estás presente, plenamente en la Sagrada Forma, la Hostia y también que estás presente en esa Sangre, que ambas cosas son realizadas por el Sacerdote, esas manos que sean de quien sean se tornan sagradas Señor porque han tomado en esas manos tu forma, tu cuerpo y tu sangre. Creo firmemente en todo esto y creo que se repite en cada una de las misas que se dan a lo largo y ancho del mundo, más allá de cualquier circunstancia, más allá de cualquier forma se da plenamente allí el misterio de que vos tomes forma, que estés presente realmente; y Señor de rodillas ante tu presencia te digo: gracias Señor porque te quedaste entre nosotros y con tu Cuerpo podemos alimentarnos todos los días, no hay alimento mayor y no hay milagro tan grande como lo que ocurre sobre el Altar en la Consagración, reconozco en plenitud todo eso y Señor, hablo por mi pero pienso que mis hermanos también lo harían, lo harán, uno está dispuesto a dar su sangre por vos Señor, vos dijiste ámense unos a otros como yo los he amado, pero vos nos amaste hasta derramar tu Sangre por nosotros y parecería que si nosotros la derramáramos cumpliríamos plenamente con ese mandato, pero pienso Señor que vos valoras también de alguna forma el que todos los días de nuestra vida estemos dejando los pedacitos de nuestra existencia a lo largo del camino como una forma de ir muriendo poco a poco por los demás, porque Señor mientras no hayamos descubierto a los otros como prójimos nuestra vida no tiene ningún valor y entonces al dejar los pedacitos de nuestra vida a lo largo del camino creo también que es una forma…, una forma de hacer como vos el camino del calvario.

Señor todos estamos llenos de defectos, y yo también Señor, y montones de defectos mucho más grandes de lo que los demás suponen que uno pueda tener, pero uno está tan, tan convencido de la grandeza de tu Misericordia que creo que siempre va a alcanzar para salvar nuestras imperfecciones, nuestras maldades y todas las cosas malas que hagamos.

En este día Señor Yo quiero decírtelo y creo hacer bien ser el portavoz de todos mis hermanos, para agradecerte el que te hayas quedado con nosotros, porque es una prueba más de todo el amor que nos tuviste a lo largo del tiempo y que nos tenes y nos seguirás teniendo, todas las palabras que se pueden decir están casi vacías de contenido, porque ante tanta grandeza el hombre no tendría ni que abrir su boca, gracias Señor por amarnos, gracias Señor porque estás entre nosotros, gracias Señor porque podemos comerte y beberte, gracias Señor porque me amas Señor como a mis hermanos, y también te lo digo en forma rudimentaria, torpe, yo también te amo Señor, y te amo mucho, pero cuando uno quiere expresarlo Señor en palabras ocurre que todo se vuelve pequeño Señor porque el amor se mueve en un plano muy superior y sobretodo el amor a vos Señor, es el amor que se da por sobreentendido, por eso a veces hasta podemos distraernos ante tu amor, pero tenelo en cuenta Señor, lo mío es poquito pero yo te lo ofrezco con la poca o mucha o ninguna lucidez mental y del corazón que pueda tener, yo te ofrezco todo ese amor Señor y te lo ofrezco de una manera en que cada día uno lo va multiplicando en todos aquellos que le rodean, los que están cerca y los que están lejos, el que pasa en la calle y uno ni conoce o el amigo que esta cerca, uno te ama en todo Señor y uno ama a esas personas también Señor, es decir uno no los ama por vos hayas dicho "ámenlos", uno los ama porque los ama Señor y los ama con un amor muy fuerte y muy grande Señor, que en la mayoría de las veces se disimula, casi ni se lo hace notar por los prejuicios sociales que hay, no se toma bien a la gente que anda amando a todo el mundo, entonces uno mira en silencio, ama profundamente y no dice nada, pero uno esta viendo en esos rostros tu rostro, y al mismo tiempo ve el rostro de la persona, porque sería una impostura Señor amar a los demás porque vos nos mandaste amarlos, es tu deseo que los amemos pero debemos amarlos plenamente a ellos, sabiendo que eso a vos te satisface y haces que uno se sienta completo, plenificado, lleno, totalizado.

En este día Señor en que festejamos o conmemoramos, no sé que término usar, tu Cuerpo y tu Sangre, recibe de este pobre gusanito todo el afecto de que uno es capaz y al mismo tiempo uno te pide acrecentalo Señor, acrecentalo porque para el día final Señor, para cuando uno cierre los ojos y los abra delante de ti, estemos ardiendo en deseos de verte y de ver al Padre, porque de esa forma estaremos muy cerca del Señor en la Bienaventuranza Eterna, te agradecemos lo que nos diste, pero te pido que lo acrecientes para que el día en lo abramos delante de vos, abramos nuestros ojos y nos preguntes: ¿Cuánto amaste?, tal vez no digamos nada porque vos sabés cuanto uno amó sobre la tierra, ese amor habrá sido a veces contaminado por las cosas demasiado humanas pero amor al fin Señor, amor al fin.

Gracias Señor, gracias por permitirme vivir un día más y me gustaría, el año próximo, ampliar estas palabras con mayor entendimiento del corazón y mayor comprensión de tu grandeza.

Todavía no hemos leído la palabra y ya está Jesús aquí con nosotros, y está su Mamá y todos los Santos que vienen siempre, todos. Señor te damos gracias por respirar el mismo aire que vos respiras Señor y el aire que respira tu Mamá y los Santos.

Dice Jesús:

Está muy bien que cada Cristiano haga un testamento espiritual, cuando se ha convencido de las cosas fundamentales es bueno ponerlas en un papel para que todos aquellos que vendrán después sepan quién vivió, cómo vivió, para qué vivió.

Y es un gusto de Mi parte sentir las cosas que dijiste y al sentirlas he oído a todas las personas que vienen a este lugar diciendo lo mismo; ¿y mañana?, mañana la vida continúa, mañana hay que volver a iniciar la lucha cotidiana para sobrevivir en medio de un mundo tan difícil, pero que se vuelve simple y se vuelve hasta amigable si cada uno está conmigo.

A todos ustedes les digo hoy que uno mis arterias y mis venas a las vuestras a partir de este momento, entonces ustedes sentirán como un fuego que les corre por dentro, o un hormigueo o algo diferente porque Yo quiero regalarles que hoy en vuestras venas corra Mí Sangre, por supuesto que para sanarlos de vuestras enfermedades pero también como una forma de manifestarles Mi amor, el que mira las cosas desde afuera dirá: están sugestionados por tus palabras y entonces sentirán Mi Sangre correr en sus venas y en sus arterias, pero Yo les digo a todos que no, que es así, el Señor que ordenó los planetas en sus órbitas y las galaxias y hace girar la tierra para que todos los días aparezca el sol, ¿por qué le va resultar difícil unir sus venas y arterias a las de ustedes? y a la de todos los seres que ustedes aman, o ustedes me lo pidan, ¡cuántos de ellos tal vez no puedan ir a tomar Mi Cuerpo por ciertas legislaciones de las cuales ahora no vamos a hablar!, pero Yo en este momento estoy haciendo correr Mi Sangre por vuestro ser, está corriendo Mi Sangre, llega a todos los lugares de vuestro organismo llevando la sanidad a todos y si por ahí les aparece algún problema o en algún momento difícil díganme: "Señor si tu Sangre corrió por mis arterias y mis venas, qué miedo puedo tener, qué miedo puedo tener".

¿Hace falta decir lo que dice San Pablo?, solo no puedo nada, si está el Señor conmigo lo puedo todo y hagan lo que hagan, estén donde estén, pase lo que les pase, digan: Jesús está conmigo y lo puedo todo, pero digan todo convencidos de que realmente es así, esto evita a veces algún dolor humano por circunstancias que a veces se dan y los dolores se dan a veces pero si están conmigo, ¿qué puede importar un poquito de dolor, qué puede importar?, además sabiendo que están dentro de Mi proyecto, Mi proyecto, lo saben muy bien, es de amor y siempre termina bien, siempre termina bien; arrójense al vacío y tengan la esperanza que debajo está la malla de Mi amor para que no se golpeen, todo esto les regalo en este día en que se conmemora Mi Cuerpo y Mi Sangre.

Amén.