Mensaje del 25 de Enero de 1998

Habla Artemio:

25 de Enero.

Habla Señor, habla Señor, habla, habla, habla Señor, habla que nosotros escuchamos, habla, habla, habla Señora que nosotros escuchamos.

Dice Jesús:

Si comparás el pasado con el presente no tendrías motivos para decir nada, debés tener mala memoria y acordarte que el pasado fue mucho peor, con esto no quiero justificar nada, solamente decirte a vos y a todos los hermanos que están presentes: hay un precio que pagar para seguirme, no lo olviden, Yo tampoco lo olvidaré nunca, hay un precio que pagar hermanos, todo en la vida tiene su precio, menos toda la Misericordia que derramo sobre ustedes.

Esas rosas que veías que caían como si fueran lluvia y que llenaban el piso era una forma de decir: el camino está lleno de gracias, no desesperen, no se enojen, no se impacienten, sigan sembrando como lo están haciendo y no se preocupen de que es lo que pasa con la siembra que han realizado, de eso me ocupo Yo.

Es cierto que no tenés conciencia de lo que significa Mis manos en tu nuca, Mi cuerpo apoyado en tu cara, Mi torso apoyado en tu cara y sobre todo la llaga de Mi Corazón, ¿sabés una cosa?, no quiero tampoco que tomes tanta conciencia porque no estás tan preparado como para recibirlo, podría de repente darte un golpe de orgullo o algo parecido y quiero que tomes todo lo que Yo digo y lo que Mi Madre dice como algo muy natural y simple, si la herida de Mi costado tocó tu frente, pues bien, tocó tu frente y punto, no pensés más porque si llegaras a tomar conciencia de eso tal vez tendrías los minutos contados de tu vida y ya no tendrías más necesidad de estar en la Tierra porque Yo te llevaría a Mi lado.

Tomalo así espontáneamente y naturalmente y quien escucha estos Mensajes, ahora y cuando estén impresos, le ocurrirá lo mismo. Nadie tiene obligación de creer en todo lo que Yo estoy diciendo pero tengan la seguridad que lo estoy diciendo. Si no tienen el carisma de las visiones o lo tienen a veces no se preocupen, tendrán otros carismas o tienen otros carismas porque Yo quiero que Mis discípulos, en Mis discípulos haya diversidad de carismas, no todos tienen por qué oler el perfume maravilloso de las rosas, porque no hace falta, pero si hay algo fundamental que a todos les hace falta y es poner en práctica el primer mandamiento: “amarás al Señor, tu Dios con toda tu alma, todo tu espíritu y todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo”. Si cumplen con este mandamiento me doy por muy satisfecho.

Hombres de buena voluntad que leen estos Mensajes, no crean que son palabras al viento, son palabras que salen de Jesús. Hombres de buena voluntad, no sean reacios en escucharme.

Ahora seguirá Mi Madre dando Mensajes y Profecías por todo lo que habrá que seguir edificando, por ahora es suficiente.

Amén.