MENSAJE del 16 de NOVIEMBRE de 2001

Dice Jesús:

Hoy comenzaron cantando "no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo, no puede estar triste el corazón que alaba a Dios..."

Todo ser humano si toma conciencia de todas las cosas que tiene efectivamente no puede estar triste ¿qué es la alegría? La alegría está sólo reservada a los corazones simples, las personas humildes, las personas serviciales, las personas que siempre están dispuestas a escuchar a los demás. El principal enemigo de la alegría es el cansancio físico o psíquico, por eso quien ha tenido una jornada larga de trabajo le cuesta demostrar su alegría aunque esté alegre. La persona alegre se regocija con el despuntar del sol a la mañana, la persona alegre sabe planificar su día para que las eventualidades no perturben su estado interior. El optimismo, la alegría y otros estados son función de las glándulas hormonales, dicen los científicos, pero me parece demasiado pequeño el planteo. El que es alegre entra a un lugar y contagia a todos, sobretodo de una paz interior muy grande, porque la paz interior es una forma de estar alegre sin manifestarlo en forma ruidosa. Hay personas que ríen a carcajadas pero por dentro lloran. Quieren demostrar una cosa pero la realidad es otra. Cuando la alegría se ha esfumado del ser humano, este debe pedírsela al Señor con fuerza para que se la restituya. La alegría es un estado de conciencia donde todo está en armonía.

Perturba la alegría de todos los días aquellos que se fueron antes de este mundo y en el fondo eso de no sentirse bien por los que se fueron antes es una forma de egoísmo, dicho con todo respeto, porque es querer retener a los demás cerca de uno. Mis queridos nadie pertenece a nadie. Un niño recién nacido aunque salió de la panza de su mamá, ya no le pertenece, es un ser que empieza a tener vida propia, que es necesario cuidarlo y alimentarlo sí … pero tiene vida propia. Hay que vivir de tal forma que la muerte de los seres queridos no nos sorprenda, pero para que esto se dé hay que estar en plena comunión con el Señor, es decir… se fue antes. Es decir una persona debe reponerse en 15 días, también lo dice la ciencia, y luego empezar con todas las fuerzas que son necesarias para seguir viviendo; quiénes se quedan pegados a los que se fueron no pueden estar alegres y no pueden vivir la vida bien. No podemos quedarnos , ya nuestra vida tampoco nos pertenece. El mantener la congoja hace posible que aparezcan enfermedades en las personas. Ustedes dirán ¿pero tan desprendido hay que ser ? hay que morderse los labios, apretarse el corazón y decir: Señor, este ser que ya no tiene vida te lo entrego porque no me pertenece, nunca me perteneció y ahora menos.

Tantas veces dijimos que la vida era tan cortita como pasar la vida en un hotel, lo decía Teresa de Jesús, rumbo a la eternidad.

Si yo les he prometido el amor para siempre, ustedes saben que tienen que confiar en mí, porque nunca he defraudado a nadie, en consecuencia tendrán que pensar en que la separación es por un tiempo. Cuando se piensa en los demás y no tanto en uno, se supera mejor la pérdida de los familiares. Ya sé que somos humanos, acaso no lo demostré Yo llorando delante de la tumba de Lázaro, pero fue un momento y luego Lázaro resucitó. Y cada uno de ustedes no debe pensar que deja abandonado en un cuartito pequeño, en un dormitorio, cementerio a los seres queridos, ahí queda nada más que la envoltura física, el resto ya no está allí y aunque les parezca extraño y les haga pensar la persona que murió también está presente en el velatorio de sus restos y acompaña también sus restos hasta el cementerio como un agradecimiento porque esa fue la envoltura física de tantos años y ese cuerpo el día del Juicio Final resucitará y todos volverán a tener su cuerpo, no piensen que van a extrañar su cuerpo, porque un día lo volverán a tener más rejuvenecidos y más plenificados y permanecerán en el amor para siempre. El cuerpo descansará en paz porque ya no siente nada. Entonces ustedes dirán para que vamos al cementerio a visitar esos cuerpos, esta bien. Acuérdense que una de las obras de la Misericordia es enterrar a los muertos para que su cuerpo no sea profanado y aquellos que quieren quemarlos, yo los respeto pero no participo de esa idea. ¿Por qué querer destruir con fuego por más que lo haya pedido la persona si cuando resuciten volverán a tener su cuerpo pero en plenitud ?

El único motivo que podría quitarnos la alegría sería la muerte, pero visto desde este ángulo me da más alegría. Si yo pienso que un cuerpo está prisionero en un nicho, entonces no creo. Pero si pienso que quien murió está cerca de mí, no puedo estar triste. Despréndanse, mantengan intacto el cariño y los recuerdos lindos que tengan, pero corten esa ligazón.

¿Tendré que ir al cementerio a visitar ese cuerpo? Sí . Porque psicológicamente ayuda el ver en donde está depositado un ser querido, también ayuda llevar flores u objetos vistosos, más aún si pueden ofrecer misas. Puede uno no ir pero como se asocia la muerte con la oscuridad o lo negro, las flores de colores darán color a lo negro u oscuro, me gustaría que los cementerios estén iluminados de noche por muchos motivos. Entonces ni la muerte debe quitarnos la alegría. Huyan de la tristeza que es principio de la depresión u otras enfermedades. Estén siempre alegres.

Amén.