Si bien a través del tiempo, de los siete años, Yo fui diciendo muchas cosas para todos, prometí que comenzaría a hablar para dar algún detalle particular sobre alguna profesión u oficio. Además, las palabras que Yo digo sirven para todas las profesiones y oficios, pero diré algunas palabras sobre los dirigentes, pero los dirigentes de las instituciones obreras. Mensaje del 17 de Diciembre de 2001

Habla Artemio:

Jesús sigue viniendo todo rotoso, hoy se le ven un montón de lastimaduras, más que otros días.

Dice Jesús:

Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí no anda en tinieblas, Yo soy el amor, soy la Misericordia.

Si bien a través del tiempo, de los siete años, Yo fui diciendo muchas cosas para todos, prometí que comenzaría a hablar para dar algún detalle particular sobre alguna profesión u oficio. Además, las palabras que Yo digo sirven para todas las profesiones y oficios, pero diré algunas palabras sobre los dirigentes, pero los dirigentes de las instituciones obreras.

Aquí y en todo el mundo, son contados los dirigentes que están a la altura de su misión, no hace falta muchas palabras para decir lo que Yo pienso de ellos.

Partamos de la base que los amo a todos, partamos de la base que si digo alguna palabra no es nada más que para hacer resaltar la dignidad esencial de la persona humana. Ahora, hay muchas clases de dirigentes y según los países, pero hablando en general Yo diría que hay dos grandes grupos de dirigentes: aquellos que llegan trepando, es decir ejerciendo un poder demagógico sobre sus hermanos del mismo trabajo, y como ésta preocupación de dirigir, porque a todas las personas les gusta dirigir, incluso a aquellos que parecen tímidos y pusilánimes, siempre encuentran a algunos a quien dirigir. Es posible que el hombre que sea tímido y en la calle parezca que es incapaz de decir una palabra fuerte, pero seguramente quiere dirigir en su casa y tal vez dice palabras que no las diría en ningún lado.

Es decir, hasta en las criaturas se ve, cuando pueden tomar un poco de espacio al otro, enseguida empiezan a mandar. Ahora, dije que en general Yo veía dos clases de dirigentes: aquellos, como dije que llegan en forma demagógica, prometiendo tantas cosas y diciendo tantas cosas, pero en el fondo utilizan a sus hermanos y una vez encaramados en el poder, desde allí siguen ejerciendo un poder demagógica, pero les importa muy poco todo lo referente a sus hermanos. Es decir, éste, al que me refiero, sería el dirigente gremial sin toma de conciencia, que difiere del que tiene conciencia de lo que hace porque usa para llegar medios adecuados, justos, prometiendo aquello que puede dar, sin falsas expectativas y amando de veras a sus compañeros, pero son contados, muy contados.

Es decir, vamos a ilustrar un poco lo que les estoy explicando, el que sube y llega arriba sin tener conciencia de lo que hace termina pisando a todos sus hermanos, en una forma delicada, sutil y los utiliza para sus objetivos, ganando sueldos exorbitantes y haciendo que justifiquen todos sus gustos, porque el dirigente tiene que tener sus comodidades, tiene que tener sus ventajas, tiene que tener sus medios de comunicación para que pueda cumplir mejor con los hermanos del gremio. ¿Cuántos hay de éstos?, la mayoría. Mientras que aquellos que son honestos se desviven por sus compañeros, tratan de lograr conquistas sociales en una forma coherente, estudiando las situaciones, cuidando de no excederse en el poder y se lo conoce especialmente por estar siempre cerca de los que sufren. Porque no hace falta darle medios a los que sufren, los que sufren necesitan la presencia del jefe, que los anima, que los reanima, que los está continuamente levantando para continuar con su tarea.

Es un poco simple el planteo que les hago, pero todos los ejemplos que ustedes pueden encontrar participan de un tipo de dirigentes o del otro tipo de dirigentes. Yo he planteado, digamos, los dos aspectos ideales pero dentro de esos hay matices, hay matices dentro de los demagogos y hay matices también dentro de los que aman a sus hermanos para lograr con ellos conquistas sociales muy grandes.

No quiero hacer nombres porque si hablo para todos los hombres sería embanderarme con alguno, pero saltan a la vista dentro de la humanidad quiénes han sido los dirigentes gremiales que realmente han logrado conquistas sociales que valieron la pena y que realmente fueron edificando todo un mundo; porque, si bien es cierto que los poderosos se abusan, también es cierto que los que luchan por las reivindicaciones sociales muchas veces están casi de parte de los poderosos porque desde alguna forma quieren ser poderosos ellos también.

El poder es casi diríamos como una droga, que se nota la persona, se la conoce plenamente, muy plenamente cuando tiene poder, antes no. Y allí donde ejerce el poder, sea colectivamente, sea en pequeños grupos o sea a nivel familiar, se nota que el poder puede marearlos o no, puede hacerlos santos varones o crápulas de cuarta, que si bien están encaramados, se mantienen en esos lugares por la demagogia en las palabras que usan.

No se olviden: si hay poderosos que se abusan, también es cierto que los dirigentes de todas las agrupaciones sociales no están a la altura de lo que deberían estarlo, salvo excepciones. Además, el que es consciente hace tomar conciencia a los demás y de esa manera hace tomar poder a toda la masa de los que forman un gremio, una asociación o lo que sea. Es decir, quien está al frente de algo y tiene conciencia de las cosas, plena conciencia de las cosas, va formando todas las bases para ir haciendo crecer a todas las personas. Los poderosos no quieren que los que están debajo crezcan, pero si los de abajo crecen y exigen sus derechos en forma honorable, en forma adecuada, todo se resuelve pacíficamente y empieza el entendimiento entre los hombres. Porque nadie es tan maldito como para no dialogar con alguien que viene en son de paz y de diálogo. La palabra maldito la uso en un sentido especial, nadie hay maldito, es decir, hay hombres que están desubicados.

Yo creo que esto necesita tal vez una ampliación, que vamos a ir dando a medida que aparezcan otras profesiones. Porque el dirigente honesto, el dirigente que realmente quiere a sus hermanos, es un hombre que va humanizando a todos, los humaniza plenamente, entonces sus propuestas y sus avances son siempre seguros, sobre bases firmes.

Yo creo que está claro todo esto, sobre todo porque ustedes diariamente comprueban. Ahora, los gremios tienen los dirigentes que se merecen, en el sentido de que deben ilustrarse lo suficiente como para no elevar al poder a aquellos que los perjudicarán y harán que no avance la sociedad como debiera avanzar.

A medida que pase el tiempo iremos ampliando todas estas cosas.

Dice Nuestra Madre, la Virgen:

Me gusta como cantan, me gusta el entusiasmo que ponen para decir todas las cosas, me gusta, me gusta, me gusta.

Piensen siempre que un cántico, dicho con la voz que sea, es una alabanza al Señor y al Señor le agradan especialmente las alabanzas. Además, todos participan y todos ponen su corazón a cantar. No hay que pensar nunca si mi voz alcanza o no alcanza, yo tengo que hacer cantar el corazón.

¿Ustedes saben que cuando estén junto al Padre estarán siempre en una situación de alabanza constante?, ustedes dirán: ¿toda una eternidad de alabanzas?, y Yo les digo: nadie se cansa de estar con quien quiere, nadie se cansa nunca cuando está con alguien que quiere. Si aparece, humanamente hablando algún problema, es por las limitaciones humanas, pero el que ama de veras nunca se cansa de la compañía del ser amado.

Y Mi Hijo y Yo no les proponemos un tiempito, algo, no, les proponemos el amor para siempre. Entonces, piensen, si tengo una pequeña satisfacción cuando entonan un cántico, ¿qué será cuando estén delante del Padre y gocen de las delicias que representa estar en la Bienaventuranza Eterna, junto al Padre, los Ángeles y todos aquellos que amamos?.

Es hermoso el panorama que les presento, Mis queridos. Cuando la vida los toque un poco y no están tan bien como debieran o como quisieran, piensen: esto es por un tiempo, a mí me espera el amor para siempre.

Amén.