Mensaje del 05 de Febrero de 1998

Habla Artemio:

Hoy es día jueves 05 de Febrero.

A mitad de la reunión se hizo presente Eduardo Pironio y cosa extraña, se pasó a mi izquierda, cosa que nunca había hecho. Habla Señor que tu siervo escucha.

Dice Jesús:

El comentario que se hizo, que hiciste de la Epístola de San Pablo a los Corintios, no necesita mayor explicación pero estabas tan influenciado por quien tenías a tu lado, que te daba como calor hablar delante de él, por eso dijiste poco, lo suficiente por supuesto pero fue poco, en todo caso esto que sirva para entender una cosa, que sirva para entender como el ser humano modifica sus conductas cuando empieza a predominar el afecto directo, puro, genuino, y en este caso vos ibas a decir que los verdaderos valores son aquellos que nosotros podemos captar con los sentimientos y las emociones. Nadie razona la belleza, nadie razona el bien, nadie razona la diferencia sobre el orgullo y la humildad, lo único que se puede hacer es a través de nuestro corazón, mirar a cada una de esas cosas, entenderlas y callar, porque cuando uno quiere explicar demasiado sobre esto, empieza a racionalizar y ya todo se derrumba. No es que Yo esté en contra de la razón, no, solamente que hay prioridades y la prioridad absoluta para entender todo desde todo es el amor.

El amor al que me refiero, por supuesto que es un amor profundo, un amor basado en un criterio espiritual en el cual las cosas adquieren una dimensión exactamente como Dios las concibió ya al comienzo del universo, al comienzo de la creación. Por eso es necesario que ante situaciones así uno guarde silencio y escuche las voces extrañas que aparecen en nuestros oídos y que no explican lo que nadie puede explicarnos y para esto se leyó en la Epístola también, no hace falta ningún tipo de sabiduría, no, hace falta un corazón abierto, un corazón que directamente diga cosas complacientes, ahora, cada ser humano la siente de forma diferente y más si progresa en la vida espiritual y mucho más si entiende todo. Ese tema de la comprensión de los valores que sirva, dentro de los Mensajes y Profecías, como una forma constante de metodología de trabajo en cualquier cosa que haga, es decir dejar a un costado todo aquello que uno aprendió a lo largo del tiempo, incluso me refiero a aquellos que son y otros que se creen doctores, poner en un costado toda esa sabiduría y poner el corazón como un niño recién nacido a la voz del Padre que por medio del Espíritu Santo manifestará todo aquello que Él quiere manifestar y que es esencial para resolver cualquier cuestión importante.

Que se tome esto entonces como una premisa básica, nada puede entender lo esencial si no es a través del corazón, seguir los dictados del corazón hace que uno nunca se equivoque y si por casualidad uno se equivocara el error no tendría consecuencias por la simple y sencilla razón de que aquél que comete algo fuera de lugar por amor no perjudica ni hace daño a nadie.

Por supuesto que podría extenderme toda la noche, pero lo que dijimos ya es suficiente.

Dice Nuestra Señora:

Hoy es un día muy especial en la vida de los cristianos porque alguien que amó profundamente ha llegado a los pies del Padre con todo el bagaje, con todo el patrimonio que fue depositando en la Tierra de todos los hombres. Además representa dentro de la Santa Madre Iglesia, Eduardo Pironio, aquél tipo de personas, de seres Hijos de la Luz, que a pesar de tener gran parte del monopolio de la Luz a una altura de su vida, tuvieron que resignar muchas de sus cosas por obediencia y ahora gozará eternamente delante del Padre de todo aquello que soñó e intercederá por todos aquellos que a él tanto le preocuparon mientras vivió en la Tierra. Remítanse a sus escritos, indaguen sus pensamientos, analicen todo aquello que fue obra de él y tendrán una lección enorme que abarca todos los aspectos desde los cuales debería mirarse al hombre para tener una noción concreta y exacta de lo que el hombre de acuerdo a su dignidad debe ser.

Yo estoy segura que Eduardo Pironio, Cardenal de la Iglesia, antes de morir ha ofrendado su vida por el Jubileo y el Tercer Milenio, él que entendió tan bien a los Papas es evidentes que viendo la proximidad de su muerte haya ofrecido todo para que realmente el Espíritu Santo invada toda la Tierra, invada todos los rincones del orden para llevar a todos los hombres otra vez más el mensaje de amor, de comprensión, el mensaje en el cual la justicia es la que debe guiar la conducta de los hombres porque no todos saben amar como debieran pero todos deben practicar una justicia que muchas veces es aprendida y otras veces es exigida por ciertas leyes, tanto a nivel general laico o religioso. No podemos pedirle a todos los seres humanos un corazón abierto como una flor, donde de él salga el aroma constante de todo ese conjunto de maravillas que representa el pensar en profundidad sobre qué es lo que corresponde darle al hombre para que sea feliz.

Analizar profundamente esto, analizarlo a la luz de la Carta de Pablo a los Corintios, a la primera Carta, allí está una respuesta genuina, profunda y hecha a la medida de lo que estoy hablando, valga para que todos los hombres de la Tierra pero especialmente para aquellos que detentan el poder en todos los órdenes de la vida.

Yo quiero expresar a través de Mi hijo Artemio, quiero expresar que la Gran Cruzada del Espíritu Santo a pesar de que pareciera que todavía tuvo poca difusión en todos los niveles pero Yo puedo asegurar que hay como un hervidero general en todos lados y muchos todavía no han reconocido, pero mucho no les falta para caer de rodillas y tener solamente lo que el ser humano debe tener ante ciertas cosas, que pocos son los que se interesan por aquellos que son mayoría y que los demás ni siquiera cuenta para ellos y pensar que Mi Hijo les repitió hasta el cansancio que venía al mundo justamente por ellos.

Les repito, lean atentamente la primera Carta de Pablo a los Corintios, para que de esa forma entiendan muchas cosas, aquí no es cuestión de tomar soluciones hechas o dichas por alguien anteriormente, aquí hay necesidad de una actitud genuina en base a lo que el Espíritu Santo le inspirará para hacer todo lo que deben hacer y que en primera y última instancia es hacer un mundo más habitable por el hombre.

Ahora los dejo, tengan el afecto profundo de esta Madre, además que descienda sobre cada uno de ustedes una llamarada que brota dentro de Mi Corazón Inmaculado y los abran muy profundamente para que se entienda por donde deben ir las cosas, es decir qué caminos son los fundamentales para la extensión del Reino.

Dice la Madre Teresa:

Solamente yo quiero puntualizar algunas cosas, solamente podemos aspirar a la salvación eterna cuando dentro de nuestras perspectiva entraron o tienen vigencia aquellos que nada tienen, nada saben, nada pueden y a quienes nadie les da, ni de una forma ni otra. Es tremendo pensar como puedo mirar a alguien que está cerca de mí y sé que sufre, con total indiferencia cuando tengo entre mis manos los medios para alcanzar las soluciones, claro que para eso hace falta un corazón que sienta un alma abierta y desestructurada sobre muchos conceptos vigentes a través del tiempo y de la historia, que nada aportamos que fuera útil para la redención del hombre.

Además deben pensar que no es el tiempo tan largo como para distraerlo en cosas que no apuntan hacia lo esencial. No se confundan ni tampoco se distraigan, no sea cosa que nos sorprenda, quien viene como un ladrón en la noche y la muerte nos sorprenda sin haber dedicado si quiera algún momento de su vida para la redención de aquellos que nada tienen, nada pueden y a quien nadie nada les da.

Si quieren entender pueden entender muy bien todo esto, ahora si quieren hacer oídos sordos el problema es de ustedes y las consecuencias corren por vuestra cuenta.

Habla Artemio:

Eduardo Pironio, el Cardenal de la Iglesia va a decirnos unas cosas.

Dice el Cardenal Eduardo Pironio:

Ustedes dirán qué rápido he venido a verlos, es cierto, y vendré muy seguido porque aquí se gestaron muchas cosas a las cuales yo aspiré para todo el mundo. Por eso hoy ya estuve aquí, estoy aquí, permanezco aquí porque quiero colaborar con los Mensajes y Profecías ya que todo este tema fue siempre querido por mí, por ese motivo tuve que llevar sobre la Tierra una cruz siempre muy pesada, la de la incomprensión de mis hermanos sobre lo que yo pretendía para mí, para mis feligreses, para la Iglesia toda. Pero todos mis sueños apenas si pude concretar un 5 o 10% según los casos y muchas veces me pregunté si debía apurarme o dejar pasar. Muchas veces me pregunté cuando me ocupaba de todas las órdenes y congregaciones religiosas, muchas veces me pregunté cuánto debo decir, hasta dónde debo avanzar, con qué criterios debo manejarme, pero siempre la respuesta era que debí manejarme con criterios que eran muy inferiores a los que realmente quería gozar y entonces por una cuestión elemental de no querer escandalizar hablaba de una forma, sí, siempre tuve la misma forma de pensar pero mis expresiones ya no fueron tan contundentes ni compulsivas para dar una respuesta a los problemas de los hombres, parecería como si todavía no fuese el momento, cuando yo tuve que actuar, es decir mientras duraron todos esos años fogosos de mi primera edad, creo que al menos teóricamente expresé, fue importante y llegó hasta los últimos confines y muchos siguieron a rajatabla.

Yo debo señalar que a través de los años y en tu caso personal, yo diría alrededor del ’68, ’67, ’68 hasta hoy viviste diciendo y diciendo y diciendo y desde el ’67, ’68 hasta hoy los demás vivieron no escuchándote, no escuchándote, no escuchándote, otra sería la historia de este pueblo y de muchos lugares si te hubieran escuchado. Aquellas cosas que vos le diste o aquellas personas que dijeron y personas que vos traías para que les explicaras un montón de cosas que ellos aún no entendían y que tu lucidez vio desde siempre.

Yo celebro estar aquí con ustedes así como celebro estar gozando de la Bienaventuranza del Padre. Mi alegría es muy grande por estar en la Luz del Padre, pero también mi responsabilidad es tremenda, porque yo debo interceder por todo aquello que siempre prediqué, amé y por todo aquello con lo que hice un norte de mi vida.

Mi querido hermano en Cristo, los dos sabemos largamente que la lucha fue ardua y que de cada cien palabras tal vez no se escuchaban ni diez de las que se escuchaban según interpretaban, cuánta razón tiene la Madre cuando dice: ¿qué pasó con Medellín, Puebla?, ¿no tenían allí montones de principios para construir un mundo nuevo aquí en América y otros Documentos también importantes en otros lugares del mundo?. Pero ahora ha llagado el momento, esta Gran Cruzada del Espíritu Santo iniciada por la Madre de Dios, va a traer por fin un montón de soluciones que Yo personalmente aspiré, que Yo quise ver realizadas y que tal vez muchas veces me sentí hasta algo frustrado por la lentitud en que se iban tomando todas las resoluciones.

No quiero distraerlos demasiado en esta noche pero tendrán muy seguido una visita más en vuestras reuniones, ¿por qué?, porque aquí se está elaborando a través de todo lo que dice Jesús, su Madre y otros realmente un proyecto maravilloso que ni ustedes llegan a creer la grandiosidad que tiene. Que aquél sueño del Papa Juan XXIII por fin vaya concretándose, es decir la vigencia muy grande, no digo total pero muy grande del Espíritu Santo. La misión de Juan XXIII sobre el particular fue sencillamente grandiosa, como decía antes: toda la sabiduría para abrirse al Espíritu Santo y receptar los Mensajes que el Espíritu Santo le daba, cosa no tan común dentro de la vida de la Iglesia.

Por hoy es suficiente, les agradezco con toda el alma que me hayan nombrado Santo Protector de todos ustedes y tengan la plena seguridad que eso de Santo Protector, aunque me cae demasiado grande, pero será para ustedes una gran alegría saber hasta que punto yo estoy rogando, en forma interrumpida delante del Padre sobre esas cosas. En vez de darme la bienvenida ustedes a mí, yo voy a hacer al revés, se las doy a ustedes, les doy la bienvenida de escuchar mi palabra con la atención debida y pensar que tal vez muchas de mis ideas, que no son nada más que ideas evangélicas y nada menos por cierto, son la solución para la mayoría de los hombres que habitan nuestro planeta.

Los amo mucho a todos, tengo una gran complacencia de estar aquí con ustedes, sepan que ahora tienen un Santo Protector a quien clamar, lo de “Santo Protector” lo digo entre comillas porque vos lo pusiste y lo anotaste en el cuaderno así, no, nunca creí que podía remotamente aspirar a esa excelencia de denominación, pero Dios hará lo que Él quiere. Lo único que puedo decirles es que los amo y aunque no lo crean ustedes tienen sobre vuestras espaldas una responsabilidad tan, pero tan grande, que muchos tendrán que dejar muchas de las cosas que hacen para dedicarse más a todo esto.

Los amo con todo mi corazón, y yo, todavía no me he manifestado en ningún lugar, este es el primer lugar, este es el primer lugar que lo hago.

Los quiero mucho.

Amén.

Habla Artemio:

Nosotros expresamos nuestras gracias a Jesús, a María como Esposa del Espíritu Santo, a la Madre Teresa y al Cardenal Eduardo Pironio por todos los Mensajes que nos han dado esta noche y me dice el Cardenal Pironio que mientras ellos se van retirando nosotros cantemos algo alegre. Tiene una sotana negra con los ribetes rojos, pero está sumamente delgado y lleno de arrugas.

Entonces haremos lo que nos pide: alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré...