La cuestión esencial en la vida del hombre es amar mucho, de cualquier forma, de cualquiera manera, a cualquier precio. Lo que acabo de decir es muy amplio, justamente por eso lo dije porque es muy amplio.
Mensaje del 16 de Junio de 2001

Habla Artemio:

Hoy es 16 de Junio del 2001.

Señor si no tuviera aceite de oliva rancio ahí adentro te limpiaría los pies porque los tenés todos llagados Señor, pero está rancio ese aceite, ya sé que tendría que haber traído otro.

Dice Jesús:

Y en el principio era el Verbo y el Verbo era Dios y el Verbo estaba en Dios y el Verbo vino a los hombres y los hombres no lo conocieron, lo clavaron en una cruz como un malhechor.

Habla Artemio:

Esa cruz que dirá después San Pablo que fue escándalo para los judíos y estupidez para los que no creen en vos Señor.

Dice Jesús:

Pero en adelante dice San Pablo: ya no habrá hombre ni mujer, ni esclavo, ni liberto, ni judío, ni gentiles porque todos serán hijos de un mismo Padre que está en los Cielos.

Veo que hace unos cuántos días que está rondando en este lugar el tema de la cruz, dijiste bien cuando dijiste que a veces la cruz es muy pesada y es dificultosa llevarla pero… (se interrumpe la grabación por el ladrido de los perros)…, cuando esas criaturas del Señor hacen ruido y molestan es porque se está derramando mucha gracia sobre este lugar y ya saben a quién le molesta mucho entonces los ladridos quieren distraerlos pero ustedes no se preocupen porque no, no hay ningún problema, la gracia es derramada igual.

Todo lo que se dijo hoy fue dictado por el Espíritu Santo, en consecuencia debe creerse, debe creerse, es así, pero ustedes tienen que comprender que las verdades deben llegar a todos pero no al mismo tiempo porque hay algunos que pueden ya y otros no escucharlas, lo que para algunos les hace vislumbrar un mundo nuevo a otros tal vez los confunde y nada está tan lejos del Señor como querer confundir a la gente pero sería tarea de los pastores ir enseñando de a poco, pero qué vamos a decir Mis queridos, si la Sagrada Escritura cuando mucho se lee oficialmente así entre los grupos, entre los seglares, hará treinta años, más, menos, según los lugares pero antes parecía un libro prohibido, fíjense después de los dos mil años de Cristianismo, pero no importa, las verdaderas cosas se miden con otros parámetros, no es cuestión de conocer tanto sino de amar mucho, ténganlo siempre presente eso.

La cuestión esencial en la vida del hombre es amar mucho, de cualquier forma, de cualquiera manera, a cualquier precio. Lo que acabo de decir es muy amplio, justamente por eso lo dije porque es muy amplio.

Después que hable Mi Mamá Yo voy a pasar por cada uno de ustedes y me acercaré y ustedes en vuestros pensamiento me dirán lo que quieren decirme, me contarán sus penas, sus alegrías, me dirán si hicieron alguna cosa que les parece que no está bien, en una palabra, así como un hijo le habla a un padre, a un compañero, a un amigo, díganme lo que quieran, no se demoren tanto, pero no les quiero poner tiempo y cuando terminan el diálogo conmigo para que sepan que me voy a otra persona, digan: sea alabado Jesucristo, esa será entonces la señal que indica que paso a otra persona.

Tengan un diálogo franco y pídanme todo lo que necesitan aunque Yo ya lo sé pero me gusta que me lo digan, esto que hacemos aquí esta tarde vale como confesión y absolución de todos los pecados, no solamente recientes sino de toda la vida, se los dice el que es sumo sacerdote, el que le dio el poder a los demás para perdonar los pecados, entonces vuestra charla o confesión o lo que quieran de hoy tiene el poder de perdonar todo, absolutamente todo, aunque de muchas cosas no se acuerden, no hace falta enumerar tanto, Yo los conozco demasiado bien, no enumeren tantas cosas pero esto, ésta absolución tiene una validez de Indulgencia Plenaria.

Dice la Virgen María:

No falta mucho para que haya novedades sobre el Templo pero ustedes piensen también que teniendo en cuenta la situación dramática que viven tantos hablar de construir así quedaría un poquito chocante ¿no?, entonces ya va a haber novedades, no se impacienten, ya va a haber novedades sobre todo eso, porque ustedes también comprendan, cuando ven en algunos otros lugares esos grandes Templos seguramente no creerán que Yo los mandé a hacer así grandes y tan lujosos ¿no?, noo, eso no es obra Mía, eso es obra de los hombres ¿eh?, que quieren hacerlo pero no, Yo no, Yo no quiero esos gastos tan grandes en un país que está tan deprimido en todas las formas, ya habrá novedades, ya habrá, cuando el Señor disponga todo se va a hacer pero para que eso ocurra tienen que pasar otras cosas antes.

No quiero demorarme porque lo que va a hacer Mi Hijo hoy, de esta forma, dándoles la Indulgencia Plenaria, que Yo recuerde nunca lo hizo sobre la Tierra, así que acuérdense de decir cuando terminan de hablar con Él: alabado sea Jesucristo, entonces sabe que va hacia la otra persona. Aprovechen esto Mis queridos, porque si ustedes supieran la cantidad de Gracias que se está derramando sobre esta casa y sobre este lugar y sobre cada uno de ustedes llorarían de emoción.

Yo me acerco a cada uno con Mi Hijo para acompañarlos y también la Madre Teresa llevará su cirio como lleva siempre, también hoy estará acompañándonos Mi Esposo José, y por supuesto ustedes saben como son los chicos, los Ángeles, van a estar revoloteando por todos lados, es una forma de decir, ellos no tienen alitas, ellos son espíritu puros.

Habla Artemio:

Jesús se levanta, los mira a todos, si ustedes pudieran ver la mirada de Jesús se
sentirían tan bien pero hagan como si la estuvieran viendo.

No se demoren tanto para darle lugar al otro hermano para que diga sus cosas también.

Jesús empieza por I, ... (se corta la grabación)….

Dice Jesús:

Quiero decirles algo más, esta bendición y esta sanación les acompañará para siempre, piensen que estoy aquí sentado pero también estoy dentro de vuestros corazones.

Habla Artemio:

En este momento se levantan flores del piso, toda clase de flores, como para ponerse a tono con tanta gracia, hay flores de las más extrañas, no son flores conocidas, la mayoría son blancas, hay también rosadas. Todos están observando.

Jesús se levanta, levanta su mano y dice en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.