Yo valoro todas las cosas que hacen para pensar en Mi calvario y en Mi muerte pero antes de hacer esos sacrificios cruentos, es decir, derramando sangre y a lo mejor al hermano que está cerca no se lo tiene en cuenta no tiene ningún valor, tendrán que modificarse muchas cosas, muchas, que no hacen a lo esencial pero que serán más auténticas.
Mensaje del 03 de Abril de 1999
Dice Jesús:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue no anda en tinieblas”
Todavía la humanidad, el conjunto de todos los hombres del mundo tiene sus formas de conmemorar Mi Pasión y muerte, y por supuesto que Yo respeté en cada una de las épocas las costumbres de la época en que se vivía, la época en que vivían, pero a medida que pase el tiempo tendrán que modificarse algunas cosas. No hay necesidad de que tapen a los Santos con un trapo, no hay necesidad que tapen las imágenes porque se confunde a la gente, alguien que entra a un Templo y ve las imágenes tapadas puede sentirse un poco mal y además no hace falta que se tapen las imágenes, a medida que pase el tiempo se tendrá que tomar conciencia de que muchas costumbres hay que ir modificándolas.
Yo valoro todas las cosas que hacen para pensar en Mi calvario y en Mi muerte pero antes de hacer esos sacrificios cruentos, es decir, derramando sangre y a lo mejor al hermano que está cerca no se lo tiene en cuenta no tiene ningún valor, tendrán que modificarse muchas cosas, muchas, que no hacen a lo esencial pero que serán más auténticas. Siempre hay que ir a lo que es esencial; es cierto que la cruz debe recordar siempre Mi pasión y Mi muerte y el derramamiento de Mi sangre, por supuesto que sí, pero en estos días en montones de lugares, la mayoría, se besa a un Cristo muerto, tanto que algunas personas consideran que no pueden contar conmigo mientras Yo esté en este estado. Una cosa es conmemorar fiestas y hacer rituales y otra cosa es confundirse totalmente.
Si las imágenes son una representación Mía, de Mi Madre o de los Santos, ¿qué mal hay en que en estos días estén descubiertas?, ¿por qué taparlas?, que feo queda, pero esas son cosas simples. Yo creo que hay que ir siempre a lo concreto, si los seres humanos nos quedamos con una imagen tapada o directamente con algunos rituales de esta semana, mientras los hermanos están en una situación terrible, ¿qué valor tiene?, en la medida en que pongan al hermano en mi lugar están conmemorando toda Mi Pasión porque Yo he muerto por cada uno de esos que están sufriendo, he derramado Mi sangre y la sigo derramando.
Quiero decirles con todo esto, como les recalqué el Jueves Santos: ¿qué debe distinguirlos a ustedes?, debo distinguirlos en que se aman unos a otros y esa forma de amar tiene que manifestarse en obras, en eso se distingue que son Mis seguidores, después o al mismo tiempo sanan los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos, que es una consecuencia del amarase entre ustedes, no confundan. Es mucho más fácil rendirme honores dentro de una Iglesia que visitar al hermano enfermo, que preocuparse por la guerra, es más fácil decir un Padre Nuestro delante de Mi cruz que pensar en el vecino, en el de la otra cuadra, en el del otro continente, en todos los hombres de la humanidad, es más fácil, pero ¿qué es lo que ustedes quieren, ser auténticamente cristianos o quieren seguir repitiendo cosas que son estériles?. Ustedes dirán: pero hay muchas personas, incluso de muchos años que necesitan ciertos rituales para poder vivir mejor la Semana Santa, no menosprecien a las personas de muchos años que a veces entienden más que ustedes, no menosprecien a nadie, además, nunca por nada del mundo piensen que los demás no pueden entender, porque el entendimiento del hermano no depende de ustedes de cómo presenten las cosas sino de cómo el Espíritu Santo que Yo les envío los ilumine. Asi que, en la medida en que no hagan las cosas teniendo en cuenta que el Espíritu Santo está actuando entonces se hace una confusión muy grande y ustedes no tienen en claro las verdades esenciales que se refieren a mi vida.
Sean auténticos, sean genuinos, recuéstense sobre el Evangelio, además el Evangelio y aquí está Juan presente que lo puede decir, se relatan muchas cosas pero no es ni el uno en mil de todo lo que pasó, entonces ¿para qué está el Espíritu Santo?, que es Dios también sino para iluminarles y darles la suficiente creatividad como para que piensen muchas cosas más respecto a lo que Yo hice en el mundo y las cosas que Yo dije, que se desprenden de lo que está en el Evangelio, que eso sí a veces hay que traducirlo a palabras más sencillas para que todos puedan entenderlas pero se sigue presentando las cosas de una manera que son inaccesible para la mayoría de los hombres.
Yo quiero a mis hijos y no quiero que los confundan con palabras que no entienden, ¿por qué no me imitan?, fíjense en los Evangelios que palabras simples uso Yo, si Yo digo: “la higuera no da frutos y por eso hay que arrancarla” o si digo al ciego de Jericó: “ve” se entiende, nadie deja de entender eso pero no preséntenme palabras en formas en que solamente algunos las entienden y como les falta tanta humildad en la presentación de Mi palabra que Yo diría que nadie las entiende porque es como la voz que suena dentro de un cascarón seco, se siente el ruido pero no la nitidez de lo que se está diciendo. ¿Por qué desde hace tantos siglos dicen y dicen que quieren simplificar las cosas, que quieren adaptar todo a los primeros tiempos de la Iglesia, que quieren realmente hablar con palabras del Evangelio?, entonces usen palabras del Evangelio, porque incluso las cosas más sencillas o dicha en forma sencilla que nace de la humildad hace que cada uno la entienda bien y al que el Espíritu Santo le dio más discernimiento pueda sacar de ellas muchas más cosas. Para usar el ejemplo de recién de la higuera que no da frutos, según en la mente que cae, que caen esas palabras tendrá una interpretación pero siempre basado en que quien no da fruto es inútil. Cada uno le dará el vuelo que el Espíritu Santo le hará dar pero todos entenderán, basta de cosas que no se entiendan, basta de cosas que no se entiendan, por un lado piden que haya discernimiento y por el otro dicen las cosas de una forma tan elevada que llega solamente a algunos y que la mayoría respeta porque sale de bocas ilustres o de alguna forma alguien que tiene mucho que ver en la trasmisión de la palabra, de Mi palabra.
Así como a medida que pasaron los siglos las cosas fueron siempre un poco más rápida, más rápido, pues bien, entonces adaptémonos a los tiempos, evitemos todo lo que sea inútil, vayamos a las cosas concretas, si alguien sufre, sufre, si alguien llora, llora, no lo digamos de una forma disimulada porque tal vez alguno se impresione. Si Yo digo: corren ríos de sangre en los Balcanes, pues bien, piensen en un río de sangre porque es un río de sangre el que está corriendo y si les impresiona, pues bien, muy bien que les impresione porque un río de sangre no puede dejarlos indiferente, un río de sangre no se impresiona.
Se han dado cuenta que estoy hablando de una manera distinta a como hablo siempre, ¿y quien dijo que siempre debo hablar de la misma manera?. Volviendo al ejemplo de recién, muchas cosas no se pueden decir delante de algunos porque pueden impresionarse o sugestionarse o lo que sea, eso es una forma de pensar exclusivamente humana, si Yo digo una verdad porque me la está inspirando el Espíritu Santo, aunque pueda ser terrible para alguien en todo caso le hará un tremendo bien. Así como algunas sanaciones aparecen casi sin notarse y otras irrumpen en el cuerpo en forma casi violenta, así también en cada ser humano, la verdad que sale de Mis labios puede hacer la misma cosa, pero ese problema no es discutible por ustedes sino forma parte de la Divina Providencia que quieren que algunas cosas se hagan de alguna manera y otras cosas de otra manera.
Cualquiera al oírme hablar así creería que Yo estoy diciendo o dando órdenes terminantes, noo, nunca violentaría vuestra libertad, jamás lo haría, pero si ustedes dicen estar dentro de Mi proyecto, que es lo que oigo muy comúnmente acá, entonces, entonces, parecería que Mi forma de hablar tiene que tener otros decibeles. Alguien dijo hoy en esta Casa: si Jesús y la Virgen nos hubiera hablado tres años atrás como está hablando ahora seguramente nos infartaríamos, no sé si ocurriría eso, en todo caso también habría que pensar que el Espíritu Santo está actuando y por otra parte: no me llaman: Rabboni, Maestro, ¿creen que un Maestro puede hacer las cosas tan mal?.
Saquen de esto que hoy les digo en este sábado todas las conclusiones, veo que cerca o lejos estas palabras van a ser tambalear a más de uno, aquellos que tienen el andamiaje construido de una manera y están un poco alto dentro de ese andamiaje y alguien lo toca abajo cree que todo se derrumba pero olvidan que el que mueve el andamiaje soy Yo entonces, pues bien, si se derrumban Yo estaré esperándolos con Mis brazos abiertos para que no se golpee o al menos que el golpe no sea tan fuerte. No se confundan Mis queridos, no quieran engañarse a ustedes mismos sobre las cosas esenciales, no lo digo por ustedes, hablo en general para todos los hombres.
Es cierto que Yo dije que si no se hacen como niños no entrarán en el Reino de los Cielos, pero cuidado, una cosa es hacerse niño, es decir ser humilde, ser simple, ser abierto, ser bueno y otra cosa es ser infantil para razonar, son cosas diferentes, las dos pertenecen a los niños pero por un lado son virtudes y por el otro es un estado natural de la niñez, el ser infantiles, ingenuos, hacerse como niños no es ser infantiles para razonar. Si quieren ver en esto gravedad en Mis palabras no tienen ni más ni menos que la gravedad del Evangelio, ni más ni menos, pero es una pena que hay que repetir tantas veces las cosas para que se entiendan, es una pena. Es una pena ver como tanta gente tiene un profundo temor en estos días por la guerra en vez de ponerse a orar como Yo les mandé.
Ocurre Mis queridos que la guerra en este momento está haciendo un ruido muy grande pero hombres hambrientos, niños hambrientos y que mueren, enfermos sin asistencia, viejos olvidados, están todos los días desde que Yo observo el mundo desde hace milenios. Se asustan de guerras, claro, Yo también me preocupo por todo eso pero la guerra diaria, silenciosa que pasa a vuestro alrededor y no reparan en ella ¿qué?, ¿entonces hay que hacer ruido?, ¿no les parece Mis queridos que un viejito abandonado hace mucho ruido también, y que un niño que muere de hambre, cuántos mueren por día hacen mucho ruido también?, ocurre que los hombres quieren oír lo que les conviene y no lo que no les conviene.
Dice Nuestra Señora:
Es la primera vez que en las reuniones se dicen las Letanías a Mí, lo digo pero no quiere decir que por eso no me estén alabando siempre y me amen mucho, que más Letanías que repartir cientos y cientos y cientos de Rosarios, que más Letanías que repartir cientos y cientos de la llama de amor, que más Letanías que la oración a la Natividad del Señor. ¿Ven?, entonces para ilustrar un poco lo que decía Mi Hijo, hay tantas formas de decir Mis Letanías, tantas, pero tantas, tantas, ¿crees por ventura que si sembrás una semilla en la tierra en Mi nombre no estás diciendo también una Letanía?, si sonríes en tu familia y a quienes no son de tu familia no estás diciendo Letanías?, si cuidas a cada cosa que tenés cerca y a cada ser de quien sos responsable ¿no estás llenándome de Letanías?.
Mis queridos, todo es una cuestión de actitud y de interioridad, pueden estar en los templos más famosos o en el desierto más ignorado y pueden estar perfectamente cerca de Mí alabando, eso de creer que hay que ir a un lugar o al otro para alabarme ya son adultos, deben dejar de pensarlo.
El Mensaje de hoy es oren, oren, oren pero oren con vuestra vida, con vuestro cuerpo, con vuestras manos, con vuestros ojos, con todo vuestro ser, no es cuestión ponerse de rodilla a rezar, aunque no está mal pero pongan todo vuestro ser a rezar, a orar, todo, que toda vuestra vida sea una oración constante, ¿para qué todo esto?, ¿acaso la oración no es ponerse en contacto con la Divinidad en forma directa y concreta?, pues bien, de todas maneras hagan de vuestra vida una oración constante, hagan de todo lo que manejan, lo que tocan vuestras manos una oración constante, es la forma, eso no significa que tengan que despreciar y desalentar a quienes lo hacen de otra manera, cada uno hace las cosas en la medida en que va entendiendo como hacerlas, pero también hay que decir las formas en que uno puede hacerla y nunca crean que lo que hace otro es menos que lo que pueden hacer ustedes, el menos o el más lo mide el Señor, lo mido Yo, no los ojos de ustedes, porque solamente nosotros vemos los corazones, solamente nosotros y sabemos como se hacen las cosas, como las hace cada uno.
Dice San Juan Evangelista:
Mi presencia aquí en este día es una forma de decir gracias por lo bien que te has acordado de mí el otro día, ha calado muy hondo en las personas el concepto de Juan, el más jovencito, sobre todo en aquella expresión de los Apóstoles, mis compañeros: “miren cuánto le ama”... (se dio vuelta la cinta)..., mi presencia aquí es sugestiva por ser Semana Santa y también porque me quieren y se acuerdan de Mí y han dicho, has dicho que he sido y soy el Discípulo predilecto de Jesús, estoy siempre con ustedes, los quiero mucho y les recomiendo todos los Evangelios son hermosos, pero el que Yo escribí prácticamente aún no fue estudiado, Yo lo escribí mucho tiempo después que los otros evangelistas, entonces el Evangelio que Yo escribí debe ser muy estudiado y profundizado con las luces del Espíritu Santo porque hay un montón de riqueza que aún no se ha descubierto, un montón de riqueza, todavía mi Evangelio está virgen de discernimiento, ténganlo en cuenta.
Habla Artemio:
Todos los demás hacen señas con las manos, todos. El Señor se levantó, habla por lo bajo con Juan y los tres se van.
Amén.
Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor...