Mensaje del 14 de Septiembre de 1997

Dice Jesús:

Es una pena que con todo lo que ha ocurrido con las tormentas hayan pagado justos por pecadores, es una pena, pero tomo las palabras de antes de los Hechos de los Apóstoles sobre aquello de: “no tengan miedo porque Yo sabré proveer y muy bien a aquellos que se lo merecen”, siempre en el mundo y a lo largo de la historia ocurrió así, que muchas veces pagan justos por pecadores pero si leen con detención los Evangelios se van a dar cuenta por qué pero como dije antes no hay un tal pagar, me refiero a los justos porque Yo sabré darles el ciento por uno de lo que perdieron, lo leído en los Hechos de los Apóstoles, si realmente fue entendido por todos esas expresiones.

No tengas miedo de las necesidades y que muchos tienen que ver para creer, pero sobre todo me interesa el no tengas miedo y diría con una voz muy potente que se oyera hasta los últimos confines de la Tierra, diría esa expresión: no tengan miedo que si están conmigo nada malo les puede pasar.

Ustedes se habrán dado cuenta leyendo los Mensajes y las Profecías del año pasado que son más bien descriptivos, mientras que este año en casi todas las oportunidades llegó hasta la médula de los problemas para quienes quieren entender, por supuesto, no para los sordos porque los sordos nunca entenderán nada, los sordos de mente y de corazón que es la peor sordera que puede haber, pero tiene cura, ahora es cierto, todo aquello fue descriptivo. Esto de este año fue profundo y dicho con palabras sencillas como Yo acostumbro a hacerlo pero palabras tan filosas que si uno tiene el corazón nada más que un poco abierto es seguro que entran como un estilete dentro de cualquiera, el tiempo dirá si estoy hablando demás. Acuérdense en tiempo de los bárbaros cuando pusieron esos hombres terribles, temibles criminales asesinos se pusieron al lado de muchos cristianos y cayeron de rodillas ante las palabras del Evangelio, cuando digo bárbaros me estoy refiriendo a los que parecen y son por supuesto en nuestro tiempo, aquellos corazones y mentes recalcitrantes que parecería que no entra en ellos nada pero ya veremos cuando empiecen a leer y a tomar conciencia, les ocurrirá como a aquellos bárbaros.

No hace falta extender demasiado el Mensaje de esta noche, solamente tomar conciencia de esa fe que hablaban antes, ingenua, simple y hasta crédula como tiene un niño, un niño no estropeado por la Escuela por supuesto, entonces si nosotros podemos hacer que el hombre se vuelva así un niño y crea de esa manera vendrán años de Gloria, por supuesto que habrá en las sombras siempre las alimañas que tejen y tejen y tejen la telaraña de la desgracia, la telaraña del pesimismo, la telaraña del querer hacer fracasar las cosas más bellas pero no importa, de esos habrá siempre, mientras el demonio los siga inspirando, mientras el demonio los siga inspirando. Así que si no se hacen como niños no entrarán en el Reino de los Cielos dice en el Evangelio que Yo digo y acá no es cuestión de entrar en el Reino de los Cielos, es tratar al ser como niños, en estos aspectos convertir esto que llaman un valle de lágrimas, en un lugar de risas y de ensueños como un pequeño anticipo de lo que será el paraíso.

Habla Artemio:

La Beata Faustina quiere decir algunas cosas, se ha adelantado y viene hasta acá, está detrás de C., puso las manos en la silla.

Dice la Beata Faustina:

El fervor, la dedicación, el esfuerzo y sobre todo esa emoción cotidiana al hacer conocer el Cristo de la Misericordia realmente resulta emocionante aunque la palabra sea un poco gastada, pero es emocionante y es emocionante el eco que tiene en la gente, y pensar que hay países casi enteros que todavía desconocen a este Jesús de la Divina Misericordia, no es para que ustedes partan hacia esos países, no, digo para ilustrar.

Ahora, bien, ese Jesús que dice estar entre el Padre y el hombre en forma de Misericordia es al Jesús que deben pedirle todo y también entregarle todo lo que sea de ustedes, todos vuestros dolores, todos vuestros sufrimientos, todo vuestro temor ante la vida y ante las cosas, todo, todo deben dárselo a Él que está ansioso y con las manos esperando para recibirlos, no tengan ningún temor de ninguna naturaleza que Jesús sabe muy bien de antemano que es lo que ustedes van a entregarle, por supuesto, pero está muy bien todo lo realizado, pero quiero que se acentúe más aún el tema de la Misericordia, incluso delante de Jesús les sugiero que algún día dejen otras tareas y después de invocar con fuerza el Espíritu Santo dedíquenlo a meditar sobre la Misericordia, por qué no podría ser el próximo jueves. Ayúdense en todo caso, con párrafos del icono, como no, pero yo lo que quiero es que dicho en forma simbólica vuestras rodillas hundan la tierra pidiendo que el Espíritu Santo les diga la profundidad de la Divina Misericordia, porque la mayoría, yo diría en un 99 % o más de todos los lados del mundo todavía no captó ni siquiera en parte el Mensaje de la Divina Misericordia, incluso yo que tenía a Jesús delante pidiéndome todo lo que me pedía y diciéndome todo lo que me decía, estaba como embotada y entendía muy poco, cuando pasé a esta vida entonces recién comprendí lo profundo, tremendo, terrible que representa el Mensaje de la Divina Misericordia y tiene que hacerse conocer con toda la rapidez que sea necesario.

Yo veo un poco de reticencia en algunas personas cuando manejan esos conceptos del Jesús de la Misericordia, es decir, siguen pensando en el antiguo concepto de Misericordia, o mejor dicho en el concepto que les hicieron ver de lo que era la Misericordia, pero eso lo que le hicieron ver lo que era la Divina Misericordia no es ni el 0% de lo que realmente es, por eso propongo una reunión donde pidan pero con toda el alma el Espíritu Santo para que los llene de toda la Luz que sea necesaria y estén bien despiertos, no como ahora, bien despiertos, porque las cosas que descubrirán serán maravillosas, no solo para ustedes sino para todos aquellos que les rodea, yo también voy a estar presente para aportarles lo que pueda de mi parte.

Dice la Madre Teresa:

Si yo tuviera que opinar sobre la Misericordia diría que en la Tierra sabía teóricamente bastante poco de ella, es decir, yo en la práctica creo que entendía todo o casi todo, pero teóricamente es posible que en mis escritos se encuentre muy poco sobre este tema. Porque hermanos, tienen que entenderlo seriamente, mi gran problema fue el que nunca tuve tiempo para nada, ¿por qué?, porque tenía que atender a los que se morían de hambre, entonces un día yo dije: hay muchos doctos y muchos Santos esparcidos por el mundo, que ellos trabajen sobre estos conceptos. Pero teóricamente en mis escritos y en los discursos que pronuncié no van a encontrar mucho, no porque no lo pusiera en práctica sino porque teóricamente me costaba hablar de eso, porque si bien en toda la Sagrada Escritura el término Misericordia se nombra miles y miles de veces, pero después de los Mensajes de Jesús a la Beata Faustina, ese concepto que pudo ser hasta un poco si no frío pero templado se vuelve algo insospechado por el hombre.

Si el hombre llegara a entender un poquito de lo que le ofrece el Señor en forma gratuita con la Divina Misericordia pegaría saltos, gritaría, se enloquecería de amor, por eso me parece muy sabio lo que dijo la Beata Faustina, una reunión de personas despiertas, invocando al Espíritu Santo y esperando a que el Espíritu Santo les diga cosas sobre la Divina Misericordia y por supuesto que después quedará todo grabado.

Amén.