Es que Yo les digo con toda la fuerza, les digo: ¿les cuesta tanto aceptar que el amor es la base fundamental de todo y que nada importante se hace si no es con amor?.

 

Mensaje del 12 de Mayo de 1999

Habla Artemio:

Dice el Padre Pío...

Dice el Padre Pío:

No crean que lo que se obró esta mañana es casualidad, convénzanse plenamente que si bien es cierto que ya he obrado milagros en estos lugares, el de hoy es un milagro especial que pueden todos comprobar y tocar y es el anticipo para la persona que me recibió en sus manos de un montón de cosas buenas, este es el anticipo, Mi rostro sangrante algún día será venerado en la Iglesia del Jesús de la Misericordia y es para quien lo posee repito, el anticipo de un montón de prodigios.

Me quedaré con ustedes porque siempre vengo, quien no puede venir a los lugares donde se los ama, por eso no faltaré de este lugar y de todos aquellos hogares que me aman.

Dice Jesús:

La última vez que estuve con ustedes les he dicho cosas muy lindas que por supuesto ustedes se merecen y hoy me ha gustado mucho como se trató el tema de la libertad, aunque por supuesto hay que seguir profundizándolo. Aquí se podría aplicar plenamente lo que decía San Agustín en cuanto a la libertad: ama y haz lo que quieras, ama y haz lo que quieras, porque detrás del amor uno nunca puede equivocarse.

Siempre teniendo en cuenta el para qué en esta tercer etapa de las Revelaciones, les digo: es conveniente que vayan haciendo nacer conceptos nuevos sobre la forma de mirar, el Evangelio y todos los temas fundamentales, no quiero borrar nada de lo que está en el Evangelio solamente quiero hacer entenderlo más porque veo con dolor que usan Mi palabra de acuerdo a las conveniencias de cada uno. Es decir, me usan para sus propios intereses, ¿ustedes ven por ventura que alguien cite mucho o cite al menos la Parábola del Buen Samaritano?, ocurre que incomoda enormemente la Parábola a muchos, a montones por eso se la obvia, se la deja un poco de lado. ¿Ustedes escuchan mucho hablar de las Bienaventuranzas?, no, casi ni se oye, ¿ustedes oyen decir con mucha fuerza como Yo saqué a latigazos a los mercaderes del Templo que habían profanada la casa de Mi Padre?, no, no conviene decir esas cosas, comprometen mucho... (se dio vuelta la cinta)... .

Entonces ¿qué es lo que pasa?, lo que ocurrió en estos dos mil años, que si bien muchos fueron fieles a Mi palabra muchos también usaron Mis palabras para sus propios intereses, para sacar partido de ellas, para beneficiarse con ellas, es doloroso todo eso pero ustedes, ustedes como grupo, como pequeño resto tienen que formarse en base a todos esos esquemas nuevos, que no son nuevos, son tan viejos como Yo, como lo es Mi Padre pero que no fueron entendidos como debieron entenderse en su momento ni ahora. Cuando tienen un poco de tiempo y quieren pensar por la noche o en cualquier momento, imagínense un poco como obrará un hijo de Luz en el Tercer Milenio, deberá ser protagonista; es decir, desempeñar roles, ustedes me dirán: ¿nos dejarán desempeñar roles?, ¿ustedes acaso ignoran que el Padre ya ha empezado a derramar sobre la faz de la Tierra cantidades inmensas de su Espíritu para que los hombres empiecen a ver por dónde corren las aguas?.

Es decir, muchos saben por dónde corren las aguas pero miran para otro lado, pero la gracia descenderá en tal forma, en tal medida sobre todos que muchos reacios a mirar tendrán que mirar porque van a ver que su propia vida está comprometida y la vida de sus hijos si por fin no aceptan de que Yo soy un Dios de Misericordia y no un Dios castigador que está esperando siempre a la vuelta de la esquina con un látigo, tendrán que mirar, tendrán que comprender, tendrán que asimilar, tendrán que programar su mente que cuando hablen del Señor tendrán que hablar del Señor de la Misericordia, como les cuesta hablar del Señor de la Misericordia, no convengo Yo como el Dios de la Misericordia, porque cada uno en su corazoncito guarda seriamente los principios de querer dominar a los demás, dominar a sus hermanos y a veces más que dominarlos aplastarlos con la suela de su zapato, cómo pueden dar cabida a un Dios de Misericordia. Quien tiene su suela de zapato siempre lista para aplastar a alguien Yo soy algo muy molesto en su vida, sumamente molesto, pero todas esas cosas tendrán que ir cambiando, si no lo hacen por ellos lo harán por sus hijos, porque si bien es cierto que no quieren dejar su lugar instalado muchos, pero mirando a sus hijos tendrán por fin que darme lugar en su corazón, si al menos no en el de ellos, en el de sus hijos.

Es que Yo les digo con toda la fuerza, les digo: ¿les cuesta tanto aceptar que el amor es la base fundamental de todo y que nada importante se hace si no es con amor?, ¿tanto les cuesta?, ¿no se dan cuenta que en el fondo los primeros beneficiados serían ellos mismos?, ¿tanto les cuesta?, ¿tanto les cuesta aceptar la Parábola del Buen Samaritano?, como les cuesta.

Hermanos, Mis queridos, Yo sé que a ustedes no les cuesta y si no son más protagonistas todavía en este momento es porque no pueden, no los dejan y les cortan los caminos, pero les puedo asegurar Mis queridos que se darán el gusto de hacerlo y se darán el gusto hasta hartarse de hacerlo, de presentarme a Mí como el Dios de la Misericordia. Créanme Mis hermanos, Mis queridos, cuánto gusto se darán de hacerlo pero en ese gusto no habrá nada malsano, sino una inmensa satisfacción porque incluso aquellos que fueron más duros y terribles en reconocer les inspirará mucha compasión verlos de rodillas clamando: Señor, ten piedad de nosotros.

Dice Nuestra Madre:

No crean que mañana me voy a privar de aparecer por aquí, no sé a que hora del día y también en Tucumán como Nuestra Señora de Fátima.

Quiero que sepan que los Mensajes que he dado en Tucumán y que aquí fueron muy conocidos están ya en el Vaticano en manos del Santo Padre y que fueron enviados a Él por el Rector del Santuario de Nuestra Señora de Fátima y está siendo estudiado por los teólogos ese Mensaje, ahora ¿saben por qué aún no tienen difusión esas palabras?, ¿quieren saber por qué aún no han dicho en forma pública esas palabras?, porque montones de Ministros de la Palabra tienen que desdecirse de lo que dijeron antes, ¿cómo pueden aceptar si antes hablaron de una hecatombe, hablaron de montones de cosas terribles que iban a suceder?, cómo pueden creer ustedes que tan fácilmente van a decirle al mundo: miren, Nuestra Madre nos está anunciando un Tercer Milenio donde la paz, la unidad, la fraternidad y la plena vigencia de los dones del Espíritu Santo serán el patrón de conducta de todos aquellos que quieran aceptar el mensaje, ¿ustedes creen por ventura que es tan fácil para esos hombres, algunos ya ancianos, aceptar de repente que la Madre del Señor les dice: nooo, ni sangre, ni persecuciones ni castigos sino mucho amor, ¿o creen que la Madre del Señor podría decir alguna cosa que ya fue ensayada cientos de miles de veces y no dio ningún resultado?, ¿podría querer la Madre del Señor apelar a la violencia de cualquier forma sabiendo que la violencia nunca dio resultado?, excepto la violencia del amor que es otra cosa.

Ustedes dirán: ¿quiere decir que habrá definiciones tremendamente importantes?, por supuesto que sí, pero ¿qué ocurrirá?, muchos así como decía Mi Hijo recién, verán con mucha alegría así como miraron la Parábola del Buen Samaritano o las Bienaventuranzas, y otros quedarán en la oscuridad y empezaran a trabajar en silencio para ir destruyendo aquello que es luminoso, aquello que es Luz. Y seguirá sobre la Tierra la lucha del bien y del mal pero a todo esto Mis queridos el bien habrá avanzado enormemente, enormemente, aparecerán otras formas de mal porque el maligno no se resigna, además el mundo no rezó tanto como Yo le pedí porque si hubiese rezado tanto como pedí lo hubiera enceguecido al maligno para que no pudiera avanzar, dicho esto simbólicamente.

Pero créanlo, así como dijo Mi Hijo: ustedes protagonistas del Tercer Milenio se darán el gusto de anunciar a los cuatro vientos con la boca llena: señores, hermanos, amigos, enemigos, ¿saben? estamos en la era de la Misericordia y lo gritarán tan fuerte que vuestras gargantas se quedarán sin voz, pero quedarse sin voz por satisfacción es de una gracia y una belleza increíble, porque cuando el hombre por gritar una verdad se queda sin voz, cientos de miles de voces lo reemplazan, porque no crean que el mundo retrocede a pesar de las cosas que pueden ver, el mundo marcha, la humanidad marcha hacia esa unión en la totalidad, que falte mucho tiempo, sí, por supuesto, pero la humanidad marcha hacia la unión en la totalidad y todos aquellos que disfrutan tanto con el mal verán que sus ilusiones terribles se estrecharán y sus dientes crujirán como si masticaran piedras.

Que hermoso Mis queridos si las palabras que dijo Mi Hijo esta noche y que dije Yo pudieran mañana tener estado público, pero no se preocupen, todo a su tiempo, todo, todo a su tiempo. Aquí delante de ustedes está el Padre Pío y ustedes también se acuerdan que este hombre, elevado ya a los altares como Beato hace muy pocos años que fue vilipendiado, menospreciado, que fue prácticamente destruido hasta por sus propios Hermanos, ahora tienen que verlo en los altares y tragar la saliva amarga de la derrota, saben que es una satisfacción enorme no ver como tragan la saliva amarga sino ver como el bien a pesar de todo siempre triunfa y aquello que decís diariamente sobre el proyecto que el Señor tiene con cada hombre que es un proyecto de amor y todo proyecto de amor termina bien, para cerciorarse de que realmente es así y si quieren ya diariamente pueden cerciorarse de todo eso.

Confianza Mis queridos, esperanza Mis queridos, tienen montones de signos para creer, tienen montones de signos para tener esperanza, tienen montones de signos para saber que el amor es superior a todo y hasta hoy nuestro amado Padre Pío ha mostrado su Misericordia, quien tiene ojos para ver que vea y quien tiene oídos para oír que oiga.

Mi Hijo los amo desde el ceno de su Padre, los siguió amando por milenios, los amó en el ceno de vuestra Madre como le dice al Profeta Ezequiel: los señaló con su dedo y los llamó a ustedes por vuestro nombre y los siguió amando y los sigue amando y los seguirá amando por toda una eternidad, ¿no es este un motivo suficiente como para no leer las malas noticias o escucharlas y creer ciegamente en que el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo inundarán la Tierra para darles a los hombres las oportunidad de ser mejores?.

Amén.