Mensaje del 26 de Febrero de 1998

Dice Jesús:

… un diálogo muy intimista, donde parecería que quiero satisfacer muchas preguntas que puedan hacerme pero que conste que no solamente preguntas que vos podes hacer sino cualquier persona que está presente en el grupo de oración o de algo que quiera saber de otras personas, puede hacerlo verbalmente y fuerte o escribirlo en una hoja en un papel para que nadie se entere y Yo la respuesta la voy a dar en voz baja. Asi que tengan en cuenta, que desde hoy pueden hacer preguntas en forma verbal, fuertes y también pueden hacerlas en un papelito donde Yo la contestaré en privado y vos se las dirás en privado a la persona o bien si la persona quiere puede ser en público.

Bueno, no tengan tantas expectativas respecto a esta tercera parte de las Profecías porque qué puedo decir de nuevo que no esté ya contenido en las Sagradas Escrituras como lo hice anteriormente, ahora sí puede haber mucho de nuevo en el sentido de cómo interpretar esas Sagradas Escrituras a las Luz del Tercer Milenio.

Yo personalmente tengo muchas preocupaciones y ya nomás las voy a decir, Yo no puedo soportar el peso enorme que significa el dolor inmenso que sufren aquellas personas que estando separadas o bien separadas y vueltas a casar o a unir, no puedo soportar el dolor de que se las discrimine en la forma en que se lo hacen; ¿dirán que voy demasiado lejos?, ¿quién se podría atrever a decirle al Hijo de Dios que ha ido demasiado lejos en una afirmación?.

Hermanos, las estructuras no son tan trágicamente rígidas, tampoco es cuestión de que todo se tome a la ligera pero la angustia y el dolor de aquellos que separados y vuelto a unir no pueden frecuentar los Sacramentos y hay alguien también que hasta le niega la bendición de los objetos que pueden llevar arriba, esto es muy grave hermanos, es un escándalo en la asamblea de los fieles, en consecuencia habrá que preguntarle a los teólogos: ¿hasta que punto se van inspirando en lo que les dice el Espíritu Santo?, porque si Yo tengo que elegir entre la ley y el hombre, elijo al hombre y el hombre Yo quiero que sea feliz, no infeliz, pobre de aquél que se equivocó, ahora tampoco es cuestión de tomar todo a la ligera pero sí es necesario volver a revisar tantas cosas, tantísimas cosas. Quieren escandalizarse un poco con lo que voy a decir: ¿no sería conveniente revisar el alcance del celibato sacerdotal?, Yo no estoy afirmando ni negando nada, Yo he dicho revisar, esa es la palabra, ¿les parece interesante también revisar todo lo referente a una palabra que no me gusta usar pero no hay otra que lo explica, que se llama control de la natividad?, ¿o ustedes qué prefieren hermanos, una familia planificada adecuadamente o montones de hijos que se mueren de hambre?. No estamos en la Edad Media ni en el siglo III, estamos en el Tercer Milenio y todo eso habrá que revisarlo y si estoy diciendo esto también voy a decir lo siguiente, detrás del control de la natividad hay un problema y no es tanto el control de la natividad sino es justamente que creen que el hombre le hace trampa a la naturaleza para disfrutar de algo sin lograr las consecuencias de eso.

A esta altura de los tiempos cuando ya se conoce tanto del alma humana, de la psiquis del hombre y de todo el funcionamiento de sus glándulas de secreción interna, ¿no será hora que los teólogos empiecen a mirar las cosas en una forma desestructurada pidiendo iluminación al Espíritu Santo para ver con claridad?, ¿o qué creen, que Mi Corazón no se parte en dos cuando veo las discriminaciones raciales, sexuales, religiosas?. Todo debe ser revisado de nuevo, nadie quiere tirar el Evangelio ni todas las Sagradas Escrituras por la ventana, nadie tiene esa pretensión, menos el Hijo de Dios pero que los hombres tienen que vivir felices también es cierto y necesario.

Los temas están nada más que planteados, Yo no he afirmado ni negado nada, solamente digo: todos tienen derecho a ser felices, ahora es posible que no se pueda tolerar a alguien que se equivocó y que eternamente tenga que llevar sobre sus espaldas el yugo de su error, ya sé que algunas mentes cerradas y estructuradas al oír esto pondrían el grito en el Cielo, pero revisen la historia, revisen cuántas cosas en el siglo III, IV, V eran terribles y dejaron de serlo el VI, VII u VIII y así sucesivamente, ¿qué era lo que faltaba?, una iluminación del Espíritu Santo para ubicar todo adecuadamente.

Aquí nadie está queriendo sentar doctrina para que todo esté permitido, no, lo que se quiere decir es que el hombre tiene derecho a ser feliz, piensen por ejemplo un siglo atrás alguien que cometía ciertos delitos se lo aniquilaba, hoy esas mismas personas se los pone en resguardo para que no molesten en la sociedad pero no se lo liquida porque se les da la oportunidad de sanarse.

Entonces, abreviemos hermanos, no sea cosa que pasen los siglos y nosotros por comodidad o por no querer ponernos a estudiar y a pedir que el Espíritu Santo nos ilumine, no sea cosa que sigamos en medio de las injusticias. Y esto es así en cosas gruesas pero si Yo les diría por ejemplo hasta que punto habría que tomar esas religiones nativas e iluminarlas con el Cristianismo pero no quererles cambiar a esa gente la mentalidad que tienen, sino iluminarlas si es posible pero no creer que esto es verdad y quien no se ajusta a pie juntillas a esto tiene que estar al margen.

Si hay algo que quiero gritar con todas las fuerzas de Mi alma es lo siguiente: en el Tercer Milenio, ¡nadie!, he dicho ¡nadie! debe quedar al margen de nada, ¡nadie! he dicho, ¿con qué derechos algunos se creen más que otros o jueces de otros?, ¿con qué derecho discriminamos hasta en las cosas más simples o más complejas?, ¿con qué derecho hermanos nos consideramos puros e inmaculados y miramos a nuestro hermano como si fuera el mas sucio de los sucios?, ¿con qué derecho hermanos?, ¿con qué derecho?, si todos son Mis hijos y en consecuencia son vuestros hermanos, ¿por qué entonces, esa soberbia y ese orgullo de creerse superior porque en la vida les fue de una forma o de la otra?. Nadie debe quedar afuera del Reino, se lo he dicho muy bien a Sor Faustina: “entre Mi Padre que es la Ley y el hombre estoy Yo que soy la Misericordia”, y la Misericordia es un fruto del amor, en consecuencia vayan preparándose para oír cosas que nunca han oído de boca del Hijo de Dios, vayan preparándose, sobre todo para que no los tome de sorpresa y no rasguen vestiduras.

Ya sé que las cosas no pueden hacerse de una día para otro porque, porque se puede hacer daño y escandalizar pero sí se puede hacer de un día para otro cuando en nuestro corazón, libre de soberbia y de orgullo empezamos a mirar al que tenemos a nuestro algo como hermano porque no es otra cosa que eso, hermano. ¿Quienes somos nosotros para juzgar al hermano, ¿con qué derecho podemos juzgar al hermano?, de nada sirve la ley cuando perjudica al hombre, de nada sirve.

Esto es un anticipo de los temas que ustedes pueden considerar súper calientes de este tercer período de Visiones, Apariciones y Profecías, ¿o ustedes que creían, que el Hijo de Dios auto titulándose Señor de la Misericordia se iba a resignar tan fácil en dejar a prácticamente media humanidad al margen de ser felices?, que equivocados estaban si creían eso, vayan preparándose, vayan preparándose, porque van a oír cosas que nunca pensaron oírlas, desde las formas de concepción hasta las formas de muerte, pasando por todas las etapas de la vida humana, todas, sin excepción.

No estoy dispuesto, digo para terminar, seguir oyendo el clamor de millones de hombres que buscan una solución y no les llega de ninguna parte, ¿qué podrían pensar ustedes de Mi si Yo hiciera oídos sordos a tanto dolor?.

Esta noche no hablará Mi Madre ni la Madre Teresa que están aquí porque ellas también se han sentido un poco tocadas por los temas que Yo he tratado, aunque sabían que los iba a tratar. Cuando miramos las cosas por medio del amor en su totalidad no nos podemos equivocar y Yo vine a traer el fuego a la Tierra para que arda, en el sentido del amor, no crean que voy a permanecer con la boca cerrada ante tantas ignominias, imposturas pero no solamente en estos temas sino no se olviden el tema de la justicia porque si ustedes llaman justicia a los que imperan en los países están muy equivocados ¿eh?, terriblemente equivocados, Yo creo que no existe justicia sobre la Tierra y también creo que se han perdido todos los valores y también creo que la corrupción en todas sus formas, en todos sus niveles, en todas las instituciones es el pan de cada día, ¿creen que Yo me callaría?.

Quien tiene oídos para oír que oiga y ojos para ver que vea y además quien tiene corazón para sentir que vaya sintiendo que el hermano que tiene a su lado y que sobre sus espaldas pesan cosas terribles por culpa nuestra, ese hermano tiene que ser redimido igual que ustedes.

¡Basta ya de injusticias!, es posible que no se haga todo de un día para otro porque los apresuramiento traen a veces más problemas que soluciones pero que se van a realizar se van a realizar y vuestros ojos verán todo lo que Yo estoy diciendo esta noche.

Amén.