Ahora, hay alguien que pide pero vos ¿pondrías un anillo de oro con una hermosa piedra preciosa en un dedo embarrado?, ¿pondrías?, porque dedo embarrado no es para llevar anillo y segundo: ¿luciría en un dedo embarrado una piedra preciosa?, no tomen estas cosas así demasiado estrictas, no, pero cuando Yo hablaba recién del dedo embarrado, quiero decir embarrado de egoísmo, de resentimiento, de cosas que no encajan.
Mensaje del 07 de Noviembre de 1999
Habla Artemio:
Algunos son conocidos, otros no y es increíble como todos miran a los ojos, como queriendo decir: vos y yo nos entendemos. Los Ángeles miran menos a los ojos, bueno Señor, habla que nosotros te escuchamos, habla Señor.
Dice Jesús:
Recién comenzaste diciendo que no sabías por qué tenía la mano sobre la rodilla, si era porque sí o para que no te hamacaras, nunca mezquinen poner la mano sobre alguien, no teman ser mal interpretados porque poner la mano sobre alguien es llenarle en un momento de todas las cosas buenas que uno tiene, es como trasmitírselas, así como uno podría también trasmitir cosas malas, ya sé, pero no mezquinen tocar a la gente y no hay en forma mejor que con las manos, aunque uno también puede tocar con los ojos, puede tocar con las expresiones, puede tocar con los pies, pero las manos son un milagro constante. Una mano sobre el hombro de alguien o sobre la cabeza de alguien en un instante puede producir un milagro porque se sobrentiende que en esa mano está el planteo del amor por el otro, plenamente el planteo del amor por el otro, por el ser humano, entonces tengas o no tengas la intención una mano produce, puede producir un milagro.
No mezquines tocar a la gente, no tengan miedo a ser mal interpretados, que les puede interesar si son mal interpretados, lo que importa es como Yo interpreto las cosas, no como las interpretan los otros, además la gente no se engaña tan fácilmente, sabe las intenciones o al menos algo de las intenciones de los demás. Lo mismo ocurre, ya que estamos en esto con un abrazo, la expresión de un beso, ustedes fíjense, hay algo más lleno de ternura y algo tan sublime como cuando una madre besa a su hijo, si ustedes encuentran sobre la Tierra muchas cosas así de maravillosa díganmelo porque Yo no las encuentro.
Por eso, y si no pueden acercar vuestro cuerpo físico a los demás acaricien con vuestra mirada, alienten con vuestra mirada, traten de borrar los problemas de la gente con vuestra mirada, traten de llegar de alguna forma con vuestra mirada. Cuántos seres humanos Mis queridos tal vez esperen meses o años o más una mirada con amor, años he dicho y ustedes van a ser tan poco generosos de no mirar con amor a los demás, pero cuidado, no solamente a los que quieren o a vuestros amigos sino a todos. Ustedes dirán: que tema tan simple hoy está tratando el Señor, piensen, el primer año fue qué es lo que pasa, el segundo cómo remediarlo y de ahí en más para qué ¿eh?, bueno, perfecto, dentro de ese para qué está después de tener en cuenta todo lo demás todos esos planteos de amor profundos que se hicieron ¿cierto? ahora viene las consecuencias: para qué, para redimir hermanos al otro, pero cuidado ¿no?, nunca vayas a confundir una cosa con la otra, cuando mires a alguien con amor no pienses: a este lo miro con amor porque Jesús me dijo que lo mirara con amor, miralo con amor porque lo amás, porque a nadie le gusta ser tomado como objeto: te voy a mirar bien porque Jesús me mandó y porque de esa forma me estoy haciendo un futuro hermoso, no, mirá a alguien con amor, sintiéndolo de veras, como un hermano, como un amigo, como un compañero, como un padre, como un hijo, como se te ocurra pero con un amor profundo que surja de lo más profundo de vos, si cumplís con todos Mis principios y con todas Mis enseñanzas en ese amor que desplegás en tu mirada nunca podés equivocarte ni hacer nada malo, ya sé que a veces es temerario y se presta a malas interpretaciones, pero decime: cuando vos cierres los ojos y los abras delante de Mí ¿a quiénes vas a dar cuenta de las cosas que hiciste, a los otros o a Mí?.
Que quede bien claro todo esto porque la mayoría se maneja como si cuando cerrara los ojos va a tener que dar cuenta de todos los que vivieron a su alrededor, no, Yo te voy a pedir cuentas a vos de lo que vos hiciste, no me interesan los otros en ese momento porque vos sos el que está delante de Mis ojos.
Dice Nuestra Madre:
Todo lo que se dijo está muy bien pero para que Yo pueda derramar Gracias sobre ustedes tiene que acercarse a Mí, si quieren números les diré: que ni el cinco por ciento de las Gracias que tengo para repartir llegan a su destino porque nadie me los pide, o al menos nadie me los pide como corresponde, porque si estás odiando a tu hermano y me estás pidiendo algo, Mi querido, no puedo escucharte porque ya sería un tráfico de cosas: odio por un lado, amor por el otro, nooo, toda una vida tiene que ser como una flor abierta esperando la brisa de la tarde, entonces sí se entiende y se explica como aquél que me pide que le sane algo, Yo puedo pedirle a Mi Hijo que te lo sane ya, pero es posible que si esa enfermedad se demora un tiempo es posible que reflexiones sobre muchas cosas y te haga acrecentar más el amor, porque el Señor puede hacerlo en forma inmediata pero muchas veces no lo hace así, porque la oración o el amor no es un trueque: te doy, me das.
Yo hace siglos que vengo diciendo: “no me caben en los brazos la cantidad de Gracias que tengo para repetir entre los hombres” y vengo repitiendo: “la llama de amor de Mi Corazón es lo único que puede salvar el mundo de las cosas más terribles”, pero al terminar el día Mis queridos, no son tantos, Yo diría son contados los que han creído realmente que Yo puedo darles esa llama de amor para transformar su vida o para llenar su vida de gozo y de alegría.
Es decir, si ustedes quieren unir dos maderas tendrán que hacer las caladuras de la misma forma de un lado y del otro para que encajen justo ¿verdad?, entonces así ocurre con Mi amor y el de ustedes o Mi relación con la de ustedes, hagamos la caladura exactas de ambos lados y encajarán perfectamente y nuestra relación será perfecta.
Todos saben que tengo gracias para repartir a montones, todos lo saben, en cientos de apariciones a lo largo de los siglos siempre me he mostrado con montones de piedras preciosas en Mis brazos, esas piedras preciosas son gracias para repartir y sin embargo pasa el tiempo y son tan pocas las que puedo repartir porque nadie me lo pide. Ahora, hay alguien que pide pero vos ¿pondrías un anillo de oro con una hermosa piedra preciosa en un dedo embarrado?, ¿pondrías?, porque dedo embarrado no es para llevar anillo y segundo: ¿luciría en un dedo embarrado una piedra preciosa?, no tomen estas cosas así demasiado estrictas, no, pero cuando Yo hablaba recién del dedo embarrado, quiero decir embarrado de egoísmo, de resentimiento, de cosas que no encajan, ¿cómo de repente podés pedirme que derrame sobre vos un montón de amor si me molesta para derramarlo todo lo que vos tenés allí de odios, rencores, resentimientos y falta de perdón?.
Yo creo que con todo esto se han dado cuenta que he querido decirles y tampoco es cuestión de grandes discursos o grandes cosas, una simple mirada de amor vale para Mí miles de oraciones dichas repetitivamente y no importa que miren una imagen, ya sé que Yo no estoy en esa imagen pero Yo estoy allí representada.
Dice la Madre Teresa:
Ya que estamos en todo esto del amor, creo que hay que hacer alguna distinción, cada ser humano tiene un rostro que ha sido hecho a imagen y semejanza del Señor, pero dentro de todos los rostros hay muchos que no son muy agraciados, como el mío por ejemplo pero... ¿es que la piel de mi rostro puede decir tanto o los que dicen son mis ojos, o lo que dicen son mis manos, o lo que dicen son mi actitud?, arreglados estaríamos si tuviéramos que tener un rostro perfecto para movernos entre las personas y así derramar tanto amor.
Y el mismo rostro de Nuestra Señora, es hermoso porque ella está llena de Gracia, pero fijándonos bien, objetivamente, no es tan hermoso, depende de los gustos pero no es tan hermoso, ¿qué lo hace hermoso?, que esté llena de Gracia.
Entonces, el arma de tus ojos, la expresión de tus manos, tienen que ser un signo distintivo de todo lo que llevas dentro, la expresión de tus ojos, ¿qué puede importar si se te malinterpreta?, mirá con amor a todo el mundo, que si alguno te malinterpreta será en una primer intención o en un primero momento, pero después dirá: no, aquí hay algo diferente, aquí hay algo diferente, como ese señor que se acercó en Córdoba a ese muchacho que vos sabés, no lo conocía y lo empieza a mirar a los ojos, se ve que encontró mucho en ellos, porque le dijo: usted puede hacerme mucho bien, y esos mismos ojos, meses atrás, eran el fulgor del odio, la soberbia y el desprecio, pero cuando el Señor toca algo, lo convierte en oro, si es que vale la expresión.
Habla Artemio:
Dice San Martín de Porres que se ha integrado a nosotros y viene siempre, dentro de todos los que vienen, conozco todo ¿eh?, los tengo en cuenta a todos.
Dice San Martín de Porres:
Yo creo que tendrían que conocer algunos otros aspectos de mi vida, no me idealicen tanto, yo he sido nada más que un pobrecito, un humilde servidor del Señor, que no hacía ningún ruido, que directamente cuando veían que querían reconocer en mí algo me escabullía muy rápidamente y en eso mis queridos, también está reflejado el amor del Señor, si Jesús te mira a los ojos y pasa quiere decir que no está esperando la aprobación tuya como diciendo: que hermoso Señor me miraste, Él te miró y pasó, guardá esa mirada en tu corazón y decí: estoy guardando en mi corazón el más maravilloso de los tesoros.
Yo diría que tendrían que conocer algo de mí, no porque conocerían grandes cosas sino para que no me idealizaran tanto y vieran hasta que punto he sido igual que ustedes o mejor dicho: un montón menor que ustedes. Tal vez la Madre Teresa y yo representemos una forma de Santidad dentro del sigo XX distinta a la que todos estaban acostumbrados desde que Teresita de Lisieux inició un concepto distinto de la Santidad los hombres vieron que era mucho más fácil ser Santos y entonces conociéndome más a mí, conociendo más a la Madre Teresa van a ver qué fácil que es ser Santo y no por orgullo o algo por el estilo, porque es una obligación, es una orden: “ser Santos como es Mi Padre Celestial”, dice Jesús, una orden entonces siglos atrás o años atrás la Santidad era presentada como algo demasiado difícil pero a través de la Madre Teresa y de mí y de Teresita de Lisieux como dijeron recién ustedes allí pueden ver o aquí pueden ver con qué facilidad es posible llegar a la Santidad.
Mal que les pese o bien que les pese, yo los quiero mucho y seguiré viniendo, no diré muchas cosas pero siempre diré algo.
Amén.
Habla Artemio:
Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré...
Se corta la grabación.....................................................