Esto hay que pensar para sentirlo o hay que sentir para pensarlo. Todas las cosas tienen un alma interior, dicho entre comillas o dicho sin comillas donde apuntan siempre a una armonía universal que en todo caso no es nada más ni nada menos que la armonía que impuso Mi Padre al crear todo, todo aquél que se sale de esa armonía produce desorden.

Mensaje del 11 de Abril de 2000

Habla Artemio:

Hoy es 11 de Abril del 00.

Dice Jesús:

Toda la Tierra está oyendo estas palabras, todos esos golpes que se han hecho oír, accionando el palillo sobre el cuero, me encanta que sea así, es una forma distinta de oración, siempre el golpe es un llamado que se hace, no solamente a los que oyen con sus oídos sino a los que oyen con su espíritu y suponiendo que esto sea nada más que una expresión de deseos de vuestra parte y no se concretara ya sería grandiosa, pero como no es una expresión de deseos en vuestro corazón está vivísimo el anhelo de que los hombres puedan mirar el sol, ese sol que debió siempre salir para todos pero siempre lo hizo para una pequeña minoría, pero Yo les puedo asegurar que he visto la cara del sol muy disgustada por tener que alumbrar a los que él no quiere alumbrar, porque todo el que da, incluso el sol, siente la plenitud de el prolongarse en los demás, pero cuando ese prolongarse es sobre alguien que está de una manera u otra pisando la cabeza del hermano, entonces esa plenificación del dar se vive frustrando.

Cuando digo pisar la cabeza del hermano no piensen solamente en esa actitud grosera de ponerle el pie en la cabeza a otro, piensen en las miles y miles de formas sutiles, sutilísimas diría Yo con que se quita la vida a los demás. Son formas de quitar la vida que no hace mucho ruido ni la comentan los medios masivos de comunicación ni mucho menos, porque esos medios tal vez estén en manos de aquellos que lo hacen. Ocurre que hasta en la misma naturaleza hay una inclinación continua por todo aquello que está en orden.

Esto hay que pensar para sentirlo o hay que sentir para pensarlo. Todas las cosas tienen un alma interior, dicho entre comillas o dicho sin comillas donde apuntan siempre a una armonía universal que en todo caso no es nada más ni nada menos que la armonía que impuso Mi Padre al crear todo, todo aquél que se sale de esa armonía produce desorden.

Cuidado que la armonía no es una estructura, nada que ver, sino es una armonía que va haciéndose, es un orden que va haciéndose a medida que los tiempos pasan.

Estamos cerca ya, muy cerca, mucho más de lo que ustedes puedan creer o esperar, en donde se les dará a todos los hombres las posibilidades de que les alcance Mi Misericordia, muchos se apartarán y seguirán viviendo en las tinieblas y de allí molestarán repitiéndose en la historia ya conocida por los hombres, pero todos tendrán la posibilidad de que les alcance Mi Misericordia y respetaré muchísimo a aquél que se aparte y no quiera recibirla.

¿Saben?, de un día para otro seguramente no se da, tal vez sí, tal vez no, según en qué lugar, en qué cosas, de qué manera, pero todos aquellos que durante la historia de la humanidad no pudieron florecer y dar sus frutos ahora lo podrán, siempre que ellos quieran, Yo no les impongo nunca nada, no es Mi estilo, pero todos aquellos que nunca pudieron florecer florecerán.

Cualquiera diría que Mis palabras suenan amenazantes, un Dios de amor nunca puede decir palabras amenazantes, salvo que aquél que está en la oscuridad y se regodea en la oscuridad siga queriendo estar en esa oscuridad y seguirá así la historia de la humanidad siempre avanzando hacia la plenificación de todos los hombres para algún día estar todos en esa unión donde predominará el amor.

Dije que no hay ninguna amenaza en Mí, salvo que el amor sea una amenaza pero el amor en su acepción bien amplia como la entiendo Yo y la entiende Mi Padre y la trasmite por el Espíritu Santo, tanto Mi Padre les amó a los hombres que tomó carne de una mujer y me hizo nacer a Mí y me hizo transitar por estos polvorientos caminos, caminos que cada día se van aclarando más porque se ha dicho tan poco de Mí todavía.

Entonces Mi Padre me envía a la Tierra para morir muerte de cruz y a pesar de Mis quejas y Mis reproches al Padre porque latía en Mi un corazón también humano, a pesar de Mis quejas y reproches y pedirle que apartara de Mí ese cáliz Yo sabía que tenía que cumplir con todo eso porque era la forma, la forma de pagar todas las deudas de los hombres y seguí pagándolas a través del tiempo con Mi sangre, que vos decís diariamente, montones de veces: Sangre Preciosísima.

Entonces Mis queridos …(se dio vuelta la cinta)…, entonces Mis queridos sientan Mi Pasión pero a pesar del dolor háganlo con una profunda alegría porque sino no se entendió nada, no pongan caras largas cuando me vean en la cruz, eso ya pasó, ahora estoy vivo entre ustedes, esa cruz les recuerda, es obvio decirlo, les recuerda todo lo que padecí por el hombre, pero ahora Yo no estoy en esa cruz, aunque Mis heridas siguen sangrando pero han visto ustedes que cuando las cosas se hacen por amor la sangre que sale de Mis heridas me produce un profundo placer porque es una forma de seguir dándoles el amor que Mi Padre me encomendó.

Entonces, regocíjense con todo esto porque Mi parte humana sintió y siente los dolores pero Yo cumplí con la voluntad de Mi Padre, además si todo eso no pasaba así otro sería vuestro mundo y vuestro destino.

Por qué no mirar y decir: la alegría de la cruz, esto vale para Mí pero también vale para vuestras propias cruces cotidianas, aquellas que llevan a veces muy a la vista y otras veces en el silencio de vuestro corazón.

Ustedes entienden Mi cruz porque ustedes también la están llevando y a veces hasta les parece más pesada que la Mía y les digo: en una de esas es más pesada, porque Yo estaba cumpliendo con la voluntad de Mi Padre y muchas veces, Yo diría la mayoría, las cruces que ustedes llevan, son cruces que ponen vuestros, sobre vuestros hombros los demás hombres, por eso les cuesta tanto llevarla.

¿Alcanzan a establecer muchas diferencias?. Todas las palabras que he dicho hoy dan lugar a miles de palabras y dan lugar también a leer entre líneas todo lo que quise decir, puede haber una lectura inmediata de todo esto, pero también se sobreentiende que hay muchas lecturas de todo esto.

Alégrense cuando me vean en la cruz, alégrense con lágrimas en los ojos porque todo este dolor que ven tiene una raíz y un fin, todo el amor que el Padre sintió y siente por ustedes.

Amén.