Cómo, repito, podrían aceptar todo el amor que sale de Mi si tienen una indiferencia tremenda por el hermano o directamente formas de odio, formas de segregación, formas de aniquilación, formas de indiferencia por el hermano, qué sencillo que es todo.

 

Mensaje del 16 de Septiembre de 1998

Habla Artemio:

Hola, hoy es 16 de Septiembre de 1998.

Señor, últimamente no estamos leyendo la palabra en la Sagrada Escritura y muchas veces es porque se hace muy tarde pero vos nos dijiste que..., vos nos dijiste que podía o no leerse la Sagrada Escritura, en todo caso si no leíamos teníamos la palabra de Dios viva, además es como si nos hubieras dado permiso para que, es decir nos inspiraste para que hiciéramos de las Revelaciones que vos das el centro de la reunión. Ahora, eso implica Señor que Yo tenga un papel más activo en la reunión y me molesta un poco, porque lo ideal sería que todos pudieran comentar y hablar pero al final podemos hacerlo; es decir, vos dijiste que lo central de la reunión era las Revelaciones y que todas las personas presentes era como testigos, eran como testigos, son como testigos de todo lo que pasa.

Bueno, Señor Jesús, el que casi todos los días vengas aquí a hablarnos a hecho que con vos tengamos un trato muy familiar, incluso a veces las personas, por supuesto no de acá sino de lejos, cuando sienten hablar con tanta familiaridad de vos y de tu Madre Señor no les choca, pero les llama la atención. Ahora, Yo digo esto porque parecería que estamos tan metidos adentro de todo lo tuyo Jesús, Maria y los Santos que pasó a ser el centro de nuestras vidas, en el caso mío el centro, pero en el caso de ustedes tienen otros centros también que es la familia, que es esto, lo otro ¿no?, para mi pasó a ser el centro total; es decir, yo estoy viviendo en función de todo esto, pero para ustedes hay otros centros también. Ahora Señor estamos tan acostumbrados a tu presencia que más de una vez me puse a pensar qué pasará el día en que no vengas como venis habitualmente, qué pasaría, por supuesto que vos te la ingeniarías para que todo estuviera bien también, pero no es tan simple y por otra parte, nosotros no podemos compararnos con nadie, ni nadie puede compararse con nosotros, incluso cuando ese grupo de Camino Aldao va a venir porque dice que quieren aprender, no sé hasta que punto Señor nosotros podemos enseñarle muchas cosas, en el sentido de que esto es diferente a todo lo demás, completamente diferente.

Ahora, Señor en este momento antes de tu venida, de tu llegada, nosotros te hacemos presente Señor todo lo que fuimos, lo que somos y lo que nos gustaría ser, además Señor yo tengo que ser el portavoz tuyo pero los que están presente cuando vos lo estás pueden usarlo para escuchar lo que vos decís o tu Madre, pero también al mismo tiempo pueden presentarte toda una ristra de necesidades que cada uno tenga, que mejor que presentar las cosas en tu presencia. Señor y no lo digo pero sabes que te pido con toda mi alma que me hagas pasar eso, ya sabés a qué me refiero.

Seños nosotros somos tan simples, tan..., por eso todos los días volvemos a repetirnos casi siempre lo mismo: ¿por qué nosotros?, ¿por qué?, ¿por qué nosotros?, ¿por qué nos tocó a nosotros hacer la historia de todo esto?, ¿por qué Señor?, ¿por qué?, eso nos alegra pero al mismo tiempo sabemos que es una cruz muy pesada de llevar, tremendamente pesada, donde... (se interrumpe la grabación)... . Bueno, Jesús ya apareció aquí con, llenando todo de Luz como Jesús de la Misericordia, todo de Luz, todo de Luz está lleno, está casi ahí en el centro, detrás está la Virgen y la Madre Teresa que apenas si se ven con el resplandor, los rostros de ustedes están como pintadas de oro, pero de un color rojizo.

Señor, ante tu presencia, tan magnífica, ante todo el esplendor de todo lo tuyo, Señor mirá nuestras vidas, mirá nuestras necesidades Señor, todas nuestras necesidades, de todo tipo Señor, por supuesto de cada uno de los del miembro del grupo de oración que no estén presente, lo mismo, de sus familias, de las personas que quieren ellos, que queremos todos, toda esa gente que pasó por aquí hoy Señor y ayer y antes de ayer y el otro día y el más allá, todo Señor, todo, porque tu Luz Señor, que es tu Misericordia alcanza para todo. Yo dije antes Señor: por qué nosotros, y te lo vuelvo a repetir Señor: no nos alcanza el resto de nuestra vida y de la eternidad para agradecerte que nos regales tu presencia Señor, no es cosa de locos Señor, es la realidad Señor, estamos respirando el aire que vos respirás, nos estamos cocinando de calor con todo el fuego que sale de tu corazón Señor, quien podría venir a decirnos una palabra sobre si vos existís o no Señor, si nos estás quemando vivo con el fuego que sale de tu Corazón Señor, quién, quién podría venir a decirnos algo Señor, por eso nosotros no podemos comparar nada, no podemos decir nada, más vale callar Señor porque esto es único, que yo sepa es único. Incluso todos los días nos movemos de otra forma, porque no nos podemos movernos nosotros dentro de la inseguridad, por la sencilla razón de que hasta nuestra simple ropa está impregnada del calor y de tu Luz Señor y cualquiera piensa que también estás bendiciendo especialmente a aquellos que tejieron esta ropa, que armaron esta ropa, todo Señor, todo y dentro de la economía del universo esta Casa debe estar brillando así en medio de todo el mundo como el lugar en que el Jesús de la Misericordia está en este momento y nosotros aquí Señor, tal vez es una suerte que no tomemos conciencia de todo esto, porque podría fallarnos el corazón para siempre Señor.

Asi como siempre te decimos y nos acordamos de todos los hombres hasta aquellos que están en los rincones más aislados de la Tierra o aquellos que tenemos más cerca, todo Señor está impregnado de tu Luz, todo Señor, todo. Nosotros estamos sentados porque vos nos dijiste que no hay formas para estar delante de vos, que uno puede estar de cualquier forma, la cuestión es como esté nuestro corazón, tal vez alguien se tiraría al suelo Señor en señal de humildad, tal vez alguno diría: no, yo no quiero estar presente porque es demasiado para mi, pero Señor vos que sos la humildad por excelencia nos aceptás, nos querés, nos amás, así como somos, exactamente como somos, ni más ni menos, así.

Habla Señor que nosotros te escuchamos, no sé por qué estoy intuyendo que vas a decir cosas con mi voz muy hermosas, cuándo no decís cosas hermosas Señor, pero no sé por qué hoy me parece que más.

Dice Jesús:

Toda esta Luz que les está quemando el rostro y vuestro cuerpo y que sale de Mi Corazón, se hace posible acá, porque ustedes me abrieron las puertas para que aquí se hiciera posible, ustedes me abrieron las puertas para que aquí se hiciera posible, mientras que en tantos lugares aún no me conocen como el Jesús de la Misericordia, sin embargo ustedes..., sin embargo ustedes me abrieron las puertas de vuestra casa, pero sobre todo las puertas de vuestro corazón y no esperaron si la Iglesia, la Santa Madre Iglesia diera su palabra definitiva sobre Sor Faustina o no, es decir se rindieron ante la evidencia de todo lo que representa Mi Misericordia, es cierto que en todo, en todo el libro de la Sagrada Escritura está bien clarito todo lo que es la Misericordia, pero parecería que se le da ahora mayor énfasis después de Mis apariciones a la Beata Faustina e inaugura dentro de la Iglesia todo un mundo de cosas nuevas, de esperanzas nuevas para todos los hombres.

Yo no sé como tantos que se empeñan en querer escuchar noticias tristes y divulgar noticias tristes no se toman de Mis palabras a la Beata o de las que les he a ustedes, pero más de la Beata porque tienen difusión masiva ya, como no se toman de esas palabras para edificar un mundo nuevo. Ocurre que parecería que les gusta tal vez tener motivos de comentario o algo por el estilo de que las cosas no funcionen, Yo les pregunto: ¿por qué se niegan a la entrada en vuestras vidas del amor?, suponiendo que no quieran reconocer todos los Mensajes que le di a Sor Faustina pero por qué entonces no toman del libro de los libros todo lo que sea de lo referente a Mi Misericordia que es el fruto de todo el amor que Yo profeso por los hombres, demostrado después de tanto tiempo en la cruz derramando Mi sangre y derramando todos los días Mi sangre para seguir con esa redención, que es una forma de decirles que les estoy regalando todo el amor de Mi Misericordia.

Quiero decirles con claridad que no podemos pensar en que el hombre tenga estructuras tan egoístas como para no dar entrada a semejante evidencia del amor, ¿o acaso leyendo los Evangelios no lo pueden respirar tanto como en los Mensajes a Faustina?, por supuesto que sí, pero hay una tendencia en tantos de ustedes y en muchos miembros de la Santa Madre Iglesia que parecería no querer hacerlo, no digo que sea por mala voluntad, digo que es simplemente. Hijos Míos, hijos Míos, entiéndanlo, compréndanlo, desde lo más profundo de vuestra alma que haya un asentimiento, un reconocimiento de todo esto que está pasando, lo hice antes del año 31 al 38 allá a Faustina, ahora la manifestación aquí.

Los que no quieren ver no verán pero por pequeño esfuerzo que se haga con el corazón verían tantas cosas, además Mis queridos, se han dado cuenta la tremenda orfandad que tengo allá al final de la avenida, se han dado cuenta Mis queridos que pocos, a qué pocos llamo la atención allá al final de la avenida, a qué pocos Mis queridos. Será posible que el corazón cerrado no de entrada a un poco de Luz o hace falta cosas terribles para convencer y lograr que muchos corazones se abran y reconozcan pero Yo les digo cuál es el problema Mis queridos, ¿saben cuál?, aquellos que no quieren reconocer Mi Misericordia, son todos aquellos que no quieren reconocer en el semejante a su hermano, allí está toda la cuestión planteada, nadie podría dejarse invadir por Mi Misericordia si por su hermano próximo y lejano no siente el más mínimo afecto, nadie podría dejarse invadir, no se llamen a engaño, esa es la realidad y más allá de todas las palabras lindas que puedan ensayar muchos, hermanos, Yo lo que quiero es un corazón actuante, que se desgrane ante la sonrisa o la tristeza de un hermano en desgracia o un hermano en alegría, Yo quiero eso, mientras no hagan eso no pasará nada y jamás el fuego que sale de Mi Corazón les rozará.

Cómo, repito, podrían aceptar todo el amor que sale de Mi si tienen una indiferencia tremenda por el hermano o directamente formas de odio, formas de segregación, formas de aniquilación, formas de indiferencia por el hermano, qué sencillo que es todo. La verdad hermanos, como decían en la Edad Media: se ve, se ve en cualquier tiempo y en cualquier época, la verdad se ve y los rayos que salen de Mi Corazón o los que pueden salir y salen del Corazón de Mi Madre, solamente pueden tener aceptación en un corazón que está vibrando junto al Mío, esa es la realidad Mis queridos, esa es la realidad. No se llamen a engaño con todas las grandes ceremonias y las grandes orquestaciones para hablar sobre Mi, para actuar por Mi, para decir cosas sobre Mi, no se llamen a engaño, que todo eso es paja hermanos, es paja Mis queridos. Todas esas orquestaciones en todos los que detentan el poder, en las grandes o pequeñas..., en las grandes o pequeñas aglomeraciones humanas, aquellos que detentan el poder son contados, nos sobran los dedo de la mano para contar aquellos que por fin aceptan todo lo que les estoy diciendo.

Si uno no entendiera al hombre a través de todo, todo su tiempo que vivió sobre la Tierra, si uno no entendió al hombre sobre eso creería que todo es irracional pero como uno lo entiende al hombre y lo entiende muy bien entonces todo resulta muy claro. Yo les aseguro que todo aquél que de una forma u otra extienda la devoción o hable de una manera u otra sobre los Ríos de Agua Viva y los Ríos de Fuego que salen de Mi Corazón, aquellos que lo hablen con sus semejantes tendrán la recompensa de la Bienaventuranza Eterna, pero ya tendrán la recompensa aquí en la Tierra porque su vida será una Luz permanente en medio de vuestros hermanos, una Luz permanente, un fuego encendido que no importa las distancias para notarlo, para verlo, para dirigirse hacia ese fuego y encontrar una respuesta para su vida.

Que sencillo que es todo hermanos, que sencillo... (se dio vuelta la cinta)..., lo digo entre paréntesis (no te preocupes cuando alguien pasa a través de Mi, lo he aclarado en alguna oportunidad, la materia incorpórea permite eso y en este caso es porque vos lo ves, pero diariamente lo hacen sin verlo, asi que no te preocupes por eso) cierro el paréntesis.

Entonces Mis hermanos para terminar, Yo desde Mi lugar veo vuestros rostros encendidos de fuego y todo ese fuego significa que están recibiendo en forma compulsiva todo el amor posible que sale del Hijo de Dios, entonces ábranse espontáneamente y recíbanlo para que ya en vuestras venas no corra sangre, sino que corra el fuego que sale de Mi Corazón y el agua que sale de Mi Corazón y aunque muchos no quieran entenderlo, no es que no puedan sino que aunque no quieran entenderlo díganlo a los cuatro vientos, díganlo, grítenlo y sobre todo muéstrense ustedes de esta manera. No importa si al entregar una imagen Mía con los rayos que brota de Mi Corazón alguien los toma en sus manos con indiferencia, no importa pero, vale quien lo da y vale para quien lo recibe, porque Mi sola presencia en una imagen que entre en los hogares será la forma en que Yo vaya minando el mundo de amor y llenando hasta los últimos resquicios de Mi Misericordia. No importa si no rezan las oraciones que está detrás, no importa, importa sí que con devoción o ternura o admiración miren Mi Sagrada imagen, todo el resto se da por añadidura.

Dice Nuestra Señora:

Ayer hemos hablado del valor del sufrimiento, del valor del dolor, sí, por supuesto, el tema no se agotó pero ustedes vieron que ayer cuando tal vez ustedes esperaban grandes festejos por ser la primera vez que conmemoraban esto, ustedes esperaban otra cosa y hoy que no esperaban, el Señor les regala todo esto, Mi Hijo los ha inundado de su fuego, del fuego que sale de su Corazón, Mi Hijo los ha inundado, pero su Misericordia es tan grande que no solo llega a ustedes sino a todos aquellos que ustedes aman y a todos aquellos que no aman y a todos aquellos que ni conocen y a todos aquellos que les hicieron daño o son vuestros enemigos, a todos, porque la Misericordia de Mi Hijo es gratuita, no hacen faltan méritos para recibirla, sí hace falta almas generosas como las de ustedes y disponibles como las de ustedes para que Mi Hijo se decida a que a través de ustedes como un canal, llegue a los demás el Agua Viva que brota siempre de su Corazón.

Yo pregunto a todos los hombres y mujeres, hijos queridos: ¿me aman?, todos dirían: sí Madre te amamos, y entonces Yo les digo: por qué hace siglos que les estoy ofreciendo la llama que sale de Mi Corazón para solucionar todos los problemas que la humanidad tiene, todos he dicho, ¿por qué no usan de esa llama?, la llama significa la inmensidad de Mi amor por los hombres, que comenzó en aquél día en que le dije al Arcángel Gabriel: “he aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra”, comenzó ese día y continuó a través del tiempo, ya pasaron dos mil años de todo eso y Yo sigo con Mi inmenso caudal de llama disponible y prácticamente tengo que rogarles que me la acepten y me la aceptan tal vez aquellos que, está muy bien que lo hagan pero no tienen fuerza, en el sentido de que no dirigen las grandes comunidades humanas, todo está muy bien, pero aquellos que están dirigiendo ¿se hacen una idea ustedes si se dejaran invadir por todo el amor que sale de Mi Corazón Inmaculado?, por supuesto que siempre quedaría alguien que no querría aceptarlo, por supuesto, pero si pusieran a pensar a vuestro corazón verían que la solución de todos los males de la humanidad, todos, serían remediados totalmente, si se dejaran invadir de Mi Corazón, de la llama que sale de Mi Corazón Inmaculado.

Como es posible que Yo les pregunte: hijos ¿me aman?, y ustedes me digan: sí Madre, te amamos, pero Yo siento esa voz como hueca, la siento sin sentido porque me dicen que sí con un corazón cerrado sin dejar ningún resquicio por donde filtrar todo el amor que les tengo, porque Yo llevaría como Mediadora de todas las Gracias a los pies de Mi Hijo y Él a los pies del Padre la solución de todos los problemas, o es que todavía quedan sobre la Tierra, quedan muchos hombres que no se convencieron que todo se soluciona con el amor.

Griten todo esto a los cuatro vientos, pero sobre todo vivan de una manera donde se refleje en forma concreta todo aquello que les estoy diciendo, vivan, tengan la valentía de vivir de esa manera y verán como hasta los desiertos más inhóspitos se convertirán en vergeles y hasta la piedra más tosca se abrirá para dejar emerger un capullo.

Hermanos, hijos queridos, tienen todo al alcance de la mano, tienen todo al alcance de vuestro corazón, no lo desperdicien.

Dice la Madre Teresa:

Habrán notado que yo me puse de rodillas, habrán visto hasta qué punto mis manos se levantaron como en una plegaria, habrán visto que mi figura diminuta crecía como un gigante regocijándome por las palabras de Jesús y de su Madre.

¿Qué puedo agregar yo de todo, después de todo lo que dijo Jesús y su Madre?, ¿qué podría agregar?, yo creo que algo entendí de lo que es la Misericordia, yo creo que algo entendí de lo que es el amor, pero a pesar de que quemé mi vida en ello desde aquí, ahora veo que prácticamente no hice nada, pero sí hay algo importante en todo ello, a pesar de que hice poco o nada siempre mi corazón estuvo disponible para decirle al Señor, como Pablo: ¿qué quieres que haga?. Siempre el mérito y la grandeza es del Señor, pero creo haber comprendido que algo sublime de parte del hombre es estar disponible para que el Señor use de uno sus manos, su corazón, su mente, su cuerpo, sus pies, el estar disponible, que puede llamarse de mil formas diferentes pero en todo caso es repetir las mismas palabras que dijo María al Arcángel Gabriel.

No quieran medir mis queridos a los demás en base a cuanto entendieron e hicieron sobre todo esto, todas las cosas tienen su tiempo y tal vez no sea posible forzar a un corazón endurecido a abrirse con mucha rapidez, porque puede deteriorarse. Las cosas se van haciendo y el Señor mira desde toda la eternidad y desde lo más profundo de su amor y Misericordia, como el hombre se va alineando en sus planes.

No quiero decir más, solamente recalcar aquello de que el estar disponibles como lo estuvo Maria ante el Arcángel Gabriel, ya con eso es inmenso todo lo que trae aparejado.

Habla Artemio:

Todos hemos quedados como adormecidos, porque la Luz que sale de Jesús nos ha enceguecido, nos ha hecho cerrar los ojos porque tanta Luz hiere nuestra vista, nuestra mirada, creo que esto es una forma de recibir la Luz del Señor, ella se manifiesta en todo su esplendor y uno la recepta en base a la capacidad de nuestras orbitas recibirlo.

¡Gloria a ti Señor, porque eres grande en todas tus obras!, ¡Gloria Señor!, alabado seas Señor, alabado seas Señor, alabado seas Señor, porque la llama que sale de tu Corazón nos tiene abrazados a todos. ¡Alabado seas Señor!, que pase el resto de mi vida diciéndote gracias Señor, alabado seas Señor, alabado seas Señor, alabado seas Señor, alabado seas. Alabado seas Señor, alabado seas, alabado seas Señor, alabado seas Señor, alabado, alabado seas Señor, alabado seas Señor.

Amén.

Todavía está Jesús acá y su Madre y la Madre Teresa y nos están diciendo que en primer lugar hagamos la ofrenda de nuestras vidas a sus Sagrados Corazones y luego que le pidamos por todas nuestras necesidades y de nuestros hermanos.

El Señor antes de retirarse mira a cada uno en el rostro y se nota que lo llama por su nombre, cuán significativo es esto, el ser llamado por nuestro nombre; y ahora levanta la mano y nos bendice en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.