Mensaje del 10 de Abril de 2002
Comienza Artemio hablando en lenguas ………
Artemio dice:
San Pablo dice, nadie hable en lenguas delante de una asamblea si no puede traducirlas, porque produce confusión y desasosiego un idioma que no se entiende, solamente hable quien pueda traducir.
Bueno, el Espíritu Santo ha puesto en mi boca en idioma Arameo, el idioma Arameo Antiguo es el idioma que hablaba Jesús y sus Discípulos…, hablaba Jesús y sus Discípulos. El Espíritu Santo ha puesto en mi boca las siguientes palabras de alabanza, nada hay tanto que agrade al Señor como la alabanza en lenguas, y lenguas es un Carisma del Espíritu Santo, y produce aburrimiento en los que escuchan sin saber lo que el otro dice, pero el Espíritu Santo ha dicho lo siguiente:
"Alaben al Señor que es bueno, alaben al Señor que hizo maravillas, alaben al Señor que es grande su Misericordia. Alábenlo, alábenlo siempre, alábenlo de mañana, de tarde y de noche. Alábenlo cuando despiertan en la madrugada, alábenlo.
Todo aquel que alaba al Señor tendrá su recompensa, no solo en el cielo sino también en la tierra; porque nada hay tan grande como la alabanza y no hay ninguna forma mejor para pedirle al Señor que haciéndolo en alabanzas.
Alaben al Señor porque es bueno, alaben al Señor porque hizo maravillas, alaben al Señor porque grande es su Misericordia, alaben al Señor porque cuando el Espíritu Santo habla, a todos los presentes les deja la huella de la santidad del Señor, por eso alaben al Señor. Alábenlo de cualquier forma, digan aunque sea solamente Yo te alabo Señor , Yo te glorifico Señor.
Alaben al Señor porque es bueno, alaben al Señor porque los ha elegido para todo esto, alaben al Señor porque ustedes serán reconocidos como los testigos de la Palabra de Dios, y serán recordados por todas las generaciones que vendrán, alaben al Señor. Alábenlo. "
Les describo un poco algo de todo lo que he visto mientras hablaba en lenguas:
Había una especie de escenario, muy grande, muy, muy grande.
Sobre ese escenario, pero no un escenario de madera, sino de un tapiz verde como si fuera un césped recién cortado con un color verde tan intenso y tan hermoso y sobre ese verde había un montón de piedritas preciosas que brillaban, todo brillaba.
En el medio una luz enorme, seguramente el Padre, que mas que una luz no se ve, al otro lado Nuestra Madre La Virgen vestida con un manto… no sé… no sé…, no me parece que eran piedras , me parece que eran esas cosas que usan las mujeres que brillan, no sé como se llaman, pero brillaba todo, todo de todos los colores; un manto largo que le sobraba metros y metros le sobraba, parecía tener una corona en la cabeza pero no alcanzaba a ver bien. A todo esto, Jesús a la derecha, vestido de color crudo y un manto rojo todo ribeteado de dorado, pero no de piedras preciosas sino también del mismo brillo que tenía la Virgen.
Esta noche me van a tener que perdonar muchas cosas.
Bueno. También se veía brillar, como haces luminosos, el Espíritu Santo, que mirándolo con mucha atención parecía una paloma…, pero mucho más grande. Toooodo un montón de brillo. Y montones de Angeles, Querubines, Angeles pequeñitos gorditos, Querubines, los Querubines son un poquito más grandes, pero los Angeles no tienen alas, se mueven todos rápidamente pero sin alas, no vuelan, se mueven.
Había tonos celestes, rosados, amarillos, amarillos tirando al salmón, colores muuuuy suaves, parecía que bajaban como pequeñas cascadas… así de agua, el agua era de un brillo muy especial, ¿adonde iba esa agua?, no lo sé , desaparecía.
Más atrás… matorrales… altos y bajos con flores de distintos colores; los rosales, la única flor que reconocí porque las otras no sé que flores son, los rosales eran unos pimpollos que por lo menos tenían 7 u 8 centímetros de largo, había muchos rojos, y también rosados, y también blancos, de muchos tonos. Ahora, los de colores rojos, no el rojo que estamos acostumbrados a ver nosotros en los rosales, sino un rojo brillante más claro que el rojo que vemos en las rosas que compramos, y las hojas de los rosales no eran muy verdes, eran mas vale amarillentas, los tallos de las rosas algunos hasta dos metros de alto, en general todos pimpollos un poquito abiertos…, un poquito nada más… un poquito… nada más; más atrás había arboles, pero no verdes, arboles como si estuvieran siempre… de colores rosados, de colores ocres, de colores rojo intenso, rojo más claro, es decir hojas de todo tipo mezcladas entre si pero los colores bien combinados, cerca de los rojos intensos había los rojos más suaves, cerca de los violáceos había violáceos más oscuros y más claros, no mezclados porque desentonaría; toda una armonía total. Un escenario grande, para darles una idea más o menos cinco veces o seis el de Cosquín o más también y todo una armonía y… todo esto…asomando entre los arboles un poco a lo lejos un montón de casitas, casitas con techos a dos aguas…, los techos en general de color oscuro y las paredes muy blancas, las paredes muy, muy blancas, en general las casitas sobresalen de entre los arboles, hay senderos hacia todos lados, no hay caminos rectos, todo eso como un hondeado, hay pequeños, no arroyos, como hilos de agua de dos o tres centímetros que corren y pegan saltitos entre piedras que brillan, hay como si fuera una luz que viene de abajo y hace brillar todo, las luces vienen de abajo, de arriba, de los costados; además hay tantas personas, pero tantas personas que parecería que estuvieran allí siempre como adorando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, pero parecería que todos miran hacia esa gran luz en el medio, la luz no es blanca es un poquito celeste…, un poquito celeste, se combina con algunos amarillos, es una escena realmente prodigiosa.
Ustedes están todos de este lado, de mi lado, mirando así todo, todo, todo, porque aquí no hay ninguna pared nada, todo es amplio, es profundo, no es de noche es de día, pero al mismo tiempo hay sombras de las luces que salen de abajo, de los costados, de arriba, es increíble toda la escena.
Los Angeles se mueven, no volando, sino cambian, cambian, cambian de lugar, y no solamente están los Angeles, sino que están los Arcángeles, están todos, y tienen ropas de muy vistosos colores; ¡que hermoso que es todo!, yo reconozco al Arcángel Miguel, al Rafael, al Gabriel el que le anuncia a María, los colores de Rafael son más vale violáceos, los colores de Miguel son más vale tirando al marrón, pero marrón lindo no feo, y parecería como si los Arcángeles tuvieran alas inmensas, parecería, no se ve bien. Además…, además el Arcángel Gabriel es el más chico de los tres, de estos tres, y es todo blanco, es como un sol, ¡es una maravilla verlo!; después están los otros, reconozco nada más que a Uriel, los otro los veo pero no me acuerdo los nombres, no me acuerdo los nombres.
Además hay… lo que se llaman Tronos, Potestades, es decir son Angeles también pero con poderes muy grandes.
¡Es todo tan hermoso!, ¡tan hermoso todo!.
Y por supuesto centenares de miles de millones de rostros, entre ambos lados, todo lleno de rostros, rostros de gente muy feliz, de gente que parecería que está joven, que es joven y están como sin querer robarle espacio al que está al lado pero se ve la cabeza y un poquito el torso nada más.
Lo que llama tanto la atención en todo esto son los colores, los colores no son conocidos por nosotros en la tierra, no son conocidos, por ejemplo la mezcla del amarillo, el naranja y el rojo hacen un tono que no existe para nosotros, el azul mezclado con el violeta, el rojo, tampoco; hay un color rojo oscuro que parece sangre pero no lo es porque tiene como luz por dentro, es de una belleza increíble.
Ahora…, la Virgen tiene delante, lo mismo que Jesús, tiene delante un montón de recipientes con formas redondeadas donde hay tantas piedras preciosas que brillan, brillan, y las piedras preciosas… hay de todos colores, ¡todos los colores hay!, pero predomina el rojo… y no son chicas, más o menos del tamaño de un huevo no tan grande pero facetadas y a veces las puntas de una piedra con la otra se tocan y parece imposible que se mantengan así, en equilibrio. ¡Pero es tan hermoso todo!, ¡tan hermoso!, !tan hermoso!.
Otra cosa que se nota por ejemplo, es que los arboles, la vegetación no tiene la forma de los arboles que conocemos nosotros, no hay ramas secas ni hojas dobladas, ni hojas arrugadas, todo tiene armonía, todo esta como combinándose, las hojas también tienen colores, es decir hay unos verdes turquesas hermosos; los tallos tienen también colores que se acercan al amarillo o también al marrón, es decir no es monótono el color verde, porque hay verdes de cincuenta mil colores diferentes, verdes que nadie puede imaginar.
El agua que baja es…, parece como una espuma blanca, pero se nota que es agua porque tiene aspectos celestitos también y están en gradaciones porque va cayendo, hace un pequeño ruidito.
Y en todo esto…, parecería una imagen de toda la creación ¿no?, también hay pequeños animalitos, hay pájaros que cantan, trinan, y también hay pequeños animales, algunos grandes pero están más lejos, hay pequeños animales, graciosos, pero no los conozco que animales son; no acá no se va a ver que animales son, si los veo pero no…,no se, no se que clase de animales son, son suaves, son de un pelaje sedoso ¡que maravilla!. Ahora veo algunos animales que se parecen a conejos, y los pájaros se distinguen por sus colores también, todo es color, color y color… .
Se va corriendo como una cortina…, se va nublando todo…, como si fueran fogonazos de distintos colores…, ya se ha borrado todo.
Dice Jesús:
No tengas ningún temor cuando ocurra lo de esta noche, a vos se te cruza la idea de que tu mente no puede resistir el paso hasta este lado, pero vos pensa que hace siete años que ocurre, en consecuencia no tenés que tener miedo; por supuesto que antes era diferente, ahora es mucho más profundo porque años atrás no te hubiera podido mostrar todo lo que te mostré esta noche porque tu mente no lo hubiera resistido.
Cuando vos describís los colores y las luces y las piedras y describís tantas cosas, esos colores, esas luces y esas piedras tienen además, de un color que te cuesta captarlo porque en la tierra no está, tiene además un simbolismo muy grande, te digo más y te aclaro: todo ese brillo de piedras y de pequeñas perlitas sobre el césped, ¿verdad?, son gracias, gracias que el Padre, Yo y el Espíritu Santo hemos decidido que vos las repartas; te explico: toda la gente que diariamente te pide por teléfono, personalmente o como sea, o por correo electrónico, pide cosas, bueno el Señor las pone al alcance de tu mano para que vos se las alcances a ellos, el problema no es simple porque la piedra preciosa representa en si la sanación de algo, es decir re-presenta allí está presente lo que va a ocurrir. Entonces a veces a vos te llaman la atención piedras preciosas muy grandes, eso significa que lo que se va a conceder es enorme, no necesariamente guarda una proporción la gracia o el milagro con la piedra pero se lo toma como algo simbólico.
¿Y por qué Mi Madre tiene siempre todo eso a su alcance, y ella parecería administradora?. Es que lo es, nada llega a Mi si no es por Mi Mamá, Mi Mamá es Mediadora de todas las Gracias, no se llega a Mi sino por Mi Mamá, así como no se llega al Padre si no es por Mi, ahora entonces aunque vos estés descansando o no a través tuyo Mi Mamá hace llegar a quien necesita la gracia o el milagro que corresponde o los milagros que corresponden. ¿Quiere decir que Mi Mamá te manda a vos en persona a llevarla?, la mayoría de las veces sí pero vos no lo sabés, cuando vos te levantas a la mañana y estás muy cansado es porque has llevado y repartido, por así decirlo, durante toda la noche has repartido gracias y milagros, lo has hecho en nombre del Señor, pero quien ha mediado para todo eso es Mi Mamá, por eso Mi Mamá es Corredentora conmigo.
Todo esto que viste y describiste es real, solamente que la mente humana puede ver un poco nada más del brillo de la Bienaventuranza Eterna, solamente una ínfima cantidad, es decir para tener una idea pero eso es millones de veces más; pero para la mente humana no podría resistir más que eso que se te muestra, nada más que lo se te muestra. Entonces quedate tranquilo que las cosas suceden así .
Mi Madre muchas veces…, Mi Madre muchas veces demora en otorgar una gracia o un milagro, es decir hasta que Yo no autorizo esa gracia o ese milagro, por una razón muy simple, muy simple porque no ha llegado el tiempo oportuno.
Quiero darles un mensaje de esperanza de esperanza, un mensaje de expectativas preciosas para todo lo que les acabo de mostrar, ya van ver todo es hermoso. Mientras tanto hay que seguir luchando en la tierra con toda la fuerza y poder que uno debe y puede ¡y cuánto que hay que luchar!.
Los amo, los amo, los amo, los amo a ustedes, a vuestras familias, a vuestros parientes, a vuestros bienhechores, malhechores, a todos los que se relacionan con ustedes, todos, todos, y todos son incorporados al proyecto mío; por supuesto que Mi Misericordia alcanza para cubrir todas las deudas de aquellos que han contraído deudas y no pueden pagarlas todavía.
Los amo.
Amén.
Mensaje del 10 de Abril de 2002
Les describo un poco algo de todo lo que he visto mientras hablaba en lenguas: