Está muy bien en pedir y pidan todo, el Señor en su infinita sabiduría dará todo aquello que es necesario dar, pero de algo estén seguros, que Yo los amo, que este Río de Agua Viva que sale de Mí está inundando vuestros corazones, llenándolos de mucha Gracia, de mucha Misericordia.
Mensaje del 19 de Diciembre de 1998
Habla Artemio:
Te hemos alabado Señor, te hemos dicho que te amamos Señor, y cuando en nuestro corazón sentimos el amor que te tenemos Señor entonces todo cambia Señor, nuestras alegrías son más grandes Señor, nuestras tristezas ya ni cuentan Señor, Señor además te agradecemos ese privilegio de todos los que están acá dentro Señor, hay tantos y ese privilegio de tenerte sentado aquí al lado nuestro Señor.
Señor, uno no toma conciencia de lo que es, porque si no uno moriría Señor, moriría porque ya estaría como maduro para pasar al otro lado y uno te ve como un hombre Señor, con tus pies así descalzo, tu túnica, tu cabello, tu espalda un poco encorvada Señor. Señor nunca Señor podría abandonarnos en ningún momento, si estás aquí a nuestro lado Señor, estás a nuestro lado, nos mirás a los ojos, nos llamás por nuestro nombre Señor entonces nunca podríamos tener temor nosotros Señor de que vos nos abandones, nunca Señor, que tomemos conciencia de eso Señor, que aunque vengan cosas feas o problemas o lo que sea que resulten simples y sencillo porque como vos estás con nosotros no tenemos miedo de nada Señor y si no tomamos conciencia de que estés aquí sentado con nosotros y esté toda la Corte Celestial acá dentro también Señor no importa, que te sigamos viendo un hombre como somos nosotros y a María sigamos viéndola como una mujer como las mujeres que están acá dentro. Nosotros no podríamos Señor resistir, nuestra mente no resistiría tomar conciencia de tu Divinidad, no podríamos Señor, no podríamos.
Gracias Señor, gracias, gracias Señor, si nosotros saliéramos a la calle y dijéramos: Jesús estuvo sentado a nuestro lado nadie nos creería y tal vez pensarían tan mal de nosotros pero nosotros eso no nos interesa Señor porque nosotros te amamos y algunos te pueden ver, otros no, pero sienten que vos estás presente Señor, porque tu presencia se siente Señor, además de verse, porque en este momento a todos les está corriendo por su cuerpo como una especia de cansancio lindo, es decir como si el Señor y todos los que están aquí entraran en uno y pusieran calma, tranquilidad, paz, un mundo nuevo, diferente, un mundo distinto Señor donde todos son hermanos y viven en paz Señor.
Bueno, yo estoy hablando mucho Señor pero si lo hago es porque quiero decirte gracias Señor, porque tenemos el lujo de tenerte sentado aquí con nosotros y pasarán los años y los años y le contaremos a otros estas cosas y siempre habrá ese recuerdo hermoso de Jesús vivo junto a nosotros, compartiendo nuestra rueda de oración.
Dice Jesús:
Se acerca ya el día en que todos festejarán Mi nacimiento, Yo vuelvo a repetirles: el 24 y el 25 son importantes fechas porque tienen que tener una fecha, el calendario litúrgico pero les digo, lo que ya les dije otras veces: no solamente esa noche y ese día es Navidad, cada vez que mirés a tu hermano con amor, aunque cien veces al día, cien veces al día es Navidad, aunque estemos en Junio, o en Enero o en Abril, no importa, todos los días es Navidad, todos los días es Navidad y cada momento es Navidad, cuando uno mira a su hermano con amor, cuando uno pide perdón por las ofensas, cuando uno reconoce sus limitaciones, cuando uno dice: basta ya de orgullo, quiero ser humilde, cuando uno entendió que si está en paz conmigo lo demás todo se logra, todo se logra. Hay cosas que a lo mejor no se logran pero uno se pregunta: ¿son necesarias?, el ser humano siempre pide, pide y pide y hace muy bien pedir pero montones de veces pide incluso cosas que no le conviene.
Está muy bien en pedir y pidan todo, el Señor en su infinita sabiduría dará todo aquello que es necesario dar, pero de algo estén seguros, que Yo los amo, que este Río de Agua Viva que sale de Mí está inundando vuestros corazones, llenándolos de mucha Gracia, de mucha Misericordia. Asi que cualquier problema, grande o pequeño, no lo vean así, piensen: si Jesús está conmigo ¿qué me puede faltar?, ya sé que muchos dirán que la Navidad es para algunos en cuanto a festejos, es cierto, pero no crean Mis queridos que Yo estoy visitando asiduamente aquellas casas donde sobra de todo, Mi lugar está al lado de los que menos tienen, menos pueden, aquellos que están al margen de todo, aquellos que no tienen nada y entonces estoy con ellos y sueño para ellos un mundo mejor, un mundo nuevo, en eso está el sentido de estos Mensajes, que el Tercer Milenio traiga para todos los marginados de la Tierra, marginados de todo tipo, traiga un mundo nuevo.
Sería demasiado pedirles como prueba de humildad que adornen vuestras mesas en estos días con alguna pequeña florcita del campo, ¿no les gustan las manzanillas?, ¿no les gustan las rosetas?, ¿no les gustan esas flores que parecen que son apenas un soplo de vida y ya el sol achicharra?. Pongan sobre vuestras mesas esas flores del campo como una prueba de humildad.
Eso no es simplemente poner una flor, eso es un signo de que Yo puedo estar presente hasta en una florcita de manzanilla.
Dice Nuestra Señora:
Todos estos días hemos hablado en la preparación para estos acontecimientos que la sociedad le da una importancia que en general no está con los objetivos reales de lo que debería ser, ustedes aunque hagan tal vez lo que hacen todos pero que en vuestro corazón haya algo distinto, algo diferente; es decir, propio de aquellos que entendieron, que comprendieron. Piensen en el niño y piensen que lo primero que sintió fue el aliento de los animales que calentaban su cuerpito y además la pequeña luz que se filtraba del piso superior porque estábamos en un establo, piensen en la humildad del Hijo de Dios recibiendo calor del aliento de unas santas bestias. Entonces, tanta humildad, tanta simplicidad, ¿por qué ustedes podrían complicarlo con cosas difíciles?.
Piensen en ese niño, piensen, piensen en ese niño, no le faltó amor porque estábamos José y Yo y venían los pastores, piensen: el Hijo de Dios recibe como primer mensaje el aire caliente de las bestias y luego la mirada simple y corriente y llena de ternura de esos pastores que tal vez no entendían nada pero intuían que estaban delante de algo grande, ese fue el mundo del niño al llegar a la Tierra.
Entonces, ustedes traten de rodearlo también de ese mundo así, tan simple, tan simple. Te amo Niño Jesús, te amo, te amo Niño, te amo, díganselo muchas veces, porque la venida de ese niño representa para ustedes la redención. Todos son festejos ahora pero no se olviden que allá al final del camino está el Gólgota con una cruz esperándolos para derramar su sangre por nosotros.
Ahora estas simples palabras sirven muy bien como Mensaje para todos los hombres y a través del tiempo, no crean que esto es poco porque estoy pidiendo humildad, estoy pidiendo ser simples, estoy pidiendo..., estoy pidiendo la comprensión de lo que representa el nacimiento del Niño.
Lo que digo a continuación no debería decirlo en este día pero como no falta mucho para que vos redactes lo que va a ir detrás de la imagen Mía en las estampas entonces te sugiero que me nombres a Mí porque siempre en general si los Mensajes que son para todos los hombres, también es cierto que en el lugar donde se dan parecería que van dirigidos más especialmente para ese lugar, entonces..., entonces te sugiero que cuando me nombres poné también que esta Virgen de los Dolores, Nuestra Señora de Justiniano Posse, ya que los otros nombres todavía no me lo aceptan decí que quiero ser Patrona del Mercosur, no importa si más adelante le cambian de nombre pero en sí ese nombre es significativo y dice muchas cosas, ese nombre puede ser un simple enunciado comercial pero también puede ser un signo de redención de los hermanos, Nuestra Madre, la Virgen María, Patrona del Mercosur.
Dice la Madre Teresa:
Ustedes dirán seguramente que yo soy un poco insistente sobre todos los preparativos de estos días y el otro día dije que iba a seguir hablando de ello, por lo tanto lo voy a hacer de nuevo. El otro día hablamos sobre el ayuno, sobre la necesidad de pasar estos acontecimientos de una forma diferente a como lo estaban pasando comúnmente ¿mmm?.
No den la nota de disputas, ni que los vean mal, ni fanáticos, ni nada por el estilo, pero sean medidos en todas las cosas que hacen, sea en lo que comen, sea en lo que dicen, sea en como festejan y además dejen filtrar alguna palabra respecto a todo aquello que se gasta inútilmente para estos acontecimientos y si todo eso no serviría para aliviar los dolores de alguien. Puede ser una forma hermosa de pasar la Nochebuena haciéndole compañía a alguien que está solo; puede ser hermoso también salir a caminar por la noche en el campo; podría ser también muy lindo que se atrevan a decir algo de Jesús, aunque en la mesa los que están sentados no les guste hablar, sentir hablar de Jesús.
¿Son capaces mis queridos de poner la cara para decir algo sobre el Rey de Reyes, que ha nacido en esa noche que se conmemora su nacimiento?, no tanto exagerando, porque el exceso siempre es malo, pero digan algo ¿mmm?, algo tan simple como: que el Señor bendiga estos alimentos y que no pase mucho tiempo que en las mesas en que no hay alimentos pueda haberlos y en los corazones donde no hay amor, pueda haber amor.
Mis queridos, sean diferentes.
Amén.
Dice San Martín de Porres:
Lo que digo yo es continuación de lo que dijo Santa Teresa de Calcuta, no es mi propósito que ustedes comenten que mientras ustedes están saboreando un manjar rico hagan referencia a que alguien tal vez esté escarbando en un tacho de basura para comer algo, no, tampoco no exageren porque tal vez sería de mal gusto, sobre todo sería un lanzazo para el corazón de algunos y les amargaría todo pero sí pídanle al Espíritu Santo que estén con quién estén tengan una palabra oportuna para dejar pensando a la otra parte, sobre todo el amor de esa noche o de ese día, porque en esa noche y en ese día ha nacido el Hijo de Dios, el que viene a dar su vida por cada uno de nosotros. Digan algo, algo si quiera, ustedes con el tiempo tienen que transformar el mundo por el solo hecho de dar a conocer estos Mensajes cuántos ya se han transformado, se ha transformado y viven de otra manera, viven de otra manera y no anden investigando después que hace cada uno, no, hagan, siembren, el Señor recogerá.
Dice San Artemio:
A mi me irritan un poco, dentro de mi concepto de la vida como ustedes saben yo he sido militar y las cosas para mí siempre son blancas o negras, los grises o medias tintas no me gustan mucho. Yo digo: ¿no convendría decirles a esos padres que gastan en elementos para que sus hijos hagan ruidos, que ese dinero lo guarden para otra cosa?, o en vez de diez que hagan un ruido, cuántos quedarían agradecidos y sobre todo los animales, esos mismos que estuvieron con Jesús en el pesebre agradecerían, porque los animales no entienden los ruidos de los hombres y se aturden y les hace daño. ¿Será que las bestias son más sabias que nosotros, que les hiere un ruido fuerte y a nosotros no nos hace nada?, mis queridos ¿serán más humanas las bestias que nosotros los hombres?, no vayamos a pensar en eso.
No me gustan los ruidos, no me gustan esos juegos tontos que hacen para las Fiestas de fin de año, no me gustan los... (se dio vuelta la cinta)..., ese conjunto de porquerías que lo único que hace es poner los nervios de punta, ¿pero a quién se le ocurre festejar una fecha de amor haciendo explotar algo?, perdónenme pero yo no entiendo y díganselo a la gente: ¿cómo, ha nacido un niño de amor y ustedes hacen ruido para festejarlo?, ¿en qué cabeza cabe eso?.
No den la nota, pero sí digan, digan como al descuido, digan.
Habla Artemio:
Bueno, ¿saben quién quiere decir alguna palabra ahora?, es San José.
Dice San José:
Yo, siempre jugué un papel bastante secundario en la vida de Jesús, primero no entendí que mi Esposa sin conocer varón estuviera encinta, hasta que el Ángel me lo explica y me hace entender, yo no tengo la pretensión de que se me nombre tanto ni se haga ruido conmigo pero yo soy el Padre Adoptivo de Jesús, en consecuencia ténganme un poco en cuenta.
Lo digo en este sentido, Padre Adoptivo o no, Padre, mi Esposa María lleva todas las alabanzas y me parece muy bien pero yo también protegí al Niño y yo soy el Padre Adoptivo de Él, no lo digo por mí, lo digo para que no solamente piensen en las maravillas de una mujer sino también en las maravillas de un hombre como padre.
Yo no tengo por qué protestar ni decir nada pero se han ocupado muy poco de mí, salvo que no sea para pedirme que interceda por su trabajo, su bienestar y todas las cosas que necesitan para un buen lugar en el mundo, yo también quiero que me nombren, no por mí, sino porque Jesús quiere para dar al Padre también un lugar destacado en todo esto, Padre Adoptivo pero Padre al fin, que protegió al bebé cuando nació y más adelante, toda una vida, aunque de mí se sabe tan poco, rápidamente se pierden los rastros en la Biblia después de que Jesús es hallado en el Templo creo que ya no se me nombra. Por eso en una oportunidad Jesús habló de mí, acá, en los Mensajes y dijo muchas cosas referente a toda la crianza, qué hablaba conmigo, cómo le enseñé a trabajar la madera, todos los temas, el despertar del amor, el despertar de todas sus funciones como hombre, todas esas cosas Jesús las habló conmigo, no las habló con su Madre, entonces no por mí sino por la función de Padre, les ruego me tengan más en cuenta.
Repito, no por mí sino por la función de Padre y además hagan ver, hagan ver cómo he protegido a María cuando estaba encinta buscando un lugar para que diera a luz, es decir como María se sentía protegida por mí en todos esos momentos, en que tuvo el bebé y lo fue criando y también María vio como yo luché para que no le pasara nunca nada al Niño ¿mmm?. Si solamente pensaran en el viaje a Egipto en el desierto todo lo que tuvimos que pasar tanto mi Esposa como yo para cuidar al Niño, ¿saben lo que es viajar por el desierto un día de tormenta?, bueno, piensen entonces, piensen.
En esta vida mis queridos, siempre hay que saber reconocer las cosas que se hacen, sea en nuestros hermanos o sea en quien sea, no hay tanto tiempo en la vida del hombre para reconocer todo lo que hizo, pues bien hagámoslo, que mis palabras no se tomen para que se enciendan en alabanzas a José, el Esposa de María, Padre Adoptivo del Niño, mis palabras tienen el sentido de redescubrir la función del Padre y además la responsabilidad del Padre en la crianza de sus hijos.
Amén.
Habla Artemio:
Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Gloria al Padre...
Se corta la grabación............................................................