Entonces, no solamente tendrán Mi personaje histórico que le presenta la Sagrada Escritura sino que me verán aquí de carne y hueso, con una materia distinta, ya sé, pero Yo te pregunto a vos Artemio, a veces se ve a través de Mi pero sino ¿vos no ves todo Mi piel, Mis bellos, todo Mi ser realmente de carne y hueso?, sí, claro, a veces ves a través de Mí porque es materia incorpórea pero, pero vos me estás mirando las rodillas ahora, y me mirás los pies que están sucios y que sangran y me mirás las manos y me mirás en esta túnica que llevo hoy, que está toda media rota, ¿por qué el Hijo de Dios lleva una túnica rota?, es largo de explicar pero no se sienten más cerca todavía de Mí si está rota la túnica. Mensaje del 22 de Noviembre de 2001
Dice Jesús:
Y en el principio era el Verbo y el Verbo era Dios y el Verbo estaba en Dios, el Verbo vino a los hombres y los hombres no lo conocen.
Vamos a decir, a aclarar que Verbo, el Hijo ¿mmm?, verbo tiene un montón de significados, es también la palabra pero cuando se habla del Verbo se habla de Mí.
Recién dijiste algo que me dio pie a Mí para decir otras cosas, algo hay que tener en cuenta siempre, Yo tengo total naturaleza humana y total naturaleza divina, en consecuencia siempre soy el Hijo de Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad, Dios mismo pero también un hombre y este hombre al que me refiero, que soy Yo, hace dos milenios que anda por el mundo queriendo decirle a los hombres que vean su humanidad, que vean que es un hombre, entonces si me ven a Mí un hombre, pero también con naturaleza divina, se da la posibilidad o deja la puerta abierta para que Yo pueda estar cerca de todos, si miráramos la historia del Cristianismo es la historia de no permitir que Yo me acerque al hombre, que sea accesible al hombre.
Entonces, con el pretexto de lo Sagrado se me aleja del hombre siempre, entonces ustedes díganme, si desde pequeñitos hacen que Yo esté lejano, difícil de acceder va en contra de las normas elementales de el desarrollo humano, es el abc de cualquiera que enseña saber que un niño se maneja con cosas objetivas, es decir tiene que ver, entonces se convence, el niño no tiene capacidad de abstracción, es decir, de separar del resto para pensarlo, por eso el concepto de Dios Padre no es fácilmente accesible a los niños.
Pero Yo soy un hombre, con todas las características de un hombre, es decir naturaleza humana y todas las características de la naturaleza divina, pero repito, a través de dos milenios se me retaceó bastante ¿no?, es decir no me presentaron como debieron presentarme sino otra sería la historia, ¿por qué?, porque si yo sé que alguien tiene naturaleza humana, que sufre, que siente, que llora, que ríe, lo veo parecido a mí, entonces lo entiendo más, lo comprendo más y si dicen que hay que tener un amigo, un padre, un compañero, pero ese compañero tiene formas humanas, es fácil, es fácil.
Alguno se preguntará: ¿por qué entonces no todos ven Mi cuerpo acá en esta mecedora?, Yo les dije desde el primer día que todos podían verme, era cuestión de que lo pidieran con todas las fuerzas de vuestro ser, porque el ver es un carisma del Espíritu Santo, saben que Mi Mamá es la encargada de presentarme a Mí los petitorios de ustedes, entonces pídanme y me van a ver.
Entonces, no solamente tendrán Mi personaje histórico que le presenta la Sagrada Escritura sino que me verán aquí de carne y hueso, con una materia distinta, ya sé, pero Yo te pregunto a vos Artemio, a veces se ve a través de Mi pero sino ¿vos no ves todo Mi piel, Mis bellos, todo Mi ser realmente de carne y hueso?, sí, claro, a veces ves a través de Mí porque es materia incorpórea pero, pero vos me estás mirando las rodillas ahora, y me mirás los pies que están sucios y que sangran y me mirás las manos y me mirás en esta túnica que llevo hoy, que está toda media rota, ¿por qué el Hijo de Dios lleva una túnica rota?, es largo de explicar pero no se sienten más cerca todavía de Mí si está rota la túnica.
Describle a tus hermanos, si no me pueden ver todavía, describle como Mi hombro derecho tiene la tela pegada a la sangre, como a vos cuando se te pega en los pies, si me duele o no ese es problema Mío, que está pegada, está pegada y a través de la túnica toda rota no solamente ves Mi Corazón sino que ves también moretones, esas son las patadas que me dieron ¿mmm?. Y este moretón que tengo a la altura del estómago es una patada que fue terrible hasta dónde entró ¿mmm?.
Deciles a tus hermanos que como en general los judíos, aunque Yo era hebreo ¿no?, no confundamos, hay mucho parentesco pero no es lo mismo, deciles cómo tengo pocos bellos en Mi pecho, deciles que tengo una hilerita de bellos que bajan hasta el ombligo, deciles hasta qué punto Mi ombligo es como el de todos, que no hay ninguna diferencia y Mis órganos genitales, ahora no los ves del todo pero también los has visto tantas veces ¿no?. Vos tenés alguna duda de que… (se dio vuelta la cinta)…, tenés alguna duda de que con la lanza me pincharon los testículos, no porque está lleno de sangre.
Vuelvo a decir, si todo eso me duele es problema Mío, no estoy describiendo para que me tengan lástima sino para decirles como soy y como, las características que tengo como hombre.
Cuando por ahí en una Iglesia, en un cuadro, me manché todo de sangre y el
sacerdote con todo su amor recogió en algodones la sangre, pobre le fue mal porque cuando se lo presentó a la jerarquía lo retaron todavía diciendo que no comunicara esas cosas, ¿por qué?, un hombre Mis queridos, un hombre como ustedes, que cambia de lugar las piernas porque se le acalambran a veces, que no mueve bien los dedos porque los clavos le cortaron algunos tendones, ¿vos viste que no muevo bien todos los dedos?, el dedo mayor en las dos manos casi no se mueve.
Pero todo eso no quita de que esté vivo totalmente porque en la cruz estuve cinco horas nada más, después me bajaron, etc., ¿no?, ves Mis bellos en las manos, nunca hablaste de Mis tetillas, viste que son como la de cualquiera, ¿por qué tendré que ser Yo distinto a los otros?. ¿A quién puede importarle como regulaba su estómago el Hijo de Dios?, pero claro que debe importarles, si yo quiero a alguien me importa todo de ese alguien que quiero che, me importa todo. ¿Les interesa saber que me gustaba mucho la miel silvestre?, casi me crié con miel silvestre, ¿y vos creés que porque era el Hijo de Dios algunas veces no me picó alguna avispa?, las avispas no conocían nada del Espíritu Santo y Yo iba a sacar la miel y ellas me, también me picaron ¿eh?. Me gustaba también comer una especie de cebolla, que no es la que conocen ustedes, otro tipo de cebolla, me gustaba sobre todo para condimentar las cosas, para darle más gusto porque me gustaba comer ¿eh?, no en cantidad pero me gustaba ¿mmm?.
¿Ustedes sabían que Yo Jesús tomaba mucha agua?, es lógico ¿no?, con el clima cálido que tiene donde vivía y adonde anduve, por todos los lugares donde anduve tenía que tomar agua, mucha. También a veces estaba descompuesto de vientre, ¿por qué no?, ¿o Yo no tengo permitido tener diarrea?.
¿Estoy jugando con la demostración de Mi cuerpo?, sí pero los que oyen tienen una idea más formada de cómo es Mi cuerpo y vos ves que tengo músculos, ya te lo dije una vez, pero no son solamente músculos de un carpintero, porque el carpintero se le desarrolla el torso, los brazos, también tengo buenos músculos en las piernas.
Yo te conté cuando anduve en países lejanos, siempre me gané el pan con el sudor de Mi frente, me invitaban también por supuesto pero Yo no les decía quien era, ahora cuando hablaba sospechaban pero no decía quién era ¿eh?.
Por eso, a vos te llamó la atención una vez, este cuerpo no es del cuerpo de un carpintero, el carpintero los miembros inferiores no los tiene tan desarrollado, Yo sí. Mis espaldas son anchas además, pero a pesar de eso Yo soy un hombre relativamente pequeño, no soy grande, a veces aparezco más grande pero no, no.
Ustedes se preguntarán: con esta descripción de sus partes físicas ¿a qué quiere llegar el Señor?, quiero llegar Mis queridos a decirles que soy un hombre como ustedes, pero también con naturaleza divina y si soy un hombre como ustedes que llora, que ríe, que tiene que untarse las axilas con hierbas del campo como dije en el 96, ¿te acordás?, para oler mejor ¿mmm?, ¿no les parece que cuando esta noche se van a acostar por ejemplo me van a ver accesible, me van a ver tocable, me van a ver que soy igual que ustedes Mis queridos?, que el Padre, por eso empecé: en el principio existía el Verbo, el Padre me envía a la Tierra y me hace realmente participar de vuestra naturaleza, ¿quién mejor que Yo puedo conocerlos a ustedes?.
Por eso, si sufrís, si llorás, si reís, si estás alegre, si te duele la panza, si te duele un pie, etc., contámelo, decímelo, porque me pasó a Mí también, ¿no te parece hermoso esto que estamos haciendo, de que vos puedas trasmitirle a los otros Mis formas físicas?. Hay una cosa que no conocés de Mí, ya te lo dije una vez, los codos, bueno, ahora los vas a conocer, son como los tuyos, como los de cualquiera, un hombre.
Hermanos Míos, queridos Míos, amados Míos de todas las latitudes, con esta descripción así rápida de Mi humanidad quiero dejarles el Mensaje de que si sienten un dolor Yo también lo sentí, si sienten una pena Yo también, si les duele algo a Mí también me pasó, y todo esto ¿para qué?, para estar más cerca tuyo, para que me cuentes tus cosas, me digas tus dolores, tus alegrías y me digas todo lo que quieras y veas hasta qué punto Yo puedo comprenderte, decime, ¿sería lo mismo contarle a Dios Padre que te duele un juanete?, no, porque ni Moisés lo vio a Mi Papá. ¿Y vos que viste de Mi Papá?, no digas otra cosa, viste solamente una Luz muy fuerte, no digas otra cosa porque no viste otra cosa y del Espíritu Santo se siente la influencia de Él, puede ser risa, puede ser llanto, puede ser frío, puede ser calor, puede ser cualquier cosa que pueda ocurrir en el cuerpo y que se note que sea diferente a lo que siempre ocurre, pero tampoco no lo podés tocar, sentís que está en tu pensamiento, que te ilumina para bla, ba, bla pero no lo podés tocar.
¿Le vas a contar al Espíritu Santo que te duele algo?, sí, porque me lo estás contando a Mí, porque también Él es Dios, pero Mi Mensaje de hoy es mostrar Mi humanidad, para que todos me vean cerca, me toquen, ¿por qué en la canción dicen que tienen que verme en la multitud, en medio de este, del otro?, tan cerca de Mí, eso es lo que Yo quiero, estar cerca de todos, ¿para qué?, para amarlos, ¿para qué?, si uno ama a alguien quiere para ese alguien lo mejor y Yo quiero para todos los hombres lo mejor, estén dentro del Cristianismo o fuera, ¿o acaso aquí no vino Golda Meier, Mahatma Gandhi, Martin Luther King?, ¿o alguno se le ocurrió pensar que personas así no estarían cerca de Mí maravillosas como fueron?.
Concluyendo Mis queridos, concluyendo, soy un hombre, acérquense a Mí, así como se acercaron ayer, es decir Yo me acerqué a ustedes pero ustedes también a Mí o el sábado y de noche por ejemplo cuando se van a acostar, como pueden pensar tantas cosas ¿no?, pero piensen que estoy Yo allí y recuéstense sobre la herida de Mi costado, pueden tocarla también, no es tan honda, pueden recostarse sobre Mi pecho, donde quieran, otras veces pueden hacerlo a los brazos de Mi Mamá, es lindo volver a ser un niño en los brazos de la mamá, suena difícil eso de refugiarse adentro de Mis heridas, y algunos dicen: oh pero éste le duele, bueno si no quieren refugiarse adentro, recuéstense encima y van a ver el sueño placentero que tienen y van a ver cuántas cosas lindas sienten, porque Mi naturaleza humana, repito una y mil veces más, es humana y es divina, che, no cualquiera se acuesta en el costado de Dios ¿eh?, vamos.
Artemio, vos que decís que discutimos seguido, que a veces no estamos de acuerdo, pero cuánto nos amamos ¿eh?, tenemos puntos de vista distintos a veces, sobre todo en los tiempos, vos sos muy apurado, eso es, por eso discutimos a veces y estamos siempre bien porque nos amamos, que lindo ¿no?.
Contale a los demás, contale todo lo que se siente cuando uno está cerca del Señor, contale, contale todo lo que sentís y entonces todos van a querer estar cerca y va a ser más fácil pedirme cosas y darme gracias y alabarme, todo, contale a los demás, contale.
Amén.