Mensaje del 16 de Abril de 2002

Dice Jesús:

Mi sueño inicial era que vos dijeras esto desde el púlpito, pero en aquellas épocas te hubieran liquidado muy pronto, cada día podes entender más porqué sos un seglar.

La locura de la cruz, cuánta necesidad que hay que muchos entiendan la locura de la cruz, pero lo vamos a decir con palabras más lindas, porque suena medio fúnebre esto che. Vamos a decir así, que por medio de la cruz, Mi Papá me hizo derramar mucha sangre, la sangre es el símbolo de la vida, entonces Mi Papá me hizo derramar vida, ¿para quién?, ¿para Él?, no, para pagar todas las deudas que habían contraído los hombres; algunos podrán decir: pero que cosa más loca, no, cuando se empieza a vislumbrar el amor de Mi Papá por los hombres, entonces dejan de pensar así totalmente. ¿Por qué?, porque lo dije tantas veces, Mi Papá ama tanto al hombre que me manda a Mí a tomar cuerpo, carne en María, crecer, morir y derramar Mi sangre por todos.

Es decir, para el ojo común Mi historia es la de un antihéroe, para el ojo real, verdadero, genuino y definitivo, esta es la historia más maravillosa que puede y podrá contar la humanidad, no tiene otra tan maravillosa.

Propónganme ejemplos de aquellos que sin ningún interés murieron por los hombres, si encuentran alguno me lo presentan. Ocurre Mis queridos, que Mi Papá entendió el problema del amor y Yo en el corazón de Mi Papá desde el principio también entendí el problema del amor y Mi Papá entendió tanto esto que hasta el amor entre Él y Yo forma otro Dios, la tercer persona, el Espíritu Santo. Sobre esto hay que pensar mucho con el corazón y hacer pensar a los otros porque aquí está la base de todo.

Les he regalado hoy una hermosa parte de la Sagrada Escritura, ¿saben?, justamente por la llegada de la carta del Señor Obispo ¿mmm?, justamente por eso. Entonces, ¿hace falta que los aliente?, ¿hace falta que los sustente?, ¿hace falta que los anime?, ¿hace falta que les diga del triunfo final?, hablaríamos del doble, dos veces, repetiríamos ¿mmm?.

Bienaventurados los que entendieron la locura de la cruz.

Dice Nuestra Madre:

Ustedes se fijaron que sencillito que es todo, porque el Padre pudo haber promocionado la venida de su Hijo de otra forma pero no, así en chiquito manda al Arcángel a verme a Mi, una pobrecita, jovencita, sin experiencia de nada ¿eh?, y la pobrecita dice: sí, con la valentía de las heroínas, pero Yo qué sabía de heroínas, Yo, como ya se los dije tantas veces me dolía por José, me dolía por eso me fui de Isabel.

¿Vieron que todo lo grandioso dentro de la humanidad tiene cama chiquita, tiene nido chiquito?, ¿mmm?, ustedes me imaginan a Mi yendo por esas tierras desoladas, llevando en Mi seno el germen, el Hijo de Dios, quien al verme podía darme cinco de importancia, nadie ¿mmm?, además pudieron haberse hecho las cosas de otra forma, me podía haber acompañado José, noo, pero José tenía que sufrir pobrecito y repudiarme en silencio ¿eh?, ¿ven que chiquito?, en las cosas más pequeñitas el Señor hace las cosas más enormes, que lindo, que lindo.

¿Y era feliz Yo cruzando ese desierto, con la semillita del Espíritu Santo dentro de Mi?, no sé, no sé, era tan niña, era tan débil, era tan precaria, los pastos que Yo pisaba, las estrellas que ya aparecían en el Cielo, ¿qué habrán dicho?, ¿se habrán enterado de que allí estaba la salvación de la humanidad?, Yo tenía la semillita adentro, tenía la semillita de aquél que pagaría todas las deudas de los hombres, no de los que ya habían vivido sino de todos los hombres hasta el final de los tiempos. Cuánta belleza hay en todo esto, ¿saben por qué?, porque tiene la belleza de la sencillez y de la humildad ¿mmm?.

¿Quién hubiera dado algo por esta jovencita?, nadie, pero sí, Yo tenía en Mi seno la semilla del que pagaría todas las deudas de los hombres y la seguiría pagando por los Siglos de los Siglos hasta el final de los tiempos. ¿Cómo, todavía los que no me tienen en cuenta, no se dieron cuenta de estas cosas? ¿eh?, Yo seguí siendo la niña pobrecita que ni siquiera sabía en profundidad, ni en la superficie todo lo que estaba pasando, sin embargo estaba pasando todo, todo, todo.

Los amo Mis queridos, cuánto los amo, ustedes no saben cuánto los amo, cuánto, Yo los amo pero ustedes también me aman, cuánto me aman, cuánto me aman.

Amén.