Yo disfruto de este momento al conmemorar Mi coronación, lo disfruto porque lo hago extensivo a todos los hombres del mundo donde Yo como Madre amorosa derramo todas las gracias sobre los seres sin distinción de raza, religión, sexo o lo que sea.
Mensaje del 22 de Agosto de 1998
Habla Artemio:
Aquí estamos reunidos Señor en tu nombre, hoy ya nos has visitado Señor y nos has dejado tu palabra y también dijiste cuando yo pregunté si venías solo para dar las Revelaciones o también por otros motivos, y vos dijiste: Yo vengo todas las veces que quiero porque Yo los amo y aunque no diera las Revelaciones igual vendría.
Señor, estamos tan acostumbrados a tu presencia que todo nos parece tan natural, si nosotros tomáramos conciencia Señor de lo que es tenerte cerca nuestro tal vez moriríamos en ese momento. Me acuerdo cuando Moisés le dijo a Dios Padre: “Señor haz que te vea”, entonces Dios Padre le dijo: “no, ningún ojo humano puede verme a Mí, por eso me verás en la zarza ardiendo, me verás de otras formas, y cuando Yo paso te avisaré para que vos cierres los ojos porque ningún ojo humano puede verme”.
Atendiendo a eso Señor vos que venís con tanta frecuencia a este lugar Señor así como tu Madre y otros Santos es mejor que sigamos así Señor, como si fuera algo natural y simple porque si tomáramos conciencia como dije antes de que al extender nuestra mano podríamos tocarte, el tomar conciencia que respiramos el mismo aire que vos respirás Señor, solamente si tomáramos conciencia de eso parecería que ese aire que entra a nuestros pulmones hasta podría darnos la inmortalidad, no solamente del alma sino también del cuerpo y respirar también el aire de tu Madre Señor y de otros Santos, es mejor Señor que nunca tomemos conciencia de lo que es tenerte delante, es mejor que todo sea así espontáneamente Señor, como lo más natural del mundo y así también lo toma la gente Señor como algo natural, al principio nos admirábamos todas las figuras que aparecían en el frasco y no es que nos hayamos cansado, es que vimos tantas figuras Señor que ya casi no le damos importancia, o mejor dicho: tenemos conciencia de que todo está pero no hacemos ningún espamento ni nos admiramos tanto y lo interesante Señor es que la gente mira hacia allí y se santigua Señor y allí no hay ningún Sagrario, no está tu cuerpo allí, sin embargo la gente se santigua Señor, entonces quiere decir que estás inspirando a los hombres, a ese acto de reverencia y quiénes se santiguan Señor no son aquellos de ropas lujosas o de manos cargadas de anillos, son los más humildes de todos Señor, los más humildes los que se santiguan.
Yo decía antes que te mostraste en esa mujer, nos mostraste de tu Providencia siendo que la forma de tu madre tomara cuerpo en un poco de parafina y justamente ella que es humilde, simple, que no puede rezar y se pone las estampas en el pecho y las aprieta allí porque no sabe leer, tal vez eso sí nos da una lección Señor y nos hace reír de toda la ciencia de este mundo, que si bien es importante al lado tuyo Señor es paja, nada más que paja Señor.
No me preocupa saber qué pasará mañana con todo esto, me basta este día, el mañana tiene que estar en tu mente y en tu corazón sin que nosotros lo sepamos, no importa qué pasará mañana Señor, no importa. Así los días se hacen maravillosos porque cada día es una eternidad, toda una eternidad, entonces aquellos que piensan que tal vez es corto su tiempo sobre la tierra ocurre que no viven en tu dimensión Señor porque al entrar en tu dimensión desaparece el tiempo Señor, totalmente desaparece y uno está en una cuarta dimensión donde el pasado y el futuro es algo ilusorio porque todo es un continuo presente. Por eso, por eso no nos importa el mañana Señor porque a tus ojos no existe el mañana, todo es hoy.
Mis ojos están viendo realmente algo descomunal, hay como un fuego al costado, del otro lado está Jesús, en el medio la Virgen, arriba un brillo enorme con forma de paloma, al lado la Madre Teresa más separadita y al lado de la Madre Teresa una sotana blanca, es la de Pío X. Creo que es la primera vez que vemos la Santísima Trinidad, Dios Padre es como un fuego, una nebulosa, Jesús con sus mejores galas y María más alta que de costumbre, tiene el rostro de mujer joven, muy joven, la corona que han puesto sobre su cabeza tiene tantos brillos que al moverse un poco es tanto el resplandor que da, es tanto el resplandor del Espíritu Santo.
Dice Nuestra Señora:
Jesús quiere que inicie Yo Mis palabras hoy, al comienzo hubo una referencia a que Yo era Co Redentora junto con Mi Hijo, esa palabra ni ustedes ni nadie aún entendió, porque hay que hilar muy fino para estar al lado del Redentor sin que se confundan las cosas. Decir Co Redentora o Redentora junto a parecería en algunos que me igualan a Jesús y no es así, no es así, ustedes muy bien dicen que al Señor lo adoran y a Mi me veneran, eso es lo correcto y deben profundizar en estas palabras, adorar y venerar, porque son diferentes, muy diferentes.
Ahora, ustedes en este momento que están disfrutando de esta escena tan maravillosa les parece natural que una mujer esté entre el Padre y el Hijo coronada, piensen esta escena dos mil años atrás o un poco menos cuando la mujer estaba considerada, como todavía en muchos lugares está, algo terriblemente inferior, la mujer en la antigüedad siempre fue considerada como una menor sin ningún tipo de derechos, entonces en toda la historia de la humanidad no hubo nunca un acto como este en que se le da a la mujer el verdadero lugar que corresponde, esto que ahora es una escena natural durante tanto tiempo fue un verdadero escándalo. Yo disfruto de este momento al conmemorar Mi coronación, lo disfruto porque lo hago extensivo a todos los hombres del mundo donde Yo como Madre amorosa derramo todas las gracias sobre los seres sin distinción de raza, religión, sexo o lo que sea.
Veo lo que está pasando por tu mente y está bien porque no podés dejar de razonar como un ser humano, pasó dos o tres veces por tu mente: ¿qué pasaría si gatillara una máquina fotográfica para hacerle ver a los hombres esta escena?, y es cierto, si los hombres pudieran ver esta escena de repente cientos de miles y también millones dejarían de estar o de ser hermanos separados y se postrarían ante Mí para venerarme, produciría una conmoción tan grande que ni el más significativo podría darse una idea de lo que pasaría, así será la sorpresa de muchos que aunque estén en otros lugares como hermanos separados cuando cierren los ojos se van encontrar con esta realidad y que pena dirán, haber tenido siempre una Madre amorosa dispuesta a darme todo lo mejor y yo no lo supe y a mí no me lo enseñaron, cuánto que me he perdido van a decir muchos, cuánto que me he perdido porque Yo creo que coinciden conmigo en pensar que no existe amor más grande que el que puede tener una Madre por su hijo, por sus hijos.
Noto que en tu mente sentís como una sensación que nunca sentiste, es simplemente porque estás contemplando el fuego de Dios Padre, entonces tu mente no alcanza a abarcarlo y parecería que quiere salir de sus cauces.
Cuéntale, cuéntale a todas las personas que tienen una Madre, cuéntale a todas las personas que tienen una Madre amorosa que está siempre esperándolos para darles todo su amor, grita a los cuatro vientos: hay una mujer llamada María que tiene para darles una inmensidad de amor, que no se pierdan esta maravilla, que no pierdan la posibilidad de sentirse amados tiernamente, gritalo a los cuatro vientos, gritalo a todos los que te quieran oír y a los que no te quieran oír.
Normalmente se me venera de muchas formas pero son tan pocos los que me aman de verdad y me reconocen como su Madre, son tan pocos y esos pocos búsquenlos entre los más humildes, búsquenlos entre los mansos, búsquenlos entre los de corazón simple, búsquenlos en los que tienen hambre y sed de justicia, búsquenlos en todos aquellos que están esperando una liberación que no les llega de ninguna parte y decile a todos que cuando me descubran entonen cánticos de alabanzas, que entonen un himno porque lo mejor que puede pasarle a un ser humano es descubrir a esta Madre del Cielo y de la Tierra, lo mejor que puede pasarle.
Dice Jesús:
Es posible que lo principal de esta Revelación o Mensaje sea decir que tus ojos han visto la coronación de Mi Madre, que has visto aletear sobre ella el Espíritu Santo, que has visto una nebulosa como fuego que era el Padre, decile a todas las personas que esto es la Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, seguirán sin entender seguramente pero sí podrán alcanzar a comprender que somos tres personas diferentes y un solo Dios verdadero, pero sobre todo comprenderán que somos tres personas diferentes. Además, por más que el hombre se esfuerce como se ha esforzado durante tantos siglos nunca llegue a comprender en plenitud esto que vos estás viendo y que por cierto tampoco entendés.
Dice San Pío X:
Me gustaría que me tuvieran más en cuenta, ya sé que estoy anotado en la lista de Santos Protectores de ustedes, ya lo sé, pero quisiera que me tuvieran más en cuenta para pedirme que interceda delante del Señor por muchas cosas, por ejemplo la necesidad que tiene el hombre de acercarse muy seguido a tomar el cuerpo del Señor, que no sea un acto allá a las cansadas sino que sea algo habitual, la fuente de Agua Viva que los nutre, que los orienta y los sustenta. Si vos tuvieras cerca alguien que te entendiese a mí me gustaría que comulgaras dos veces por día, a la mañana y a la tarde, porque si ahora ves milagros que salen de la punta de tus dedos entonces verías que todo se transformaría en un verdadero milagro, todo, llegará el día, llegará el día y no está muy lejano en que alguien te permita comulgar a la mañana y a la tarde, eso es posible ahora pero vos tenés acceso solamente a una Misa diaria que no podés aprovechar todos los días porque me estás sirviendo en mis hermanos pero ya llegará el tiempo en que puedas hacerlo, para ese momento ya habrá corrido mucho agua en el río de la vida, no tuya, de muchas personas, esas personas que tal vez se avergüencen de haber amado tan poco. Porque es cierto que vos no sos nadie pero a través tuyo el Señor está mostrando todas sus maravillas.
Hablaste de mi elección en el consistorio de los Cardenales, que todo eso les indique que a pesar de los errores humanos siempre el Espíritu Santo va trazando la huella que Él quiere, a pesar de todos los errores, de todos los... (se dio vuelta la cinta)..., de todas las injusticias y de todos los males que existen sobre la Tierra.
Les dejo Mi bendición especial y quiero dejarles el regalo de que tengan siempre un hambre muy grande de la Sagrada Eucaristía, escucharon bien mis queridos hermanos, les dejo de regalo en este día, un hambre sin límites por la Sagrada Eucaristía.
Dice la Madre Teresa:
¿Por qué creen ustedes que yo me sostenía tan fácilmente a pesar de mi consistencia tan precaria y mi forma de ser tan débil entre tantos esfuerzos y sacrificios que hacía diariamente?, me sostenía por la Sagrada Eucaristía, ese fue el pan de vida, fue el agua viva que llenó mis entrañas y que me dio toda la energía que tuve a través del tiempo, ¿o qué piensan mis queridos, que es tan fácil vivir entre la muerte?, ¿qué creen ustedes, que es tan simple mirar como la gente desaparece porque no tiene qué poner en la boca y no tiene para llenar su estómago?, ¿les parece que se puede conciliar el sueño tan pronto?.
Cuando se toma conciencia de todas las iniquidades que hay sobre la Tierra quién sino la Sagrada Escritura, Jesús, llenaba mi alma y me daba toda la energía de una mujer invencible y yo era lo más débil y precario que pueden imaginar, con una salud pero más que mala, precaria, deficiente, todas las cosas malas tenía arriba, sin embargo cualquiera hubiera dicho que parecía como una aplanadora al paso.
Tengan en cuenta todas estas cosas, yo sé que tienen ustedes una tremenda pureza de alma, ya sé todo lo que vale, ya sé todo lo de ustedes, pero les sería la vida mucho más fácil si alguien les pudiera alcanzar el cuerpo de Jesús si quiera una vez por día. No se amarguen por eso ni mucho menos pero deséenlo con toda vuestra alma, deséenlo y por las noches han visto que en horario ya tarde existe la Santa Misa que todos pueden participar, ustedes seguirán las normas dichas por los Ministros que si estás sano y fuerte no vale lo que ves por televisión, supongamos que así sea pero a esa hora hay Misa en otro lado entonces mirala con devoción y es lo mismo que si estuvieras en una Iglesia y ya que no podés comulgar directamente o sacramentalmente hacelo con la intención.
Toda la problemática de las intenciones se conoce muy poco pero cuántas cosas se remedia y cuánto se resuelve teniendo la intención de, poniendo la intención de.
Sirva esto para todos, no he dicho nada que contradiga los cánones de la Iglesia, ni una palabra, solamente les he ampliado el panorama de acceso al Señor. En ustedes a medida que pase el tiempo tendrá que hacerse carne aquello de: mi Dios y mi todo, mi Dios y mi todo, mi Dios y mi todo.
Amén.
Habla Artemio:
Todavía no se ha ido nadie, José Sarto, Pío X tiene las cejas blancas y el pelo blanco, ralo, le brilla la cruz en su pecho pero no es muy lujosa, la Madre Teresa le tomó el brazo derecho y se recostó sobre él. Lentamente la imagen de la Santísima Trinidad se va esfumando y sigue detrás San Pío X y la Madre Teresa, se huele a rosas.
Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.