Basta una llama pequeña para incendiar un bosque inmenso, la lengua también es un fuego, es un mundo de maldad nuestra lengua, mancha a toda la persona y comunica el fuego del infierno a toda nuestra vida.
Mensaje del 29 de Julio de 2007

Habla Artemio:

29.

Dice Jesús:

Les estoy diciendo todas estas cosas, ustedes dirán: pero si ya la sabemos, a Mí no me parece, por eso se las repito.

Que no haya muchos entre ustedes que pretenden ser maestros, sepan que los maestros serán juzgados con más severidad y que como todos cometemos errores.
Si alguien no peca con su lengua es un hombre perfecto, capaz de dominar toda su persona. A los caballos les ponemos un freno en el hocico para dominarlos, con el freno sometemos todo su cuerpo, lo mismo los barcos, por grandes que sean impulsados por fuertes vientos se manejan con un pequeño timón a voluntad del piloto, del mismo modo la lengua es algo pequeño pero que puede mucho.
Basta una llama pequeña para incendiar un bosque inmenso, la lengua también es un fuego, es un mundo de maldad nuestra lengua, mancha a toda la persona y comunica el fuego del infierno a toda nuestra vida.
Animales salvajes y pájaros, reptiles y animales marinos de toda clase son y han sido dominados por el hombre, la lengua por el contrario, nadie puede dominarla, es un látigo incansable, lleno de mortal veneno.
Con ella bendecimos a Dios y con ella maldecimos a los hombres hechos a la imagen de Dios. De la misma boca salen la bendición y la maldición, hermanos, no puede ser así, ¿la fuente puede echar por la misma salida agua dulce y agua amarga?, ¿puede una higuera producir aceitunas o una vid higos?, tampoco el mar puede dar agua dulce.
Escuchen Mis consejos, no es de ahora que se los estoy diciendo.