Que te parece Jesús si esta noche yo te pregunto y vos me respondés.
Mensaje del 20 de Mayo de 1999
Habla Artemio:
Que te parece Jesús si esta noche yo te pregunto y vos me respondés.
Acepta, normalmente no acepta.
Señor, que te parece por ejemplo esta noche que seamos tres acá dentro nada más.
Dice Jesús:
Yo dije ya en el año ’96 nunca voy a tener en cuenta la cantidad de personas sino con la actitud que vengan, además aunque no viniese nadie las Revelaciones tenés que recibirlas igual.
Habla Artemio:
Señor, vos ves como estamos pasando un momento de crisis porque parecería que todo el mundo habla de todo el mundo.
Dice Jesús:
Me extraña que vos que anduviste tanto entre los hombres, en tanto tiempo, no caigas en la cuenta que es muy natural todo eso, pero sería que todos tomaran con una indiferencia total las cosas. Pueden decir, pueden hablar, pueden argumentar, pueden criticar pero el que dice la última palabra siempre soy Yo.
Habla Artemio:
Sí Señor, yo de eso me di cuenta pero, pero, Señor, a veces estoy un poco impaciente por todos los problemas que vos conocés pero va pasando el tiempo, veo que los Mensajes del ’97, del ’98 no toman estado público y del ’99 tampoco. Eso no me preocupa pero porque vos hacés las cosas cuando querés pero....
Dice Jesús:
Todo a su tiempo, en este momento sí los Mensajes tuvieran estado público de alguna manera sería perjudicial, cuando esté el clima propicio ya se van a conocer.
Habla Artemio:
Vos Señor y tu Madre me dijeron que yo soy el Celoso Custodio de tus Mensajes, ¿estoy cumpliendo bien con todo eso o no?.
Dice Jesús:
Estás cumpliendo bien, pero tendrías que ser aún más Celoso Custodio. Una cosa es la opinión y otra cosa es manejarse con la palabra del Señor, eso te da derechos a decir: esto es blanco o esto es negro porque el Señor me lo dijo, que te crean o no están en todo su derecho pero vos tenés todo el derecho de decir las cosas como corresponde que las digas, es decir como Yo te las inspiro.
Está todo muy bien pero tomá mucho más en serio lo de Celoso Custodio, en el fondo nunca te convenciste de eso y sé que es por tu humildad pero tomá más en serio eso, en el sentido de que lo que Yo digo les guste o no Yo lo digo y además no digo nada fuera de lugar como para hacer ningún drama especial.
Habla Artemio:
Señor, si no debo hacerte esta pregunta vos no la contestes, no hace falta que te lo diga, ¿qué hay de todo eso en cuanto a que yo confundo a la gente?.
Dice Jesús:
Algo voy a responder, si vos confundieras a la gente no usarías toda la bibliografía y las cosas que estás usando, además tu formación filosófica te autoriza a manejar muchos argumentos que en este pueblo y en tantísimos lugares nadie puede manejar, en consecuencia pedí luces al Espíritu Santo y adelante, sosteniendo lo que Yo te voy inspirando, no tengas miedo, no tengas miedo, o acaso en todos los Mensajes del ’96 cuando lo leyó ese especialista de la revista dijo que no había una coma en contra de la Sagrada Escritura ni de los Documentos de la Iglesia. En todo el papeleo y en el dictado de los Mensajes pudo haberse filtrado una palabra que tal vez no era la adecuada, sin embargo no se filtró ni siquiera una palabra, eso te da la pauta de todo, además todos los Mensajes tienen una explicación bíblica, nada más que actualizada.
Habla Artemio:
Señor, yo tengo mucho temor respecto a toda la gente que frecuenta mi casa y para los que vienen para sanación, etc., no dudo Señor pero tengo mis reparos en cuanto a que no tengo tanta fe como para que las cosas se produzcan en forma inmediata, por ejemplo yo ayer con esa chica que tenía un ojo que no veía, lo lógico hubiese sido que esa chica se hubiese ido de acá viendo.
Dice Jesús:
Esa chica no se fue de aquí viendo porque ella verá cuando vayan pasando los días en su casa, porque de esa forma el proceso se da en base a que esa gente va a orar y entonces no va ser una cosa como caída del Cielo así de repente, que a veces puede pasar, como no, pero es necesario que la gente entre por la senda de la Evangelización, lo otro sería muy sencillo y muy fácil y hasta tendría poca gracia. La prueba está en que en casos similares después te comunican que a tantos días vio, vos habrás notado que en el caso de las personas de edad se da enseguida la visión porque una persona de edad tiene menos tiempo para esperar y trae todas las expectativas para irse de acá viendo, entonces allí la gracia que Yo derramo sobre ellos es diferente, totalmente diferente porque así lo exigen las circunstancias.
Habla Artemio:
Me acuerdo Señor que en otras épocas yo te preguntaba cosas personales y vos ves que eso no lo hago nunca desde hace mucho tiempo, no es que no me interese Señor sino me parece que no corresponde.
Dice Jesús:
Si, es cierto y me parece muy bien porque si estamos en una relación así tan diaria y tan constante entonces ¿qué puede preocuparte el mañana, la semana que viene, el mes entrante?, nada; es decir, si te estoy llevando de la mano ¿qué necesidad tenés de preguntarme adónde vamos?.
Habla Artemio:
Es cierto, antes me moría de ganas pero ahora ya no, ya no me hace nada, es como si uno Señor hubiese ido muriendo a muchas cosas, a un montón de cosas, no es que uno no le importe Señor, es como si uno se fuera desprendiendo, desprendiendo.
Dice Jesús:
Eso es lo que Yo busco y quiero, ese desprendimiento de las cosas, el no importar el mañana, porque el mañana está regido por Mí y en consecuencia podés descansar en paz.
Habla Artemio:
Señor vos ves que mi salud es buena, pero tengo que hacer un equilibrio constante Señor, tengo que andar calculando cada cosa porque puedo salirme del carril, sí, es bueno, pero tengo cincuenta cosas.
Dice Jesús:
Tu salud es buena y Yo la cuido, ahora el que hayas padecido de todo en todas las épocas eso no te ha quitado fuerzas para cumplir muy bien con todas tus obligaciones, además quien pasó por la fragua del sufrimiento tiene una respuesta distinta para el dolor de los otros. Yo te pediría mucha tolerancia con todos los que te rodean, una tremenda tolerancia y paciencia porque aquí el problema no reside en que se apruebe o no se apruebe una palabra que decís o dejás de decir vos, acá el que habla soy Yo, en consecuencia vos anotás o grabás y después comunicás, eso puede caer muy mal, mal, regular, bien, muy bien, el problema es Mío, no tuyo, totalmente Mío, además si algunas cosas pueden ser irritantes para alguien, pues bien, Yo no hablo para que todo siga igual sino para que las cosas cambien.
Habla Artemio:
Señor, todo lo que se habló anoche por ejemplo de tu segunda venida y todas esas cosas ¿no?, vos sos siempre muy disimulado y no das nunca una cosa concreta, esto igual a esto por esto.
Dice Jesús:
Claro, si Yo diera las cosas concretas y resueltas adónde estaría vuestra libertad, a este mundo hay que ganarlo peleando, de buena manera, pero peleando.
Ahora, Yo diría que tampoco te confíes demasiado en toda la oración que dicen los demás decir para los enfermos, en algunos casos puede ser, pero la mayoría aquí las cosas las hacés vos solo, absolutamente solo, la mayoría, en muchos casos no, no porque no quieran sino porque muchos no conocen, la mayoría no conoce todo lo que pasa aquí dentro.
Habla Artemio:
Señor, eso de no preguntarte nada de mí es que no me importa?.
Dice Jesús:
No es que no te importe, lo que pasa es que te has dado cuenta ya hace mucho que Yo te importo, entonces descansás en Mí y vos vas viendo todos los días señales muy claras de que Yo manejo todo, entonces vos orarás, te comunicarás, gastarás tus rodillas todo lo que quieras, pero todo está dentro de un plan, de un proyecto. Si vos te ponés a pensar las palabras que decís durante las sanaciones creo que nunca has dicho igual, a veces son parecidas pero no iguales, esa espontaneidad que tenés Yo te la he dado porque así debe ser.
Ahora bien, lo que tenés que desterrar totalmente de tu mente es el miedo, el temor, si Yo estoy detrás de todo esto, si Yo estoy dirigiendo todo esto, ¿qué miedo o temor podés tener?, todo está perfectamente calculado, ocurre que todavía vos no te has dado cuenta y tal vez sea mejor de tu papel en todo esto, tal vez todos te den la importancia que corresponde o más o menos pero el que menos se da la importancia de lo que le corresponde sos vos y a veces hasta parecería como si te desentendieras de todo y me parece óptimo porque entonces el mensaje se mancharía con cosas humanas, es decir, demasiado humanas y así no hacés nada más que repetir lo que Yo te hago decir.
Habla Artemio:
Está todo muy claro Señor, está todo muy claro y lo que no lo estuviera Señor aclaralo.
Dice Jesús:
Es importante que sepas una cosa, esto, de todo esto sabés cuál fue el comienzo pero ni por casualidad te imaginás cómo continuará todo este proceso y es mejor que ni pienses como continuará porque esa es tarea Mía. Supiste como empezó pero no sabés cómo ni cuándo va a terminar.
Habla Artemio:
Yo te agradezco todo Señor pero me da la impresión de que debería agradecerte más, alabarte más.
Dice Jesús:
Quiero que te saques de la cabeza prejuicios, en el sentido de que las cosas deben ser hechas de una manera, tu disponibilidad diaria de todas las horas, ¿no es acaso una forma de agradecer y de alabar?, y cuando te negás a veces a escuchar el teléfono o atender a una persona no es nada más que para cuidar tu salud y estar bien para seguir atendiendo a todas las personas. Yo no miro las cosas desde afuera, estoy dentro tuyo para saber cuando decís no, no quiero atender, Yo sé por qué lo decís, en consecuencia estemos en paz, que no hay nada que reprochar.
Me parece que todo esto está claro, vos dijiste que Yo me prestaba muy poco al diálogo, que vos querías siempre hablar vos pero te aviso que si querés hacer con la frecuencia que vos quieras este interrogatorio o este diálogo me parece muy bien, sobre todo tratá de enlazarlo con las personas que están presentes para que ellas también tengan una explicación a sus preocupaciones, pero cuidado, siempre Mis respuestas serán en general para que sirvan para todos y no cosas personales que tienen que ocurrir espontáneamente y no tengo por qué Yo anunciarlas porque a veces son fruto de nada más de curiosidad de la persona.
Habla Artemio:
Es cierto Señor, tal vez años atrás yo me movía de esa manera.
Dice Jesús:
No lo creo tanto, porque siempre te importó tan poco vos, tan pero tan poco que nunca trataste de que Yo te diera respuestas para edificar, porque vos sabías que Yo estaba edificando en vos.
Por esta noche creo que es suficiente. Mi Madre no va a hablar ni los Santos tampoco porque no lo consideran necesario.