Mensaje del 07 de Diciembre de 2001

Dice Jesús:

Mi corazón está acongojado por todo el desorden que hay en este suelo. Si alguien se hubiera propuesto en hacer un desorden así, tal vez no lo hubiera logrado. Mi corazón está lleno de congoja porque cuando el sufrimiento es tan, pero tan grande y ese sufrimiento es provocado por los que mandan, es doble el sufrimiento.

Si alguien sufre por una enfermedad determinada o por otros motivos, pero cuando se sufre así en masa… Yo lo dije ya, este país siempre anduvo a contramano, este país por la Misericordia no paga sus pecados, pero toda su historia se mueve entre injusticias. Ustedes dirán otros pueblos también, pero ahora estamos hablando de éste. No conviene edificar sobre la sangre derramada por los hermanos, y aquí hay mucha sangre derramada en mucho tiempo, desde la época de la conquista y seguimos con que todo es injusticia, tras injusticia. ¡Cuándo piensan terminar con tanto desorden!. Se habla de que estos países del Sur son la esperanza que tiene el Cristianismo; bonita esperanza pueden tener en estos países así organizados donde sólo el diez por ciento de las personas vive, pero tampoco vive normalmente. Si las personas de este país tuvieran que pagar las injusticias que cometieron sus antecesores… pero Mis queridos Mi Misericordia alcanza para todo… pero ya falta muy poco para empezar a edificar, pero Yo les hablo a todos los que tienen poder, en todos órdenes, y no hago excepción de la Iglesia que siempre tuvo una posición muy cómoda dentro de la República Argentina. No todos, pero muchos coquetearon con el poder, y el poder de turno muchas veces no fue muy santo que digamos. Eso no se resuelve pidiendo perdón, los errores cometidos hay que remediarlos.

Saben que estoy ausente en este país. Estoy ausente del gobierno, de todos los que mandan. O ustedes creen que a Mí me basta que los que mandan asistan al Tedeum el 25 de Mayo; pero y las leyes que rigen.

Ustedes creen que a Mí me convencen esas manifestaciones de fe que en la práctica no se ve nunca. Es cierto que los hombres andan por caminos torcidos, pero los hombres que deben decir una palabra que puede ir construyendo se callan, salvo excepciones pero dichas con palabras tan elevadas y tan sibilinas que todo sigue igual.

Yo me he propuesto decir basta pero no mandando destrucciones sino inundando todo con Mi Misericordia. Por que esta Argentina que se jacta de ser católica, pero de católica no tiene nada, recibirá Mi Misericordia. Yo no aparezco en este lugar de la pampa gringa como una figurita decorativa. La redención llegará y llegará por la Misericordia y será tan grande que aquellos que andan por caminos torcidos que se sostengan bien porque serán tumbados por el amor… Yo les prometo que los males no durarán tanto… se sentirán invadir por Mi Misericordia y el Espíritu Santo soplará muy fuerte. Y los que tienen conciencia que no distinguen los verdaderos valores tendrán que enmendarse delante de sus hermanos.

Les pido una fe muy grande, una esperanza sin límites y un amor que supere todo.

Amén.