Mensaje del 13 de Noviembre de 2001

Dice Jesús:

Yo triunfé sobre la muerte, Yo triunfé sobre los espíritus del mal. Yo triunfé sobre todo lo malo. Confíen en Mí, que Soy el Camino, la Verdad y la Vida y quien está conmigo puede estar tranquilo de que nadie le molestará jamás.

Ahora bien, tengan en cuenta que en el momento en que puede filtrarse la duda de que Yo no los asisto, ese momento lo aprovecha el maligno para infiltrarse en vuestra casa o en vosotros. Cubran todo con Mí preciosísima Sangre, y además invoquen al Inmaculado Corazón de María para que con su Llama de Amor enceguezca al maligno y lo arroje lejos.

El maligno puede adquirir muy diversas formas y tamaños, pero siempre para perjudicarnos y hacernos todo el daño que puede. Pero si están conmigo y confían plenamente en Mí nadie los tocará.

Es importante que pensemos en todo lo que ven nuestros ojos, oyen nuestros oídos, gusta nuestro paladar, tocan nuestras manos, y entonces seleccionen todo aquello que les parece bueno para separarlo de lo malo.

Los medios masivos de comunicación, sin excepción, tienen muchas personas que incluso conducen programas con mucha audiencia, que están oprimidos por el maligno y otros hasta poseídos. Pero el maligno se encarga de presentarlos, como algo atrayente, algo que hace reír, que divierte. ¡Es muy astuto el espíritu de las tinieblas, muy astuto!.

Por eso, tengan discernimiento para ver los programas en los medios masivos de comunicación. No digan valentonamente "a mí nada me hace daño, yo puedo mirar cualquier cosa ". Los que dicen así son los primeros en caer en las garras del maligno.

Hay que estar siempre alerta, porque el espíritu de las tinieblas es más sagaz que el espíritu de la Luz y nos quiere engañar con una facilidad muy grande. ¡No se dejen engañar!. ¡Usen el discernimiento!. Si ven que vuestro discernimiento no es muy claro, entonces pidan luces al Espíritu Santo y también pidan el carisma del discernimiento. En verdad hay que pedir todos los carismas. El Señor después otorgará el que le parece conveniente para la persona que lo pide, es decir Yo veré que carismas pueden otorgarse según se beneficie la comunidad en donde la persona vive.

En la Iglesia primitiva estaba bien claro este problema. La Iglesia era una comunidad de carismas en donde cada hermano tenía algo que el Señor le había dado y que lo ponía al servicio de sus semejantes. Pero lamentablemente en los tiempos que corren algunos no quieren oír hablar de carismas. Ocurre que los carismas pueden ser tenidos por cualquier persona porque como siempre decimos el Espíritu Santo sopla donde quiere, como quiere y cuando quiere.

Y hay que desear los carismas o dones, pero partan siempre de una base: lo primero que deben tener es un amor muy grande por vuestros hermanos. Si falta el amor no hay posibilidad de tener otros carismas, y para tener ese amor tan grande por el prójimo todo tiene que estar nutrido por la humildad, madre de todas las virtudes, pero la que menos se ve dentro de la sociedad.

Es necesario que ustedes le pidan al Señor, por intercesión de Su Madre, poseer carismas, y una vez que sientan que los posean tienen que usarlos adecuadamente y con prudencia, nunca haciendo ostentación porque eso nada tiene que ver con la humildad y ponerse al servicio de los semejantes con aquellos dones o carismas que se les ha otorgado.

No se atribuyen cosas que no tienen, pero tampoco digan que no tienen las cosas que el Señor les ha dado. Y si el Señor se las ha dado, nadie puede prohibirles usar los dones o carismas ¡nadie!.

Dice Santa Faustina:

Te agradezco todo el afecto que me tenés porque es mucho. Yo estoy siempre disponible porque entre vos y Yo hay una ligazón muy grande: Jesús me da a Mí los mensajes de la Misericordia y después los continúa acá. Hasta ahora estos mensajes de la Misericordia fueron oídos por mucha gente, pero desde ahora se dará mucho más.

Se van a cumplir siete años de las apariciones aquí, el siete dentro de las Sagradas Escrituras, tiene un montón de connotaciones, un montón de simbolismos muy importantes. Es decir, y lo he conversado con Mí Maestro y Señor, que la difusión de esos mensajes desde ahora tendrá mayor importancia y serán escuchados por muchos más. ¡Aquí pasará todo lo contrario de lo que pasó conmigo!.

Ocurre que Yo era una religiosa y por todo lo que me ocurría no era tan bien vista por Mis hermanas o por otras personas que decían ocuparse de Mí. No sé cómo expresarlo pero vos jugás con ventaja, es decir que tenés predicamentos y además no tenés nadie que destruya o interprete los mensajes como se le ocurre. Quisieron hacerlo muchos, pero Nuestra Madre lo impidió y tú valentía lo concretó.

Repito : tendrán una difusión muy rápida. Porque el mundo está necesitado de la Misericordia, tal vez nunca como en este momento.

¡Alaben al Señor porque es bueno!. ¡Alábenlo porque es eterna Su Misericordia!. Y no pasen un día sin ahondar un poquitito más en la Misericordia del Señor.

El Espíritu Santo vendrá en vuestro auxilio para que las cosas se entiendan, para que puedan tener el discernimiento que corresponde.

Dice Sor Maravilla de Jesús:

Quiero permanecer en este recinto siempre que ustedes me lo permitan. El Señor me ha concedido el permiso necesario para que pueda venir hasta ustedes a auxiliarles en aquellas cosas que les hagan falta.

Tengo un especial aprecio por esta nación, y también tengo muchos devotos aquí en este lugar, en esta patria de ustedes. Por eso estoy a vuestra disposición y muy contenta de poder auxiliarles en todas aquellas cosas que ustedes me pidan.

¿Saben que me ha dicho el Señor que puedo interceder por todas aquellas cosas que parecen imposibles?. El Señor me lo ha dicho, así que acuérdense: Sor Maravilla de Jesús, para servirles en lo que ustedes quieran.

Estoy muy gustosa de participar de vuestras reuniones, de estar en este lugar sagrado, y Yo he intercedido ante el Señor por una gracia muy grande que pediste. Vos sabés a qué me refiero, y también sé de tu gratitud. También sé de cómo me tienes en cuenta.

¡Celebro estar con ustedes!. ¡Estoy a vuestra disposición!. Créanme, quiero ayudarles en todo lo que ustedes me pidan.

Amén.