CRÓNICAS DEL AGUSTINO
EL SEÑOR COMENTA (2)
"El que guarda mi palabra nunca verá la muerte" (Lucas 8, 51)
CRÓNICAS DEL AGUSTINO
EL SEÑOR COMENTA (2)
"El que guarda mi palabra nunca verá la muerte" (Lucas 8, 51)
Artemio sufrió una agresión física (nos sorprendió el Agustino en su habitual reunión de los miércoles). Yo prometí que íbamos a seguir conociendo la comunicación o revelación del día 3 de septiembre del 2001. Hoy continuaremos. Ya sé que hay pendientes preguntas y seguramente objeciones. Todo vendrá a su tiempo. Pero antes quiero que sepan. Un allegado a Artemio narra lo acontecido: "El viernes 12 [de abril de 2002] por la noche, Artemio estaba solo. Todos los del Grupo de Oración se habían ido y él estaba mirando televisión con las puertas abiertas. Entran dos personas con medias en la cabeza, lo toma uno desde atrás, lo para y el otro lo golpea -de esto él no tiene mucha conciencia-, le pegan en el mentón, en el pómulo, la cara, y lo rayan y lastiman aparentemente con una de las herramientas -sierra para madera- de las Victorinox. Las personas eran de manos finas (no de trabajo) y cuidadas. Artemio queda ensangrentado, se cruza al frente y como no había nadie, regresa, se lava y se acuesta. Dice que en ningún momento sintió rencor y que si volvían o vuelven los invita a su mesa. No quiere hacer denuncia". No sé cómo explicar lo acontecido (continúa el Agustino) pero el tiempo nos proveerá iluminación sobre el extraño episodio. Hoy toca, como dije, discusión y continuar escuchando la transcripción.
1. Dialogando y analizando
Pasemos a las preguntas, reparos u objeciones. (Se apresura Daniel: No termino de aceptar esta historia de los encuentros y de las revelaciones. A lo que el Agustino responde:) Algunos aceptarán, otros cuestionarán, y habrá quienes rechacen pero insto a que no abandonen la búsqueda, que no dejen el camino porque -Él lo dijo- Cristo es el Camino, y éste conduce a la verdad y a la vida. Sigan en el camino aunque lo cuestionen. Su palabra es camino. (Inquiere Adriana: ¿puede aceptarse fácilmente que Cristo el Señor se haga presente todas las semanas en Justiniano Posse, exprese en castellano sus revelaciones y pueda ser grabado?).
Me parece sinceramente que eso no es tan difícil de entender. Analicemos. Si todos, cuando rezamos, lo hacemos en nuestro idioma y no nos perturba hacerlo así porque suponemos que Él lo entiende ¿por qué no aceptar que si lo entiende lo pueda emplear, máxime usando la voz de Artemio quien al lenguaje propio del Señor le presta el idioma? Estoy distinguiendo entre lenguaje e idioma, entre la palabra y la voz. (Yo me pregunto, preocupa a Alejandro, si no estaremos antropomorfizando demasiado estos hechos, o sea que en el afán de entender rebajamos la dimensión de lo sagrado, reduciendo así la originalidad de nuestra propia fe). Puede haber también ese riesgo, el de humanizar demasiado.
Por otra parte yo diría que es más difícil creer en la presencia verdadera de Cristo en la hostia consagrada que en estas apariciones y revelaciones. La Eucaristía es una realidad más compleja que creer que el Señor pueda descender, hablarnos, enviar mensajes para otros y efectuar revelaciones.
(Perdóneme, Agustino, pero yo no creo, objeta Esteban, que ese contacto de Artemio sea con algo sobrenatural. Puede ser un fenómeno especial pero totalmente humano. Hay personas que tienen poderes especiales, personas que pueden penetrar en otra dimensión de la realidad con poder humano natural ampliado, pero que para ello no se requiere apelar a la fe). Me doy cuenta de que hay variedad de preguntas y que algunas hasta se contraponen (señalaba el Agustino mientras alguien preguntaba: ¿qué es tener fe? ¿qué es creer?).
A mi entender -y es opinable- es un compromiso de la voluntad. Es la verdad que llamo del tercer nivel que será tal porque yo me comprometo a que sea verdad. Es verdadero aquello (repite) por lo que yo me juego que lo sea. Es una participación activa en sostener la experiencia de lo sagrado, no una pasiva contemplación de un hecho. Es verdadero aquello que mi voluntad se compromete a sostener como tal. (No a todos les pareció convincente o clara la explicación pero el Agustino quería avanzar a otras reflexiones).
2. ¿Quién le pone límites a la palabra del Señor?
Veamos (plantea el Agustino) ¿Qué diferencia substancial hay entre la palabra que encontramos "escrita" en los Evangelios a los que acudimos diariamente y sin dudar en busca del mensaje, y la palabra "hablada" o pronunciada a través de un enviado como lo es Artemio? En un caso la leo, en el otro la escucho. Pero siempre es la palabra. En soportes materiales diferentes. Una como mensaje, otra en revelación. Si yo creo que el Evangelio es la palabra (escrita) del Hijo de Dios, Jesús, ¿cómo no voy a poder creer que la voz de Amero porta la palabra (dicha) del Señor? ¿Con qué derecho o fundamento la voy a negar? No es Artemio el responsable sino el Señor quien sostiene todo. ¿Acaso sólo pudo hablar hace 2000 años y hoy no puede? ¿Quién le pone los límites al Señor o determina la naturaleza de sus acciones?
Sí, es verdad, (reconoce el Agustino) en lo que digo hay un énfasis en la palabra. Pero es que Cristo es el Logos, el Verbo. Cristo es engendrado por el Padre para ser la inteligibilidad y cognoscibilidad de Dios y su expresividad. Esa es la tarea del Logos: revelar al Padre que ha decidido que lo conozcan. (Juan 17, 3). Como la comunicabilidad de lo divino es la naturaleza y la tarea del Espíritu Santo. A mi modo de ver. (Pausa).
Sí, reconozco (respondía ahora a otras observaciones) que el sufrimiento es también oración. No sólo la palabra es oración y camino al Padre. Y que elaborar mediante la intuición y la razón el sufrimiento es convertirlo de oscuridad en luz.
Pero queden las preguntas y reparos para la próxima reunión. Ahora continúa la difusión del texto tal como me llegó en el cassette. Pido y espero que cada uno lo lea y relea o escuche y reflexione, interprete y distinga los diversos niveles en los que el mensaje se da y que aparte lo que pueda percibir como mezcla o contaminación. No se olviden que somos hombres no ángeles. Centrarnos más en el nivel 3 de la voluntad y de lo sagrado, despejando los rasgos netamente humanos de los registros 1 del deseo y 2 de la razón. Recordando que hay una verdad no racional que se alcanza por el amor de la voluntad. Descubrir las interferencias producidas por canales de comunicación que se entrecruzan, así como se interfieren dos ondas o canales sonoros en alguna transmisión. No sé si esto queda claro.
Y pasamos al texto de la revelación. Tengan presente que el Señor está comentando el artículo "Profecía y conversión":
3. El Señor en la voz de Artemio
Ahora cualquiera podría pensar que ya estamos llegando al final de los tiempos donde vendré con gran poder y gloria. Pero no. Eso está en la mente del Padre pero seguramente falten milenios. Continúo. "La verdadera profecía no viene a anunciar lo que va a ocurrir. No anticipa nada. No es adivina. El profeta viene para decir lo que hay que hacer. No predice, predica: cambien de conducta".
Muy buena la cita de Juan. Ahora, no siempre es así. El profeta, puede que la divinidad le anticipe algunas cosas. Está muy bien lo que decís pero habría que agregar esto. La expresión es perfecta salvo que quieras agregar algo.
Luego continúa: "Con relación a esa ilusión de los 200 años". Si suponemos que el Espíritu Santo inundará la tierra -tema que trata mi Madre siempre acá porque ella viene a anunciar la gran cruzada del Espíritu Santo, aunque no le gusta mucho la palabra "cruzada"- pero entonces se sobreentiende que, el Espíritu Santo invadiendo todo, habrá por supuesto una sociedad con justicia, solidaridad, paz, libertad como vos decís. Esto no indica que el mal termina porque el Maligno siempre arma sobre la marcha sus planes. Y además en esa, digamos, invasión del Espíritu Santo muchos cerrarán sus corazones y se pondrán en la vereda del frente.
No hablemos de "proyecto histórico". No. Esto es inédito y se necesitan hombres de la luz como vos y otros para que todo vaya tomando forma. ¿Qué tiene que ver esto con Artemio y las "revelaciones" que recibe? En la historia -son dos mil años de cristianismo- nunca se dio que hubiese revelaciones tan largas porque, aunque esto difícilmente termine, las revelaciones, se puede armar todo un cuerpo de doctrina donde las cosas se dicen y otras tantas se leen entrelíneas. Hay que tener la fe de los mártires, dice mi Mamá, para creer y abrir el corazón para todo lo que se avecina. Dos milenios llenos de atrocidades. Llenos de atrocidades.
Algunos dicen que el S. XX estuvo lleno de atrocidades pero en todo caso fueron atrocidades más "genuinas" entre comillas porque si pensamos en la Inquisición, las Cruzadas, todas las injusticias, la esclavitud, todos los tiempos, todos los desencuentros, y de esto se refirió San Agustín el otro día cuando dijo que las 90 tesis que Martín Lutero había colocado en la puerta de la iglesia, si la jerarquía hubiese tenido un poquitín de caridad habría pensado que esas cosas eran conversables. Así ahora es más difícil, piensen en las miles de sectas que hay solamente en los EE.UU. de América. Ahora es más difícil un solo rebaño y un solo pastor. Tema que también habrá que analizar porque se dijo en una época, no ahora. "Lo que creo que hay que reconocer es que Artemio es un profeta. Y como tal es una voz que clama en el desierto, como le aconteció a Juan Bautista. Pero el desierto es el lugar del encuentro con Dios, es un lugar vacío pero lleno de Dios". Esta expresión es perfecta.
4. Continúa la revelación
En cuanto a Artemio a veces lo conversamos con el Padre (ahh). La pesada carga que pusimos sobre sus hombros, la tremenda carga que pusimos porque estamos obligando a su mente a que haga un esfuerzo desmedido. Pero estamos cuidando sus arterias y su normalidad porque de eso tengan una total seguridad. Nada hay en Artemio que sea anormal. Puede tener las limitaciones de todo ser humano pero cuando presta su voz para que nosotros hablemos nosotros hablamos más allá de sus limitaciones humanas.
Continúo. mi amado hijo. "¿Qué es un profeta?, decís, que no habla por sí; es compelido a hablar". Muy bien lo de Isaías. Y muy bien aquello que "alguien a quien el candidato a profeta perciba de algún modo y acepte que le encomiende algo". Decís luego: "El elegido profeta no viene a decir lo que va a suceder sino lo que hay que hacer. Propone la nueva conducta que uno debe adquirir y reclama el abandono de la conducta actual. Así debe entenderse su anuncio, sus palabras". Muy bien dicho: "ese cambio es la conversión". Claro que sí. Ahora yo agregaría que no sólo viene a decir lo que va a suceder sino muchas cosas más y también lo que hay que hacer. Luego citás publicaciones también de este hijo querido Héctor. Decile de mi parte cuánto le amo a él y a toda su obra porque se puede coincidir en muchas cosas o no, pero siempre hay una tremenda honestidad. Decile a Héctor de mi afecto profundo, de mi amor entrañable por él y los suyos.
Después "¿Quién le habla a Artemio?" Es cierto le hablo yo, mi Mamá, otras figuras, sí, y luego llegás al meollo principal. El tiempo de la misericordia, en que hay que convertirse en ese tiempo. Hay que ahondar en lo que es la conversión. Hay que ahondar, ahondar mucho. Aquí me acuerdo de San Agustín que hay muchas zonas dentro de nosotros que habría que analizar si son cristianas. Y hay que ahondar en el concepto de misericordia porque no se sabe casi nada de él. Cuando le dí los mensajes a santa Faustina, mensajes que ahora continúo aquí a través de Artemio, claro en aquel tiempo no se le dispensó la atención sino otra sería la historia pero como siempre se ve igual que usa el hombre su libertad y es una pena. Hay que ahondar en la misericordia, hay que tomarse de la mano del Espíritu Santo para que El vaya diciendo y diciendo y diciendo. Los hombres no saben casi nada de la misericordia.
Por hoy es suficiente (juzgó el Agustino). No esperen que vaya a comentar los comentarios del Señor. Y aunque quede texto pendiente creo que lo escuchado permite o invita a reflexionar y a obrar luego en consecuencia. Que las palabras de vida eterna se vivifiquen en conducta. Eso es la conversión. Seguiremos (prometió).
Buenos Aires, junio de 2002.
GUSTAVO F.J. CIRIGLIANO
Puede reproducirse
CRÓNICAS DEL AGUSTINO
EL SEÑOR COMENTA (3)
La luz brilla en la oscuridad Juan 1,5
Nos había quedado pendiente avanzar en la presentación y, de ser posible, el análisis del mensaje del Señor que llegó por intermedio de Artemio el 3 de septiembre de 2001 y que por su longitud hemos dividido en cuatro partes. (Así comenzó la reunión del Agustino ese miércoles). Hoy corresponde la tercera.
Anticipemos algunos de sus temas. La salvación es para todos porque la redención no puede fracasar, por tanto no hay condenación eterna. El purgatorio entendido como oscuridad. Enfrentamiento y continuidad entre oscuridad y luz. Necesidad de mayor creatividad. (Permítame, Agustino, el Señor está en deuda con nosotros. No ha contestado las preguntas de Claudio, Patricio y Daniel, reclama Adriana). Ya llegará, hay que aguardar (calma el Agustino).
Mientras, quisiera compartir algunas reflexiones sobre la oscuridad y el egoísmo, la donación y la luz. Son ideas que se pueden vincular con el comentario del Señor pero cuya formulación y posibles errores son míos.
Oscuridad y luz
Sólo permanece y es inmortal la donación, la entrega, el dar. Lo opuesto es el egoísmo. Cada acto de entrega es luz. Cada entrega que uno realiza crea y aumenta luz. Las luces particulares se van juntando en y con la divinidad que es toda luz. El cielo es a modo de un océano recolector de todas las donaciones.
Los egoísmos no se conservan ni siquiera como castigo. Desaparecen en la oscuridad que los traga. El infierno que es la absorción de todos los egoísmos es la oscuridad total. Al final de los tiempos se separan los egoísmos (oscuridad) y las donaciones (luz). Estas últimas serían el cielo. Aquellos el infierno. El purgatorio sería un tránsito para que lo oscuro se transforme en luz, sea mucha o poca. La derivación importante de esto es que se cambia después de la muerte. Hay posibilidad de modificarse. La muerte no es la fijación definitiva de nada. No es irrevocable. No. Y Jesús es la ley de la entrega, la sabiduría de la donación.
En el texto que sigue se habla en varios lugares de la luz como salvación y de la oscuridad como condenación, y se explica cómo se produce el paso de la oscuridad a la luz que hace posible la salvación de todos.
2.El mensaje
Hay que ahondar en la misericordia, hay que tomarse de la mano del Espíritu Santo para que El vaya diciendo y diciendo y diciendo. Los hombres no saben casi nada de la misericordia.
Aquí dice: "para mí que de esto sé poco, es difícil responder pero lo intentaré. Yo diría que la misericordia busca la salvación de todos". Es así, claro que sí y de todos sin excepción . Yo voy diciendo suavemente pero el que quiere leer entrelíneas, lo lee, que no hay condenación eterna. Mis queridos, la redención no puede fracasar. La sangre derramada del cordero no se debe desperdiciar nada. Cuántos ejemplos vemos diariamente de cómo la redención fracasa por culpa de la libertad del hombre, libertad mal usada.
Bueno es lo de Brahma. Sí señor, bueno es. Y es cierto esto de que seguirá descendiendo, comunicando su mensaje y redimiendo hasta salvar a todos. La salvación de todos exige conversión, cambio. Ahora, no hace mucho tiempo le concedí a Artemio que pudiera hablar con las almas del purgatorio y el diálogo que él mantuvo con ellas fue muy esclarecedor. El veía antes un inmenso valle con todos seres de rostros naranja, color naranja. Era como una forma de caridad para no distinguir los rostros tal vez de seres queridos nuestros o de otros. Pero desde no hace mucho tiempo él puede ver todos los rostros y también le he dado a mi querido hijo el no sufrimiento al ver lo que ve porque sino no resistiría, no resistiría.
También le he mostrado cómo he dado un ejemplo: Cómo con tres días de jaculatorias continuadas que eran como diez mil que hizo, mi Madre en el día de María Reina llega con canastos repletos de piedras preciosas y de perlas y de todo; y Ella ayudada por los ángeles, los arcángeles y otros personajes celestes van repartiendo esas joyas que eran las jaculatorias dichas por un corazón generoso e iban saliendo las almas de ese lugar que no me gusta llamar purgatorio, ese lugar de oscuridad.
Es elemental en filosofía saber que todo lo creado tiende a su mayor plenitud.
Entonces, -lo hago resumido porque vos entendés demasiado- entonces cuando el alma deja ese cuerpo mortal en el dormitorio tiende a la plenificación total que es unirse a Dios, al Padre, a la bienaventuranza eterna. Pero nadie puede aspirar a un traje más grande que el de sus medidas. Entonces quedan en la oscuridad esperando. ¿Esperando qué? Esperando la generosidad de los hombres para sacar de allí, es decir, permitir hacerles hacer mérito delante nuestro o directamente pedirnos a nosotros por ellos para que puedan llegar a la bienaventuranza.
Ahora, es cierto que ni mi Madre ni yo podemos sacar las almas de esa oscuridad no porque no querramos o no podamos sino porque el alma misma no puede aspirar a algo que es superior a lo que puede entender. Es decir, el contenido sería mayor que el continente. Entonces quedan allí y cuando Artemio habló con ellas, que habla cuando quiere, ellas les explican lo terrible que es vivir en la oscuridad, que también es una forma de presentar la cuestión porque lo que pasa es que ese espíritu que quiere unirse al Espíritu Puro, que es el Padre, sufre, sufre lo indecible porque el hombre fue creado para el Señor y no descansa hasta que no lo posee totalmente.
Continúa el mensaje
Ahora cualquiera diría: pero si uno mira a personajes históricos o no tan históricos que realmente dejaron tanto que desear; bueno, el día que les alcance a ellos la misericordia ocuparán un lugar también, pero anunciado ya lo tienen que en la casa de mi Padre hay muchas mansiones. Una cosa es ver a mi Padre a diez cms. Y otra es verlo a un km pero no va a haber discusión por eso, por una razón muy simple. Piensen en cualquier personaje atroz y digan: se salvará seguramente pero en su bienaventuranza será la posible a lo que fue mientras vivió en la tierra. Sobre todas estas cosas Artemio les puede hablar mucho porque a él le muestro todo esto, le muestro todo.
Lo que decís del teólogo católico, este querido hijo mío tan incomprendido que fue siempre: "es una contradicción admitir el amor y la misericordia de Dios y al mismo tiempo la existencia de un lugar de eternas torturas. Y luego: Ojo. Conste que Cristo nunca le habló del infierno a Artemio". Es cierto, muy cierto, nunca le hablé, nunca. Ahora con un pequeño esfuerzo y la ayuda del Espíritu Santo se entiende eso del lugar que ocuparán en ese tiempo de plenificación aquellos que no hicieron mérito y que pueden pasar a la presencia del Señor por la misericordia de los hombres que se preocupan en, valga la redundancia, preocuparse por las almas que están en la oscuridad. Por eso mi Madre, desde hace casi siete años, ya propuso que una de las devociones principales que hay que tener es la de las almas de la oscuridad para que salgan de allí.
Es cierto esto de que sería muy feo el día de mañana ver a familiares o gente querida estar en la oscuridad mientras uno está en la luz. Es decir, mis queridos, comprendan hasta que punto los sacrificios, las oraciones y las cosas más simples a las más complejas pueden ser ofrecidas para todos ellos pero no en el concepto corriente de que hay que hacer tal cosa para obtener tal otra. En esto también hay necesidad de creatividad. ¿Por qué no ofrecer el gusto de una comida? ¿Por qué no ofrecer el aroma del pasto al atardecer? ¿Por qué no ofrecer un orgasmo? ¿Por qué no ofrecer lo que se les ocurra? ¿No les he pedido ya desde hace casi siete años que sean creativos?
Preguntas al Señor
Hemos escuchado el texto. Queda abierto para la reflexión. Que cada uno destine tiempo a nueva lectura y profundización. Antes de cerrar la reunión, digan las preguntas que proponen al Señor. (Quiero plantear lo siguiente, dice Esteban: en un mensaje reciente del 21 de junio del 2002 ("El Señor propone") el Señor pide que se ayude a Artemio en la difusión de las ideas y de los mensajes, pero en el texto se señala también lo siguiente que leo textualmente: [Artemio] "vive realmente una vida muy azarosa, una vida muy difícil, llena de tantos sufrimientos de todo tipo, naturaleza y condición, tantos pero tantos sufrimientos; te lo digo yo porque no creo que él te lo diría". Siendo tal la situación mi pregunta es la siguiente: primero, ¿por qué sufre? ¿corre riesgo de enfermarse? Y seguidamente ¿no sería adecuado y pertinente que en medio de tal situación debiera atender más a su salud, cuidarse, reducir su tarea, hacer un paréntesis, un alto, tomarse un descanso?).
Yo también estoy preocupado por Artemio (señala el Agustino) y no sólo yo sino otros que conocen y han seguido su trayectoria también lo están. Otras preguntas: (La siguiente corresponde a Adriana: Yo me imagino que está siendo muy exigido por las demandas de los seguidores que seguramente cada vez solicitan más y aún por las propias. Así como hay un pacto con el Señor podría haber un pacto con la gente. Las experiencias místicas son fuertes, agotadoras, tensionantes y desgastantes, según se dice. Exige cuidar mucho el cuerpo y la vida psíquica. ¿No debiera hacerse algo? ¿Cómo ayudarlo? No quisiera estar poniendo límites a la palabra del Señor.
Y la tercera, a cargo de Alejandro: Si el Señor está pidiendo ayuda para Artemio ¿no será que el Señor está preocupado? Recuerdo que para cuidar su salud el confesor o padre espiritual de Santa Teresa le ponía límites a su actividad y a sus éxtasis.)
Bueno, por hoy suficiente. Veremos qué éxito tenemos en las preguntas y en nuestras reflexiones. (Y se despidió hasta la próxima).
Buenos Aires, agosto de 2002
GUSTAVO F.J. CIRIGLIANO
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CRÓNICAS DEL AGUSTINO
EL SEÑOR COMENTA (4)
Hoy completaremos la última parte de la revelación que el 3 de septiembre de 2001 recibiera Artemio Amero en su pago de J. Posse (anunció el Agustino en su habitual reunión de los miércoles). Antes quiero informarles que el Señor ha contestado las preguntas que algunos de Vds. hicieran y que serán tratadas en futuras reuniones, aunque ya están a disposición de quien las quiera leer.
Volviendo a lo que toca hoy, Vds. recordarán que el Señor pedía que fuéramos creativos, confirmaba que las creencias de la fe se profundizan históricamente, que crece el creer. También nos comunicaba que no hay condenación eterna y explicaba el rol especial del purgatorio.
Si son tolerantes (el Agustino quería pedir algo) quisiera compartir con Vds. las reflexiones que a partir de todo lo anterior me fueron surgiendo, reflexiones provisorias y discutibles. Vds. saben que soy o me consideran un tanto heterodoxo, lo que no es grave. Cristo era tenido por heterodoxo por los teólogos de su época. Pero primero óiganlas.
Reflexiones provisorias
Si no hay condenación eterna no hay infierno porque su existencia en el concepto corriente deja de tener sentido. Y si no hay infierno tampoco tiene razón de ser que haya demonios en su imagen o versión habitual. Esto conduce a una conclusión que no es nueva pero sí poco considerada: que el o los demonios están dentro de nosotros. Si Jesús "expulsaba" los demonios de las personas es que éstos estaban dentro. Y la gente se sorprendía de que "hasta los demonios le obedecieran" cuando los hacía "salir".
Déjenme decir eso en otros términos. Los demonios, internos al sujeto, son los impulsos negativos, destructivos, autodestructivos. Tales fuerzas negativas se ubican en el registro o nivel del deseo, del inconsciente, o que también puede designarse como de lo natural, de las emociones y pasiones, de lo orgánico e instintivo, de las fuerzas oscuras y misteriosas, del egocentrismo. En esa dimensión, registro o nivel 1 no se dan sólo impulsos destructivos o de muerte sino también impulsos de vida, creativos, el lugar de la intuición, del pensar prelógico, de la fantasía y de la imaginación. Aquellos, los negativos, son los demonios, las fuerzas destructivas, las tendencias patológicas que Cristo desalojaba, las reducía, las anulaba, potenciando a la par las energías creativas, las tendencias de vida. (Dando por terminada su reflexión dijo:) Pasemos ya al texto del mensaje.
El mensaje
¿No les he pedido ya desde hace casi siete años que sean creativos?
Luego viene acá: "Me parece que las creencias de la fe se profundizan históricamente y aún se perfeccionan en el tiempo humano: crece el saber y crece el creer". Totalmente de acuerdo. Lástima que lo pienses vos y otros muy pocos, mi querido, ¡qué pena! Hablás muy bien eso de la Virgen. Un día cuando yo estaba vestido con pantalones y una especie de chomba, como dicen Vds., también dije: otro día podría aparecer con traje de astronauta ¿por qué no? Y luego mi Mamá dijo: no crean que yo puedo aparecer con minifalda porque me gustan los vestidos largos pero si apareciera no haría nada a la esencia de la Madre de Dios unos centímetros más de tela en un vestido o de menos tela. Es decir, todo hay que empezar a mirarlo desde un ángulo muy, muy nuevo, nuevo en el sentido de que ya basta dos mil años de vivir de una forma tan lejana al Señor y empezar a vivir de otra manera en esta conversión.
Dice acá: "Sabemos todos que la dimensión de lo sagrado y de la voluntad no es explicable por el registro de la razón". Es cierto. Muy bien. Vos distinguís muy bien, G, estas cosas. Muy bien las distinguís. Los hombres como vos no deberían morir nunca aquí en la tierra para seguir esclareciendo la realidad porque me maravilla cómo sos desestructurado y eso es indispensable para poder entender tanto. "Lo importante en este plano de la conversión y de la misericordia no es saber qué va a suceder sino cómo hay que obrar, no conociendo el futuro". Pero sí hay que vivir como barruntándolo al futuro, ¿cierto?
Es decir, para ser más claro, cuando nosotros observamos a alguien de mucha santidad nos decimos, nos preguntamos qué distinto sería el mundo con gente así. Como le dije a este querido hijo mío Artemio pero él no me cree y a veces hasta discutimos un poco porque él no me quiere creer algunas cosas. Yo le dije que el día de su cumpleaños le regalaba esta expresión: si hubiera tres como vos el reino del mal estaría perdido. Y él ni le rozó lo que yo le dije. Porque mi querido hijo Artemio es una delicia pero también es un poco porfiado en muchas cosas. Ya sé que no puede ser credulón y creer todo a pié juntillas, ya sé. Pero si yo le digo "blanco" no piense en algún matiz del blanco o que yo le estoy dando caricias para que no se me venga abajo en todo lo que hace.
¡Qué lindo que está esto! "El profeta no predice, predica la conversión". Qué bien que está, qué profundo, habría para escribir hojas y hojas sobre esto pero es mejor poquito que la gente lo lee más fácil. Y terminás con "Para la misericordia el infierno existe, pero vacío". Esa es una expresión creativa. Esa es una expresión que me maravilla. Cuando muchos doctos señores se enteren de estas cosas que yo estoy diciendo, seguramente dirán: ¡a qué extremos hemos llegado! Y sí, mis queridos, cuando conozcan siquiera algo de la misericordia a muchos otros extremos vamos a llegar. No conocemos aún ni el abecé de la misericordia. No conocemos. Y es tan grande, mis queridos, que si Vds. en un momento pudieran vislumbrar algo de todo el amor del Padre, mío, vuestra mente tal vez no podría resistirlo.
Pero no analicen tanto. Digan como si ya entendieran mucho de lo que es la misericordia. Para terminar, mi querido hijo G, decile a tu esposa que con su sufrimiento ha sacado ya a tantas almas de la oscuridad pero tantas que no se da una idea. Pero también me acuerdo de que ella debe estar bien. Me acuerdo de eso y yo estoy siempre a su lado. Y va a estar bien.
Saludá a mi querido hijo Héctor. Cuánto lo amo. Y a vos G. cuánto te amo, como a tu esposa. Todo lo que te dice Artemio es verdad porque se lo digo yo. El Espíritu Santo le ha quitado totalmente su libertad pero desde hace mucho tiempo. Y en él todo está legalizado. Podremos aquí decir aquello de "bienaventurados aquellos a quien Dios ya no tiene más en cuenta sus pecados".
Pero ahí tenés; él no me lo cree. Tratá de convencerlo también un poco vos. Cuando me paso un poquito de los límites normales él no me cree. Tendría que pensar, no es cierto, que ya en el comienzo de los tiempos, en la mente del Padre estaba este rinconcito de la pampa gringa para iniciar este movimiento, si es que así se puede llamar, de conversión de la humanidad. Habrá que seguir trabajando después pero ya es hora de terminar con tantas injusticias ¿no te parece mi querido? Los amo, los amo, los amo. Estoy siempre con Vds.
Amén
Final
Podemos aprovechar la oportunidad para hacer llegar al Señor alguna pregunta (invita el Agustino antes de despedirse, y es Esteban el que plantea: ¿No será conveniente que Artemio organice una orden religiosa o algo similar, con personas dedicadas a una tarea espiritual y social muy específica, como los frailes, monjas o como se los designe? Todo maestro necesita discípulos. Los tuvo Cristo, los tuvo San Francisco de Asís, Ignacio de Loyola, Ramakrishna y muchos más. ¿O lo que digo es un enfoque antiguo? Por su parte Daniel pide un ejemplo de "hablar en lenguas", si es posible, y también del diálogo o la comunicación con plantas y animales y cuál es el sentido de ambos dones.)
Para una mejor comprensión y análisis les pido que relean las cuatro partes del mensaje ahora de modo unificado y secuenciado (sugirió el Agustino cuando ya se iba).
Buenos Aires, septiembre de 2002.
GUSTAVO F.J. CIRIGLIANO
Puede reproducirse