Mensaje del 29 de Mayo de 2002

Habla Artemio:

Señor Jesús nos regalaste un Salmo hermosísimo: “el Señor es mi pastor nada me puede faltar, a verdes pastos me lleva a reposar y donde brota agua fresca me conduce, fortalece mi alma, por el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre, aunque pase por quebradas muy oscuras no temo ningún mal porque tú estas conmigo, tu bastón y tu vara me protegen. Me sirves a la mesa frente a mis adversarios, con aceite tu perfumas mi cabeza y rellenas mi copa, me acompaña tu bondad y tu favor mientras dura mi vida, mi mansión será la casa del Señor por largo tiempo.”

Que hermoso Señor ese Salmo que nos has regalado.

Dice Jesús:

Sí, sí, les he regalado ese Salmo para premiar vuestras vidas, todos los sufrimientos y las cosas que pasaron dénmelas a Mi, déjenla a Mis pies que Yo quemaré todo con el fuego de Mi amor.

Quiero de ustedes esta noche que se ofrezcan a Mi y que en adelante ya no teman absolutamente nada malo, todo será obra del Señor y hasta las cosas más difíciles, más tremendas que uno cree que no pasarían nunca, para bien van a ocurrir y ya lo van a sentir cuando en el nuevo día aparezca el astro rey.

Tal vez algunas cosas duren un tiempo, algunas cosas que no están bien pero mañana es un día muy especial para ustedes tres, si no tienen nada demasiado visible no se preocupen porque están, acaso no les regalé: “el Señor es mi pastor nada me puede faltar”, tengan confianza, tengan esperanza y arriesguen porque el que está en el riesgo soy Yo, esto vale para ustedes pero vale también para todos los hombres del mundo.

Ustedes son personas muy queridas por Mi, Yo creo que no hace falta decirles más, cuando Yo quiero a alguien especialmente cuido lo que quiero, lo que amo, entonces lo que no sucede en mucho tiempo puede suceder en un instante. No teman, porque si hay algo que me hace daño es el temor que pueden sentir al pensar que Yo no cumplo con lo que prometo, “el Señor es mi pastor nada me puede faltar”. Pero no hablo solo de las cosas espirituales, hablo también de las cosas materiales porque el hombre no está solo ni es una abstracción, está con otros seres en medio de un mundo donde las cosas le pertenecen y el pertenece al Señor.

Sepan una vez más que les amo, les amo profundamente y que nada puede compararse al amor que puede tenerles el Hijo de Dios y Dios mismo.

Canten las verdes praderas, canten los ríos caudalosos o los pequeños hilos de agua que se quiebran entre las piedras, entonen alabanzas los capullos que se abrirán mañana y también las hojas que hace caer el invierno. Alaben todos al Señor, alábenlo los pequeños animales, los grandes animales, aquellos que son frágiles y los otros que son fornidos y duros. Yo estoy sintiendo toda la naturaleza con todo lo que ella contiene entonando un himno de alabanzas.

¿Por qué todo esto en esta noche?, porque esta noche esta cargada de mucha gracia y no solamente la gracia que es derramada sobre ustedes sino sobre todas las personas que participan de estas reuniones de oración y de alabanzas y también porque el Padre así lo dispuso en montones de lugares del mundo, muchos niños se han salvado de ser abortados, otros que están con un volante en sus manos en las rutas del mundo reciben Mis especiales gracias y bendiciones, aviones que surcan los aires, barcos que flotan en los mares, las aves del Cielo, los peces del mar.

Todos están recibiendo la gracia del Señor, desde los hielos que flotan sobre el agua, hasta los troncos que caen muertos por el hacha que no tuvo compasión de ellos, todo está lleno de la gracia del Señor y este país que sufre mucho, el Padre está enviando sobre el un río caudaloso que lo llena todo para que se vayan solucionando los problemas, para que los hombres por fin entiendan que hay un solo camino y que todo el tiempo que se demoran en tomarlo es tiempo que pierden.

Vuestros ojos no alcanzan a ver pero nosotros podemos ver como ríos de fuego, ríos de fuego de amor son enviados a los cuatro puntos cardinales, ¿y por qué todo esto?, porque al Padre, a Mi y al Espíritu Santo nos complace hacerlo.

Estén seguros que estas palabras no pasaran y que todos los días irán corroborando lo que otras veces dije pero que puedo repetir: “el yermo echará flor y el guijarro esplendores”, y más aún ¿por qué todo esto?, porque es voluntad del Padre manifestarle a los hombres su amor cuando alguien se lo pide con humildad, se lo pide con simplicidad, se lo pide con todo el amor de que son capaces hasta este momento de su vida.

No importa si no ven las estrellas fugaces surcar el espacio, no importa si no ven el baile genuino de las galaxias, no importa si no ven como brillan las estrellas más que nunca.

Cuan generoso es el Señor con el hombre, por eso les regalé este Salmo: “el Señor es mi pastor y nada me puede faltar”, “el Señor es mi pastor y nada me puede faltar”.

Amén.