Les repito, no es cuestión de coronilla o no coronilla, es cuestión de que hay cosas fundamentales que no se entienden, es decir, deben tomar conciencia que cuando ustedes, los hombres, hablo para todos los hombres, se acercan a la mesa de la Eucaristía, esa mesa a la cual se acercan y reciben el Cuerpo del Señor, Mi Cuerpo, tiene que obrar como algo contaminante, en el sentido de que después de esa comunión deberían hacer todos lazos de fraternidad donde todas las personas deberían mirarse de otra manera, con afecto, con todo el cariño posible, mientras así ocurran las cosas, la Eucaristía no tiene ningún valor, mal que les pese a muchos.
Mensaje del 11 de Marzo de 2000
Habla Artemio:
Hoy es el día 11 de Marzo, sábado a la tarde, del 00.
Dice Nuestra Señora:
Mi alma engrandece el Señor y se alegra Mi Espíritu en Dios Mi Salvador, porque fijó los ojos en la pequeñez de su esclava. En adelante todas las generaciones me llamarán Bienaventurada.
Atendiendo a la petición de este día la llama de Mi Inmaculado Corazón se ha extendido por todos los continentes pero especialmente ésta América, éste país y éste pueblo, aunque a ustedes puede parecerles exagerado pero gran parte, para no decir todos los problemas que tiene la humanidad, se solucionan si son puestos bajo el patrocinio de Mi Inmaculado Corazón y si ruegan que la llama de fuego que sale de Él lo abrace todo para corregir todo aquello que no está bien.
Y es importante en todos los órdenes saber qué está bien y qué no está bien y cuando uno no pueda discernir pida luces al Espíritu Santo porque cuando se espera una transformación tan grande de montones de cosas en el mundo, entonces hay que vivir como si uno estuviera al margen de lo que piensan los demás, porque la mayoría está tan habituado a ciertas estructuras que acepta todo y dice: y bueno, y bueno, pero hay que tener la valentía de lo inédito y buscar soluciones a los problemas con metodologías, ideas y todo lo que pueda ser creativo, porque tal vez no se haya usado antes.
Entonces, eso por supuesto irrita a muchos, irrita, pero debe hacerse porque el Tercer Milenio debe empezar a brillar de otra manera de cómo están todos los hombres en el pueblo del mundo. Y es cierto que el Señor derramará Gracias en abundancias pero también es cierto que hay necesidad de que los hombres se las pidan, porque alguien que pide por algo es que está buscando la solución de algo.
A veces puede parecer que Yo me refiero a lo material solamente pero tengan en cuenta que nunca puedo referirme a algo nada más, todo está incluido, nada se puede separar, es cierto, que ante un hombre que tiene el estómago vacío Yo no le puedo hablar de la grandeza del Señor porque no me creería, pero cuando ese hombre llenó su estómago puedo hablarle de la grandeza del Señor y me va a creer, pero cuando le esté hablando de la grandeza del Señor ya no me voy a acordar de la comida que llenó su estómago.
Entiéndanlo esto, forma parte de una escala de valores, hace falta la comida para el estómago y es un valor la comida, pero cuando le estamos hablando al hombre de la entrega, del amor al Señor y todo eso, sabemos que está ubicado en una escala de valores mucho más elevada. Nadie rechaza nada, todo es importante pero cada cosa en su lugar.
Que esto quede claro, no es menos santa la comida que la palabra pero hay que distinguir que no es lo mismo.
Dice Jesús:
Junto a la llama de amor de Mi Mamá Yo también hago llegar la llama de amor que sale de Mi Corazón, toda la sangre, el agua y toda esa Luz tremenda que ahora a ustedes los está cocinando por el calor que produce.
¿Saben una cosa?, días atrás alguien de importancia en este pueblo pidió a los feligreses rezar la Coronilla del Jesús de la Misericordia y ninguno de los presentes que ellos se consideran y muchos los consideran como los privilegiados o que lo saben todo, no habían oído nunca hablar de la coronilla, ¿ustedes me podrían explicar qué significa esto?. Porque hay olvidos que son fácilmente perdonables pero que aquellos que dicen saber mucho sobre Mí y me aman y no sé hasta están dispuestos a dar su vida por Mí no conocían todavía qué era la Coronilla. Saquen ustedes vuestras propias conclusiones.
Aquí se han repartido ya más de trece mil quinientas imágenes del Jesús de la Misericordia donde está la coronilla pero el 98 por ciento de esas imágenes… (se dio vuelta la cinta)…, esas imágenes si fueron repartidas fueron justamente a personas que no están dentro de ese grupo que cree ser selecto del Señor, si tomaran conciencia de eso no creo que podrían menos que llorar ¿eh?.
Yo estoy al final de la Avenida como el Jesús de la Misericordia pero es tan poco la atención que despierto, tal vez algunos piensan que si tuviera los rayos sería mejor, no, es igual, alguien me colocó allí y nadie quiso reconocer que quien pone una imagen y ya no está dentro de ningún partidismo y mucho más siendo Mí imagen, ni por casualidad se me ocurre decir que Yo puedo maldecir a este pueblo porque me ignora olímpicamente, ocurre que a veces la gente se maldice a sí mismo cuando ante hechos evidentes y notorios no toma determinaciones como corresponde. Que no echen las culpas al Señor, porque en todo caso las culpas son de ellos.
Han visto ustedes estados en la persona tan torpes como negarse a dejar entrar dentro de sí Mi imagen porque tiene algo diferente a las otras, que es lo que hacen los ministros de la palabra.
Yo les pido que piensen largamente sobre esto, porque revela tantas cosas dolorosas pero tantas que sería para llorar a gritos, aquí no es cuestión de saber la Coronilla o no, la cuestión fundamental aquí es que hay una cerrazón, una soberbia y un orgullo proverbiales que hacen no que el Señor castigue ni mucho menos, porque esa no es Mi tarea, la gente se castiga así mismo con su estupideces, con su ignorancia, que pena Mis queridos, que pena.
Se los digo con mucho dolor, mucho dolor, más de lo que ustedes puedan imaginarse.
Les repito, no es cuestión de coronilla o no coronilla, es cuestión de que hay cosas fundamentales que no se entienden, es decir, deben tomar conciencia que cuando ustedes, los hombres, hablo para todos los hombres, se acercan a la mesa de la Eucaristía, esa mesa a la cual se acercan y reciben el Cuerpo del Señor, Mi Cuerpo, tiene que obrar como algo contaminante, en el sentido de que después de esa comunión deberían hacer todos lazos de fraternidad donde todas las personas deberían mirarse de otra manera, con afecto, con todo el cariño posible, mientras así ocurran las cosas, la Eucaristía no tiene ningún valor, mal que les pese a muchos.
Si la Eucaristía no produce el fermento de una comunidad donde la gente se ama, se ayuda, se protege entonces esa eucaristía no sirvió para nada, absolutamente para nada, fue un rito donde las personas creen que han cumplido, por supuesto que siempre hay alguien que cumple en el sentido de que empieza a ver diferentes las cosas o ya entró a la Iglesia viéndolas diferentes, pero en general Yo digo: no aprovechan las gracias y la riqueza extraordinaria de lo que es Mi Cuerpo, símbolo de unidad, símbolo de armonía, símbolo de paz, que pena Mis queridos, qué pena.
Cuando hablamos hace muchos años y Yo decía y Mi Madre también: que este lugar era tierra de misión, ustedes se dan cuenta una vez más por qué lo decíamos, todo aquí está por hacerse aún, todo, todo.
Ustedes dirán: cómo si somos así vos has elegido Señor este lugar para
manifestarte, donde es evidente que las resistencias deberían ser enormes, ahora, el Señor tiene siempre en sus planes, ustedes creían, cuando el imperio romano dominaba y estaba en todo su esplendor, ustedes creían por ventura que en ese corazón del imperio romano iba a estar muchos años después la mayor Iglesia de la Cristiandad donde vive Mi representante, el Papa. No es solamente este ejemplo, hay montones de ejemplos similares o parecidos, pero razonen un poquito, en el corazón de la corrupción ahora brilla el Templo más grande de la Cristiandad.
Tal vez pase por vuestra mente la idea de que no todo está bien dentro de ese Templo y tienen razón, pero a medida que pasen los días y los años ya se irá purificando.
Dice Emiliano Tardiff:
Mis palabras deben expresar algo sobre los Mensajes que fueron dando aquí Jesús y su Mamá.
Yo fui uno de los primeros en el mundo que tuvo en sus manos los Mensajes de la Virgen y de Jesús que daban en este lugar y lo tenía siempre sobre mi escritorio como algo muy querido, porque el Espíritu Santo me decía que en esas páginas estaba el germen de montones de cosas maravillosas. Ustedes no lo saben pero hay mucha gente en América Central, sobre todo en esos lugares tan terriblemente pobres, están mirando de lejos hacia este lugar esperando, esperando, mientras tanto confían en las promesas de Jesús y de su Madre.
Si ustedes tomaran conciencia de cuántos están mirando hacia acá, pero mucho tiempo antes, hablo de años yo, mucho tiempo antes de estas comunicaciones por Internet, desde aquél entonces ya muchos empezaron a armar su vida con la esperanza de que a medida que pasara el tiempo se iban a ir cumpliendo sus sueños y también muchos pensaron: si no es para nosotros será para vuestros hijos, ¿saben por qué?, no falta bibliografía esperanzadora de todos estos temas, pero los Mensajes son diferentes, ¿por qué?, porque el ser humano pida o no pida la presencia del Espíritu Santo para entender tiene una especie de olfato espiritual para las cosas verdaderas y autenticas, aunque sean muy alfabetos o jamás hayan oído nombrar nada de esto, tengan esa certeza: los hombres ante algo verdadero tienen una especie de olfato especial, como una forma de Espíritu Santo implícito para entender con el corazón lo que ni por casualidad pueden entender con la mente.
Teniendo en cuenta todo eso de tantos que miran hacia este lugar, sea Mis queridos una forma para que haya mucha armonía entre ustedes, ¿no creen que ya es hora de dejar de pensar en ustedes y pensar en función de Jesús y de María?, ¿no creen que ya es tiempo?, por supuesto que hay que seguir con la lucha cotidiana pero no tengan miedo de ninguna clase porque todos los problemas se solucionan cuando con uno está el Señor y su Madre.
Que esto les quede claro y que sea motivo para olvidar las pequeñas cosas y los sufrimientos de todos los días y pensar: a través de estas personas podemos tener algún día los sueños realizados, no hace falta que les diga a ustedes porque son todos muy criteriosos, que es tener una cruz muy pesada sobre el hombro, ya lo sé, pero ¿no es maravilloso llevar esta cruz pesada?. Aquí si viniera alguien y les pidiera que se la regalasen ustedes no se la regalarían, ustedes saben que están haciendo la historia, pero no la historia común sino la historia de la salvación del hombre, no lo olviden ¿eh?.
Adonde vayan y hagan lo que hagan, sientan que sale de ustedes un montón de luz y de calor, que los demás seguramente no verán pero sentirán su influjo, miren a las personas, cuando se tiene el deseo muy explícito de favorecer a alguien, solamente con una mirada profunda ya se le puede dar un montón de bendiciones y solución a sus problemas.
Deben ser en el mundo la luz que disipa las tinieblas, deben ser en el mundo el agua que calma la sed, deben ser la hierba fresca y tierna que alimenta a los animales y sirve de refugio a las aves silvestres.
Que vuestra mente abarque así una totalidad de maravillas, porque tienen el derecho de pensar y creer en todas esas maravillas. La palabra del Señor no se dice nunca en vano, cuando el Señor dice: esto será así, ni se les ocurra pensar que será de otra forma, pero el Señor como ya lo saben necesita de cada uno de ustedes para que le presten vuestras manos, vuestros pies, vuestra mente, vuestro corazón, todo vuestro ser, porque Él habla a los hombres a través de los hombres, a través de ustedes; dirán: no se ve en la práctica, claro, desde el punto de vista del razonamiento no se ve en la práctica pero en una proyección superior, quien recibió una mirada de ustedes tiene en su corazón como un dardo clavado, que es el germen del amor, es el germen de un mundo distinto al que estamos viendo.
Mediten en todas estas cosas ¿eh?, medítenlas.
A esta Casa vengo siempre porque aquí me quieren, aquí me aman, aquí me tienen en cuenta y yo también los tuve en cuenta a ustedes siempre porque sobre mi escritorio allá en Santo Domingo, estaba sobre mi escritorio repito los Mensajes de vuestra Señora y de Jesús y nunca ni por casualidad se me ocurrió dudar de ninguna palabra allí contenida, nunca.
Amén.
Habla Artemio:
Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor…