Mis queridos, el planteo que les voy a hacer es muy simple, un Padre de amor crea el mundo, crea al hombre a su imagen y semejanza, ama tanto al hombre que me manda a Mí, su Hijo, para que muera por todos, que derrame Mi sangre por todos; es decir, no creo que si revisan la historia encontrarán ejemplos así.
Claro, el Padre ama tanto a quién creó, ese ser que le trajo tantos problemas, le ama tanto que manda a su Hijo a la muerte para redimirlo. Mensaje del 31 de Octubre de 2001

Habla Artemio:

Hoy es el último día de Octubre del 2001.

El último día Señor, mañana es el día de todos los Santos, qué maravilla, todos los Santos, qué flor de fiesta se mandarán todos ¿no?, bueno, estando en presencia de ustedes están siempre de fiesta.

Dice Jesús:

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, quien me sigue no está en la oscuridad, no anda en tinieblas, está en la Luz.

Por eso te pediría que abras el Evangelio de San Juan en la parte 15 y leas como si lo estuviera diciendo Yo, hasta 20, de 8 a 20.

Habla Artemio:

Sí Señor, a ver hasta dónde llega, alguna vez lo habías marcado Señor esto vos, me lo hiciste marcar, sí.

Dice Jesús:

Hacé como si Yo estuviera diciendo esto.

Habla Artemio:

“Mi Padre encuentra su gloria en esto: que ustedes produzcan mucho fruto, llegando a ser con esto Mis auténticos discípulos. Yo les he amado a ustedes, como Mi Padre me ama a M. Permanezcan en Mi amor, si guardan Mis mandatos, permanecerán en Mi amor, así como Yo permanezco en el amor de Mi Padre. Si guardan Mis mandatos, permanecerán en Mi amor, así como Yo permanezco en el amor de Mi Padre, guardando sus mandatos. Yo les he dicho todas estas cosas para que participen en Mi alegría y sean plenamente felices. Ahora les doy Mi mandamiento: Ámense unos a otros como yo los amo a ustedes. No hay amor más grande que este: dar la vida por sus amigos, ustedes son Mis amigos si cumplen lo que les mando. Ya no les diré servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Les digo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de Mi Padre. Ustedes no me escogieron a Mí; soy Yo quien los escogí a Ustedes, y los he puesto para que produzcan fruto, y ese fruto permanezca. Entonces todo lo que le pidan al Padre en Mi nombre se los dará. Yo les ordeno esto: que se amen los unos a los otros”.

Dice Jesús:

He querido que leyeras eso porque dice muchas cosas importantes, no hay que pensar mucho para sacar las conclusiones y leer entre líneas todo lo que allí dice.

Esa parte estaba rayada con lápiz porque seguramente alguna vez te interesó mucho a vos. “Ámense unos a otros como Yo los amé“.

Mis queridos, el planteo que les voy a hacer es muy simple, un Padre de amor crea el mundo, crea al hombre a su imagen y semejanza, ama tanto al hombre que me manda a Mí, su Hijo, para que muera por todos, que derrame Mi sangre por todos; es decir, no creo que si revisan la historia encontrarán ejemplos así.
Claro, el Padre ama tanto a quién creó, ese ser que le trajo tantos problemas, le ama tanto que manda a su Hijo a la muerte para redimirlo.

Y Yo tiro estas palabras, valga expresión, sobre los cinco continentes: ámense unos a otros como Yo los he amado, y ese amor es muy simple, es el amor con que el Padre me amó a Mí y ese amor es tanto que forma la tercer persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo. Ahora, no hay que ser lerdo de entendederas cuando se trata de cosas fundamentales, hay que dejar de lado, en gran parte, los intereses personales para ver qué es lo que pasa, entonces aquí surge un razonamiento bastante simple y fácil, ¿alguno tiene duda que este país, por lo menos objetivamente ha tocado fondo?, por otro lado, ¿alguno tiene dudas que en los cinco continentes el hombre es lobo del hombre?.

Hagan lo que Yo les he mandado: ámense unos a otros, eso significa Mis queridos que en la vida cotidiana, ocupe el hombre el lugar que ocupe, tendrá que proceder de esa forma sino no esta conmigo. Ahora, Yo estoy convencido que el ser humano en general tiene algo o mucho de discernimiento, entonces me pregunto y esta pregunta va dirigida a los hombres de todos los países y sobre todos a aquellos que dicen que creen en Mí.

Yo les di ciertos mandatos pero ¿qué es lo que está pasando Mis queridos?, se hacen las guerras para que prevalezca la libertad, en las guerras mueren hombres y todos se muestran muy dolidos por la muerte de esos hombres, está bien porque la vida es el gran valor que tenemos entre manos, pero aquellos países que luchan por la dignidad de la persona humana, según dicen, Yo leo en sus legislaciones que tienen el aborto legalizado ¿hay diferencia entre un hombre de tantos años y un niño en la panza de su madre?, Yo no le veo ninguna diferencia pero sí veo una tremenda contradicción en muchos, ¿aman la vida o no la aman?, si la aman ¿porqué legalizan la muerte?. Además ¿no les bastó ya tantos siglos y siglos, milenios de guerras para saber que no llevan a nada bueno?. ¿Por qué no cambian de método diría Yo?, cuando uno ensaya algo y ve que no funciona, trata de ensayar otra cosa para ver si funciona, ¿por qué insistir siempre con lo mismo?.

¿Valoro la vida o no la valoro?, la valoro, pues bien, ¿qué pasa en aquellos lugares en que está legalizada la muerte de aquellos enfermos o lo que dicen los médicos que están enfermos?, y todos sabemos que los médicos no son infalibles, son hombres que de una u otra forma tratan de servir a la humanidad pero son personas que pueden equivocarse. No sé Mis queridos, pero veo todo como mezclado, no puedo entender por qué en un orden las cosas son de una manera y después son de otra, van a tener que ponerse de acuerdo ¿no?.

Ámense como Yo los he amado, está tan claro eso, ámense. Quiere decir que si vos estás odiando a tu hermano, lejos o cerca, no me estás siguiendo a Mí, estás siguiendo tus propios impulsos, que no sé si son tuyos o de alguien maligno que está influenciando tu vida.

Ámense como Yo los he amado y Yo los he amado de tal forma Mis queridos que, sin chistar siquiera, sudé sangre en el huerto de los olivos, después me hicieron toda clase de desprecios, toda clase de torturas, derramé sangre por todos lados y después morí en una cruz en medio de ladrones como un forajido, por ustedes, por amor a ustedes. Y el Evangelio de Juan dice: ámense como Yo los he amado, y nada hay tan grande como dar la vida por los amigos, nada, y que Yo sepa nada significa nada.

¿Qué pasa Mis queridos, se ha perdido el control?, ¿ya no funciona la conciencia?, ¿qué es lo que está pasando en el mundo Mis queridos?.

Ámense como Yo los he amado hasta dar la vida por ustedes. Entonces ¿cómo puedo permitir el hambre por mi culpa?, ¿cómo puedo permitir que se mate de aquí o de allá porque sí?, ¿cómo puedo permitir legalizar la muerte como en el aborto?, ¿cómo?, ¿alguno podría explicarme qué es todo esto?, no, no tiene explicación, todo es una tremenda contradicción. Y eso de que: no hay nada tan grande como dar la vida por los amigos, ¿mmm?, no me parece que se ponga muy en práctica y mucho menos eso de: ámense como Yo los he amado, y ahí dice: quién no sigue Mis mandatos no está conmigo y sin embargo dicen estarlo.

¿Qué está pasando?, ¿no será tiempo ya, no será tiempo ya de desandar el camino retorcido por el cual tantos están transitando?, esto les he mandado Mis queridos: ámense como Yo los he amado, ámense, ámense.

Amén.