Mensaje del 27 de Noviembre de 2001
Habla Artemio:
Nuestra Señora no está vestida como siempre. Está vestida como Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
Dice Nuestra Señora:
Soy la Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, pero siempre soy la Virgen María. Hoy vengo así porque es el día en que se conmemora esta fecha, y entonces por eso Mis atuendos son de la Medalla Milagrosa, Inmaculada Corazón de María de la Medalla Milagrosa. Es decir, en todas las advocaciones tengan en cuenta que por más que sea Nuestra Señora de la Salud, Nuestra Señora del Buen Viaje, Nuestra Señora de la Dulce Espera, siempre soy la Inmaculada Concepción de la Dulce Espera, la Inmaculada Concepción de la Salud, y así en todo, y también nuestra Señora de los Dolores, Inmaculada Concepción o si quieren llamarme Inmaculada Concepción del Espíritu Santo, pero siempre Inmaculada Concepción. Siempre, en todas las advocaciones, Yo Soy la Inmaculada Concepción. Podría decir que no es así cuando se me venera como Virgen Niña, para que quede esto claro.
Ahora bien, se pone demasiado énfasis en Mis advocaciones, y entonces la gente se fanatiza un poco con la Virgen que tiene en su lugar: Nuestra Señora del Valle, de Itatí, de Caacupé, de Luján, y así. ¿Está bien eso?. Yo no me quejo si me aman mucho, solamente que no quiero que confundan las cosas. Más allá del nombre particular que me dan, soy siempre la Virgen María. Entonces es un error decir, por ejemplo, que la Virgen de Luján es muy milagrosa, o la Virgen Desatanudos, etcétera, porque eso es no entender todo esto.
Yo, la Virgen María, soy la intercesora de todas las Gracias delante del Señor. ¡Yo no hago ninguna gracia!. Yo presento Mi intercesión ante Mi Hijo para que El de las Gracias, por eso es que se me dice Mediadora de Todas las Gracias, y entonces hay que expresarse bien porque la gente después confunde. Eso no es nada malo, pero hay que llamar a las cosas por su nombre.
Si Yo estoy aquí como Virgen de Luján, o Virgen de Itatí, es porque estoy en ese lugar, perfecto, pero no hay que hablar de que esta Virgen es más milagrosa que la otra. En el caso de los Santos pueden decir, por ejemplo que San Expedito es el patrono de las resoluciones urgentes, o que otro lo es de otra cosa, pero todos son intercesores, es decir que interceden delante del Señor para conseguir lo que cada uno necesita.
Pero más allá de todo eso, conviene repetir algo en este momento: no pueden convertir a todos los temas religiosos, la relación conmigo, los Santos o con Jesús, en un trueque en donde hacen una caminata a la Virgen de las Mercedes rezando tal cosa a cambio de que la Virgen de las Mercedes, que soy Yo con ese nombre, les otorgue tal cosa. El que tiene una fe ingenua y cree que todo está bien, bueno, está bien, pero el problema no es acordarse una vez de Mí, con un nombre determinado, para pedirme algo y después basta. Lo mismo pasan cuando hacen una promesa. Las promesas conviene y no conviene que las hagan, porque cuando uno promete algo debe cumplirlo, y si después no puede entonces se sentirá mal. No es que Yo lo vaya a castigar porque no cumplió. Se siente mal la persona, se castiga sola porque no cumplió.
Todas esas pequeñas cosas deben ser aclaradas porque el pueblo en general tiene que crecer en los principios de la fe. No puede ser que pasen de padres a hijos, nietos y bisnietos, las mismas cosas. Así como cambian los tiempos, así también cambian las formas de comunicarse conmigo. Entonces, esto de las culturas religiosas, cómo me toman, cómo me llaman, cómo me dicen, en esto hay mucho de palabras bastante inútiles, y tal vez muchos, si piensan en la Virgen de Luján o en la Virgen de Itatí no se dan cuenta que es la Madre de Jesús y eso no está bien porque es una fe tomada con alfileres.
Ustedes tienen que tener una fe profunda e ir acercándose todos los días a la verdad, para ustedes y para transmitirlo a los demás. Después, las devociones que tengan dependen del gusto de cada uno. Yo no me voy a enojar ni les voy a poner cara fea si me hacen un conjunto de oraciones de una forma, de la otra o de la otra. Nunca vayan a pensar eso, porque Yo lo que miro es el corazón de ustedes cuando me dicen algo.
Además, tienen que pensar en que hay diferentes tipos de conciencia en cuanto a esto: una conciencia ingenua, una conciencia primaria, también hay una conciencia crítica y una conciencia verdadera de las cosas. La conciencia ingenua es la que prevalece en la mayoría de la gente. No está mal, pero si se tiene una conciencia crítica o una conciencia plena es mejor.
Yo no le puedo pedir a un hombre que sale del monte, en Catamarca, que tenga una conciencia crítica en base a la Madre que va a ver, pero a ustedes debo pedirles una conciencia plena respecto a Mí. No pueden estar tratando conmigo sin conocer las cosas como realmente son. ¿Entra esto en el nivel de pecado?. ¡No, nada que ver!. Solamente que el niño dice palabras de niño, el adolescente de adolescente, el adulto de adulto, entonces, ¿ustedes son niños, adolescentes o adultos?. Entonces hablen de acuerdo a la edad mental que tienen, llamen a las cosas por su nombre.
Nuestra Señora de los Dolores, Inmaculada Esposa del Espíritu Santo, Inmaculada Concepción, como quieran, perfecto. No falta mucho tiempo, falta muy poco para que aparezcan multitudes, y esas multitudes van a querer preguntarles cosas a las personas. Artemio va a poder ver a muy poca gente porque de lo contrario lo destruirían por la cantidad, pero están todos los miembros del grupo de oración, a los que la gente les va a hacer preguntas. Entonces tienen que prepararse para las preguntas que les van a hacer, y esa preparación tal vez no se logre tanto de los libros como preguntándole a Artemio en algún momento determinado, cuando lo consideren oportuno sobre las diversas cosas.
Porque después se van a ver en apuros cuando tengan que responder, o bien responderán de una forma relativamente cierta y eso es una pena. Ustedes tienen el lujo de estar junto a la Madre y ustedes no pueden ocupar el lugar de alguien que no conoce de la Madre las cosas. Entonces organícense, y a veces en lugar de rezos u otras cosas establezcan un diálogo y cada uno canalice todas las preguntas que quiera canalizar. Yo he dicho, y Mi Hijo también, que Artemio no habla sino que habla el Espíritu Santo, y entonces pienso que él está autorizado para decirles lo que ustedes le pregunten, y si él no puede responder lo consultará con el Catecismo de la Iglesia.
Ahora bien, Yo no les pido que tengan en detalles, por ejemplo, cómo es el vestido de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, de Itatí, de Luján o del Valle, porque sería mucho pedirles, y si alguien les pregunta por qué la Virgen del Valle es oscura, su rostro es oscuro, ustedes deben saber que no es porque la hayan hecho así sino porque tiene tantos años que la madera se ha puesto oscura. ¿Ven?. Son cosas simples, pero pueden dejarlos descolocados. Si les dicen de San Martín de Porres es otra cosa, porque era de raza negra.
Es decir, por ejemplo, si vamos a ver pinturas sobre Mí, a través de los tiempos me pintaron de formas diferentes. Ustedes tienen una imagen pintada aquí. Agréguenle más dulzura, más gracia, mas espiritualidad, y esa es la imagen Mía. En este momento Artemio me está viendo con un cutis tan, tan liso, tan perfecto, que quedarían maravillados y pensarían que no tiene nada que ver con el cuadro. Bueno, pero estoy de cuerpo presente con ustedes, hablándoles, y entonces ustedes no pueden no saber las cosas. Llegará el momento en que les hagan preguntas de toda clase, y a la gente le gusta saber detalles: ¿qué calzado lleva la Virgen, que color es su vestido, se ven enaguas debajo de su vestido, el manto es siempre igual, hay estrellas alrededor de su cabeza?. ¡Y montones de preguntas más!. En todo caso, si no saben tendrán que pedir luces al Espíritu Santo para que les diga.
Pero ustedes saben que en cada país me muestran con los rasgos de ese país, pero Mi rostro es el rostro de la mujer judía y por eso el cuadro está pintado así, como Yo lo pedí. Agréguenle más espiritualidad y esa es Mi forma. Además, como ya les dije una vez, ¿ustedes creen por ventura que el pincel puede pintar el rostro no solamente Mío sino de cualquier persona?. En todo caso será algo aproximado. Ocurrió lo mismo con el cuadro que pintaron del Jesús de la Misericordia, hubo muchas discusiones sobre eso y muchas palabras y conjeturas.
¿Qué es lo que tiene el Jesús de la Misericordia que no tiene otra imagen de Jesús?. El resplandor que sale de su cabeza, todos lo tienen, pero los rayos que salen de Su Corazón, de un lado de un color y del otro de otro color no están en ningún lugar. Eso significa algo, que ustedes ya saben. Esos rayos pueden tener mayor o menor longitud, lo fundamental es que los rayos que tiene el Jesús de la Misericordia no son los mismos rayos que tiene el Sagrado Corazón de Jesús.
¿Por qué voy siempre descalza, por ejemplo, algunos se preguntarán?. Bueno porque es Mi estilo, y a veces calzo sandalias aunque ustedes nunca me hayan visto así, así como a Mi Hijo lo han visto muy pocas veces con sandalias y siempre lo han visto descalzo. Estas no son cosas tan, tan, importantes, pero hacen a lo esencial porque una abuela que quiere saber cómo es el rostro de la Virgen tal vez sea la primera y última vez en su vida que lo pregunta y entonces le dirán " Artemio comenta que él la ve de esta manera", y ella se llevará esa imagen de Mi.
Como bien dijo el poeta que vos leías allá, por tus dieciséis años, "era llena de Gracia como el Ave María, quien la vio no la pudo ya jamás olvidar". Hace referencia a una persona, pero dice de Mí que estaba llena de Gracia. La gracia da algo especial al rostro. Ustedes también tienen a veces el rostro con Gracia. Pueden tener un rostro hermoso o uno no tan hermoso, pero puede verse lleno de Gracia.
Hoy una mujer te comentaba por teléfono que ella apelaba a las energías de aquí y de allá, y vos le dijiste " señora, traduzca esas palabras de energía por la palabra Gracia y va a hablar en idioma cristiano si es lo que usted quiere. No busque el cosmos, ni la energía de los astros ni la energía que puede acaparar la persona, le dijiste busque referirse a la Gracia que sale de lo sagrado, de Mí, de Jesús, de los Santos". ¡Gracia!. La Gracia no es energía, es algo mucho más sublime. Energía tiene todo el mundo, Gracia no.
Bueno, no he tocado el tema, pero no se dejen sorprender por el tiempo que pasa. Aprendan cosas, porque mucha gente puede preguntarles cosas. Ustedes no son cualquiera, ustedes son testigos directos de Mí, ustedes han oído Mi voz en las locuciones de Artemio y entonces no pueden alegar ignorancia respecto a eso. ¡Tienen que saber!.
Sí, es cierto que en cada país me pintan con las formas de la raza de ese país, pero Yo tengo el rostro de una mujer judía, hermoso, lo reconozco. Pero no es hermoso por la forma exterior que tiene sino por todo lo que sale de adentro. Como dije antes, "era llena de Gracia como el Ave María, quien la vio no la pudo ya jamás olvidar". Hace referencia a otra persona, repito, pero ilustra muy bien sobre Mi imagen.
¿Cómo son mis manos?. ¿Cómo son mis pies?. Les van a preguntar, y entonces no pueden dejar a alguien que a lo mejor viene desde muy lejos para saber cómo es la Madre sin respuesta. Porque ya aquí no se trata de la descripción de una estatua, aquí se trata de la descripción de las manos concretas que Yo tengo, las mismas manos que me ayudaron a sacar a Jesús de Mi panza, las mismas manos que lo lavaron, lo aceitaron, lo limpiaron, las mismas manos que lo tuvieron, lo acunaron, etcétera. Y si ustedes describen bien como son Mis manos a las personas les resultará hermoso pensar en la noche cuando se acuestan, "las manos que me describieron de María son las que ahora me están acunando".
¿No les parece lindo?. Ustedes están en esto, y perdonen la expresión pero ustedes están como "enganchados" con todo esto, y el gancho es un gancho parecido al de los anzuelos, que no se puede sacar. Entonces tendrán que saber para responder. Hay gente que se lleva mucho de los detalles, porque siempre los seres humanos quieren tener algo concreto de que tomarse.
No les quiero sobrecargar la vida, no. Simplemente tengo argumentos, porque muchos, muchos más de los que se imaginan les van a preguntar sobre Mí.
¿Hace falta decirles que los quiero mucho?. ¿Hace falta decirles que estoy siempre con ustedes?. ¿Hace falta decirles que no abandono jamás un instante esta casa aunque recorra todo el mundo?. ¿Hace falta decirles que durante la noche los acuno en Mi seno cuando duermen?. ¿Hace falta decirles todas esas cosas?. ¡No, no hace falta porque saben que es así!.
Amén.
Mensaje del 27 de Noviembre de 2001
Más allá del nombre particular que me dan, soy siempre la Virgen María.