Por eso, Jesús dice: ¿por qué algunos preguntan: por qué no termino de sanarme?, porque muchos no quieren, se aferran a un pasado que ya Él lo re perdonó montones de veces, ¿se dan cuenta?, yo sé que no es fácil perdonarse o perdonar, pero ¿saben?, es necesario, porque, es cierto, las injusticias es mejor sufrirlas que cometerlas, estamos de acuerdo. Oración del 18 de Junio de 2008
Habla Artemio:
Buenas tardes.
Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, Amén.
Bueno, buscamos en el librito de cantos, número 8: sonríe que Jesús te ama…, bueno, ahora decimos, pensamos que nuestro barco, nuestra vida va por el mar siempre, sabemos cuando empezó, no sabemos cuándo termina, vivamos este momento con toda nuestra plenitud de persona, con toda la fuerza, el mañana está lejos, el ayer ya no es más, este es el momento, por eso: yo tengo un barco que navega por el mar…. Ahora pensemos un poco si tenemos la presencia del Señor ¿podemos estar tristes a pesar de todo lo que pueda pasar?, a pesar de nuestras enfermedades, de las enfermedades de algunos de nuestros familiares, de toda nuestra vida, pobre, nosotros los seres humanos estamos solos, pobres de nosotros, entonces díganle con fuerza, digamos todos como para darnos ánimo uno al otro ¿eh?, digamos: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…. De nuevo: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo….
Ahora vamos a leer la palabra, pensemos un momento, la palabra escuchada en la Homilía cuando vamos a Misa ponemos tanta atención o la palabra escuchada aquí es la palabra del Señor y ¿qué quiero decir con esto?, que el solo hecho de escuchar lo que dice Jesús tiene que ser algo tan tremendamente grande que esa palabra bastará para sanarme, o acaso no tenemos un pasaje en el Evangelio donde le dicen a Jesús que hay un criado que está enfermo, bueno, vamos para allá, no dice él, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya basta para sanarlo, epa ¿eh?, una palabra tuya bastará para sanarlo, la palabra del Evangelio no es una, son muchas y ellas, las palabras, basta para sanarnos, ¿qué es lo que está pasando?, que esa palabra no se escucha con todo el amor que debemos escuchar no produce en nosotros ningún milagro, ningún milagro pero en sí en forma profunda; vos dirás: pero ¿los milagros son siempre en ese momento?, siempre piensen esto, son palabras de Jesús, que los milagros se dan en un momento, si la persona necesita que todo cambie en ese momento, un enfermo que está muy mal o alguien que le duele terriblemente algo necesita ya el auxilio del Señor para pasar. Pero hay otro tipo de problemas que necesitan tiempo, no por eso dejan de ser milagros sino que tienen otra característica y por las dudas si todavía no nos dimos cuenta, milagro es todo aquello que ocurre contrariamente a todas las leyes naturales. Si nosotros decimos con la ciencia: el que tiene cáncer se muere, lo contrario es: el que tiene cáncer se sana, no se muere, es un ciento ochenta grados cambiar, ese es el milagro, cambiar las leyes naturales, solo puede cambiar las leyes naturales el Señor, otro no, Él las creó, por eso puede cambiarlas.
Y les decía recién: que hay milagros que a veces se demoran, mejor dicho empezar empezaron pero está todo el problema de por ejemplo una situación familiar difícil, un conjunto de problemas que puede tener una familia donde hay que revisar el pasado, a ver qué cosas están metidas en nuestra casa y que no nos deja vivir en paz, como Jesús dijo ya en el año 95: Yo más que hacer las cosas las hago hacerse, ¿qué quiere decir esto?, necesita nuestras manos, nuestros pies, nuestro corazón, nuestra mente, nuestros ojos, ¿para qué?, para hacer que Él lo guíe, es otra cosa, pero necesita justamente de cada una de nuestras cosas.
Por eso, hay milagros que se dan, empiezan a darse en un momento y tal vez se logre plenamente a los seis meses, un año, no sé, puede que haya un giro de ciento ochenta grados, por ejemplo en un drogadicto, en un alcohólico ¿verdad?, sanada la herencia del alcohólico se terminó, sanada la herencia de la adicción en el drogadicto, se terminó, listo ¿verdad?, pero cuando las cosas parecería que se demoran un poco, ¿se demorarán realmente o no estamos todavía nosotros lo suficientemente preparados para aceptar un milagro tan grande como puede ocurrir a veces?, porque ustedes ven por ejemplo, que muchísimas personas que aquí reciben milagros no reaccionan enseguida, reaccionan muchos días después o a lo mejor no caminaba, puede caminar y te dice: pero me duele el codo, en vez de alegrarse porque puede caminar ¿verdad?.
Entonces, es tan grande la situación del milagro, tan grande eso de girar ciento ochenta grados, que a veces no entra en nuestra mente ¿eh?, por eso tantas personas, pastores, religiosos, sacerdotes muchos no creen en los milagros, ¿por qué?, hay que preguntarse, son santos varones, pero ¿por qué no creen en el milagro?, porque el milagro desestabiliza, ¿qué quiere decir?, si veo que alguien tenia un cáncer fulminante y de repente anda muy bien, eso desestabiliza, pero ¿cómo?. Ese señor, alguno de ustedes se acordará, que no hace mucho estuvo aquí con diecisiete años de ahogo por el asma y ya estaba en las últimas, tuvieron que llevarlo al hospital pero cuando llegó al hospital ya estaba perfecto y cuando vinieron a buscarlo de Río IV nunca más tuvo un ataque de asma, ahora todavía no vino a dar el testimonio porque no tiene combustible la traffic pero va a venir.
Entonces, todos los que lo conocían y lo ven ahora no, dice: no puede ser, o vos fingías ante so fingís ahora, ¿ven?, porque los milagros desestabilizan al ser humano ¿mmm?, desestabilizan, hay que estar muy acostumbrados a ver milagros y hay que creer mucho ¿eh?, como lo que les cité recién: yo no soy digno de recibirte pero decí una sola palabra y él estará sano ¿mmm?.
Por eso, entremos en esto tan precioso de la vida del Señor vista así ¿mmm?, a veces dice Jesús que algunos preguntan: ¿por qué no termino de sanarme?, bueno cuando uno no termina de sanarse es porque no hizo las cosas bien, por ejemplo si alguien considera que los abortos que hizo cuando eran joven, 3,4, que se yo ¿no es cierto?, es algo terrible y toma conciencia ahora después de tener hijos y siente el peso, la culpa de aquellas vidas que quitó y tiene un cáncer ¿verdad?, entonces mientras ella no se perdone el haber hecho eso no se mejora, así de simple, ¿por qué?, porque ese pasado que le está chocando siempre ¿no?, diciéndole: tenés culpa, tenés culpa, tenés culpa, la mayoría de las enfermedades vienen por culpa. Ahora, fíjense ustedes que no es de Jesús la culpa, porque si Él perdonó, basta, se terminó, perdonó, ya está, si vos seguís insistiendo quiere decir que le estás diciendo: tu capacidad de perdonar Señor o tu Misericordia es muy chiquitita ¿eh?, no me interesa. Si vos le proponés al Señor algo entonces confía que así pasó.
Por eso, Jesús dice: ¿por qué algunos preguntan: por qué no termino de sanarme?, porque muchos no quieren, se aferran a un pasado que ya Él lo re perdonó montones de veces, ¿se dan cuenta?, yo sé que no es fácil perdonarse o perdonar, pero ¿saben?, es necesario, porque, es cierto, las injusticias es mejor sufrirlas que cometerlas, estamos de acuerdo, pero no es lo mismo perdonar pequeñas cosas que grandes cosas que lehicieron aquellos que estuvieron junto a uno y uno les amó tanto y de repente viene la estafa, eso también, la estafa también desestabiliza porque uno confía y de repente te da la impresión que no valía confiar.
Bueno, yo digo que hay cosas y cosas en las cuales es difícil perdonar, ya lo sé, porque hay personas acá dentro que son un montón de dolor apilado, no me digan que no, yo vengo aquí atrás porque Jesús está ahí al frente pero es para no mirar nadie a la cara, para decir vos sos, que sos un montón de dolor apilado, ahora y si vos creés que sos un montón de dolor apilado, y estás mal por eso, yo te digo: sos una persona sumamente rica ¿por qué?, porque con esa cantidad de dolor en tu vida podes hacer maravillas, ese dolor no lo quiso Jesús porque Él nunca quiere nuestro mal, no, Él dice: que padre le da una piedra al hijo que le pide pan o le da una víbora al que le pide pescado, ¿eh?, el Señor no castiga ni pone pruebas, Él está para perdonar y para amarnos ¿eh?, bueno. Entonces ya sé que para muchos es difícil perdonar o bien uno se aferra a cosas y busca siempre alguien para expiar el problema un accidente: y me mató el hijo que apenas tenía veinte años, ah, no, no, no, yo esto no lo puedo perdonar, ¿y a quién?, bueno al que lo mató pero sobre todo a Dios: por qué me hiciste esto Señor, no, yo con vos no quiero tener más trato, porque no tenías por qué quitarme el hijo, no mi querido, quien te quitó el hijo es el que cometió una torpeza a lo mejor yendo muy fuerte o a lo mejor sin darse cuenta, pero no es el Señor el culpable, el Señor es el que se pone a tu lado y está sufriendo con vos.
Bueno, todas estas palabras de reflexión es para hacer entender hasta qué punto la palabra de Jesús viene en pos de mí para sanarme, por eso, abramos nuestros corazones, como quien dice: hagamos una limpieza, limpieza de ¿qué?, tratemos de perdonar, tratemos de amar a pesar de todo, tratemos de disculpar a aquellos que nos han hecho daño, a veces son nuestros propios hijos los que nos hacen pasar tantos dolores y uno dice: ¿por qué?, y también uno se pregunta ¿por qué? ¿verdad?, uno lo crió, lo hizo grande y de repente porque su mujer ya no lo deja no va a visitar a la madre ni al padre por ejemplo, cosas así, parecería que no hay consuelo, sin embargo hay que darse permiso con fuerza, es decir: bueno, quiero perdonar a pesar de todo.
Señor, yo no soy digno de recibirte pero si decís una sola palabra mi alma estará santificada y en el caso del que hablaba en la Biblia, mi ciervo quedará sano. A ver si escuchando la palabra del Señor nos pasa lo mismo ¿eh?. Ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestros. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. A algunos les llamará la atención que no estemos parados para leer el Evangelio, la palabra del Señor pero Jesús dijo: todos tienen que estar a tono, todos, es decir si hay muchos que no pueden porque están enfermos, los otros al ponerse de pie se sienten mal, entonces todos sentados.
Hoy día miércoles 18 de Junio, además de ser San José como todos los miércoles, no se olviden nunca y San José es Patrono de cada uno de ustedes, no se olviden eso ¿eh?, porque Él así lo decidió, hoy los Santos son Santa Paula y Ciriaco. El Evangelio de hoy es de Mateo 6,1, 6, 16-18, vemos que dice: “cuando ayudes a un necesitado no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas, templo de los judíos , y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo les digo: ellos han recibido ya su premio. Cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe saber lo que hace la derecha: tu limosna quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto te premiará. Cuando ustedes recen no imiten a los que dan espectáculos; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Yo les digo: ellos ya han recibido su premio. Tú, cuando reces, entrá en tu pieza, cierra la puerta y rezale a tu Padre que está allí a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto te premiará. Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como los que dan espectáculos y aparentan palidez, para que todos noten sus ayunos. Yo les digo: ellos ya han recibido su premio. Cuando tú hagas ayuno, lávate la cara y perfúmate el cabello. No son los hombres los que notarán tu ayuno, sino tu Padre que ve las cosas secretas, y tu Padre que ve en lo secreto, te premiará” . Esto que da para mucha explicación es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.
Retomando lo que decía recién del dolor, yo conozco gente que no dice nada respecto a todos los dolores que sufrió, bueno, mucho mejor si no dice enhorabuena pero sino, que se lo ofrezca al Señor, mira Señor, todo esto me pasó, yo te lo doy con toda mi alma para que vos lo uses en lo que quieras, para algunos es sufrimiento, que se yo, comer algo que no le gusta pero para otros el sufrimiento puede ser algo muy grande. Es decir el sufrimiento está en proporción de la persona que lo siente, no todos sienten lo mismo pero que cada uno piense que el Señor mira su propio sufrimiento ¿verdad?, es decir tu sufrimiento es tuyo y para vos es lo más grande de los sufrimientos ¿eh?, por eso, decía recién yo: uno es muy rico cuando sufrió mucho, porque de una u otra forma todos sufrimos, no digamos que no, pero hay sufrimientos terribles ¿eh?, entonces ofrezcámosle al Señor, por familiares, ofrezcámoslo por las almas que todavía no han visto la Luz, ofrezcámoslo por no sé, por algún enfermo que en este momento muere sin los auxilios espirituales, ofrezcámoslo por lo que se les ocurra y el Señor que ve te premiará enormemente y en base a premios y castigos, por ejemplo aquí se habla de que cuando se ayuda no conviene andar publicándolo porque ya uno tuvo la paga: uy que bien ¿cierto?, o bien es decir, en todos los órdenes que tu mano derecha no sepa lo que hace tu izquierda.
Es decir, bueno con tus amigos podras decir muchas cosas pero así en público, decir todo lo que pasa me parece que ya uno no lo ve con las ganas que lo veía ¿verdad?, hay que guardar silencio, hay que guardar silencio, lo mismo el Evangelio habla sobre la forma de rezar, dice: no andés en la plaza pública para que todos te vean o poniéndote en el primer banco y rezando el Rosario con un auto parlante para que los demás te escuchen ¿eh?.
Jesús en el Evangelio es clarísimo cuando dice: si quieren pedirle algo a Mi Papá, díganle: Padrenuestro que estás en los Cielos… y continúa ¿no?, pero habla de que hay muchas formas de oración pero tal vez la que más le guste al Señor o las formas de oración es aquella que el hombre hace con Él, entra en su pieza o en su interior y habla con su Padre como un hijo habla con su padre, le dice lo que le pasa, como nosotros decimos: háblale sin miedo al oído ¿eh?, bueno, esa es una forma de oración preciosísima, porque entre Dios y yo queda, como San Juan María Vianney, que se pasaba horas delante del Sagrario entonces le preguntaron ¿por qué tanto tiempo?, y ahí estoy con mi Señor, Él me mira, yo le miro y nos entendemos y pasamos horas así en esa contemplación del Señor. La vida moderna no nos da tanto tiempo para pasar horas delante del Sagrario pero podemos tener un Sagrario dentro de nuestro corazón para tenerlo siempre allí y nos guíe en cada una de las cosas que hacemos.
Tenemos que siempre tener mucho cuidado, porque en cualquier momento puede filtrarse la maldad, el espíritu del mal o como quieran llamarle y hacernos proceder contrariamente a lo que nosotros quisiéramos. Es muy sagás el espíritu de las tinieblas, se reviste de Ángel de Luz para engañarnos ¿eh?, no se olviden ustedes, el Santo Cura de Ars, que les dije recién san Juan María Vianney, a veces la mismísima Virgen lo seguía y le hablaba entonces él se daba cuenta y decía: retirate que no sos la Virgen, que sos satanás que me estás molestando, 33 años todos los días San Juan Vianney tuvo el tormento del demonio, estar siempre cerca de él molestando ¿mmm?, bueno.
Entonces, ¿cómo debemos dar algo?, en silencio, ¿cómo debemos rezar?, es decir de la forma que más le gusta al Señor, alguna vez será en voz alta, otra vez que se yo, a veces uno tiene la tentación cuando pasea por el campo de decir el Padrenuestro a los gritos, no sé, que se yo, o sino desde tu pieza o en lo más sereno de tu noche ¿mmm?, o como el otros días les decía de una señora que todas las noches ella cuando era muy pequeñita se murió su mamá, no la conoció, entonces todas las noches le hace un lugarcito ¿verdad?, cerca de su marido por supuesto, le hace un lugarcito: Madre acóstate aquí conmigo, yo me voy a dormir pensando en que me ponés tu mano sobre mí espalda, sobre mi pecho para darme todo lo que vos sabes dar Madre ¿eh?.
Formas que cada uno tiene para orar ¿mmm?, dice el Evangelio: busquen aquello que más le parece a ustedes que es mejor. Cuando la oración es un montón de palabras que no dicen nada o dicen mientras uno está en otra cosa entonces no tiene valor, la Virgen dijo tantas veces que, dijo tantas veces dice: cuántos Templos hay en Mi nombre en toda América, cientos y cientos, miles, pero no me agradan, porque allí hay un montón de gente que reza de la boca para afuera pero el corazón lo tienen en otra parte, no, es muy duro eso ¿eh?, rezar y rezar pero tener el corazón en otra parte.
Bueno, pensemos en todo esto, pensemos en la palabra del Señor siempre nos sana, la palabra del Señor es vida, es camino, es Luz, pero no la repitamos como si dijéramos un verso que ya conocemos, por eso a veces en vez de repetir oraciones que uno ya conoce conviene ir haciéndolo en ese momento, está muy bien que se rece el Rosario, lo que sea, pero que siempre tenga lo personal, lo de ese momento, lo que vale, Señor me pasa esto, tengo este problema, mirá Señor qué podes hacer por Mí porque así no puede ser, mi dolor es tan grande que no me alcanza el día, de qué forma me vas a ayudar Señor y de esa relación preciosísima del ser humano con su Creador está el secreto de la felicidad, no solamente de Él sino de toda tu familia, y en la medida en que uno se aleja de todo eso la vida se le pone más áspera, más dura, más difícil.
Recién hablábamos del perdón, cuando le preguntan a Jesús si hay que perdonar siete veces, Él dice: noo, siete no, setenta veces siete, es decir siempre. Ahora bien, siempre que quien hizo las cosas mal tenga el propósito de corregirse o de salir en lo que está y aquellos que ya han muerto que no tienen posibilidad de salir porque ya están en la otra vida, pues bien, tal vez necesiten mucha oración.
Les voy a contar esto y después vamos concretando de los que están cerca conocen esta historia, los que están cerca de mí, pero una persona muy cercana a mí cometió el delito de tener una hija y dejarla en una país lejano y se vino a América ¿no?, la hija no la perdonó, claro, yo tengo que ser concreto de decirle esa hija es tía mía, así de simple y esa mujer mi abuela paterna, así de simple.
Entonces la mujer se viene, mi abuela se viene a América, deja la hija en un cotolengo, un cotolengo es una institución religiosa que cuida o levanta a los chicos que están por ahí tirados, la dejó con toda la documentación y todo y la chica estuvo allí en el cotolengo 22 años hasta que salió y se casó, o mejor dicho salió para casarse, pero es tremendo a lo largo de los años todo el dolor de esa señora en contra de su madre y su madre parecía que no le hacía mucho. La cuestión es que, imagínense ustedes esta mujer nació en 1903, hace 105 años, un buen día murió y por supuesto mi abuela también, mi tía y mi abuela murieron las dos y yo las veía en la oscuridad, tanto a mi abuela como a mi tía, la que no conocí personalmente porque estaba en otro país lejano en Italia, pero sí las conocí después en la oscuridad, en lo que llaman Purgatorio ¿no es cierto?, y seguían todavía discutiendo ahí en el Purgatorio y la hija le decía: por qué me dejaste, por qué hiciste de mí una huérfana, por qué me condenaste a tanto dolor. Y por supuesto mi abuela tenía sus argumentos, por esto, por lo otro, claro la sociedad de aquél entonces no eran tan fácil, sobre todo que ella era una mujer soltera, mejor dicho era casada, pero mi abuelo se había muerto, de 26 años, bueno, no había forma, la historia es larga pero la corto, no había forma de que madre e hija del otro lado todavía se perdonaran y me decían: pero insistí, hacé algo, estamos en la oscuridad, no podemos ir al Señor a tener la Bienaventuranza Eterna porque una no reconoce el error y la otra no quiere perdonar y así mucho tiempo, hasta que un buen día se produjo el milagro del otro lado ¿no? y ambas salieron de la oscuridad para ir a verlo al Señor.
Es triste la historia y ustedes dirán: ¿por qué tiene necesidad de andar ventilando las cosas familiares?, no, directamente si lo que es cierto es cierto y lo que es verdadero también, por qué voy a pensar maravillas de mi pobre abuela si no se sabe todavía su marido cuál fue el motivo de su muerte y por qué ella se vino con su amante a América, dejando a una hija tirada ¿verdad?, lo que es es, ¿por qué lo voy a ocultar?, ¿o me hace mella eso a mí?, en absoluto, en todo caso estoy diciendo la verdad.
Fíjense ustedes, que la falta de perdón, a esto quería llegar, en vez de usar ejemplos de otro usé de mi propia familia, en vez de perdonar ¿no es cierto?, hay personas que se empecinan en su estado, como esto que les estoy contando y que todavía del otro lado seguían disputando, claro, 22 años en un cotolengo no es tan simple, sobre todo porque esa señora sabía que ella se había escapado a América ¿verdad?, con este hombre y tal vez, tal vez no sé, culpable de la muerte de mi abuelo por la enfermedad extraña que tuvo a los 26 años, él servía a la corte del Rey Víctor Manuel III, era militar y a los 26 años murió, de forma muy sospechosa.
Entonces, todas esas cosas vivían tirándose en la cara madre e hija en la oscuridad, gracias al Señor que puedo ver lo que pasa del otro lado pero me costaba mucho ver con dolor ese diálogo de madre e hija que ninguna de las dos quería reconocer lo mal que había estado.
Es muy duro ¿no?, pero también les hago ver que yo no tengo problemas en decir las cosas que tengo más a mano si eso puede servirle a otro, porque hoy justamente hablamos del perdón, del rezo y de hacer las cosas para que vean o no vean los demás son ¿mmm?.
Señor, yo no soy digno de recibirte dijo el centurión, pero decí una sola palabra y mi ciervo quedará sano. Cada uno de los que estamos acá pensemos: seré capaz de decir en vos confío Señor, con toda la fuerza que uno tiene de acuerdo a su fe para quedar sano o para solucionar sus problemas o lo que sea, pero no andemos buscando enseguida qué solución porque a veces somos medio imprudentes, le decimos al Señor cómo tiene que hacer las cosas, si le decimos a Él que lo haga Él ¿verdad?, entonces ¿seremos capaces nosotros en este día, seremos capaces de decir: con una palabra tuya Señor bastará para sanarme?.
Puedo decirte en vos confío Jesús, puedo decirte: cuánto te amo, puedo decirte: sos mi Papá, puedo decirte: amigo del alma nunca te separes de mí, puedo decirle, como el centurión también: yo no digo nada, decí vos una sola palabra y mi ciervo quedará sanado, decí Señor una sola palabra y mi cáncer se esfuma, mis problemas familiares desaparecen, las luchas que hay a veces entre parejas se normalizan y cada una de las cosas adquieren el camino que les corresponde tener para avanzar.
No sé que dirás Señor, decí una sola palabra y mi alma estará sana, decí una sola palabra Jesús y la enfermedad que está corrompiendo mis huesos, mis músculos, mi cerebro, mi vida o los problemas que tiene mi familia o las cosas que me pasan, que son tan dolorosas, decí Señor una sola palabra porque todo va a cambiar, como decíamos al comienzo, el milagro es que algo cambie de rumbo ciento ochenta grados, eso es el milagro ¿mmm?, vos si querés Señor podés decir una palabra, si querés te la digo yo pero vos podés decir una palabra y todo estará resuelto, que hermoso.
Cuánto te debemos Señor, el aire que respiramos, este corazón que está latiendo en nuestro pecho, el poder caminar, el poder ver, todas las cosas que uno empieza a valorarlas después que las pierde, por eso, valoremos la luz de nuestros ojos, nuestras piernas que nos llevan… (se dio vuelta la cinta y se termina la grabación) ….