Que esperan hombres de todas las latitudes para escuchar la palabra del Señor, si quieren leer la Sagrada Escritura pues bien, tienen todas las soluciones pero también el Señor se fue anunciando, fue anunciando en sus Mensajes y Yo también y serían cosas más actuales y renovadas y que servirían de mucho o serviría para todos, sin embargo nadie las tiene en cuenta, no les conviene.
Mensaje del 04 de Julio de 2001
Habla Artemio:
Hoy es 04, 04 de Julio, día de Santa Isabel de Portugal.
Señor, estamos acá, no somos muchos pero otros estuvieron esta tarde también haciendo su oración, es decir, cada uno hace como puede.
Nos preocupa Señor todo, las cosas que pasan en el mundo, todas las cosas que comentamos pero Yo no sé qué es peor Señor, si uno piensa en las guerras que hubo en este siglo, toda la gente que murió, la primer guerra mundial, la segunda, la tercera, es decir la de Vietnam y la otra del Medio Oriente, la diseminación de gérmenes que van a traer enfermedades a la corta o a la larga, yo no sé que es peor Señor, si esa libertad que tienen algunos para hacer las cosas o esas masacres terribles de hombres que se matan como si fueran moscas.
Es posible Señor que este siglo sea el que más sufrimiento tiene por todas las guerras que padeció y está padeciendo, las guerras y las guerrillas, ahora, no solamente tenemos que mirar el amor humano sino también tenemos que mirar toda la destrucción de la Tierra en cuanto a animales, plantas, es decir, el hombre no está solamente en guerra con el hombre sino que está en guerra con las cosas también y eso nos duele, nos preocupa, nos preocupa tantísimas cosas, que tal vez vos después nos digas algo sobre todo eso, pero yo quiero decirte gracias Señor por todo lo que pasó en este día, Señor, un gracias tan grande como el universo mismo Señor.
Sabés Señor, el asunto es éste, uno habla con seguridad y le da seguridad a una persona y uno a veces no es que tema en vos sino que teme porque uno es un ser humano, darles expectativas hermosas a alguien y después si no ocurriera así que salto al vacío Señor cuando uno le asegura a alguien: todo va a salir bien, porque la palabra de uno tiene un valor, vos hacés todo Señor pero uno es el que dice las palabras, entonces uno supone y supone bien que vos no lo defraudas o directamente si ves que las cosas no van a ir por ese lado no le hacés decir las palabras que uno dice, pero no es fácil Señor, no es fácil, por supuesto que nada es fácil, ya lo sé, pero todo el sufrimiento del hombre aterroriza Señor,
aterroriza, aterroriza.
Quede claro entonces Señor cuántas son las gracias que le damos, abarca de acá hasta los confines de las galaxias, gracias Señor, gracias por todo y que las cosas continúen bien Señor y que todo continúe bien, por lo que se sabe públicamente y por las cosas que quedan en silencio, acá dentro, entre las personas y yo, gracias Señor, muchas gracias.
Y también Señor, alguna disculpa hace falta ¿no?, porque no es que uno te ofenda ni nada pero a veces te dice las cosas un poco fuerte, pero yo no quiero hablar más Señor porque cuando estás vos delante yo hago un papel muy, muy feo, no me sale nada, por eso que hablá vos Señor, da tu Mensaje Señor.
Dice Jesús:
Vos decías recién que había algunos nada más aquí adentro, otros habían estado por la tarde, otros durante el día, otros trabajando en su lugar sin venir pero haciendo muchas cosas, Yo voy contabilizando todo lo que se hace y me parece hermoso todo, es hermoso todo, es hermoso.
Yo no miraría tan en forma pesimista las cosas que pasan, si miramos los dos mil años de Cristianismo y si queremos mirar más atrás aún la historia el mundo vivió sufriendo siempre atrocidades, este siglo también las vivió pero siempre se vivieron atrocidades. Ahora, pero tienen que distinguir las atrocidades diferentes, hay algunas como en una guerra donde un bando y el otro bando y tratan de destruirse pero en forma genuina, cada uno dispara su arma para destruir al otro directamente, esa es una forma, que me parece horrible, pero es menos horrible que las otras formas de destrucción de los seres humanos.
Vos citaste los ejemplos de las grandes guerras pero si se tienen en cuenta todos los abortos que se hacen diariamente o la gente que se muere de hambre no sé con qué quedarme, en la guerra la muerte es directa, se tira a un blanco para destruirlo pero y si revisamos todo el submundo donde diariamente miles y miles de niños son tirados o muertos de hambre o muertos por la falta de amor, esos seres que han muerto tenían su proyecto de vida también, tenían que cumplir con una misión en la Tierra, tenían que hacer su proyecto personal y aquellos que los engendraron los destruyeron o bien por ejemplo todos aquellos que directamente creen hacer bien las cosas pero que destruyen a todos los que tienen cerca, es lo que hablamos el otro día que repetí varias veces y voy a seguir repitiendo, todos los que obstruyen el camino para llegar hasta el Señor, hasta llegar hasta la palabra.
Entonces, pensamos en cosas malas y pensamos en las guerras, ¿y la guerra contra la vida diaria?, ¿y la guerra en contra del amor diario?, ¿y la guerra de la destrucción, de las ilusiones de tantísima gente?, ¿y la desesperanza y el desconsuelo de un país como éste en el que viven?, donde parece que no existieran hombres capaces para organizar nada. Existen y hay montones pero están en las sombras, no pueden surgir, no se los tiene en cuenta.
Vayamos a un ejemplo práctico y lo que digo en este momento puede escandalizar a muchos, Yo no lo discuto, puede escandalizar a muchos, entendemos que existe en la República Argentina un lugar en la pampa gringa donde un señor, vos, recibe los Mensajes de Jesús, de María, de los Santos, es decir, está en contacto permanente con lo divino, no alguna vez, no una vez por mes o de tanto en tanto sino diariamente, las veinticuatro horas porque quien dice otra cosa dice mal, tu contacto con la Divinidad es de las veinticuatro horas, bien. Entonces, si yo me coloco en el lugar de cualquier hombre que tiene la cabeza puesta sobre sus hombros para pensar ¿no tendría que preguntarme y responderme: si en la pampa gringa, Jesús se está manifestando, y está dando un Mensaje, por qué no escuchamos lo que dice?, ¿por qué no le tenemos en cuenta las palabras que está diciendo?, ¿o hay que pagar la propaganda y todo lo que se hace como para tener el rating?.
Ustedes hablaban esta noche de ciertos programas de televisión donde habría que coronar a alguien que es la estupidez humana, pero de esa estupidez humana que muchos sacan grandes réditos, perfecto, sigamos con nuestro planteo, alguien escucha Mensajes en medio de la pampa gringa, se llame como se llame, si yo tengo la cabeza sobre los hombros repito, me acerco a preguntar: ¿qué dice el Señor sobre cómo solucionar los problemas?, porque el problema fundamental es muy simple, hay una crisis de autenticidad y nadie es genuino, nadie es certero en sus cosas porque todo el mundo vive engañándose, ¿no sería hora ya que políticos de fama, hombres de negocios, economistas, se acercaran y preguntaran: Señor, cuál es la salida?, ¿dónde está, que no la vemos?.
¿Ustedes no creen que sería hermoso que aquellos que tienen en sus manos las
riendas del poder preguntaran al Señor qué hacer?, podrían preguntarlo a lo largo de toda la historia pero no, cada uno sigue sus propios intereses mezquinos y no lo que corresponde, ¿o acaso creen que el Hijo de Dios y Dios mismo no tendría respuestas maravillosas para decirles como organizar una comunidad, un país?, pero no podemos preguntarle al Señor eso, porque el Señor va a pedir cuentas de muchas cosas y sobre todo ¿mmm?, teniendo en cuenta que Mi Mamá aquí aparece con el nombre de Nuestra Señora de la Justicia y muchos lo que menos quieren es que prevalezca la justicia.
Si me hicieran preguntas concretas sobre los temas que se les ocurriese Yo les respondería y les daría temas puntuales para organizar pero nadie quiere, no les conviene, más se demoran las cosas más río revuelto, más posibilidades de corrupción y de llenarse los bolsillos, pero qué cosa más ridícula, el Hijo de Dios, Dios mismo habla y ya hace rato que hablo, van a ser siete años, ¿a nadie le interesa qué puede decir el Hijo de Dios?, no les interesó hace dos mil años porque dice San Juan: vino a los hombres y los hombres no lo reconocieron y ahora estoy otra vez viniendo a los hombres a través tuyo y los hombres no escuchan, sí, muchos escuchan, muchos pero se lo guardan en su corazón como un sueño posible dentro de años, temen hablar, temen decir.
Los métodos o las formas o las actitudes o lo que quieran que Yo podría darles los escandalizaría, ¿por qué?, es muy simple, porque nadie quiere soluciones, quieren que las cosas se empeoren más para sacar sus ventajas, ¿o acaso ustedes creyeron que las formas para organizar los países están dadas por las formas de gobierno que ustedes ya conocen?, cuántas otras formas habría para organizar los países y los gobiernos, cuántas formas habría, pero ¿qué ocurre?, el corazón del hombre está cerrado y no puede escuchar las palabras del Señor y el Señor tiene palabras de vida, palabras de vida eterna por un lado y palabra de vida para organizar toda una comunidad y darle sentido a la vida y a las cosas.
Cuánta hipocresía, cuánto cinismo, hablan de que este país tiene generaciones perdidas, bueno se perdieron generaciones pero ahora tienen al Hijo de Dios que les habla y les molesta lo que pueda decir porque tienen que dejar su posición de privilegio para empezar a vivir de otra manera, pero tengan un poco de paciencia Mis queridos, no tanta y ya van a ver cuántas cosas van a cambiar, todavía no las solucioné todo pero cuántas cosas van a cambiar.
Dice Nuestra Madre:
¿Quién se hizo eco de los Mensajes que ya en el 96 Yo he dicho?, en el 96 dije cosas tremendas, tremendas sobre la liberación del hombre, sobre la formas de organizar montones de cosas, hubo publicaciones que leyeron gente notable y sin embargo no fueron escuchadas, vuelve a repetirse el Evangelio de San Juan: y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y el Verbo vino a los hombres y los hombres no le conocieron, no le hicieron caso, vuelve a repetirse la historia.
Si ustedes se ponen a revisar todas las cosas desde el 96 hasta ahora tienen todo un cuerpo de doctrina para organizar todo, para eso lo he dado y lo ha dado Mi Madre. Cuando digo esas palabras, repito lo de Mi Hijo, porque si a veces a los hombres no le hacen caso puede que le hagan caso a las mujeres, porque tienen siempre y eso no lo puede negar nadie, la facultad especial para organizar la vida diaria.
Si ustedes Mis queridos se ponen a revisar se van a dar cuenta los grados terribles de la estupidez humana cuando me hacían decir a Mí cosas espantosas que iban a ocurrir porque Mi Hijo me lo había dicho o por lo que quisieran, y nada de eso, absolutamente nada y luego cuando se dicen realmente palabras genuinas que realmente son Mensajes de Jesús y de María y de los Santos nadie las escucha vieron, escuchan otros Mensajes por allí que son livianitos,
suavecitos y que no hacen mal a nadie, donde alguien recomienda rezar por algunas cosas para construir el camino del Cielo y que se yo.
Yo desde el año 96 … ( se dio vuelta la cinta)…, Yo desde el año 96 ya les esbocé toda una mariología de la liberación del hombre, no solamente para los hombres del tercer mundo sino de todo el mundo porque que el problema es general, dividen el tercer mundo como si fueran algo tan diferente y dispar del resto, si todo depende de lo mismo, si el tercer mundo existe es porque existe un primer mundo y un segundo mundo, ahora ¿quién escuchó alguna palabra?, se hicieron eco de Mensajes terribles done había amenazas espantosas como para impactar en las revistas, en los diarios y en todos los medios masivos de comunicación pero las palabras reales donde se les habla cómo organizar una sociedad, como tener realmente una comunidad organizada en todos los órdenes, en todos los aspectos, nadie hizo caso, nadie me prestó atención pero sí le prestaron atención a cosas terribles como los días de oscuridad donde decían que Yo expresaba cosas terribles y castigos espantosos para éste y para otro, pero Mis queridos, como una Madre puede hablarle así a sus hijos y cómo puede una Madre permitir que se les castigue de esa forma.
Mis queridos, Mis queridos, hombres de todas las latitudes, de todos los continentes, es hora que se destapen los oídos, es hora que escuchen, es hora que miren, es hora que vean, tienen todas las soluciones entre vuestras manos, falta llevarlas a la práctica nada más, pero para eso hace falta humildad y ponerse a leer qué dice Nuestra Madre, la Virgen, es un personaje que vivió hace dos mil años pero tiene vigencia actual y lo peor todavía es que muchos ministros de la palabra se prestaron a ese juego sucio de poner en Mi boca palabras que nunca una Madre puede decir sobre todo pensando en sus hijos, pero si es el despropósito total, si es el hazme reír, si es el contubernio más absoluto.
Se tiene en cuenta días de oscuridad donde habría llantos y crujir de dientes y de hombres que no habría que abrirles la puerta porque y cuántas cosas, cuántas cosas terribles dijeron que Yo dije y le llevaron la atención a este profeta, al otro profeta, al otro profeta, todos profetas de la decadencia, que hablaban inspirados no por Mi ni por Mi Hijo sino que hablaban inspirados por sus propios intereses o los intereses de las congregaciones a las que pertenecían o los intereses de los grandes capitales o los intereses de las grandes organizaciones, los intereses de las grandes corporaciones del mundo, se llevaron de todas esas cosas, dijeron todas esas barbaridades pero las palabras verdaderas y que es fácil entender cuando algo es verdadero y es genuino y trae soluciones, es fácil Mis queridos y Yo las he dicho ya en el año 96, cuánto tiempo han perdido ¿no?, pero no, hicieron caso a las catástrofes, a los días de oscuridad, pero que cosa más ridícula esos días de oscuridad, qué cosa más ridícula las amenazas que me hacían proferir contra Mis hijos, como una mujer satánica, pero Mis queridos.
Es cierto, que no he hablado a lo largo de toda la historia con palabras ásperas y duras como hablé aquí, pero Mis queridos, ustedes saben que todas Mis asperezas y Mis durezas son una forma de amor que les tengo para que ustedes puedan vivir mejores y ser más felices.
Que esperan hombres de todas las latitudes para escuchar la palabra del Señor, si quieren leer la Sagrada Escritura pues bien, tienen todas las soluciones pero también el Señor se fue anunciando, fue anunciando en sus Mensajes y Yo también y serían cosas más actuales y renovadas y que servirían de mucho o serviría para todos, sin embargo nadie las tiene en cuenta, no les conviene.
Es posible que el hombre sea tan masoquista que le guste sufrir y sufrir y sufrir y sufrir pero no ir a ver donde está la verdad, si no fuera para llorar resultaría gracioso.
Ténganlo en cuenta Mis queridos, ya en el año 96 les di todas las pautas para empezar de nuevo en tantísimas cosas pero no se escucharon aún, como dijo Mi Hijo, se repite el Evangelio de San Juan: y el Verbo se hizo carne y hábito entre nosotros, vino a los hombres y los hombres no le escucharon ni nada sino que le pusieron en una cruz.
Sigan matando a vuestros profetas, repitan la historia del Antiguo Testamento, sigan matando a los profetas, molestan los profetas porque dicen demasiadas verdades que les inspiramos nosotros o que hablamos nosotros a través de ellos.
Es una pena que sean masoquistas y les guste sufrir teniendo las soluciones al
alcance de la mano y no soluciones solamente humanas, tienen todo el amor que Yo les dispenso a través de la llama de amor que sale de Mi Inmaculado Corazón y tienen toda la Misericordia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para remediarlo todo y siguen con los oídos tapados, los ojos cerrados sin saber adonde ir.
Quien tiene oídos para oír que oiga y ojos para ver que vea.
Cuánto los amo y si les hablé un poco duro esta noche es porque los amo, vuestra madre acaso, vuestra madre humana a veces para hacerlos reflexionar no les habló o les habla un poco fuerte o áspero o fuerte, pero cualquier hijo distingue cuando su madre le habla con amor, no se engañan, cualquier hijo distingue cuando su madre le habla con amor.
Amén, Amén, Amén.