Oración del 19 de Julio de 2008

Ahora Jesús dice: habría que agregar a las obras de Misericordia darle voz a los que no tienen voz, ¿y quiénes?, piénsenlo ustedes quiénes no tienen voz, hay montones que viven tan cerquita de nosotros que no tienen voz. Oración del 19 de Julio de 2008

Habla Artemio:


Como todas las cosas del Señor empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Nuestra vida es un barco y pretendemos que con todo el amor que Jesús sea el capitán, por eso lo vamos a decir: yo tengo un barco que navega por el mar….
Ahora vamos a pensar un poco de que antes de leer la palabra tenemos que, como hay tantas caras nuevas hoy, vamos a pensar un poco sobre el valor de la palabra del Señor, es decir, nosotros cuando venimos al Santuario por el hecho ya de entrar en la tierra ésta que rodea ya estamos pisando tierra bendecida y por supuesto dentro, ¿por qué?, por una razón muy simple, en el año 95 Jesús y María acamparon en este lugar para quedarse, bien. Entonces, todo lo que pasó a partir de este momento, primero la casa, después esta Capilla del mientras tanto hasta llegar a ese campo enorme de cuarenta hectáreas que va a tener la Iglesia y un montón de hogares para todos los que no tienen hogares, para los enfermos, todos aquellos que están al margen, aquí van a tener el lugar para vivir.
Entonces, nosotros no venimos a cualquier lugar mis queridos, no porque esté yo ni otros de mis compañeros, venimos aquí con la felicidad de venir a la Casa de la Madre y del Señor, por el solo hecho eso ya es suficiente para pensar que todo a partir de hoy tiene que ser distinto en vuestras vidas ¿mmm?, no se va a un lugar donde la Madre y el Señor acamparon y además como dice Jesús ahí en el Sagrario no hay su cuerpo consagrado por los hombres como hacen los sacerdotes, Él aquí tiene su Sagrario un pedazo de pan que Él arrancó de su propio cuerpo y lo hizo caer mientras decía: Yo soy el pan bajado del Cielo, quien come de Mí ya no tendrá hambre, se refiere al hambre espiritual ¿no es cierto?, y también de la otra ¿mmm?.

Entonces, estamos en un recinto Sagrado, estamos ante un Sagrario único en el mundo que tiene allá detrás de la imagen de la Virgen, en la lucecita, que tiene un pedazo del cuerpo del Señor, que es mucho decir ¿no? ¿verdad?, bien. Entonces todo lo que pase aquí dentro no es que estemos nosotros esperando una bendición porque en eso ya está todo resuelto, no, todo lo que pase aquí tiene un sentido y es también para la sanación de nuestra persona, más aún, aquél que viene nada más que para sanar sus hemorroides o su cáncer o el juanete o lo que tenga, no, no es así. Esto tiene un valor diferente, ¿por qué?, porque el Señor dice que no hay mayor milagro, mucho más que un cáncer, la sanación, o cualquier otra enfermedad, mayor que todo eso es la conversión, ¿qué quiere decir conversión?, y dejar de pensar como se pensaba si uno no pensaba tan bien, empezar a pensar bien, empezar a tener una vida diferente de acuerdo a como el Señor quiere, y ¿porque Él quiere, porque se le antoja?, no, por una razón muy simple, es nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano ¿eh?, donde, como yo veo en este lugar, hay de todas las clases sociales, aquí todos son hermanos exactamente iguales, hay gente aquí que tiene una enormidad de dinero y otros que tal vez no tienen nada pero el Señor no mide la cantidad de cosas que apilamos sino el corazón con que enfrentamos todas las cosas, que es lo valioso ¿eh?, pero aquí somos todos exactamente iguales, venimos vestidos de cualquier forma ¿verdad?, si estamos en verano vienen en pantaloncitos cortos, bueno, muy bien, es decir vestimos de cualquier forma, nos sentamos donde queremos, en el suelo o en cualquier lado, no nos preocupamos nada más que de lo esencial, nuestro Dios y nuestro Señor.

Es hermoso pensar cómo es que surgen los Templos, normalmente pasa en que se hacen las Iglesias o Templos y luego se invita a la gente a que venga al Templo ¿no es cierto?, en este caso la Madre hizo exactamente lo que la Sagrada Escritura dice, para entenderlo les refiero un pequeño episodio que viene desde hace muchos años cuando dos hermanos en un pueblo de Europa cultivaban un pedazo de tierra, en Europa tener cinco hectáreas, cuatro hectáreas es ser millonario ¿no?, es un terrateniente prácticamente. Y entonces un hermano estaba casado con cuatro hijos y el otro era soltero, bueno entonces trabajan los dos y llevaban granos, la cosecha al granero y amontonaban, hacían dos montones, uno para cada uno, entonces uno de ellos, el soltero dijo: no puede ser que yo siendo soltero esté amontonando igual que mi hermano que tiene cuatro hijos y son seis en la mesa, entonces ¿qué hacía este hombre?, ¿qué hacía este hombre?, se iba por las noches, muy silenciosamente hasta el granero, sacaba trigo de su montón y la ponía en el montón del hermano, porque decía: sino no es justo, bueno y así siguió, hasta que el otro hermano decía: no, no puede ser esto, porque nosotros somos seis y él es solo, y entonces iba por las noches también al granero, sacaba granos de su montón y se lo ponía al de su hermano. Pasó el tiempo y una noche se encontraron en el camino los dos hermanos, y ¿qué haces vos acá?, yo pregunto lo mismo ¿qué hacés vos acá?, entonces el hermano soltero le dice: no, lo que pasa es que yo veía que la situación era injusta, yo iba al granero todas las noches y sacaba granos de mi montón para ponerle al tuyo porque me parecía una injusticia, el otro hermano, el casado con hijos dijo: oh, pero yo venía a hacer lo mismo, pensaba, es una injusticia que mi hermano que es solo y nosotros que somos seis amontonemos igual, y entonces los dos hermanos se abrazaron pensando, bueno sin decirlo pero en lo justo que eran ¿no?, cuánta justicia habría en ellos, y sobre todo esperaban en la sombra de la noche para que nadie los viera. Cuando los dos hermanos estaban abrazados en medio de la noche se oyó una voz que dijo: en este lugar debe haber un Templo, aquí tiene que haber un Templo, porque siempre debe surgir un Templo donde hay personas que se aman, hasta aquí el relato.

La Virgen lo toma este relato y dice: aquí pasó lo mismo, se hizo el Templo cuando un montón de gente que se aman quisieron tener un techo donde abrigarse, no se hizo primero el Templo y se los invitó después, no, surgió como una necesidad por el amor que todos se tenían, por eso que estas paredes que ustedes ven levantadas aquí, vinieron personas de distintos pueblos, sin cobrar un centavo por supuesto a levantar esta pequeñísima Casa que para nosotros nos parece inmensa, que es el Templo del mientras tanto, hasta que esté el otro Templo verdadero en esas cuarentas hectáreas que la Madre ya programó ¿mmm?, bien, pero además de eso, de estar en un lugar así tenemos que pensar que la sanación viene como una consecuencia de todo lo que se hace aquí, la palabra de Jesús es la que sana ¿mmm?, por eso cuando alguien viene dice: yo vengo de muy lejos, quiero la bendición, no, no, está bien, quiere la bendición, pero todo es parte, la sanación, de una ceremonia donde se dice: Señor, tú palabra es la que me sana, no una bendición dada al boleo nomás, noo, bueno, muchos lo aceptan y muy bien, pero entonces esas personas que hablan de países lejanos por teléfono o por correo electrónico no tiene la bendición, pero la Madre dijo: todo aquél que abra el correo electrónico o levante el teléfono para este lugar ya en sí tiene todas las gracias y bendiciones.

Porque el Señor y su Mamá no se anda con chiquitas, van siempre a lo grande, a todo, bien, por eso, estas palabras que sirvan como introducción para la lectura de la palabra ¿verdad?, y para poder interpretar esas palabras vamos a hacer un ejercicio de concentración pero además de eso de fervor para que la palabra del Señor llegue a nosotros, que mejor entonces que pedir el Espíritu Santo que nos llene de todo esto que necesitamos en este sábado y todos los días a que alcance nuestra vida y como todo sábado dedicado a la Santísima Madre. Decimos simplemente con profundidad: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Sábado 19 de Julio, hoy San Justo y Santa Rufina y por supuesto como todos los sábados dedicados a Nuestra Madre, el Evangelio de hoy es de San Mateo 12, de 1 al 8: “en cierta ocasión pasaba Jesús por unos campos de trigo y era un día sábado, acordémonos que el día sábado los judíos no trabajaban ni hacían nada. Los Discípulos que tenían hambre comenzaron a desgranar espigas y a comerse el grano. Al advertir unos fariseos una secta de otras personas que hay de los judíos dijeron a Jesús: tus Discípulos están haciendo lo que está prohibido hacer en día sábado. Jesús le contestó: ¿no han leído ustedes lo que hizo el Santo Profeta David un día que tenían hambre, él y su gente?. David un día que tenía hambre, entró a la casa de Dios y comieron el pan ofrecido a Dios, que les estaba prohibido tanto a él como a sus compañeros, pues estaba reservado a los Sacerdotes. ¿No han leído en la ley que los sacerdotes en el Templo no observan el descanso, y no hay culpa en eso?. Yo se los digo: ustedes tienen aquí algo más que el Templo. Y si ustedes entendieran estas palabras: quiero Misericordia, no sacrificios, ustedes no condenarían a quienes están sin culpa. Además el Hijo del hombre es Señor del sábado” . Por supuesto que todas estas cosas las planearon los fariseos para acabar con Él. Jesús se retira para alejarse del peligro pero sigue actuando y cumpliendo su misión llevando a cabo su obra liberadora del hombre. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

La historia parece simple, los Discípulos del Señor entran en un trigal desgrana y comen, comen, pero era un día sábado, no se podía hacer eso, en la ley de los judíos, que tenían como la tienen ahora todavía, un respeto total por el día sábado. Ahora, Jesús les autoriza a sus Discípulos comer los granos de trigo sin ningún problema, cuando los demás le dicen: pero ¿cómo, qué están haciendo?, y entonces Jesús les dice: el Santo Profeta David ¿no comió también de los panes que pertenecían a los sacerdotes del Templo cuando tenían hambre?. Jesús les dice: Yo soy dueño del sábado de decir esto, soy dueño del sábado en el sentido de que si es Dios, que lo hizo todo también hizo los días y todo, las leyes y todas las cosas, pero hay algo que es tremendamente importante acá que dice: no quiero sacrificios, quiero Misericordia. Los seres humanos estamos muy inclinados a hacer sacrificios, bueno si uno los hace y les parece que está bien, bueno adelante, pero el concepto del Señor es este, de nada vale el martirio personal ¿verdad? en un sacrificio o lo que sea, sino lo que vale es cómo uno se acuerda de los demás, de los otros.

Por eso Misericordia, y ¿cuáles son las obras de la Misericordia?, Jesús es muy claro cuando dice: dar de comer al hambriento, dar refugio al que anda de paso, techo a los que están sin techo, pan al que no lo tiene, consejo al que necesita seguir avanzando en la vida y así podríamos enumerar un montón de obras de Misericordia. En uno de los Mensajes, de no hace mucho, no hace un mes, porque ustedes, para los que no lo saben que Jesús y su Mamá vienen todos los días acá y dan sus Mensajes para todos los hombres del mundo, saben que dijo Jesús, miren que las Bienaventuranzas y las obras de Misericordia y están muy completas, sin embargo Jesús dice: habría que agregar a las obras de la Misericordia dar voz a los que no tiene voz; ustedes dirán: un juego de palabras, no me dice nada esto, cómo que no dice nada, veamos, dar voz a los sin voz, ¿y quiénes son los sin voz?, analicemos un poquito, ¿quiénes no tienen voz?, es decir, ¿a quiénes no se los escucha? ¿mmm?. Jesús hizo su opción por los pobres, dentro de los pobres están los que poco tienen o nada pero están sobre todos los enfermos que es el mayor estado de pobreza que tiene el hombre, nosotros que estamos enfermos somos una opción del Señor y mal haría yo si acá desde este altar no les estuviera diciendo estas cosas porque, ¿por qué ama el Señor tanto estas paredes tan chiquitas y tan poco lujosas?, por una razón muy simple, porque aquí tienen lugar todos, tiene lugar los que tienen voz y los que no tienen voz, no es que no puedan hablar porque estén mudos, no. La expresión: los que no tienen voz es todas aquellas personas que están sobre la Tierra y que no tienen derechos de ninguna clase, ¿por qué?, por montones de motivos. Ustedes creen por ejemplo que todos los jubilados del PAMI ¿tienen voz?, si nadie los escucha ¿eh?, todo el mundo se larga la pelota al otro para no atender a los del PAMI y cuántos por ejemplo tienen que esperar muchos meses para una prótesis ¿o no?, los jubilados no tienen voz, nadie los escucha. ¿Quién más no tienen voz?, todos los enfermos en general, los que están internados en los hospitales, en las clínicas, más aún, los que están internados en los hospitales de la ciudad no pueden estar muchos días porque tiene que dejar la cama para otro y los mandan a su casa para que se muera, esos no tienen voz. Todas aquellas personas que son pagadas miserablemente por sus patrones, sea la dueña de casa o sea alguien que tiene una fábrica pequeña o grande y no le paga lo que corresponde, esos empleados no tienen voz, no tienen derechos.

Estamos tan mal acostumbrados que cuando alguien grita para pedir por sus derechos ya encontramos en ellos, ¿qué encontramos?, siempre alguien que quiere alterar el orden, ¿qué orden?, el orden de los que están cómodos, sea cualquier persona o el mismísimo gobierno. Es decir, no tienen voz entonces se revelan ¿verdad? para que se los escuche, en general no se los escucha, no, no se los escucha. Piensen, ustedes ¿tienen voz, alguien los escucha?, aquellos que viven en un geriátrico, bueno algunos viven porque no tienen más remedio están en el geriátrico pero todos aquellos que están en los geriátricos ¿tienen voz?, no.
Hijo mío, yo te crié bien, toda la vida te di todo lo mejor, tenés una posición ¿no me podes poner una señora para que me atienda en mi casa?, yo no puedo vivir aquí donde hay cuatro en una pieza, esos ancianos tirados allí son personas que no tienen voz ¿quién los escucha? ¿mmm?, dirán sí pero nos cuesta mucho, la cuestión no es lo que cuesta sino una persona tiene que morirse allí donde vivió su vida criando a sus hijos, a sus nietos, donde hizo la comida tantos años, donde durmió con su esposo o su esposa si están viudos, esos no tienen voz. Cuando uno dice: dar voz a los que no tienen voz, uno dice: si, pero eso no es para acá, como que no es para acá, uno piensa enseguida en los indios que no tienen voz porque nadie le pasa bolilla, uno piensa en las razas que están fuera de foco y nadie les pasa bolillas, por ejemplo los bolivianos, paraguayos en un Buenos Aires ¿tienen voz?, no, no tienen derecho, no tienen nada, los chilenos en el Sur, ahora ya las cosas cambiaron pero cuántos años trabajaban cobrando miserias porque no tenían los documentos, esas personas no tenían voz.

Bueno, uno piensa enseguida en casos extremos, noo, pero pensemos incluso dentro del hogar, los maridos ¿dejan que sus mujeres den su punto de vista y las atienden como corresponde o las golpean?, incluso les hacen daño desde los tiempos en que estaba embarazada de este, del otro, del otro, cuántos de los que están aquí vivieron en la panza de mamá mientras papá los golpeaba, no tienen voz ¿mmm?, menos ese niñito que va a nacer después de haber recibido tantos golpes ¿mmm?. Sería cuestión de ponernos a hablar con cada uno de ustedes en particular y yo creo que el 85% o 90 % es un montón de dolor apilado, mis queridos si sos un montón de dolor apilado nunca tuviste voz, ni la tenés, porque nadie te escucha ¿o acaso para las personas ya un poco grandes, sus hijos le toleran que no oigan bien?, le gritan porque vos no oís porque estás sordo, como reprochándole los años que pasaron, querido no te diste cuenta que vos vas a heredar esa sordera y vas a ser tan sordo como tu papá o tu abuelo, si arrastran los pies, como dice el proverbio: arrastrar los pies eso es vejez, pero cómo arrastras los pies ¿no podes levantar los pies para caminar? ¿verdad?. Todos esos hijos que malquistan a los padres o bien cuando vienen aquí al frente traen al padre y a la madre y habla el hijo para que el padre o la madre no diga nada porque a lo mejor no se expresan bien, a lo mejor no sé, tantas cosas, como si se avergonzaran de los padres. Pará, no vayamos lejos para encontrar los que no tienen voz ¿mmm?, estoy hablando mis queridos de lo que dice aquí: prefiero la Misericordia antes que los sacrificios, la Misericordia es el amor obrando y todos nosotros ¿tenemos el amor obrando?, ¿dejamos que los que están cerca nuestro puedan decir su palabra?, lo que necesitan ¿eh?, y yo, uno cuando visita los geriátricos o los hogares de personas de edad, etc., dicen siempre: y yo le pediría a mi hijo pero es tan caro el remedio para el colesterol, tan caro, y yo le pediría porque tengo que tener la dosis de insulina pero no pasa, el PAMI reconoce poco, esa persona por más que esté en buena posición los hijos ¿verdad?, no tienen voz. Y además una cosa que observé yo, siempre los hijos tienen mejores viviendas que los padres, que cosa che, decime, papá y mamá ¿no te lo dieron todo?, te limpiaron la colita, además de limpiar tu vómito, años y años de repente papá y mamá necesitan la chata para que no haga en la cama o tiene que cambiar los pañales, ya no, se lamentan que los pañales son caros, se lamentan que la caca de la abuela o de la madre tiene mucho olor, che ¿esa no es la madre que te lavó los pañales cuando vos eras un niño?, porque antes no había el pañal que se tiraba, se lavaba todo, la mierdita había que sacarla a puño, bueno, los hijos ahora visitan a mamá de vez en cuando, que tal vieja como estás, necesitas algo, tomá plata si queres, no es cuestión de un peso, es cuestión del cariño, te acercaste a tu mamá, le pusiste la cabeza en el pecho y le dijiste: mamá, que precioso, cuánto me diste y pensar que estuve nueve meses en esa panza, nueve meses estuve allí alimentándome de tu sangre, de tu vida ¿eh?, ¿no se te ocurre eso?, llegás un ratito, la miras y tomá tanto, comprate lo que te hace falta, pero ¿el resto del día qué mira la mamá, tinelli?, no le gusta el baile del caño, no, ¿qué mira durante el día?, la telenovela de no sé dónde de un montón de vidas irreales y cosas que tampoco la llena, programas de otro tipo no hay si todos miran el baile del caño ¿cierto?, claro, la abuela dice: a mi que me interesa el baile del caño, no me importa.

Ahora Jesús dice: habría que agregar a las obras de Misericordia darle voz a los que no tienen voz, ¿y quiénes?, piénsenlo ustedes quiénes no tienen voz, hay montones que viven tan cerquita de nosotros que no tienen voz. Es decir, no se les escucha, no se los atiende, repito si están sordos le gritan, si arrastran los pies y así como no te vas a caer si arrastrás los pies, si el arrastrar los pies sabemos que es sinónimo de vejez, no ven, pero ahora hay que ayudarte porque sino podrías usar un bastón porque así te vas a caer y después hay que cuidarte con la pierna quebrada, noo mis queridos, esto lo veo diariamente, no hay que ver a los que no tienen voz, no hay que irse a Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Salta, Jujuy para ver todo como viven los indios, no, no, a la vuelta de la esquina, en cualquier geriátrico, en cualquier lugar encontrás a los que no tienen voz.

Y hoy Jesús les propone en el Evangelio: prefiero la Misericordia a los sacrificios ¿eh?, el amor ante que decir: si, me voy a privar de no comer cualquier cosa para ofrecérselo al Señor, y no, mal no está, pero hacés por un lado esa pavada y por el otro tenés a tu papá solito o tu mamá en la casa y como veo siempre yo las mejores casas no las tienen los padres, la tienen los hijos ¿eh?, y el papá y la mamá viven en un ranchito total ellos ya, ya ¿qué?, no están viejos ni para tirar ni para matar, no señor, son papá y mamá que nos dieron todo, nueve meses en la panza, nueve meses y toda una vida de sacrificios ir por las noches a escuchar si respira bien el bebé y todo eso ¿eh?, como se olvida fácil uno de todo, vemos que los que no tienen voz están en las periferias, en las orillas de las ciudades o en el Norte o en el Sur, miremos los que no tienen voz muy cerquita de nosotros y tal vez sean nuestros familiares o tal vez papá y mamá vivan en casa pero ¿quién los escucha?, ¿quién los atiende?, ¿quién escucha las viejas historias que ellos cuentan?, ¿por qué cuentan las viejas historias?, porque a medida que pasa el tiempo uno se acuerda más de las cosas que pasaron hace mucho que las más recientes, ¿alguno escucha lo que mamá y papá quiere contar de cuando ellos eran jóvenes, que esto y que lo otro?, y ni hablemos de los más jovencitos, que miran a sus abuelos que están viejos y atrasados, ehh, me quieren mandar a cuidar la abuela, es insoportable te dicen.

No sé si se dieron cuenta que estamos viviendo en medio de la injusticia y al Señor eso no le gusta, siempre les digo y les voy a seguir diciendo, los problemas del sexo normalmente es lo que más se acentúa ¿no?, al Señor le importa poco, ¿saben que le importa?, la injusticia, eso sí y ¿qué es justicia?, es darle a cada uno lo que corresponde, injusticia es lo contrario, es no darle ¿eh?.

Bueno ¿cómo andamos por casa? cada uno de nosotros, ¿cómo vivimos?, niños, jovencitos, ¿cómo tratan a vuestros padres? ¿eh?, ¿les reprochan cuando arrastran los pies o no pueden oír, o no pueden ver?, miren, les espera cosas muy feas, ¿saben ustedes que la Sagrada Escritura dice en el libro de la Sabiduría: pobre de los hijos, no los que no aman, los que no respetan a sus padres, se maldicen a sí mismos y maldicen a todas las generaciones que vienen por no, no dice amar, dice: respetar a sus padres, el libro de la Sabiduría dice que hasta los muertos familiares deben ser enterrados con respeto, es una de las obras de Misericordia enterrar a los muertos, ¿para qué?, para que ese cuerpo tan maravilloso que el Señor creó no quede a merced de cualquier alimaña, bueno.

Pensemos en todo esto, no sea cosa que seamos siempre un pedido, un pedido, un pedido al Señor ¿eh?, Jesús decimos: yo confío en vos, o Jesús en vos confío, está muy bien, pensá un poquito, hoy Jesús empieza a decirte en tu vida: Juan, Pedro, María, Juana, Yo confío en vos, Jesús te está diciendo con fuerza a través de este Evangelio: yo confío en vos, ¿para qué?, no sé, vos sabrás cómo vivís, qué haces, qué no hacés, si atendés a las personas, si amás como debés a la gente o qué ¿o el aliento de los viejos te cae pesado, la sordera de los viejos te cae pesado?, que se le caigan un poco las babas o la comida mientras come te cae pesado y si viene gente a visitarte hacé que ellos coman antes así no te hacen pasar vergüenza, decime: y vos cuando eras un niñito ¿no se te caían las cosas de la boca también?, pero escuchame, no te parece que es el colmo de la injusticia que papá y mamá coman antes así van a la pieza y miran televisión y nosotros recibimos a la visita, claro papá y mamá se le caen a veces las cosas de la boca, se babosean o comen con la boca abierta ¿eh?, no mis queridos, cuánta injusticia que cometemos, cuántas, cuántas.

Quiero Misericordia dice el Evangelio de hoy, no sacrificios, quiero el amor funcionando entre los hombres, no que me vengan a no sé qué, si, porque si el Señor me hace esta gracia me voy a pie a Saladillo o a otro Santuario, andá si querés, está muy bien, pero yo pregunto: ¿cómo hacemos las cosas diariamente?, les dejo a ustedes la tarea de pensar cómo viven en casa, hijos, todos los jovencitos, que hay un montón acá, ¿cómo viven vuestros padres?, de esta manera como yo les digo, ¿o realmente se sienten dichosos de tener hijos como tienen?, epa, despacio ¿eh?, no pechen ¿eh?; ustedes dirán: pero y ¿por qué dice esto tan duro?, y sí porque Jesús me dijo tenes que ser un Celoso Custodio de Mi Mensaje y yo se los digo así, se los largo en la cara, sobre todo a los jovencitos para que no se cometa barbaridades con aquellos que vivieron antes, y son viejos, tienen que morirse ya, noo, che, pará ¿eh?.

El joven que dice eso se auto maldice y maldice a siete generaciones más, dice el
libro de la Sabiduría, no te vengas a quejar después de las enfermedades que te toman o le toman a su hijo, no porque te castigue el Señor, la vida misma te castiga, vos no podes ¿no es cierto? no reconocer que viviste nueve meses en la panza de esa mujer que es tu mamá y ahora te da vergüenza porque se le cae la comida, porque no oye, porque arrastra los pies, por todas las cosas esas, noo, pará, pará.

Quiero Misericordia, no sacrificios, ya sé que es duro, ¿o fue fácil cuando te criaban a vos y eras chiquito y tenías todas las pestes del mundo, la varicela, el sarampión, la rubeola y toda la madre en coche y siempre cuidando mamá que no te tomara la fiebre para que no tuvieras convulsiones y siempre y siempre y siempre y de repente vos tenés unos cuántos años y ya papá y mamá no existen, y bueno los dejamos a los dos viste, total tienen que morirse algún día.

No mis queridos, a mi me oprime el corazón la situación de injusticia que veo todos los días en las personas ¿eh?, no digo nada, a cada uno porque no se puede viste porque te pueden decir: y ¿a usted que le importa?, pero aquí estás en el Templo, quien te lo dice es el Señor ¿mmm?, y no digas: no, total yo me conformo, no, no es cuestión que vos te conformes o no, la cuestión fundamental es que debés proceder bien con los adultos vos que estás joven, vos tenes menos años.

Señor de la Misericordia, yo te pido humildemente: mirá nuestros corazones Señor y todo aquello que no está bien porque nosotros los queremos buenitos, y yo ¿qué mal hago?, no sé, vos sabrás, desde lo más profundo de nuestro corazón Señor te decimos: que vea Señor cuál debe ser mi camino, por dónde debo andar, qué debo hacer, cómo hacerlo, siempre te dije Jesús en vos confío, hoy quiero escucharte cuando vos me decís: Juan, Pedro, María, Yo confío en vos, ¿y en qué Señor confiás en mí?, en todo, en todo, ¿seguís Mis principios?, ¿cómo viven los que están cerca tuyo?, los que están al margen de la vida, los que no tienen voz, y sí, por ahí se oye su voz nadie la escucha, ¿la escuchan los médicos?, a veces… (se dio vuelta la cinta)…, trámites jubilatorios y van de un lado para otro porque no le pagan, ¿hay alguno que se ofrece para hacerle los trámites para que pronto pueda cobrar?, si ustedes saben que hace cinco años que esperan la jubilación y están pasando hambre, ¿nadie se interesó por ellos?, nadie se interesa por aquellos que golpean a sus hijos y le dan flores de biabas, ¿no hicieron llegar a la asistente social de la municipalidad o lo que sea para que miren en el hogar cómo tratan a las criaturas?, otro, los hospitales ¿tienen los remedios?, o las enfermeras y los médicos todo lo que se pueden poner en el bolsillo se lo ponen y luego no hay remedio para la gente ¿eh?, no hay remedio, no tenés una buena mutual o no tenés mutual resígnate porque muchos años no vas a poder vivir porque quién te pasa bolilla, no tenés voz.

Y podría seguir enumerando tanto, los chicos en la escuela, con los maestros que hay, te lo dice alguien que estuvo cuarenta años dentro de las escuelas ¿eh?, quién le importa algo de los chicos, llaman al padre, llaman a la madre porque son inquietos, porque son rebeldes, porque son, es una característica de los niños de ser rebelde, más vale, si fueran así quietitos y que se yo sería un tontito o un enfermo, la juventud, la niñez tiene como característica su rebeldía o bien te dice cuando te muestran la foto: este hijo es rebelde, ¿por qué es rebelde?, lo criaste mal primero y sino es rebelde porque lógicamente quiere tener una vida propia, no que vos le quemes la vida, llegá a esta hora, andá a esta hora, sí, hay que poner límites pero de otra forma.

Mis queridos, les dejo a ustedes que piensen, en aquella parte que el Señor quiere agregar a las obras de la Misericordia: darle voz a los que no tienen voz, darle voz a los que no tienen voz.

Señor, cuánto necesitamos de que se conozca tu amor Señor, cuánto necesitamos de que entrés en nuestro corazón y hagas limpieza de nuestra soberbia, nuestro orgullo, nuestra autosuficiencia, el creernos que tenemos todos los derechos y no tenemos nada de derecho cuando faltamos a los deberes.

Señor de la Misericordia, todos estos hermanos que están aquí en este día que no
se vayan de aquí sin tener dentro de su corazón prendido aquello de: tengo que dar voz a los que no tienen voz, a quien nadie los escucha, ¿o qué crees?, que la vida tiene que seguir siendo como siempre decimos: tres comidas al día y un amorcito por la noche y a veces ese amorcito medio peleado porque como las cosas no andan bien.

Así estamos Señor, este día y todos los días a que alcance nuestra vida y si alguien apareciera ahí afuera y dijera: por decir lo que dice le ponemos un palazo en la frente, entonces uno pondría la cabeza para que le pongan un palazo en la frente porque no hay nada más lindo que morir por las convicciones que uno tiene, por la forma de pensar que uno tiene. Así que aquellos que a lo mejor amenazan porque las palabras de uno les cae gordas, piensen: nunca importó, te importa tan poco y dentro de no mucho tiempo estas oraciones van a salir por radio a todo el mundo, porque el Señor lo quiere así, porque a Él le parece bien, porque a Él le gusta que así sea, porque la voz del Señor de la Misericordia y su Madre tiene que llegar, ahora ya llega por Internet pero por radio va a llegar a todos los lugares del mundo, de a poco pero va a llegar, sí señor.

Que lindo Jesús que te hayas puesto tan firme en este lugar, porque todos los días te apareces con un proyecto nuevo, con una cosa distinta, como queriendo decir: me gusta la gente que me hace caso y se juega por mí, me encanta la gente así, a ver hermanos si entre ustedes hay alguien que se juega también por los demás ¿eh?, es hora ya ¿no?, la vida sino se vuelve tan, tan, tan, así como sin gusto, sin nada, se llega a la noche: y ¿qué?, nada, lo único que puedo hacer es mirar el caño de Tinelli, no me queda otra, como si me trajera una satisfacción eso, bueno, uno le agradece al Señor que toda la naturaleza ahí que se puede ver con tan poca ropa Dios se las cuide y se las bendiga pero la vida es un poco más que eso, mucho más.

Señor, estamos contentos de ser tus hijos y de pensar como pensamos y de morir como morimos, cada día más cosas porque nos encanta servirte Señor, porque hemos comprendido de que el amor es lo único que salvará al hombre de todo, hasta de sí mismo, porque está tan cerca de nosotros que te lo decimos cantando: tan cerca de mí….

Y si está aquí por qué no aprovechar para decirle al Señor, cada uno pensando en todos los dolores que tiene, los males que tiene, la salud que tiene, las cosas que debería tener y no tiene, todo, todo, todo, piensen, porque el Señor pasa sanando y ya pasó la Madre dándole la bendición a cada uno, a cada uno de las personas, a ver, miren todo lo que el Señor puede hacer por ustedes, ¿ustedes creen que los trae aquí para que todo siga igual?, que equivocados que están, ya cuando uno pisó este lugar ya se queda enganchado para siempre, porque Jesús es así, medio tramposito, te trae sin que te des cuenta y después te engancha, dichosos si todos fuéramos tramposos como Él que lo engancha en el amor, no por un día sino para toda la vida. Entonces este Jesús que amamos tanto le decimos: sáname Señor con tu Espíritu….

Sí Señor, yo quiero sentir en mí el fuego de tu amor, por eso estoy disponible Señor, pongo mi corazón allí para que vos lo toques con toda tu gracia, mi corazón es muy valioso Señor y hasta ahora lo tuve un poco así como si no lo tuviera en cuenta pero desde hoy, desde que me dijiste: Yo confío en ti, ante la pregunta: Señor ¿sigo confiando en ti?, claro, pero Yo también confío en ti, confío en vos, en vos, en todos confío, ¿para qué?, para que sean alguien que llevan Mi palabra a todos los lugares, a la familia, a los parientes, a todos, quiero ser Señor alguien que realmente lleve tu palabra de paz, de tranquilidad, de protección, de amparo, que la vida se vaya consumiendo con la llama de tu amor Señor, eso es lo que quiero, sí Señor, yo te amo mucho y necesito Señor, necesito de tu amor Jesús, necesito de todo, tanto necesito, tanto, tanto Señor, mirá todo mi cuerpo, mi espíritu, las enfermedades que tengo, las cosas que me pasan, los dolores, las depresiones, la familia

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