Mensaje del 15 de Diciembre de 1997
Habla Artemio:
Y vamos a pedir que si es tu voluntad de venir otra vez hoy, si es tu voluntad, no lo vamos a forzar mucho para nada ¿eh?, para nada ¿eh?, si es tu voluntad de venir con mucho gusto te vamos a recibir porque tu palabra Señor nos traerá más Luz, sobre todo lo que estamos diciendo ¿no?, sobre todo lo que creemos, lo que esperamos y tal vez toda esta gente que está acá, tus hijos, tus hermanos, etc., tal vez necesiten una palabra de tu boca que les de una razón de ser a sus vidas porque la vida tiene que seguir siendo amor y proyecto ¿eh?.
Bueno, ven Señor, ven y habla Señor que tus ciervos escuchan, yo te pido que vengas pero puedes hablar a través de cualquiera de los que están presentes, no solamente de mí Señor.
Bueno Jesús está allí, se está acercando y pone las manos sobre los hombres, pero han venido otros con él también ¿eh?, aquí a mi izquierda cerca de la puerta, siempre se para a la izquierda, hay un Santo Sacerdote que se llamó Benito de Nursia, San Benito de Nursia, que es el Patrono para luchar contra todas las cosas malas, también está Santa Rita de Casia porque según ella acá dentro hay dos personas que la quieren entonces también ha venido ¿eh?, está San Francisco de Asís y hay muchos Ángeles acá adentro también, muchos y también hay otras personas, otras personas están, claro ahora me resulta fácil conocer al papa de M., y su mamá porque he visto la fotografía ¿no es cierto?, pero ellos saben que los había visto antes. Ese hombre no sé de quién es pariente, ustedes me dirán: es alto como R., y es parecido también, no tiene una sonrisa muy amplia, labios relativamente finos, la nariz bien formada, parece tener ojos claros, la frente amplia, tiene un rostro donde cabe toda la bondad del mundo, lleva traje gris oscuro, camisa blanca, corbata, no, posiblemente sea la indumentaria que tenía en la caja, no, donde fue puesto, no sé, por lo parecido a R., me parece que debe ser su papá ¿no?, el padre y la madre de M., yo ya los conozco porque los vi en la foto pero ya los habíamos visto antes, están..., están tomados del brazo, la otra vez en casa también aparecieron así ¿no?, la otra vez también, este señor que parece ser el padre de R., ya ha estado bastante acá, mira el techo, mira para todos lados, tiene una cara donde cabe, les digo toda la bondad del mundo, sí, no sé si alguien se acuerda pero el nudo de la corbata es chiquito, la corbata finita, oscura, la camisa blanca, posiblemente algunas rayitas tenga y un traje gris oscuro, hay más personas, sí O., sí, no hagas que diga más, sí y está de hermosa, tan hermosa, pelirroja, no tanto, un cuerpo tan lindo, tan hermoso, viene caminando, se pone al lado tuyo y te pasa la mano por detrás del cuello, está muy feliz, muy feliz, por algo que pasó hace poco tiempo. Gloria a Dios, Gloria a Dios, no puedo decir más nada porque son secretos que tengo que llevar a la tumba ¿eh?, en cuanto a lo demás pero sí puedo decirte que está al lado tuyo y te tiene el brazo pasado alrededor del cuello, sí, yo no me acuerdo de su cara pero sí conociendo a su hermana, a sus parientes veo que es ¿no?, pero sí, está muy joven, muy joven, muy, muy joven, el pelo largo hasta un poquito debajo de los hombros, medio recogido en parte y casi pelirroja. También vi ahí un viejito, alguno sabrá de quien me refiero, un viejito medio bajo, con bigotes, el pelito blanco y muy ralo, muy ralo, tiene saco pero debajo un pullover rayado, más de blanco que rayas marrones, nariz fina, cara más vale redonda, aunque no tanto, la cara a pesar de ser redondeada por ahí es flaca con arrugas muy pronunciadas y ahora hay alguien, una señora bastante gordita, la edad no la puedo calcular porque como en otro lado si tiene una edad diferente que esta pero diría de unos 45, 48, no, tal vez más, tal vez menos, el cabello ondulado, medio recogido, son esas personas que tienen cara redonda y con el cuello bastante así... grande como siguiendo de la cabeza, sin cintura, piernas bastante gorditas, ojos grandes, nariz redondeada y hay más personas atrás pero no alcanzo a ver bien quienes son y muchos Ángeles por supuesto.
Bueno, después de esta descripción vamos a ver que tiene que decir, como ustedes ven ¿no? uno nunca sabe como que va a pasar en estas reuniones, de repente tenemos el salón lleno de gente y sin ni remotamente sospecharlo que venían.
Dice San Benito de Nursia:
Para comenzar yo creo que habría necesidad que viniera porque las personas presentes tal vez no conozcan mucho sobre mí, es decir que soy intercesor delante del Señor sumamente importante para todo lo que puede ser malo, negativo, peligroso y también digamos brujerías y cosas raras de todo ese tipo. El Señor no le ha otorgado a otro tanto poder como a mí para luchar contra todas las cosas pequeñas , como hay gente aquí que sabe que necesita eso yo he venido para decírselos.
Habla Artemio:
Después habla San Francisco de Asís, está muy delgado, pero no está joven sino un hombre entrado en años ¿no? y viene como diciendo a ver.
Dice San Francisco:
Yo me alegro profundamente de todo lo que ha pasado hoy acá pero corrigiendo un concepto que se dio en la mesa diría que todos o casi todas las personas que estuvieron eran sumamente humildes, sinceras, vinieron porque realmente tenían ganas de venir y por tenerle mucho afecto a los dueños de casa, buscaban por supuesto al Señor pero hubo una identificación muy grande con los dueños de casa y los influyeron poderosamente para que estuvieran aquí presentes.
Dice Santa Rita de Casia:
Hay dos personas acá dentro que me tienen una devoción muy grande, sigan teniéndola porque yo nunca voy a fallarles, sigan firme, porque si bien San José de Cupertino hace milagros pero acuérdense que yo soy la Patrona de las cosas imposibles cuando tienen que pedir algo muy difícil aquí estoy yo para servirlos e interceder delante del Señor para conseguir lo que ustedes quieren.
Habla Artemio:
El papá, (perdonen, esto es muy duro lo que estoy haciendo yo), el papá de M. dice:
Habla el papá de M.:
Hijo, yo quisiera expresarte muchas cosas pero puedo asegurarte que me siento muy bien al lado de tu madre y pasamos momentos realmente maravillosos como no los pasamos en la Tierra y sé de tus preocupaciones y de las preocupaciones de tu señora, pero confianza hijo, confianza, confianza en el Señor, mucha confianza, vinieron desde lejos, yo tenía que decirles una palabra pero que mi palabra sea de un aliento muy grande. A no desmayar, porque todo lleva a buen puerto, a veces con formas extrañas o raras pero seguridad, confianza, que todo llega a buen puerto y también hijo quiero pedirte perdón por todo el daño que te ocasioné durante mucho tiempo, no sé como interceder delante del Señor para vos y mamá, para remediar todo lo que han sufrido por mí, hasta siento vergüenza al hablarte porque vos nunca me decías que yo te hiciera todas estas cosas, por eso si te sirve atendeme, que aquello que hice fue irracional, que no sabía lo que hacía, no sabía lo que hacía y te hice mucho daño hijo. Me pongo de rodillas porque no me ves pero hacé de cuenta que estoy de rodillas pidiéndote perdón a los dos y estoy muy feliz que tengas a tu lado a una esposa como tenés, porque mujeres así hay muy pocas, muy pocas, querela mucho. Ya sé que no lo vas a hacer ni sigas mis ejemplos porque en muchas cosas siempre he ido a contramano.
Habla Artemio:
Yo comprendo que lo que estamos haciendo es muy doloroso pero no podemos interrumpirlo, perdonen, traten de aguantar, este señor que yo no conozco pero que por lo parecido no hay dudas de que sea el padre de R.
Habla el padre de R.:
Me siento muy bien de tener la familia que tengo, soy muy feliz acá y vos sabes bien que en la Tierra no lo fui tanto pero supe asumir todas las cosas como las debe asumir un hombre. Quiero que sepas y que se lo digas también a tu hermano que yo siempre los estoy ayudando, que muchas veces paseo con ustedes, me gusta estar con ustedes, pero me gusta más tu carácter que el de tu hermano, pero él no tiene la culpa, se fueron transformando con el tiempo y yo sé que él te ocasiona mucho dolor, que lo disimulás muy bien y a nadie le decís pero sé que te ocasiona mucho dolor, ¿te gustaría que te diga que sos mi hijo predilecto?, trato de hablar despacio para que tu madre no sienta porque temo que le haga daño. Estoy muy conforme con vos, me siento complacido con vos y yo no tengo preferencias pero la verdad es que me paso muchos días del año en tu casa, aunque ustedes no me vean y uno permanece donde se siente bien y en esta casa yo me siento muy, muy bien. Yo quisiera que fueras mas feliz, lo sos, ya lo sé pero quisiera que fuera más porque si algo empaña un poco tus cosas son tus relaciones con tu hermano, pasaron muchas cosas O., muchas, pero yo te sigo queriendo como siempre, en todo lo que hiciste tenés derecho a hacerlas, aunque quisiera que te estabilizaras más. Yo desde ayer te digo que puedo ayudarte mucho, tanto en tu vida personal como laboral, desde ayer O. por lo que pasó ayer por supuesto que la hacés pero cuidá mucho a tu hijita porque cada día se parece más a mí, ¿te diste cuenta?. Esfuérzate mucho en cuidarla, en hacerle sentir tu afecto, hasta ahora le has demostrado muy poco, muy poco, no solamente hay que querer sino hay que demostrarlo.
Dice Jesús:
No se preocupen por lo que está pasando porque Yo me encargaré de que no les haga algo a los pequeños porque en última instancias lo que se ve es solamente una persona que habla con un grabador y no entienden las cosas que se dijeron.
Voy a pasar por cada uno y les voy a hacer la señal de la cruz en la frente:
Habla Artemio:
Empieza por el bebé.
Sigue con O., le pasó la mano por la cabeza.
A N., le tomó las medallas, miró, sobre todo tomó la de la Virgen de la Medalla ilagrosa, dejó, y ahora le hace la señal de la cruz.
A M., le apoya las dos manos sobre los hombros y después con la derecha le hace la señal de la cruz, de la señora le arregla un poco el cabello y le hace la señal de la cruz.
De la otra señora el principal problema que te preocupa ya empezó a solucionarse.
Sigue del muchacho, le pasa la mano en la cabeza, le hace la señal de la cruz.
Después va de L., le pone las dos manos al nivel de las orejas, se demora un rato delante de ella y le hace la señal de la cruz.
Se pone a un costado de R., le pone la mano en la nuca, la izquierda y le hace la señal de la cruz con la derecha.
De la abuela la acaricia el cabello, le hace la señal de la cruz.
Al bebé hace como si sintiera un cepillo en la cabeza con los cabellos, le hace la señal de la cruz.
Viene hacia acá, me hace la señal de la cruz, pero se mojó el dedo con saliva, no sé para qué, todos estos, todos los demás, medio en desorden ya se van retirando por la cocina y detrás va Jesús, están medio alborotados en la cocina, hablan entre ellos. Ya se han ido.
Gracias te damos, gracias Señor por todo, pero no sé Señor si hubiese sabido que esto era así doloroso te hubiera dicho mejor evitarlo, en todo caso Señor siempre se hace tu voluntad y no la mía, así que no tengan ningún temor que todo va a ir muy bien. Entendido que no le va a hacer mal a nadie esto lo maravilloso de todo esto es que si bien nos hace derramar alguna lágrima también nos trae la esperanza que nuestros seres queridos están bien, están en paz, están en la Luz, están gozando de la Bienaventuranza Eterna y esperando que pasen los años para que nos reunamos con ellos, mientras tanto nos visitan con frecuencia en nuestra casa, por lo visto en esta casa la visita es bastante seguido.
Amén.