Oración del 30 de Marzo de 2008

Y ustedes dirán: ¿y cómo se puede definir lo que es la Misericordia?, Jesús lo hace muy fácil cuando dice: Misericordia significa el amor obrando ¿mmm?, cuando uno está obrando y eso es dictado por el amor, a eso llama Él Misericordia. Oración del 30 de Marzo de 2008

Habla Artemio:


Empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

En el cancionero miramos número 6 y decimos: hoy perdóname…. Todos los días pensamos que vivir no es fácil, necesitamos que el Señor alimente siempre con su gracia nuestra vida, por eso ese cántico que hacemos, de pon aceite en mi lámpara Señor, le estamos pidiendo al Señor que ponga en nuestra alma toda la gracia necesaria para seguir viviendo a pesar de todo ¿mmm?, hoy es el día de la Misericordia y le rogamos al Señor toda su gracia y sus bendiciones para que atendiendo a todo lo que pasa en el país la Misericordia lo llene realmente a todos, entonces le decimos al Señor: pon aceite en mi lámpara Señor….

Necesitamos la gracia del Señor para vivir, necesitamos de una vez por todas dejar que Jesús entre en nuestro corazón, ¿y por qué vemos que el Señor no está en nuestro corazón?, muy simple, cuando se responde con una agresión a otra agresión está faltando el amor, no hay ninguna duda y el Señor fue muy claro en las Bienaventuranzas cuando dice que si alguien te golpea, bueno ponele la otra mejilla, si alguien habla mal de vos, dejalo, si alguien te quita la túnica, dale también el vestido. Es decir, hay que entender de una vez por todas ¿qué es lo que hay que entender?, que Jesús representa para nosotros algo que es la mismísima paradoja, porque donde alguien te ofende, habla mal de vos, dice cualquier barbaridad y vos le respondes con amor y una sonrisa, despacio, ¿qué es lo que ocurre acá?, algo está ocurriendo porque el ser humano normalmente a una agresión responde con otra agresión ¿mmm?.

Quiere decir que nos está faltando el amor necesario para enfrentarnos en todas las situaciones de la vida y nosotros aquí adentro estamos todos bien, todos en paz, todos buenitos pero habría que poner cualquier conflicto aquí, como pasa a veces con las sillas que no alcanzan, bueno nunca van a alcanzar, o bien que alguien use la silla de otro o se apropie de la silla, del asiento de otro, entonces a cada uno le sale de adentro toda la agresión, o bien cuando por supuesto, hay mucha gente, los que llegaron más tarde pasan más tarde o pasa uno adelante ¿no?, ya aparece la agresión ¿no?, y sin embargo estamos en la Casa de Dios ¿no?, que pena ¿no? como somos los seres humanos, lo vemos a nivel nacional, local, lo vemos con nosotros, con los que nos rodean y con todos, que pena que seamos así.

¿Saben cuántos católicos tiene la República Argentina?, el 87% de la población, la República Argentina, un dato que dio el Sacerdote esta mañana en la Misa, así que es cierto, 87% de católicos, observando los informativos, viendo todo lo que pasa en el país en este momento cuántos por ciento diríamos que hay de católicos, no sé, me parece que poco y nada ¿eh?, porque ¿dónde está la otra mejilla?, ¿dónde está el diálogo?, ¿dónde está el trato con un amor fecundo?, ¿dónde está el deseo de llegar a una solución de los problemas?, ¿dónde está?, que no se ve, y eso que somos el 87% de la población, esta mañana lo escuché en la Santa Misa cuando el Sacerdote dijo eso y me llamó la atención porque yo sabía que había provincias como Catamarca que tenía el 98% de católicos, pero no sabía que la Argentina había el 87% en todo el país.

Dónde están que no se ven ¿no? para aportar alguna solución, por eso, hoy es el día de la Misericordia, la segunda fiesta de importancia después de la Pascua ¿eh?, ¿escucharon?, segunda fiesta, por eso Juan Pablo II pone siempre después del domingo de Pascua, el domingo siguiente, es el domingo de la Misericordia y por supuesto eso lo hace desde el año 2000 cuando Beatifica, es decir eleva a los altares a Santa Faustina.

Entonces, vamos a leer el Evangelio pero antes llenos de este Espíritu ¿no es
cierto?, de la Misericordia del Señor, dispuestos a dejar entrar en nuestro corazón un mensaje nuevo, es muy loco como dicen los chicos de ahora, es muy loco lo que uno dice pero la Madre pide que tenemos que ser un poco locos ¿eh?, loco en el sentido de allí donde viene uno a poner guerra nosotros tenemos que poner paz, donde pone odio, poner amor, esto ya lo decía San Francisco en el 1200, no es ninguna novedad ¿mmm?, bueno, vamos a pedirle al Espíritu Santo para leer el Evangelio: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Segundo domingo de Pascua, 30 de Marzo, el Evangelio de hoy es el Evangelio de San Juan, capítulo 20, versículo 19 al 31, dice así: “ese mismo día, el primero después del sábado, los Discípulos estaban reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: la paz esté con ustedes. Dicho esto, les mostró las manos y el costado, los Discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. Jesús les volvió a decir: la paz esté con ustedes. Como el Padre me envió a Mí, así Yo los envío también. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: reciban el Espíritu Santo, a quienes descarguen sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, serán retenidos. Ocho días después, los Discípulos de Jesús, estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos y les dijo: la paz esté con ustedes. Después dijo a Tomás: pon aquí tu dedo y mira Mis manos; extiende tu mano y métela en Mi costado. Deja de negar y cree. Tomás exclamó: tú eres mi Señor y mi Dios. Jesús replicó: cree porque has visto. Felices los que no han visto, pero creen” . Esta es palabra del Señor ¿eh?, te alabamos Señor y te damos gracias.

Felices los que no ven y creen ¿no?, es hermoso lo que dice el Señor y nos sirve mucho a nosotros para pensar un poco con el corazón sobre todas las cosas que vivimos ¿no?, están reunidos los Discípulos, primero sin Tomás, después con Tomás ¿mmm?, y Tomás no cree, no, no cree ¿mmm?, entonces le dice: vení, poné aquí tu mano, hundila en Mi llaga y mirá, entonces él dijo: Señor mío y Dios mío, creyó. Ahora, nosotros estaremos dentro de los Discípulos o seremos otros Tomases más, no sé, cada uno sabrá ¿no es cierto? esas cosas, no quiero decir nada al respecto.

Jesús en este momento, después de decirle que la paz sea con ustedes, les dice que tienen que ir hacia todos lados a llevar la Buena Nueva del Evangelio, Evangelio quiere decir eso, Buena Noticia, Buena Nueva, y les dice: vayan de a dos en dos, de a dos en dos, el Evangelio está un poco cortado, entonces yo se los amplío, le dice uno de los Discípulos: Señor pero y cuando estemos en lejanas tierras ¿cómo nos van a conocer que somos cristianos?, Jesús le responde: y porque se aman, Jesús da la característica de quién es cristiano, los que se aman ¿mmm?, y agrega: sanana a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos ¿eh?. Vayan de a dos en dos.

¿Qué es lo que nos destaca de los demás? ¿eh?, que se aman, quiere decir que en la medida en que nosotros no amamos a nuestros hermanos de cristianos no tenemos nada, si nuestra mente va muy rápido para hacer juicio sobre cualquiera, incluso inventando cosas ¿no es cierto?, porque el pensamiento es dañino a veces y la lengua ni te cuento lo que hace. Bueno, entonces, tendremos que pensar seriamente, no sea cosa que nos creamos que somos cristianos pero en el fondo no hay tal cosa, somos así nomás ¿eh?, no se preocupen, el Señor nos espera, nos espera a veces toda una vida pero Él quiere ¿verdad?, que aquél que se llama cristiano reconozca que incluso debe llegar hasta dar la vida por sus hermanos ¿eh?. Algunos dicen: es muy dura esa expresión, no, no es dura, la mujer lo sabe más que el varón cuando tiene sus hijos, que se enfrenta a la muerte para dar la vida, se arriesga incluso porque eso es matemático ¿no es cierto?, nadie sabe qué va a pasar en el parto ¿eh?, entonces la mujer parecería que entiende mucho más de esto que nosotros los varones y nosotros miramos las cosas de afuera pero la mujer sabe lo que es en su propio cuerpo desprenderse de algo ¿mmm?, y dar la vida ¿mmm?.

Pensemos en eso, pensemos seriamente, aquellos, les digo más, acá dentro hay 9 personas, hombres, que le pegan a sus mujeres, miro así en general para que ninguno se sienta y hay más que pegan pero pegan con palabras ¿mmm?, que pena ¿no?, mientras que nosotros pensamos que la mujer es tan maravillosa ¿no?, siempre. Tenemos nosotros que el Padre elige, podría haber mandado a Jesús de cualquier forma, pero elige para engendrar a su Hijo el vientre de una mujer, por eso que la Madre, ustedes, cada una de ustedes madres tienen una relación muy distinta con vuestros hijos que la que podemos tener los varones, por una razón muy simple, llevaron durante nueve meses al hijo en la panza, le dieron vuestra sangre, además de vuestra vida ¿mmm?, le dieron todo ¿eh?. Qué podemos decir nosotros, los varones, delante de una mujer, pensando que ella llevó durante nueves meses a ese niño, incluso hasta pactando con la muerte porque no sabía lo que iba a pasar y con todos los dolores que eso representa, que después se olvida por la alegría del niño, pero los dolores siempre son dolores ¿eh?.

Entonces, cuando hablamos de dar la vida por los demás quién más que la mujer puede decir: yo sé lo que es dar la vida por los demás porque he tenido hijos y la que no puede tener hijos llega hasta aquí para decir: ruéguele al Señor o a la Madre para que me de un hijo o más ¿eh?. Pedido que la Madre siempre escucha, ¿por qué?, por una razón muy simple, Él tiene un cariño muy especial por todas las mujeres, porque ama mucho a su mamá, no se olviden que el primer milagro que hace Jesús en las Bodas de Caná es un milagro de la transformación del agua en vino, es a pedido de su Madre ¿mmm?, cuando Él le dice: Mamá, todavía no llegó Mi hora, no, no importa, y le dice a los que estaban allí: hagan lo que Él les ordena. El primer milagro que tiene el Señor sobre la Tierra, el Hijo de Dios y Dios mismo es la transformación del agua en vino, a pedido de su Mamá, por eso nosotros decimos y decimos bien, que todo lo que tiene que llegar al Señor pasa a través de su Madre, que es la Mediadora de todas las Gracias ¿mmm?, la Virgen María es la Mediadora de todas las Gracias, nada llega al Señor que primero no haya pasado por su Madre.

Y yo que tuve la suerte de estar dos veces del otro lado, quién nos está esperando, porque uno cree San Pedro nos espera del otro lado, no, justamente, la que nos espera del otro lado es la Virgen y Jesús después, pero la Madre es la que está allí esperando con los brazos abiertos. Tener en cuenta esto, lo que representa la Madre, sobre todo aquellos que nombré recién que tienen con mal trato a su esposa ¿no?, sí ¿mmm?, y no se olviden que un padre golpeador, un hijo golpeador, heredan, heredan, genéticamente heredan, así como se adiciona la adicción al vino o a las bebidas, se hereda también la adicción a ser pegador ¿mmm?. Todos acá dentro somos buenitos, bien vestiditos, todos bien ¿no es cierto?, pero hay que ver las cosas que pasan a solas ¿no? y a veces los golpes no son con un palo o con una trompada, son con palabras ¿mmm?.

Bueno, entonces, retomemos el Evangelio que dice: lo conocerán cuando van de a dos en dos porque se aman y eso ¿cómo nos cae a nosotros?, también nos acordamos cuando Jesús antes de estar en el huerto de los olivos para pasarla tan mal como la pasó, le dice a los Discípulos: “les dejo un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado” ¿mmm?, es decir, alrededor de esa expresión gira toda nuestra historia cristiana, ámense unos a otros como Yo los he amado, quien no lo hace está fuera del Cristianismo, nadie lo reta, ni le pega, ni le castiga, no, solamente que está afuera, no está adentro, bueno.

Los Apóstoles reciben el mandato de ir a predicar el Evangelio, llevar la Buena Nueva y todo aquél que se hace Discípulo del Señor tiene que pensar que también tiene una cuota de responsabilidad, una parte, de responsabilidad en predicar la palabra, yo diría que es una obligación moral de decirle a los demás las cosas del Señor ¿mmm?, ¿para qué?, bueno para ir haciendo lentamente un mundo nuevo ¿verdad?.

Ahora, al terminar el Evangelio San Juan, en el Evangelio lo he leído porque está resumido, más corto, pero en el Evangelio de San Juan dice: todas estas cosas y otras podría yo escribir, dice San Juan, sobre las maravillas que hizo Jesús, pero podría llenar miles de hojas dice pero por razones obvias no lo hizo ¿no es cierto?. Ahora, Jesús tomó esas palabras de San Juan, en un Mensaje de hace unos años aquí, porque para quien no lo sabe, sépalo, desde Marzo, hasta hoy el 95, hace trece años que Jesús y su Madre vienen todos los días, si quieren ser como Tomás de no creer, bueno, si quieren creer, crean ¿eh?, y no lo veo solamente yo eso ¿no?, muchos más.

Ahora, entonces cuando San Juan dice eso tenemos que entenderlo así, en el mensaje que Él da aquí, Jesús dice, hace referencia al Evangelio de San Juan y dice: todas aquellas cosas que dice Juan que se podrían escribir sobre Mí es la que Yo les estoy dictando en todos estos Mensajes ¿mmm?, eso como una forma de decir: lo que le falta al Evangelio de San Juan lo estoy dando Yo en los Mensajes que todos los días, hace trece años, viene aquí el Señor, esto lo dijo hace unos años atrás, tres años por lo menos ¿mmm?, claro, estas cosas se creen o no, el problema es cuánto se pierden los que no lo creen ¿no?, porque si ustedes se pusieran a mirar todos los Mensajes, estuvimos revisando con otras personas de la Fundación y del grupo los Mensajes de Jesús de años atrás cuando dice, por ejemplo todo lo que pasó en Venezuela, Colombia, Ecuador, lo dice todo el Señor, en el año 2003, todo, todo, todo, después sobre las cosas que están pasando en la República Argentina, todas están anunciadas por el Señor, todas, todas, prácticamente hay que ponerle el título nada más pero así en general están anunciadas todas.

Es decir las cosas que pasaron en América, con todos esos problemas de Colombia, Venezuela, etc., para nosotros no fueron ninguna novedad porque la sabíamos, lo mismo que está pasando ahora en el país; y ustedes dirán: ¿y usted sabe cómo termina esto?, y sí, claro que uno sabe pero tiene que callárselo ¿verdad?, porque sino uno pasa de estómago resfriado, porque Jesús mucho lo da en sus Mensajes y otras cosas las conversa con uno en forma particular, Él está siempre hablando pero cuando quiere que uno grabe los Mensajes dice: ahora podes grabar y esos Mensajes después salen por internet para todo el mundo, pero el Señor dice montones de cosas más. Claro, por una razón muy simple, cuando uno durante trece años va a un lugar ¿no es cierto?, tiene mucho que decir ¿no?, cuántas cosas se dicen en trece años porque trece años es toda una vida, piensen un poco, aquellos que tienen un chico de trece años aquí ¿no es cierto?, es toda una vida, bueno hace toda una vida que el Señor viene dando Mensajes acá, miles de hojas hay por internet, miles de hojas y justamente los Mensajes que le daba Santa Faustina, que es lo que les leyó Miguel al comienzo, que lo dio en la década del 30, es lo que el Señor continua en este lugar ¿mmm?, continúa en este lugar, ¿quién es el que le daba los Mensajes a Santa Faustina?, el Jesús de la Misericordia, ¿quién es el que viene aquí?, lo tienen a vuestra
derecha, el Señor de la Misericordia, que hoy festejamos justamente su día.

Y ustedes dirán: ¿y cómo se puede definir lo que es la Misericordia?, Jesús lo hace muy fácil cuando dice: Misericordia significa el amor obrando ¿mmm?, cuando uno está obrando y eso es dictado por el amor, a eso llama Él Misericordia, cuando le tendés la mano a un desvalido, cuando te preocupas por aquellos que no tienen techo, cuando vestís al desnudo o al harapiento o al que necesita, cuando das de comer, no solamente cosas materiales sino también palabras, consejos, o lo que sea, eso es el amor obrando ¿eh?, cuando alguien se acerca a tu puerta y lo tratás como un ser humano, no importa el color de su piel ni la raza que sea, ni la religión que tenga ni si te insulta o no te insulta, nada, nada, es el hermano que golpea a tu puerta, si vos, de acuerdo a tus posibilidades le das a ese ser que te está pidiendo estás haciendo la palabra del Señor, es decir el amor obrando, la Misericordia.

Por eso, aquí hay gente presente, personas que están presente que han tenido la experiencia que quien llamó a la puerta de su casa era nada menos que Jesús, en el caso de una señora que tengo muy cerca de mí en este momento, Jesús se aparece como un afilador de tijeras y cuchillos ¿mmm?, y empieza a hablar todo un lenguaje que al comienzo la señora no se daba mucho cuenta porque uno no es tan fácil tratar con el Señor y al rato se da cuenta por las palabras que decía que era Él, cuando va adentro, después de un diálogo muy lindo, cuando va adentro a buscar otra tijera más, Él había desaparecido ¿mmm?.

Es decir, cuidado mis queridos, el día menos pensado el Señor puede llamar a la puerta de ustedes, sí, puede llamar, vaya uno a saber cómo lo van a recibir, pero mientras tanto el hermano que llega a pedir algo ¿no es cierto?, es la imagen del Señor, es la imagen de Jesús que viene a pedir, ¿o acaso el Señor no dice que las obras de la Misericordia es justamente eso?, dar de comer al hambriento, refugio al que anda de paso, techo a los que no tienen, abrigar al desnudo o al que no tiene que ponerse o calzarlo, de acuerdo por supuesto a las posibilidades de cada uno y después están todas las cosas que son menores porque a veces las personas no necesitan ni techo ni ropa ni comida pero necesitan una palabra de amor para seguir viviendo, porque el ser humano es como siempre se los digo: no vive más de un mes cuando no tiene el amor y se seca como una planta que no se riega, piensen los hombres, piensen las mujeres, piensen todos si aman a los que tienen cerca y no tan cerca, porque después de un mes que un ser humano que no tiene afecto empieza a morirse por dentro, por eso a veces vemos tantos muertos sin sepultura, es decir, gente que está muerta en vida y ya no tiene ganas de nada ni tiene sentido su vida ¿eh?.

Por eso ¿mmm?, el Señor desde el fondo de la historia y a cada instante vuelve a aparecer entre nosotros, vuelve a aparecer y nos dice: ámense como Yo los he amado, incluso si es necesario hasta dar la vida por eso, ustedes dirán: ¿tanto?, y bueno, sí, claro, claro no la darás toda de golpe pero la darás de a poquito cuando vas dejando los pedazos de tu cuerpo a lo largo del camino ¿mmm?. Y en eso la mayoría parecería como si le hace caso al Señor o ustedes no dejan parte de ustedes en vuestros hijos, en los empleados de vuestras fábricas, en aquellos que llegan a vuestro negocio o a vuestro kiosco ¿mmm?, algunos no, pero muchos sí, no es algo tan difícil ni imposible, no, nada que ver ¿eh?, los maestros en sus alumnos, los padres en sus hijos, repito, los que trabajan en una fábrica reciben del dueño pedacitos de su vida cuando todas las cosas funcionan bien ¿no?, bueno.

Aquellas palabras del Señor: si el grano de trigo no cae a la tierra y muere no nace la planta, y también: para ganar la vida hay que perderla, todos de alguna manera estamos en eso, cuando yo veo, yo me levanto temprano, no sé a qué pero me levanto, y veo a las 06:00 por ejemplo cuando muchos pasan en bicicleta muy rápido para ir a su trabajo y yo pienso por dentro: es el ser humano que está perdiendo su vida a pedacitos para ganar el pan con el sudor de su frente ¿eh?, sí, él no lo sabe pero el Señor lo mira con ternura porque dice: este es mi hijo ¿eh?, porque sale temprano de su casa con entusiasmo a exponer su vida en una fábrica, o a exponer su vida en el surco, o sobre un tractor o donde sea, ¿para qué?, para llevar el pan para sus hijos, eso es perder la vida todos los días, perder de una manera pero que es ganarla. Si el grano de trigo no cae a la tierra y muere no nace la planta y para ganar la vida hay que perderla, todos los días y sino díganme los maestros si no lo hacen así, aunque no tengan vocación, no quieran hacer lo que hacen pero al trabajar en eso van perdiendo de a poquito su vida y sus cosas.

Por eso, parece a veces difícil todo lo que nos propone el Señor, pero no lo es tanto, es cuestión de ensayar un poquito nada más o ponerse a pensar lo que tenemos entre manos, de repente entre manos tenemos un tesoro maravilloso, maravilloso y no lo sabíamos ¿eh?, cuántas veces nos pasa eso, que en el patio de nuestra casa hay enterrado un tesoro y no lo sabíamos, es decir, en nuestro corazón, la capacidad de poder amar, de que nuestra mano pueda acariciar la frente o el hombro de alguien, que nuestra palabra pueda llegar a un enfermo a traerle vida nueva, que nuestra palabra sea el nutrimento o la forma de alimentarse que tiene un anciano en su casa o en un geriátrico, todo es según la dimensión del amor en la cual uno se mueva ¿eh?, esto es maravilloso y esto nos propone el Señor de la Misericordia, el amor obrando, todos los días, a cada instante, porque fíjense que no es cuestión de decir: me voy a poner a hacer esto, no, es una actitud de vida, una actitud que ya tenemos en el corazón, donde ante la ofensa surge la palabra amable, ante el golpe la sonrisa, ante todas las cosas terribles siempre la posibilidad del amor para resolver todos los problemas ¿mmm?, eso, por ese camino está la Misericordia, traten de entenderlo con el corazón y traten incluso de valorar las cosas que tienen entre manos porque tal vez hace mucho tiempo que están ayudando al Señor y no se han dado cuenta.

Por eso, Jesús de la Misericordia, en este día en que te honramos, todos los días pero hoy especialmente, humildemente te decimos Señor: mira mi vida, todo lo que es mío, mirame Señor, miramos a los ojos cuando me miraste en la panza de mamá y empecé a vivir, mirame de nuevo Señor, yo quiero que tus ojos me miren Señor porque me van a infundir la vida en abundancia, me van a infundir todo lo que necesito para justificarme delante de mí mismo y delante de los demás, para pensar que no bastan tres comidas al día y un amorcito por la noche sino que la vida es mucho más que todo eso ¿eh?, mucho, mucho más. Si nos ponemos a pensar un rato con el corazón nos toma una alegría tan grande de pertenecer al Señor, de que Él sea nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero, nuestro compañero de viaje, nuestro compañero todos los días a nuestro trabajo, en los dolores y en las alegrías, en las angustias y en los momentos lindos, en las duras y en las maduras, es decir siempre, siempre.

Por eso Señor, hacé el milagro constante de derramar tu gracia y tu Misericordia sobre cada uno de nosotros, sobre cada uno de los habitantes de este país que no acierta encontrar el camino real y verdadero, hacé el milagro constante Señor, Señor allí donde alguien discute y pelea poné la paz necesaria, allí donde otros odian hacé que aparezca alguien que ame en serio, allí donde hay un golpe hacé que el otro ponga la otra mejilla para seguir.

Sí Señor, y nosotros, cada uno de nosotros tenemos que ser lo suficientemente lúcidos para darnos cuenta que por ahí va nuestro camino, nuestra vida, nuestras cosas, miranos Señor en este día y aplicá tu Misericordia en nuestro cuerpo enfermo, necesita tanto nuestro cuerpo Señor, necesita tanto de tu gracia, sí, nuestro corazón está latiendo pero ¿por cuánto tiempo?, no sé Señor, pero si vos lo querés por mucho, mi enfermedad que a lo mejor, cada uno pensará su enfermedad tengo dentro de mí está agotando mis días, pero si vos venís Señor, si vos venís a darme tu fuerza y tu Misericordia eso no se agotará porque vos dijiste en las primeras veces que viniste a este lugar: Yo no quiero que los hombres se mueran de enfermedad porque es un desorden, Yo quiero que los hombres se mueran de viejos, es decir naturalmente. En todo eso orden que Él dice poner en el Tercer Milenio, también está eso, de que los hombres pasen largos los cien años, ¿o acaso no hubo épocas en la historia donde los hombres cumplieron montones de años?, ¿por qué no ahora?, ¿será que nos hemos alejado tanto de Él, que hemos desordenado todo?.

Por eso Señor, mirá mi cuerpo cada uno diría, mirá mi alma, mirá mi futuro, me molesta Señor pensar que pueden aparecer imprevistos que me descolocan en mi vida, que se yo, un accidente o cualquier cosa Señor que me descoloca en la vida y hiere a los que amo y malquista a la familia, por eso Señor cuidá los imprevistos, cuidá cada una de nuestras acciones, todos estamos trabajando y a veces en tareas difíciles, Señor, cuidá nuestros brazos, nuestras piernas, nuestros ojos, cuidá Señor nuestro interior, pulmones, hígados, riñones, cuidá Señor y saná todo lo que se refiera al aparato digestivo, intestinos, aparato circulatorio, corazón y todo, los órganos genitales, masculinos o femeninos, con todos sus problemas., bueno Señor qué te voy a decir a vos si vos sabés todo lo que nos pasa, todo lo que nos pasa lo sabés Señor y también sabés Señor si nuestra mente está… (se dio vuelta la cinta)…, renueva y después cuando entra lentamente se da cuenta que valía la pena, sí, sí Señor.

Estar con vos vale realmente la pena, porque vos queres ser eficaz en nuestra vida, no un Dios lejano, que de vez en cuando aparece y nada más, no, vos querés ser eficaz en nuestras vidas, querés darnos todo lo mejor, pero a veces no te escuchamos Señor o bien nos hacemos los sordos o bien nos insinúas este camino y nosotros vamos por otro.

Somos egoístas Señor, sananos de eso, somos soberbios, nos creemos que lo sabemos todo, nuestro libro tiene siempre una página más que la de los otros para saberlo todo y no puede ser, Señor el único sabio sos vos Señor, pasá sanando Jesús y ahí adelante presidiendo esta asamblea en este día uno siente que los rayos de tu Misericordia están llenando todos los rostros de los presentes mientras tu Madre, en forma incansable, pasa por cada uno bendiciéndolos para hacer las sanaciones.

Señor, que cerca estás nuestro, que cerquita, parece como si sintiéramos el aire que respirás Señor, tu aliento, lo sentimos en nuestro rostro, lo sentimos en nuestras manos, sentimos tu aliento Señor, la respiración, te sentimos Jesús, estás tan cerca nuestro, tan cerca: tan cerca de mí…. Digámoslo con todo el amor, como si fuera la primera vez que descubrimos algo tan hermoso: tan cerca de mí….

Que hermoso Señor que estés aquí, entonces vamos a aprovechar Señor para decirte que nos sanes de todos nuestros problemas, ya, es el momento, es la hora y si yo no tengo confianza dame la confianza Señor, dame la esperanza Señor de que vos todo lo podes Jesús, dale Señor, por eso: sáname Señor con tu Espíritu….

Sí Señor, eso es lo que yo quiero, que el fuego de tu Espíritu Santo llene mi corazón, hoy y siempre, a cada instante Señor, porque a cada instante necesito tu Luz para seguir avanzando en el mundo, caminar por la vida, no equivocarme, yo ni todos aquellos que amo, toda mi familia, todos aquellos que tienen una relación directa conmigo, todos los de que de alguna forma u otra dependen de uno, sí Señor, a cada instante, el fuego de tu Espíritu Santo llene nuestra vida para tener Señor todo lo mejor, sí Señor, vos lo vas a hacer.

Toda tu Misericordia descienda sobre cada uno de nosotros.

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