• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 19 de Noviembre de 2004

Por eso Jesús mi vida no tiene que ser pequeñita, quiero ser como la inmensidad te dije del océano, la nieve acumulada en los montes, los bosques que elevan sus ramas al Cielo entonando un himno de alabanza, quiero unirme a ello Señor para alabarte yo también eternamente.

Oración del 19 de Noviembre de 2004

Habla Artemio:

Bueno, ustedes dirán: este tiene cable nuevo, si lo que ocurre es que el otro se cortó ¿mmm?.

Bueno, muy buen, cerramos los ojitos ¿eh?, el que lo quiere tener abierto pues bien que lo tenga abierto, no le voy a decir nada, digo así porque uno se concentra más ¿mmm?, bueno. Señor, mientras ese hombre te está alabando con su martillo Señor, nosotros humildemente estamos aquí delante tuyo Señor para, en este día y todos los días a que alcance nuestra vida, te decimos humildemente Señor: este soy yo Señor, yo hablo en primera persona, cada uno habla de acuerdo a su persona ¿no es cierto?. Entonces, este soy yo Señor, y estas son las personas que yo amo y te las presento Señor para que vos obres en ella todo lo que debes obrar Señor, estas personas están en mi vida y en consecuencia quiero para ellos todo lo mejor, a lo mejor es una gracia Señor no tan grande, a lo mejor es un milagro enorme Señor, eso queda en tus manos Jesús, vos sos el que administrás la Gracia, vos sos el que nos das la Misericordia, vos sos Señor el que nos amaste siempre y nos seguís amando Jesús, que hermoso es tenerte por Padre, que hermoso Señor, que satisfacción uno tiene cuando te puede decir: Papá, o amigo mío, o hermano, o compañero y cuando uno Señor se pone delante de vos y vos le mirás a los ojos, le mirás el rostro, parecería que todo mal se termina, parecería y es que todo lo malo tiene punto final.

¿Que sería Señor nuestra vida si no estuvieras vos?, ¿qué pasaría con nosotros, con lo pequeñitos que somos, con lo frágiles que somos?. Mirá mis dolores Señor, mirá mis angustias, mis preocupaciones y todo aquello de los que amo también, mirá mi salud, mis dolores, cada una de las cosas que me pasan Señor. Cuando yo voy más lento es porque…, es porque quiero que cada uno diga al Señor lo que le parece que está bien, lo que necesita ¿eh?.

Señor, para comenzar todo esto, nuevamente en este día Señor me ofrezco a vos Jesús, aceptame Jesús en tu Corazón y no me saques de allí nunca más y por otra parte aceptá también a todas las personas que te nombro en silencio para que las cobijes en tu Corazón Señor. Sí Jesús, que hermoso es Señor habitar dentro de vos, saber que estamos ahí adentro tuyo Señor y si nosotros queremos, si no nos apartamos lo vamos a estar siempre Señor y ahora, presentanos Señor a tu Madre, la Virgen, para que ella nos acepte dentro de su Inmaculado Corazón, quiero Señor que el fuego que sale del Corazón de tu Mamá me inunde totalmente, no hoy solamente sino siempre, mientras te alabamos Señor al son de un martillo te pedimos todas estas cosas en esta tarde.

Sí Jesús, pasá sanando Señor, todas las situaciones difíciles que viví en mi vida, pasá sanando Jesús, desde la cero hora en la panza de mamá hasta el día de hoy y para siempre y todas las cosas que están dentro de mí Señor, que vienen desde otros, desde antes, que a partir de este momento, todo se corte y todo lo que queda pendiente hacia atrás y hacia adelante pagalo vos Jesús con tu Sangre Preciosísima y yo por mi parte Señor, todos los dolores de mi vida te los ofrezco, todos Señor, todos los dolores, te los ofrezco para completar lo que le falta a tu Pasión Sagrada, porque a pesar del tiempo, dos mil años, tus heridas siguen sangrando como el primer día, porque como la sangre es el símbolo de la vida vos estás ofreciendo tu vida por cada uno de nosotros.

Señor, que problema puede haber en mi cuerpo, en mi alma, de salud o de cualquier clase que sea superior a tu Sangre Preciosísima Señor, ninguno, ¿qué cosas puede haber en el mundo que vos no soluciones Señor?, qué cosas Señor nos depara cada día la vida pero si vos estás con nosotros Jesús a nada ni a nadie le tenemos miedo. ¿Qué pasará mañana Señor?, no sé, está en tus manos Jesús, ¿qué pasará dentro de un rato?, no sé, está en tus manos Señor y andá diciéndome en lo más profundo de mi corazón, andá diciéndome qué tengo que hacer, en cada cosa, a cada rato, en todos los momentos.

Señor, la vida de esta forma es otra, Señor vivir así lo llena a uno de alegría y además eso es lo que vos querés que estemos siempre, alegres Señor, muy alegres, porque solamente pensando Señor en todo lo hermoso que nos espera el día que estemos con vos y antes también, uno no puede ponerse triste Señor. A veces uno se pone un poco pensante o nostálgico porque los que uno amó ya no están con uno pero vos nos da la seguridad Señor, total y completa, de que los que partieron antes eso hicieron: antes y que nosotros vamos después, y también dijiste el otro día Jesús que borráramos de nuestro vocabulario la palabra muerte, ¿por qué?, porque no hay muerte en nadie, hay una forma de nacer a otra vida. La palabra muerte Señor viene de la negación de la palabra amor, porque si analizamos esa palabra, a: quiere decir que no, mor: muerte, entonces amor quiere decir lo contrario de muerte y si nosotros tenemos el amor tuyo Señor y nuestra relación es una relación de amor, entonces no puede existir la muerte, la muerte es una ilusión de los sentidos, nada más.

Que esto Señor nos ayude a no tener miedo, a esa otra forma de vida que a todos nos espera algún día pero mientras tanto todos tenemos que luchar por vivir la mayor cantidad de años posibles, porque esa es tu voluntad Señor, que nos muramos de viejos, no por estar enfermos, porque así como hace dos mil años vos llegabas a cualquier lugar y decías: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, cada día millones de personas te dirán lo mismo: yo estoy enfermo Señor, saname, o yo tengo problemas Señor, solucionalos.

Sí Jesús, esa y esta debe ser nuestra vida, un continuo mirarte Señor, un continuo estar en tu compañía, un continuo alabarte y en primera y última instancia sos Nuestro Padre Señor, nos has creado a todos a tu imagen y semejanza, entonces todo lo que te decimos como hijos te lo decimos, confiados, es como un padre escucha sus hijos, así vos nos escuchás a nosotros. Por eso, los Discípulos un día te preguntaron: “Señor cuando queremos rezar ¿cómo tenemos que hacer?, y vos le dijiste Jesús: y digan así, Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas asi como nosotros también perdonamos a quienes nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén”.

Señor, si te digo en el Padre Nuestro que se haga tu voluntad, tu voluntad es que nosotros seamos felices, que no tengamos todas las zozobras diarias y todas esas cosas y por otra parte también Señor decimos que nosotros perdonamos a aquellos que nos han ofendido o nos hacen daño. Entonces, qué distinto es tu mundo Señor si seguimos las cosas que vos nos decís, que distinto.

Señor, Rey de reyes, Señor de señores, vos que sos “el camino, la verdad y la vida; vos que sos el amor; vos que ponés la Luz en nuestra vida para que nunca andemos en tinieblas”, yo quiero entrar en el sol Señor, en la luna, en las estrellas, quiero estar en ellas para en ese lugar y desde ese lugar llegar a todos los hombres, así como llega el sol con el calor, la luna con su luz tenue y las estrellas titilando a lo lejos, quiero estar Señor en cada una de esas cosas para poder llegar a todos los hombres, no solamente a los que amo y están cerca porque yo debo amarlos a todos Señor, quiero estar Señor en el rocío que todas las mañanas está sobre el pasto, quiero ser también como los pájaros que se acercan a tomar esas gotitas de agua que les da la vida, les quita la sed. Quiero ser Señor como los lirios del campo que te están continuamente alabando Señor, como dice el Evangelio: “con mejores vestiduras que el mismo rey Salomón”. Quiero estar Señor en el canto de los pájaros para alegrar a los hombres y alabarte a vos, quiero estar en las plantas que crece y en las flores que dan para abrir la corola al mundo y darle a los hombres el momento fugaz de un poco de color, quiero estar en la arena de los desiertos, en el agua de los mares, en los pequeños y grandes animales, para que desde todos los lugares y de todos los seres pueda alabarte siempre Señor y pueda beneficiar a todos los hermanos, porque todos somos hermanos Señor, hijos tuyos y en consecuencia todos herederos de tu Gloria.

Por eso Jesús mi vida no tiene que ser pequeñita, quiero ser como la inmensidad te dije del océano, la nieve acumulada en los montes, los bosques que elevan sus ramas al Cielo entonando un himno de alabanza, quiero unirme a ello Señor para alabarte yo también eternamente. Darte gracias Señor por todos los favores, pedirte por todos los hombres porque la mayoría no son felices Señor, pedirte por todo aquello que está en el mundo desordenado, porque en este momento Señor nosotros estamos en paz y tranquilos en este lugar, pero desde que nosotros iniciamos esta oración cuántos niños han muerto en el mundo, cuántos hombres han muerto por las guerras o por el hambre o por las enfermedades, no podemos permanecer indiferentes Señor, tenemos que participar de todo eso, porque en última instancia nuestro problema es el problema de todas las personas, nuestros dolores es el dolor de todas las personas. Señor, quiero estar en la sonrisa de los niños, porque nada hay tan puro ni tan santo Señor como la candidez y la bondad de un niño, nada Señor y también pedirte en este caso que cuando esos niños crezcan no tengan los dolores que tenemos nosotros los que los miramos; quiero estar Señor en cada una de las cosas y en todas las cosas y por supuesto Señor, quiero que me pongas en el hueco de tu mano o en lo más profundo de tu Corazón pero muy pegado a vos Señor, porque nada hay tan importante en la vida Señor como reconocer que sos nuestro Papá, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero y una vez Señor que descubrimos profundamente esto ya nada malo nos puede pasar Señor, porque en vos está la solución de todos los problemas, la sanación de todas las enfermedades, junto a vos Señor no tenemos más remedio que estar alegres y ser felices y no un día o dos sino siempre, siempre Señor.

Cuánto te agradezco que sos mi Padre, cuánto te agradezco Señor que me ames tanto, cuánto te agradezco Señor tener a la Virgen como Nuestra Mamá, cuánto te agradezco Señor, saber que el momento que sigue está en tus manos, el mañana y el mes que viene y más adelante, todo está en tus manos Señor si uno así te lo pide y ahora Jesús, te veo pasar entre todos…

Se corta la grabación…………………

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