Toda semilla sembrada en los eriales sin cultivar y sembrada con lágrimas en los ojos siempre promete una cosecha abundante, es cierto también que quien ve crecer los trigales cantando alegremente de alguna forma le da mejor sabor al pan hecho con la harina de esos granos de trigo.

Mensaje del 09 de Septiembre de 1998

Habla Artemio:

Hoy es miércoles 09 de Septiembre de 1998.

No quiero personalizar pero tengo que hacerlo para que oigan el final.

Entonces aquí delante del Señor yo voy a decir esto, ya sé que Jesús me amó desde el comienzo de los tiempos, ya sé que me amó en el ceno de mi madre, ya sé que me ofreció mi madre y por eso no se murió ni ella ni yo, entonces toda mi vida siempre fue diferente. Ahora, aparentemente siempre fui un triunfador y todos se apoyaban en el tronco porque decían que era el de un roble mientras que yo siempre lloraba por dentro. Porque yo no tuve infancia, cuando era esa época oía los relatos de los hombres que estaban en mi casa y que mi papá cobijaba porque venían de la guerra, entonces desde pequeño, quien leyó mis libros lo sabe, en vez de juegos y otras cosas oía relatos horribles de todo lo que pasaba, de esos hombres que se reunían en la noche para recordar su hogar lejano y llorar por todo el dolor que le había dado la guerra perdiendo todo o casi todo lo que tenía.

Y así fue pasando el tiempo, yo no puedo decir que tuve adolescencia ni que pude hacer como hicieron todos los jóvenes de distintas edades, a través del tiempo y lo digo con mucho orgullo, no pude salir por ahí como salen todos porque entre mi hermana y yo tuvimos que cuidar a mi madre durante veinte años para que mi padre no le matara, así de simple, no una vez cada ocho días, a cada instante. Yo creo que pisé una sala de cine cuando ya había pasado hacía tiempo los veinte años, había tenido que cuidar junto a mi hermana a mi madre para que no pasara nunca nada. Claro, como estaba siempre en mi casa amontoné tantos títulos, tenía que usar el tiempo de alguna forma, pero esa es otra historia. Como siempre fui diferente entonces se ensañaron siempre conmigo, pero nunca consiguieron nada porque aquellos que comieron carne mía injustamente les fue tan mal, que muchos de ellos ya están acostaditos en los nichos.

Pero siempre Señor aquí te lo digo estás delante de mí, te lo digo con claridad, siempre dije: todo por vos Señor, todo por vos Señor, todo en mi vida hasta hoy mismo, todo por vos Señor, hasta hoy que estuve en Bell Ville comprando rosas pensaba: cuando florezcan será un cántico de alabanzas al Señor, todo por vos Señor pero la verdad es que no recuerdo muchos días de toda mi vida en que no haya tenido los ojos de lágrimas mojadas, por fuera o por dentro. Siempre traté de hacer todo el bien posible, a pesar de que algunos, son contados, dos o tres tal vez, se acercaron a mi, me sacaron lo mejor que tenía y se fueron. Por servir al Señor, es decir servirte a vos Jesús más de uno me odió, entre mis compañeros, no entre los chicos, porque tendría que pensar un buen rato para encontrar algún chico que me haya odiado, pero entre mis compañeros siempre fui alguien molesto, súper molesto porque vivía recordándoles que la vida era otra cosa de lo que ellos tenían entre manos. Jesús mismo lo dijo en el año ‘96: viviste siempre hocicando la tierra, pero esto ya se terminó, aunque todavía la sigo hocicando ¿no?.

Ahora, toda esta vida llena de dolor, porque no estoy exagerando, ustedes si quieren pueden saberlo muy bien, por fuera siempre fui el gran triunfador, quien no me dio premios a mí en mi pueblo, en mi provincia, en mi nación o en el mundo, todos me dieron premios pero a mi siempre me resbaló todo porque tenía los ojos de lágrimas mojados, siempre, a vos te consta Señor que siempre, a vos te consta.

Bueno, toda esta vida llena de sufrimientos, porque Señor si encontrás algún día donde en alguna hora fui realmente feliz Señor por favor señalámela porque yo no la veo, ahora, si ser feliz es secarse todos los días para que nazca tu planta Señor entonces toda mi vida fui feliz, pero en cuanto a mí personalmente Señor nunca una, todas las dolencias las tuve en mi cuerpo Señor, soy un especialista en enfermedades porque las pasé a todas, pero nunca las enfermedades me impidieron cumplir con vos Señor porque en treinta y cinco años tengo pedidas nada más que tres licencias por enfermedad, que suman un total de dieciocho días, en treinta y cinco años, hasta en los momentos en que viajaba, siete años estuve yendo a Laborde tres veces por semana sin faltar un día, bueno, eso quiere decir que a pesar de todas las cosas que tuve en mi cuerpo siempre firme al pie del cañón. Es una forma Señor de venganza al revés, es decir devolver todo el amor posible a pesar de todo lo malo, bueno.

Es decir, todos estos años, que superan medio siglo, sirven para algo Señor yo te lo ofrezco todo este dolor, este montonazo de dolor Señor, a vos no se te puede mentir, todo este montonazo Señor de dolor yo te lo ofrezco de corazón para que soluciones los problemas de mis hermanos en este momento, por supuesto que ya lo he ofrecido otras veces pero lo vuelvo a ofrecer Señor, en este momento todos los del grupo de oración tienen problemas, algunos más pesados, algunos terribles, otros menos pesados, pero Señor, yo acá al frente hablando, Señor vos que decís que soy Celoso Custodio de las Revelaciones te ofrezco todo ese montón de dolor para que los problemas de mis hermanos se solucionen Señor, hablemos de M. y L., de O., de M., de M., de H., de N., de C., de I., de P., de R., y me pasa siempre como cuando estuve en algunas fiestas, que fueron tan pocas, yo servía el vino para todos pero mi copa siempre la dejaba vacía, no sé por qué, tenían que recordarme: ¿no te servís?, bueno, y también por M., y por todos que no me acuerdo en este momento. Señor Jesús, aquí delante tuyo, de tu Madre, de la Madre Teresa y de otros tantos que no sé quiénes son, te ofrezco todo este montón de sufrimientos y de lágrimas vertidas a través de más de medio siglo te lo ofrezco para remediar los dolores, los problemas y todas las cosas de mis hermanos, así de simple Señor, todo, aquí está Señor el paquete, lo pongo al pie de tu cruz para que vos dispongas de todo ese montonazo de dolor para todos ellos, tal vez entre sí ellos no sepan lo que pueda saber yo de los problemas que tienen pero vos sabés todo Señor y ves todo y comprenés todo.

Entonces humildemente Señor te lo ofrezco Señor, con toda la humildad Señor, diciéndote: si esto sirve para algo Señor usalo y ahora Señor pido que nos tengas compasión, tené compasión de nosotros Señor porque uno vive hocicando la tierra, de una forma o de otra, así es. Tené compasión de nosotros Señor porque somos unos gusanitos muy pequeñitos pero si estamos en tu Luz Señor ya somos gigantes Señor. Tené compasión de nosotros Señor que mantenemos siempre los ojos de lágrimas mojados y refrescamos de besos las trenzas de silicio, tené compasión Señor de nosotros, por todo Señor, tené compasión Señor por todos los sufrimientos que pasamos, son tantos mirando hacia atrás, tantos Señor, que uno dice: cómo, cómo uno pudo soportar tanto, sin embargo porque una cosa es tener dolores y gritarlos y otra cosa es tener dolores... (se escucha mal la cinta)... . Dichosos aquellos que pueden compartir sus dolores como yo estoy haciendo ahora con ustedes. Tené compasión Señor de nosotros porque si miramos todo el pasado hay tantos sufrimientos Señor que si uno quiere agregar algo más no sé si cabe, no sé.

Es cierto Señor, nadie tiene el monopolio del sufrimiento pero también es cierto Señor que a algunos vivir les cuesta demasiado, tené Señor compasión de nosotros, tené Señor compasión de nosotros y hacé que nuestra cruz no sea tan terriblemente pesada, pues bien, tenemos que llevarla todos Señor, pero también te pedimos que sea lo más liviana posible Señor porque el sufrir en exceso Jesús vos lo sabés muy bien, desgasta, cansa y va embotando los dientes de la sierra, es decir, nuestros pensamientos se hacen más pesado. Tené compasión de nosotros Señor, tené compasión de nosotros.

Dice Jesús:

Toda semilla sembrada en los eriales sin cultivar y sembrada con lágrimas en los ojos siempre promete una cosecha abundante, es cierto también que quien ve crecer los trigales cantando alegremente de alguna forma le da mejor sabor al pan hecho con la harina de esos granos de trigo.

Ahora Yo no soy el administrador de vuestras lágrimas, como ya se dijo siempre, en la vida va de una manera donde Yo nunca cerceno la libertad de nadie ni de ustedes ni de aquellos a quienes ustedes ven como vuestros victimarios, va de una manera, ahora feliz de aquél que a pesar de cómo les va en la vida permanece siempre tomado de Mi mano porque sabe que en Mi mano encontrará siempre la seguridad total y definitiva de todo, no hace falta decir que “soy el camino, la verdad y la vida”, sí hace falta decir que quien se toma de Mi mano puede resistir todos los embates de la vida, todos, sin excepción. Tampoco le busquen demasiadas vueltas al asunto en cuanto a quién produce el sufrimiento, porque Yo también observo como cada uno usa su libertad o lo poco que puede usar su libertad por todos los condicionamientos que tiene su vida y entonces ya en esta vida o en la otra cuando gocen de la Luz de la Trinidad comprenderán que todo sufrimiento termina por Santificarlo a uno, eso no quiere decir que debemos buscar el sufrimiento porque sí pero en la vida de una forma u otra todos debemos sufrir cuando la vida es valiosa, nadie escapa al dolor, al sufrimiento por el solo hecho de que siendo diferente, a más de uno les molesta, siendo Mi hijo, a más de uno les molesta. Si al Padre le colocaron en una cruz pueden esperar mucho meno sus hijos, pero no teman la cruz, nunca, porque a través de ella es como realmente se llega a entender las cosas más grandes y profundas de la vida, no teman a la cruz, háganla todo lo liviana posible que sea pero no le tengan miedo, si están tomados de Mi mano nunca nada malo les podrá pasar.

No quiero hablar demasiado porque cuando se tiene la piel sensibilizada todas las palabras tienen un efecto muy grande en la sensibilidad de cada uno, pero les doy Mi seguridad, la seguridad completa de que todos vuestros nombres están inscriptos en el Libro de la Vida, en el Libro de la Vida interna. Ya sé que deben ser felices aquí, ahora, ya lo sé, pero también piensen en toda una eternidad de gozo cuando les aparecen ciertas flaquezas o debilidades, toda una eternidad les espera y ustedes, les he dicho: tienen la seguridad de estar inscriptos en el Libro de la Vida eterna y si en el fondo miran bien tal vez detrás de tanto dolor haya una forma de felicidad, esa única felicidad que es posible cuando uno va dejando todos los días un poquito de su vida por sus hermanos... (se dio vuelta la cinta)..., cuando al dejar su vida por sus hermanos verán que esa felicidad no tiene ni precio ni límites ni nada que se le parezca.

Yo no quiero decirles que la vida del hombre tiene que ser necesariamente una escuela de dolor para llegar a la Bienaventuranza, no, para eso justamente estoy entre ustedes haciendo estas Revelaciones para que cada día el hombre sufra menos, siempre habrá sufrimientos por supuesto pero estoy entre ustedes dando estas palabras para que los hombres sean cada día más felices, hasta en que llegue el tiempo en que vivir sobre la Tierra será de una belleza indescriptible porque todos mirarán como hermanos, el sol saldrá para todos y brillarán ya aquí con un resplandor tan grande. Sientan como Mi mano aprieta la de ustedes, siéntanla, no se abandonen nunca de ella, en las buenas y en las malas, en las lindas o en las feas, en las alegrías y en las tristezas, no se suelten de Mi mano, hombres, Mis queridos, no se suelten nunca de Mi mano que no hay otra solución.

Mi invitación no es para que recorran conmigo el camino del calvario, no, eso ya lo hice Yo, Mi invitación es para que el mundo en que viven no los arañe demasiado, tómense siempre de Mi mano y no la abandonen nunca.

Dice Nuestra Señora:

Si ustedes tuvieran noción aunque sea un poquito de cuánto los amo toda oscuridad sería luz, todo desorden de pronto se ordenaría y todo dolor pasaría, no teman nunca, los momentos fáciles y en los momentos de prueba de nuestra vida, nunca teman, que Yo siempre les estoy cuidando como una Madre debe cuidar a sus hijos siempre, siempre, solamente quiero de ustedes que abran vuestro corazón para que entremos Mi Hijo y Yo y no salgamos nunca más de él y una vez en vuestros corazones oigan nuestras palabras, oigan siempre aquello que le decimos, oigan, van a escuchar las ternuras más grandes, los amores más grandes y las esperanzas más grandes. Abran Mis queridos vuestros corazones, quiero habitar en ellos, pero no un día o dos sino siempre, siempre y cuando los demás vean vuestro rostro iluminado se preguntarán qué tiene esta persona que en todo ella hay algo diferente que resplandece a pesar de las tinieblas, a pesar de las enfermedades, a pesar de todas las vicisitudes de la vida, los demás se preguntarán: qué hay en esta persona que a su lado toda la paz parece posible y todo el amor se hace realidad. Quiero estar en vuestros corazones junto a Mi Hijo.

En tu caso personal, Mi Hijo y Yo habitamos en Mi propio Corazón porque desde el 01 de Enero Mi Corazón está en el lugar del tuyo y el tuyo lo tengo muy bien guardado restaurándolo de todas las heridas que recibió a lo largo de más de medio siglo. No sé cuando te lo voy a devolver, es que son tantas las heridas que tiene que no sé cuándo voy a terminar de restaurarlo. Yo te dije: te lo doy hasta el 30 de Diciembre, después veremos, claro que veremos pero no creo que me alcance este tiempo ni mucho, mucho más para restaurar todas las heridas que tiene, tus hermanos presentes ni por casualidad se imaginan todas las heridas que tiene tu corazón, ni por casualidad se lo imaginan.

Entonces, seguirás con Mi Corazón en tu pecho hasta que Yo diga lo contrario y de eso estás convencido, porque desde ese día has visto que tu corazón late de otra manera hasta físicamente y por qué no decirlo si hasta el mismo médico encontró que tu corazón no era igual al de siempre. De otras cosas tal vez no pero de esa te convenciste enseguida porque notaste que el latido era diferente y tengo que agradecerte porque creés y con certeza que tenés el mayor tesoro posible que puede tener un ser humano ante su pecho, y te observo cuando acercás las fotografías o las cosas a tu pecho y realmente me conmueve porque al hacerlo te parece que todo peligro pasó, que toda enfermedad se terminó y que todo dolor ya no tiene sentido.

Gracias hijo Mío por tratar tan bien Mi Corazón.

Dice la Madre Teresa:

Esta noche casi no tengo palabras que agregar a lo que dijeron Jesús y María, solamente acompañarlos en todos vuestros dolores y en vuestras alegrías y ya creo que es mucho eso, porque si hay algo valioso es que alguien nos acompañe en la vida, que alguien sea nuestro compañero o compañera. Es decir, alguien que coma el mismo pan, que comparta el mismo pan, eso quiero ser y hacer por ustedes, espero que esto no les canse y también espero que mis palabras a veces un poco intempestivas no les cause demasiada preocupación.

Ocurre que tuve también mi forma de mirar las cosas, tuve mi forma de hacer las cosas, tuve mi forma de vivir y que esto sea una invitación a que cada uno viva su vida intensamente, para llegar al final reconociendo: tengo mi cuerpo lleno de cicatrices, pero las miro con alegría y orgullo porque todas ellas es por mi Rey y mi Señor y debo estar orgulloso de contarlas y contarlas, porque todas las produjo estar al servicio de mi Rey y de mi Señor.

Se interrumpe la grabación...............