Ustedes partan siempre de la base que me adoptaron como vuestra Madre, me tienen presidiendo la sala y además me tienen de cuerpo presente entre ustedes, Yo les pregunto: ¿creen que se me ocurriría alguna vez abandonarlos o dejarlos a la deriva?.
Mensaje del 26 de Septiembre de 1998
Habla Artemio:
Hoy es 26 de Septiembre de 1998.
Señor Jesús, seguramente vos te reirás un poco de todas nuestras conversaciones, además dijiste la otra noche que este tema no lo ibas a tocar más, pero nosotros como somos débiles y simples y a nadie nos sobra ni un poquito porque somos medios no sé si miedosos o qué Señor, pero no te lo tocamos, pero en todo caso hoy fue para sacar alguna conclusión sobre lo que vos decís en el Evangelio: la locura de la cruz, la locura de la cruz.
Señor, todo está en tus manos Señor, si hace falta te lo repetimos Señor, si hace falta te lo repetimos que consagramos a todos los del miembro del grupo, todos sus familiares, parientes, amigos, enemigos, todos, los consagramos a los Sagrados Corazones tuyo y de tu Mamá, todo, además te pedimos a vos que con tu infinita Misericordia consagres también a todos los habitantes de este pueblo, de esta provincia, de esta nación, de América y de los otros cuatro continentes, que esta oración Señor simple y sencilla que nosotros hacemos sirva para todo Señor y todos nuestros sufrimientos, nuestras penas, nuestras alegrías, todas nuestras cosas sean un constante cántico de alabanzas a vos Señor porque es cierto que en la vida nos va de una manera pero si estamos con vos a nada tenemos que tenerle miedo, nada, absolutamente nada, a nada debemos tenerle miedo, si queremos ser tus discípulos Señor tenemos que proceder de esta forma, no hay vueltas, no hay vueltas.
Y como dijimos hoy en la Epístola: no estamos orgullosos de nosotros sino que estamos orgullosos de vos Señor, porque te amamos Señor, te amamos y yo por mi parte Señor, ya lo creo que lo hice pero si no lo hice lo hago, te agradezco la serenidad, el equilibrio y sobre todo la ubicación que tuve el martes Señor, te lo ofrecí de otra forma pero ahora te lo digo en cuanto a mi, todo ese equilibrio Señor que me diste y esa ubicación y todo, es algo que me alienta Señor, me alienta porque me has tenido en cuenta en un momento así para que incluso hasta tuviera el coraje de querer evangelizar a quien me estaba destruyendo, yo te agradezco Señor pero evidentemente que vos has obrado y por eso te agradezco porque me has dictado, me has dicho, me has dado todas las cosas que eran necesarias para sortear esa situación, por supuesto Señor que queda pendiente lo que se llevaron y vos sabés muy bien Señor que todo lo que yo tengo siempre rindió una función social, nunca las cosas que he tenido las he tenido para mi, siempre tuvieron una función social por eso Señor que yo tengo la secreta esperanza que todo eso vuelva, no sé cómo, no sé cuándo, no sé de qué manera. Y a mi me parece extraño Señor que pudiendo ya haberle sacado la foto a la Virgen no se la había sacado Señor, será que tengo que esperar ahora la máquina para sacarle, como un tiempo prudencial para sacarle la foto a Nuestra Señora.
Bueno Señor, si querés venir a hablarnos vení Señor. Ya estás aquí con nosotros Señor, hoy te veo más alto que siempre y hay muchos Santos alrededor, entre tu Madre, la Madre Teresa, hay un montón, un montón, hay un montón, la pared ha desaparecido y se ve un montón de gente. Habla Señor que tu siervo escucha y antes de otra cosa Señor, ya que estás aquí presente te voy a dar el Mensaje que me dio J., para vos, me dijo así esta tarde: gracias por dejarme ser su maleta, me dijo que lo ibas a entender.
Jesús le habla en forma personal a los presentes. No puede ser publicado.
Dice la Virgen María:
Por lo que dijo Mi Hijo, todo lo de hoy no son Mensajes para publicar porque son Mensajes Privados pero necesario para ustedes, cosas que no puedo hacer cuando hay mucha gente, sobre todo cuando esa gente puede comentarlo.
Ahora, piensen muy bien, si ustedes quieren pensarlo en vuestra mente lo que dijo Mi Hijo pueden hacerlo, pero comentarlo no porque estarían faltando a este pacto de silencio al cual Yo los invito, si ustedes quieren comentarlo pueden hacerlo con aquellos que tienen confianza y saben que no se va a desparramar, pero nunca quisiera Mi Hijo ni Yo que se hagan cosas que pueden dolerle a los demás porque hacer comentarios y observaciones no es hablar mal de nadie pero a veces algunas observaciones duelen mucho, sobre todo cuando se dice la verdad.
Ustedes partan siempre de la base que me adoptaron como vuestra Madre, me tienen presidiendo la sala y además me tienen de cuerpo presente entre ustedes, Yo les pregunto: ¿creen que se me ocurriría alguna vez abandonarlos o dejarlos a la deriva? y no solamente a ustedes sino a todos los del grupo de oración y a sus familiares y a la persona que vos estás pensando en este momento Artemio, nunca se me ocurría abandonarlos, lo único que exijo es que crean que Yo puedo ayudarles y puedo solucionarles todo, cuando Yo digo todo es todo, no se cansen nunca de pedirme cosas, de estar un ratito conmigo, de tener un pensamiento en el cual ven Mi rostro y como si al mirarme el rostro se sintieran bien porque la Madre del Cielo les está sonriendo, esto que estoy diciendo sirve para cada uno de ustedes porque no voy a personalizar, para cada uno de ustedes y para cada uno de vuestros descendientes, de vuestra familia y demás y cuando ocurra alguna cosa como en lo que ocurrió esta semana enseguida háganse la pregunta que ya se hicieron tantas veces: ¿qué nos está queriendo decir el Señor con esto?, ¿qué?.
Tengan y partan siempre de la confianza en que Yo los amo, los tengo en cuenta, cuido vuestros pasos, velo vuestros sueños, inspiro vuestros pensamientos, puede haber malos momentos, sí, claro, pero cuando uno está tomado de la mano de su Madre sabe a la perfección que su Madre nunca va a hacer nada que pueda perjudicarlos, ni dejará hacer a nadie algo que pueda perjudicarlos, solamente les pido que confíen en Mí, con esa confianza profunda de decir: mi Madre no me abandona ¿mmm?, mi Madre me ama, mi Madre está siempre insistiendo delante del Hijo que resuelva los problemas de mi vida.
Dice la Madre Teresa:
Una de las cosas que yo hice siempre era abandonarme en los brazos de María, cuando tenía los problemas más terribles, ustedes dirán que yo lo hacía por comodidad, no, yo lo hacía por convicción, le decía: Madre, me tiro en tus brazos, cerraba los ojos y enfrentaba lo que viniese porque sabía que con mi Madre nada podía temer y así pasé toda mi vida. Cuando veía un peligro, cuando veía algo difícil, cuando veía algo terrible me tiraba en sus brazos como un niño se arroja a los brazos de su madre, y me quedaba allí como esperando que ella me diera la respuesta y les puedo asegurar que siempre me dio la respuesta, sobre todo, esa protección constante, constante, esa seguridad de que en su regazo nadie puede temer nada, absolutamente nada.
Habla Artemio:
Está también acá San Rafael de San José, el Santo que encontré en Córdoba el viernes 04.
Dice San Rafael de San José:
Te digo una cosa, me he tomado bajo mi responsabilidad, no exclusiva porque hay muchos que lo han hecho, todos los problemas de la gente del grupo de oración. Fue generoso de tu parte ni bien me conociste pedir: ¿puedo nombrarlo Santo Protector?, y te dieron permiso e inmediatamente me incorporaste, en consecuencia generosidad por generosidad y yo tengo en mis manos todo lo de ustedes y lo tuyo especialmente, no te olvides que yo en vida terrenal tenía un tremendo poder de organización y si algún día leés mi vida te vas a dar cuenta que sin ser religioso todavía me llamaron para organizar cosas de religiosos.
Entonces, aquello de lo que el Señor me privilegió lo sigo ahora practicando de este lado, entonces yo me he tomado muy a pecho en organizar todas las cosas de ustedes, desde la más pequeña hasta la más grande, todo, absolutamente todo y cuando te dijo mi pariente allá en Córdoba que yo era bravo, no se equivocó, yo siempre tuve un temperamento tan difícil de doblegar pero al mismo tiempo tan dulce que lo que yo me proponía, por supuesto, si era bueno, lo conseguía.
Esta venida aquí es para agradecer que con tanta generosidad me hayan incorporado como Santo Protector, ustedes dirán: porque de esa forma pueden pedirme, bueno, pues bien, si estoy aquí al lado del Señor ¿no es lógico que me pidan cosas para que yo le pida cosas al Señor para que se las conceda?, así, así es, así es y sería bueno que escribieras a mi pariente antes que se vaya a Europa para que te envíe algún dato biográfico de mi vida, porque siempre a los seres humanos nos gusta husmear un poco en la vida de los demás, no sé si por curiosidad o por querer saber pero nos gusta husmear.
Amén.