Que nadie se sienta inferior porque no conoce una oración ya hecha, nadie, porque a Mi lo que me importa es toda la interioridad del ser que eleva sus ojos al Señor, eleva es una forma de decir, dirige los ojos al Señor y esto es simplemente estar en armonía y así como el Hijo se dirige a su Padre porque Él le creó, también el hombre se dirige a Mí porque lo he creado y lo amo y en esa co relación se dan los resultados de las cosas que se piden o cuando se agradece o lo que sea.

Mensaje del 06 de Mayo de 2000

Habla Artemio:

Bueno, Nuestra Señora del Valle, está ahí en el hall, tu Madre Señor con el nombre de Nuestra Señora del Valle.

Habla Señor que tu siervo escucha.

Dice Jesús:

Seguía con atención todo lo que ustedes decían, desde el comienzo de la reunión, por supuesto que antes también pero especialmente desde el comienzo de la reunión.

Te referías a las oraciones, sobre lo que dijo Santa Faustina y la otra oración de Mi Madre y el razonamiento que hiciste que esa oración hacia Mi Madre es la oración máxima. Ahora, Yo digo una sola vez, cuando ustedes quieren pedirle algo a Mi Padre digan: Padrenuestro que estás en los Cielos, pero no propuse Yo modelos de oración, es decir, el hombre de oración que es lo que me preocupa, es aquél que va y se encierra en su cuarto, es decir, entra dentro de sí y habla con Mi Padre, conmigo o con el Espíritu Santo y esa forma de hablar puede adquirir características diferentes, es decir, pueden ser de alabanzas, de agradecimiento, impetratorias y muchas formas más, pero todo esto es importante en la medida que tengamos el hombre de oración, es decir, que el hombre tenga una actitud interior y en la medida que esa actitud es lo más completa posible sus oraciones serán mejores y más escuchadas. Y dentro de esto también hay ciertas normas, dentro de las normas de la convivencia que los hombres tienen hay ciertos patrones de conducta que se deben seguir y para hablarle al Señor, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, Trino y uno, por supuesto que también hay formas de hacerlo.

Que nadie se sienta inferior porque no conoce una oración ya hecha, nadie, porque a Mi lo que me importa es toda la interioridad del ser que eleva sus ojos al Señor, eleva es una forma de decir, dirige los ojos al Señor y esto es simplemente estar en armonía y así como el Hijo se dirige a su Padre porque Él le creó, también el hombre se dirige a Mí porque lo he creado y lo amo y en esa co relación se dan los resultados de las cosas que se piden o cuando se agradece o lo que sea.

Estas cosas las he dicho de alguna manera en muchos Mensajes, pero nunca con las mismas palabras, es por eso que las cosas que a veces se dicen iguales pero como los tiempos del hombre no son iguales producen el efecto según el tiempo de cada persona. Es decir, en el mundo, en las cosas, en el hombre nada se repite, porque algo que pasó hace un instante, aunque se haga lo mismo pero ya no es el mismo el hombre que lo hace.

Esto les esta indicando que siempre hay un continuo renacer, volver a nacer, ¿todos los días?, bueno, si quieren varias veces en el día también. Tener en cuenta estas cosas, este renacer, varias veces en el día. Por eso para el cristiano cada día no es un espacio de tiempo más, para nada, es un período lleno de acontecimientos y lleno de reacciones distintas hacia esos acontecimientos, así que la preocupación en pensar en una semana, en un mes, en un año es como alterar las cosas.

Se puede vislumbrar o se puede prever algunas cosas, pero hay que seguir el Evangelio cuando dice que a cada día le basta su propio afán, en el sentido de que no podemos estar pensando dramáticamente en mañana o dentro de un mes porque no hemos terminado este día aún.

Cuando el hombre está cerca del Señor es muy celoso de todas estas cosas, celoso en el sentido de que está viviendo cada instante como fundamental para su vida y para la de los otros. De esta manera una vida no se mide por años, se mide por la cantidad de acontecimientos y de actitudes que uno tuvo durante el día y a través del tiempo, entonces visto a un nivel del Señor, el cumplir años, sí es el acontecimiento en un aniversario de cuando uno nace, está bien, pero no nos debe quitar el sueño eso, lo que sí debe preocuparnos es cómo formamos nuestro pensamiento en cuanto a todo lo que se va viviendo en un día.

Los niños quieren cumplir años para crecer y tener ciertas ventajas en eso, no obren como niños en ese sentido porque están alterando el orden de lo que debe ser, cada día hay que vivirlo con una tremenda plenitud. Es decir, casi podría ser que un día de alguien que lo vivió intensamente, para comparar podría ser un año de quien lo vivió en forma inconsciente.

Visto así las cosas Mis queridos, hacen del hombre un ser feliz, porque cuántos hay que pensando en que tienen pocos años o muchos o lo que sea, o una enfermedad que los está destruyendo entonces no se miran las cosas bien, esencialmente bien.

Que les quede esta reflexión para este día Mis queridos, siempre esto es para todos los hombres del mundo, para todos los hombres y de todos los tiempos, todo esto es tan simple, tan entendible, sería una pena que los hombres vivan en forma compleja, difícil, por ello estos Mensajes.

Dice Nuestra Señora:

Esa oración, vos dijiste treinta y cinco, Yo creo que más, y me parece maravillosa, ahora dicha en este contexto brilla más la oración, pero brilló siempre para Mí, siempre.

Lo importante es en la oración que uno diga las intenciones que pone, después ni siquiera se les ocurra pensar en todo el bien que han hecho, que ya sé que es enorme, pero hay que vivir como si uno no tuviera conciencia de eso, hagan y sigan, hagan y sigan, es cierto, lo antes posible esa Oración tiene que ver la Luz en algún papel por supuesto, para que los demás la repitan, por su grandeza, su importancia y además porque está especialmente abalada por el Señor, Mi Hijo, por el Padre y por el Espíritu Santo, Dios Trino y uno, háganlo, háganlo, no se demoren.

Dice Santa Faustina:

Desde siempre yo vi con tanta simpatía, con tanto gusto todo esto y además cuando fue el momento de hacer conocer la devoción al Jesús de la Misericordia, aquí se tuvo todo el eco que era necesario, siempre se puede hacer más, pero se hizo lo necesario, eso me predispuso siempre a mirar muy bien todo esto y a pedirle al Señor que derramase su Misericordia sobre todos, siempre.

Porque hay un abismo entre muchos que hablan de la Misericordia del Señor y otros que empezaron a enterarse y a discernir algo de la Misericordia del Señor, pero el hombre siempre se demora en las cosas esenciales, como si eso fuera una manera de prudencia. Cuánto dolor fue, cuánto dolor ocurrió cuando por tanto tiempo esa imagen tuvo que permanecer en las sombras.

Ya el otro día les aclaré algo de esto, que el ser humano puede confundir muy fácil, pero si se le está haciendo una oración al Señor y el Señor les dio la libertad para hacerlo entonces qué puede haber de malo en una oración. Lo que ocurre que el hombre tiene una forma muy precaria de mirar todo, no voy a decir lo que tantas veces dijo mi Señor y mi Madre también, pero sí, y todos aquellos que invocando la virtud de la prudencia demoran los grandes acontecimientos están en un pecado muy grave, en base a qué demoran, en base a qué. Cualquiera pensaría que demoran algo porque no lo hicieron ellos y como viene de otro entonces ya se lo toma con pinzas o directamente no se lo toma y se lo rechaza, cuidado con eso, en todas las situaciones de la vida porque les puede pasar, es posible que no a ustedes, ya saben a quién me refiero.

Y vuelvo a repetir con toda mi fuerza que la da mi Señor, que el auxilio de la Misericordia es constante en vos y en todos y conviértanse en apóstoles de la Misericordia, que salga de vuestra boca… (se interrumpe la grabación y se corta)....