Cuando el hombre alaba al Creador atrae sobre sí todas las bendiciones, todas las bendiciones que pueden imaginarse. Mensaje del 05 de Septiembre de 2001
Habla Artemio:
Está Jesús entre nosotros ya, está todo harapiento con una túnica gris, toda llena de lamparones, es decir, toda rota, se ve parte de su cuerpo debajo, sus pies están ensangrentados, como si recién le hubieran clavado los clavos, sus manos también, sus heridas están frescas en su frente y por lo que se ve sobre el hombre derecho de la túnica rota se ve un poquito de blanco que es el hueso que tenemos sobre el hombro que lo tiene sin carne, cuánto le dolerá al Señor tener ese hueso ahí ¿no?, la herida más, que más le duele a Él., y pensar que cuando nos hacemos un rasguños ya nos duele a nosotros, tiene un hueso pelado Él, lo acompaña su Madre, la Madre Teresa, hay tanta gente acá dentro, está todo lleno de gente, todo lleno, hasta detrás mío que nunca se ponían acá también hay.
Te escuchamos Señor qué querés decirnos esta noche. Hoy es día 12 de Septiembre del 2001, qué querés decirnos Señor esta noche, perdón, 05.
Dice Jesús:
Me gusta cómo has resumido todo esta noche y no has equivocado una palabra porque no has dicho ni una demás, ni una de menos, así es tal cual como lo dijiste, pero Mis queridos para entender bien todo esto tenemos que llenar nuestro corazón de fe, mucha fe, que nadie se preocupe cuánta fe tiene si es mucha o es poca, lo mucho o poco lo digo Yo en todo caso y Yo regalo la fe.
Nunca se pregunten si es mucha o poca la fe que tienen, no, estén como a la expectativa a ver si eso crece o así está bien, quién dio la medida de lo que debe ser la fe, cuánta fe, está bien que digan: hay que tener mucha, está bien, pero es un problema que no debe preocupar, no debe preocupar. Si cada uno deja o pone su corazón a hablar entonces no les debe preocupar la cantidad de fe porque cada uno lo hace desde su ángulo y como puede.
Mis ropas andrajosas así llenas de agujeros también tienen un simbolismo, ¿saben cuál?, Yo no podría traer otra ropa cuando durante el día y días anteriores se sufrió tanto, cada uno sabe dentro de su corazón cuánto sufrió y Mis manos y Mis pies sangran así porque en la palabra lo han leído, que todo viene, todo lo bueno viene con el derramamiento de la sangre, en el sentido que nosotros lo decimos: no derramar sangre injustamente.
Pero ustedes se preguntarán: ¿pero no fue una injusticia lo que hicieron con vos Señor?, el Hijo debía morir muerte de cruz y derramar su sangre, creen que en el camino del calvario y en el huerto y en la cruz Yo derramé por lo menos dos litros y medio de sangre pero Mis queridos, hace dos mil años que estoy derramando sangre, porque no fue allá en aquél tiempo nomás, siguió después, sigue todos los días, en este momento también.
El símbolo de la vida está saliendo… (se dio vuelta la cinta)…, el símbolo de la vida está saliendo por las partes de Mi cuerpo y todos vuestros dolores, vuestras angustias y tu sangre se une a esto para la redención de los hombres.
Ustedes me dijeron recién casi gritando que me aman y Yo les digo en silencio cuánto los amo al ver que sale Mi sangre por las heridas. ¿Ustedes saben lo que es tener un hueso pelado?, bueno sobre Mi hombro está un hueso pelado, produce dolor ¿verdad?, cuando a ustedes les duela algo unan ese dolor al Mío y me van a ayudar a redimir a los hombres. Nunca consideren que lo de ustedes es poquito o mucho o lo que sea, ustedes dénmelo, que la medida de si es poco o mucho lo digo Yo. Alguno cuando escuche o lea esto dirá: pero que tremendo es que alguien sigue derramando su sangre y siga sufriendo por los otros, cuando piensan eso Mis queridos acuérdense de esto: cuánto los amó Mi Padre, a cada uno de ustedes, por eso Yo padezco lo que padezco, por eso siguen sangrando Mis heridas.
Piensen cuánto los amó Mi Padre y los ama y piensen cuánto los ama Mi Mamá por el hecho de que me ve a Mí sufrir así y está feliz a Mi lado, porque ella como dicen ustedes que dijo la Madre Teresa: el dolor es amor y el amor es dolor, pero ¿cómo es posible que ustedes viendo esto me sigan?, Yo les digo por qué, el hombre sobre la Tierra sufriría lo mismo de alguna manera, el sufrimiento junto al Mío tiene un sentido, el sentido de la liberación total de tantos y de la redención de la raza humana, no se entiende fácil ¿eh?, que tenga uno que derramar la sangre para que el otro esté bien, es como una madre ¿vieron?, que no come la fruta para que la coma su hijo y tal vez se queda con hambre para que su hijo se alimente, ¿por qué?, porque le ama.
Y así en todo, en todo, en el orden natural, las plantas, los animales, descubran todo lo que late en las plantas y en los animales, descubran, porque van a encontrar cosas tan maravillosas, tan maravillosas, van a ver el orden que imprimió Mi Papá en todas las cosas, muchas se pueden ver a simple vista, otras no, pero ya a simple vista se puede ver mucho, ese orden que Mi Papá usa en todo cuando allá en los primeros tiempos miró todo y dijo que todo lo había hecho bien, con orden. ¿Quién entendiendo esto bien se puede negar a querer restablecer el orden?, la palabra orden tiene a veces malas interpretaciones según como se usa pero éstas están usadas en el orden divino.
Hombres de todas las latitudes, de todos los lugares, redescubran o descubran a la naturaleza, a toda la vida animal, a todo lo que hay sobre la Tierra, hasta las piedras que se gastan en el río para formar las arenas, redescubran todo para encontrar el orden de nuevo. Ya sé que el maligno tiene sus planes siempre para echar a perder muchas cosas pero, pero ustedes saben las artimañas del maligno para defenderse de ellas, no le den cabida, no se dejen entusiasmar por las cosas fáciles que él presenta porque él simpre te va a presentar algo fácil para que vos lo tomes, es como si te presentaran una bandeja con masitas, siempre hay alguna más vistosa que la otra y si uno puede se sirve esa y el maligno hace lo mismo con las cosas y los acontecimientos de la tierra, te pone adelante lo que a vos te gustaría más tener entonces te hace caer, pero no es cuestión de tenerle miedo, si estás tomado de Mi mano y de la mano de Mi Mamá ¿a quién le podés tener miedo?, no exageren el miedo al maligno ¿eh?, porque sino están poniendo un poquito en duda toda Mi fuerza, que él esté siempre esperando el momento para hacer de las suyas, sí, pero ustedes no le den lugar, no le den lugar.
Han visto por la paz que sienten en este momento, sienten sobre ustedes como si estuviera descendiendo una, no sé si llovizna o qué, pero los tiene como casi adormecidos, no es cansancio Mis queridos, es Mi gracia que los está cubriendo.
Cuando el hombre alaba al Creador atrae sobre sí todas las bendiciones, todas las bendiciones que pueden imaginarse.
Acostúmbrense incluso a alabarlo cuando las cosas no salen como uno quería, es decir porque a ustedes les parece que así no debería ser pero alábenlo lo mismo al Señor, a Mi Padre, a Mí y al Espíritu Santo, porque después de esa alabanza viene ese estado especial como tienen ahora ustedes y también las gracias que necesitan.
Mis queridos, valoren la sangre que sale de Mis heridas porque es vida, cúbranse con ella porque reviven, reviven.
Y ahora te diría una cosa que, hoy tenés más que oportunidad para ver Mi cuerpo físico porque todas las roturas que tiene Mi hábito y no mirás y sé que es, no porque no te interese, sino porque a medida que pasa el tiempo tu mirada de amor se hace más pura y entonces tiene más pudor para mirar pero debés hacerlo ¿sabés por qué?, porque vos sos testigo de todo esto, muchos verán pero vos ves especialmente y los demás deberían hasta contabilizar cuántos bellos tengo porque forma parte de Mi cuerpo, este cuerpo que es humano y es divino, el Hijo de Dios y Dios mismo, pero tu mirada no baja para mirarme todo.
Por supuesto que has visto Mi cuerpo desnudo lleno de heridas y moretones y
de todo, pero siempre cuando uno mira de nuevo ve más.
Me parece que cuando ese sacerdote te dijo que tuvieras en cuenta nada más que cinco heridas en Mi cuerpo porque se sobreentendían las otras, no, hay que tenerlas en cuenta a todas porque todas me duelen y es la primera vez que lo digo, ¿por qué me duelen tanto Mis queridos?, que Yo siento con tanto gusto, no porque sea masoquista que me guste sufrir, no, es porque los amo, pero Mi amor no se dedica solo a ustedes, en este mismo momento estoy en los neuro psiquiátricos, estoy en las cárceles, estoy en los hospitales, estoy con las viudas y los viudos y los niños enfermos y los sanos y todo, esto no se puede entender todavía con la mente humana, cuando estén en la plenitud de la Bienaventuranza Eterna eso se entenderá cómo es posible que esté en todos lados.
Yo podría dejarles el posa manos o el piso con algunas gotas de sangre pero ¿hace falta?, y la sangre que sale de tus heridas, algunos las tiene en cuenta viste pero el resto le da una importancia relativa, no importa. Yo hace casi siete años que vengo aquí y no despierto tanto interés, lejos sí, cerca no, ¿y sabés por qué es, porque no les intereso?, no, es porque los hombres tienen temor de enfrentarse conmigo porque eso significa cambiar de vida, tomar otro rumbo, hacer otras cosas y la gente está instalada y quiere quedarse allí para que nadie los moleste pero viven padeciendo, a veces hasta lo indecible, pero están tan alto en su orgullo que cómo van a aceptar que Jesús venga seguido a pocas cuadras de mi casa, cómo van a aceptar eso y Mis queridos Mi Misericordia alcanza para ellos también, también, pero ya saben de qué forma.
¿No te parece extraño que a pocas cuadras sepan que Yo estoy aquí y no se interesen ni en preguntar por Mí?, pero entendé que tampoco se interesan por el hermano que vive en la casa de al lado y algunos ni se interesan por sus hijos que sufren horrores ni se interesan por sus padres que padecen una falta de amor total, si no se interesan por esos seres que hasta instintivamente deberían interesarse ¿se van a interesar del Hijo de Dios así todo lleno de heridas, sufriente?.
Te has puesto a pensar si alguien tomara conciencia de repente de lo que estoy diciendo qué ocurriría ¿eh?.
Yo creo que por esta noche es suficiente ya, hemos hablado, tal vez vuelva
mañana, si me quedara algún lugarcito, no en Mí sino en vos ¿no te gustaría que habláramos mañana, tarde y noche?, ¿no te gustaría?, aunque no hablemos tanto, algunas palabras nomás, hablamos siempre pero digo así personalmente ¿no?, porque a veces viste no me doy cuenta Yo dónde termino y dónde empezás vos. Pesada la cruz ya sé, pesada, pesada, pero si Yo te diría que te la saco de arriba vos ¿aceptarías?, no, aunque centuplicara el dolor y Yo te diría si querés cambiarlo ¿lo aceptarías?, no.
Mi querido, y esto lo hago extensivo a todos los hombres de la humanidad, el alma humana es como un tanque de gasolina que se prende fuego, no se lo puede apagar, arde hasta que se consume totalmente.
Por eso, hay que ayudar a que en la conciencia de los demás empiece a parpadear, que es como encender un fósforo e irlo acercarlo lentamente a un tanque de gasolina, les propongo eso, hombres de todas las latitudes, que ya vuestra conciencia parpadea enséñenle a los demás, enséñenle.
Amén.